¡Buenos días amigos!
Quien habla con vosotros es Rodrigo Romo, en nuestro programa Confederación Intergaláctica.
El asunto que hoy vengo a compartir con vosotros es una petición de una amiga relativa a la evolución de los animales, al alma de los animales y a su conciencia en relación con los humanos, principalmente en lo que se refiere a los animales de compañía o mascotas.
El primer aspecto que quiero comentar sobre ese asunto es una cuestión relativa a la existencia de los animales en la Tierra. Todos los animales en la tierra, inclusive algunos reptiles, son un eslabón perdido de evolución biológica y genética de muchos seres que hoy se encuentran en 5D, 6D y mucho más allá de eso, como los felinos de Sirio Alfa que están por encima de 9D. Entonces un perro también es un eslabón perdido de una raza que ya transcendió y que hoy serían seres humanoides con apariencia canina extremadamente evolucionados, bastante más que nosotros.
Cuando la tierra fue configurada para el proyecto Micahélico y otras cuestiones, algunos grupos colocaron aquí patrones genéticos que representarían, desde nuestro punto de vista, un eslabón perdido, tal como entre un macaco y un homo sapiens existe un eslabón perdido, sea Australopitecos, Cromañón o Homo erectus.
Esos seres colocaron en un proceso evolutivo, junto al proyecto Micahélico humano, el proyecto Annunaki humano, el proyecto de Torank y el de Ashirion en Lemuria y Antártida, también animales para hacer el experimento conjunto de unificación y convivencia mutua para crear en la línea del tiempo realidades paralelas para evitar los conflictos, las guerras y las persecuciones raciales. Esas fueron las intenciones originales, además del propio estudio de su eslabón perdido.
El tema es mucho más complejo para nosotros los humanos, porque la cuestión es que cuando tienes una mascota, un gato, un perro, pero principalmente un perro, este absorbe o compra el Karma de su dueño, cogiendo sus cargas, magias, parte psíquica y todo el desequilibrio emocional y hasta endocrino, de su propietario. El perro absorbe porque esa es su misión, ser guardián de los seres humanos. Así va absorbiendo todo aspecto energético de la familia, de la casa o específicamente de la persona más cercana de la casa que le da atención y cariño. Esa persona, en el nivel de consciencia del animal, no es que sea un dios, pero es su foco, es una divinidad quizás, podríamos usar esa palabra pero más bien es su foco. Su papel es ayudar, dar apoyo, amor y enseñar lo que es el amor incondicional.
Qué es lo que ocurre: muchos humanos son prepotentes al considerarse superiores a los animales. Eso es un engaño. Los animales están ligados a una conciencia colectiva, de grupo, grupal, que tiene una sabiduría mucho más elevada que nosotros, nuestra individualidad y nuestra mezquindad humana.
Pero cuando tienes una mascota y le das amor, interactúas con ese animal con amor, ayudas en su evolución permitiendo que salga de la matriz encarnacional y vuelva a la matriz de alma original de su especie ascendida.
Sin embargo, existe un factor complejo aquí: muchas personas convierten a sus mascotas en vehículos de transferencia personal de sus deseos, de su ansiedad. El animal se transforma en un juguete de burla/mofa, son humanos que no respetan a los animales.
El animal que es blanco habitual de este aspecto es precisamente el perro, porque es más dócil. Tiene una posición sumisa y coge no sólo las cargas sino que es usado por sus propietarios como transferencia psíquica hacia él y esa transferencia psíquica está llena de odio, angustia, resentimiento, celos, amor, ansiedad, depresión , etc. Transfieren al animal toda una carga psíquica para la que no está preparado y cuando eso sucede, el humano rompe la cadena evolutiva de ese animal, de ese hermanito, impide que evolucione como debería y acaba quedando preso en la rueda encarnacional. El animal tiene que encarnar para intentar transmutar esos factores y muchas veces se vuelve histérico, neurótico y tiene problemas como los humanos. ¿Por qué? porque fue un perro. Normalmente en el gato no es tan común, en el perro lo es más, porque en él se ve mucha transferencia psíquica anímica de sus propietarios.
Las personas pegan a los perros, los visten, quieren payasos, les dan comida que los humanos comen y que les sienta mal a los perros, principalmente dulces, generando diabetes, ya que los perros no producen insulina como nosotros.
Las personas creen que el animal es una estructura terapéutica (no sé si esta la palabra adecuada). Le dan de comer helado, dulce, chocolate, alimentos que enferman a aquel chucho y consecuentemente, además de la cuestión nutricional, el animal se queda viciado, queda dependiente nutricionalmente de los gustos del propio dueño.
He conocido perros que bebían cerveza o whisky, como uno que tenía mi padre u otro perro que bebía aguardiente. ¿Por qué? Porque el perro está desempeñando el papel de transferencia emocional de sus propietarios y no la función de guardián, la función de intercambio energético o hasta de transmutación de las energías.
Entonces, cuando un ser humano le transfiere su ansiedad y sus aspectos humanos emocionales a un perro u otro animal de compañía (pero el perro es el animal más accesible en ese sentido, más vulnerable), acaba sobrecargado y su proyecto divino como apoyo y amparador de los humanos es adulterado, quedando preso en el inconsciente de la persona. Ese perro va a tener que encarnar probablemente dentro de la estructura familiar de aquella persona u otra, dependiendo mucho de la historia de cada familia con los animales.
La cuestión del gato es un poco diferente porque el gato se volvió un arquetipo espiritual diferenciado, autónomo, totalmente independiente y no sumiso. Un felino no sufre tanta transferencia genética o psíquica emocional como el perro.
Aunque hay un pequeño pero: tenemos las razas originales, tanto de perro como de gatos. Esas razas de naturales tienen una cierta capacidad genética de soportar cargas, de transmutar cargas psíquicas, energéticas, de ansiedad, etc.
En cambio eso no sucede con los perros y gatos genéticamente modificados creados por el hombre. Esa diferencia genética les vuelve más vulnerables a esa transferencia psíquica de energía. Tomemos como ejemplo el gato persa: no es natural. Es natural el gato de angora, peludo, que tiene hocico; al persa le achataron el hocico. Genéticamente está alterado como un bengala y otros animales que son modificaciones genéticas. Es el caso del gapuma, que es un gato de 20-25 kilos. Son experiencias humanas con la genética para desarrollar animales de compañía que no son naturales.
Esos animales, que son una mezcla genética diferenciada desarrollada por los humanos, son más vulnerables, son genética y psíquicamente más vulnerables porque no tienen una historia existencial como los animales de la naturaleza.
¿Qué sucede? Un gato persa (yo tengo dos) es un gato, pero tiene un comportamiento parecido al perro. Haciendo una broma, quería encarnar como perro pero acabó como gato. Estos gatos son mucho más dóciles, más cariñosos, mucho más afectuosos que el gato normal. He tenido gatos en mi vida y puedo decir que cuando les das amor ellos te entregan amor incondicional de la misma forma. Pero hay una diferencia: tienes que conquistar al gato… el gato te mira y sabe si sois compatibles a nivel de alma.
El perro es sumiso: si le das amor, cariño y comida, el perro está contigo, el gato no; es una cuestión de alma. Sin embargo, los gatos prefabricados, como digo yo, son más sensibles porque genéticamente tienen una carencia que no es natural, entonces también son más accesibles a la carga y a la transferencia humana.
Sea gato o sea perro, lo que tenemos que entender es que transferimos nuestros deseos, angustias y ansiedades, como si fuesen un hijo biológico nuestro, o fuesen un saco de boxeo. Y ese es el problema.
Cuando se transfiere a un gato o un perro estrés, rabia, ira… absorbe esas energías y va a intentar transmutarlas. Cuando después se lleva al perro a pasear o el gato tiene acceso a la naturaleza, se descargan de esa energía cuando están por la tierra o se ponen en la arena, haciendo volteretas con todo el cuerpo como hace normalmente el perro. El gato también hace la misma cosa frotándose en la hierba o con las plantas. Se descargan de esa forma de la carga electromagnética y psíquica adquirida de nuestras cargas.
Cuando un perro permanece en un piso sin salir, las posibilidades de adquirir enfermedades de piel, problemas de pelo y otras anomalías clínicas es altísima porque no tiene cómo limpiar o transmutar las cargas psíquicas. El gato es mucho más resistente debido a su propia estructura energética pues tienen, cinco capas áuricas más que nosotras. Tienen 12 capas electromagnéticas alrededor de su cuerpo, mientras que los humanos tienen 7. Los perros son 5 ó 6, no lo sé con exactitud.
El gato por naturaleza es un proyector astral. Está ligado a la jerarquía del Exu Pantera, que es un Tronado Siriano ligado a Ashirion y otros seres. Tiene por lo tanto una protección diferenciada. Aun así, si el gato sale a la calle o al jardín, va a transmutar como hace el perro.
El problema no es el gato ni el perro. El problema realmente somos nosotros. Los humanos transferimos psíquicamente nuestros problemas personales a nuestras mascotas. Ellas absorben esa carga y si muchas veces no tienen cómo limpiarse, cómo transmutar toda esa carga porque no les damos el amparo necesario, que es amor, y sólo les transferimos las cargas como a un saco de boxeo o de basura.
El amor que hemos de dar a nuestras mascotas es convivir con ellas, poniéndolos en el regazo/brazos, conversando, interactuando con su alma. Cuando existe un intercambio de amor verdadero entre un humano y un animal, el alma de aquel animal sale de aquella estructura de grupo y encuentra su Mónada original y hace la conexión. Y los guardianes (protectores, mentores, ángeles de la guarda) que tenéis, Exu, Caboclo, Preto Velho, Eré, Cigano, quienquiera que sea, van a utilizar a aquel animal para que sea un guardián directo de vuestro proceso personal, para enseñarte, para estar contigo; en las proyecciones astrales él va a estar junto a ustedes.
Es muy usual, dicen personas del Candomblé, que cuando sueñas con un perro que te ayuda, es tu Exu disfrazado de perro. Cuando convertís a una mascota en un amigo, por amor, sin intereses de por medio, él asciende y se convierte en tu guardián espiritual y no solo físico.
Voy a contar la historia de una amiga de Portugal que fue muy bonita. En un momento crítico de la vida de mi amiga, no sé si fue una separación conyugal, no sé los detalles, ella encontró una gatita, en medio de la calle, mojada, resfriada, una cosa así. Cerca de morir. Y mi amiga estaba hasta pensando en el suicidio. Lo que salvó la vida de mi amiga fue esa gata; recogió a aquella gata y hubo una interacción de alma fantástica, y esas dos almas, gata y humana, convivieron como madre e hija, como hermanas, como almas gemelas durante 7 u 8 años o hasta un poco más. Las dos tuvieron una interacción profunda, magnífica. Sus almas eran una. Era una gata de esas tigresas que se comunicaba con la mirada con mi amiga.
Llegó el momento que esa gatita tenía que partir. Era hacia el 2006, el 2005, no recuerdo la fecha exacta. Se hizo un trabajo con Shtareer y esa gata falleció, fue incinerada, las cenizas fueron esparcidas… no recuerdo los detalles. Su alma transcendió y ascendió y fue llevada al equipo de Shtareer.
Pasados algunos meses hubo una comunicación en una de mis meditaciones, en la que el alma de esa gata aparecía no como un gato común sino como un felino Siriano, comunicando que gracias al amor y a la compasión, aquella conciencia había dejado de ser un gato convencional, humanamente hablando, y había alcanzado su conciencia estelar aún en la forma de un gato con ella y había hecho los enlaces para la ascensión y reconexión con su esencia primordial.
Perfecto. Pasados 2 ó 3 años, mi amiga ayudaba en una institución en Portugal que cuida de animales maltratados, abandonados… Ella rescata otro gato, traumatizado, que sufrió abandono… un gato problemático. Llega un momento en el que ella y el gato entran en una fusión de consciencia y el gato está loco por ella. Una cosa excepcional, fuera de lo común. Es un gato blanco y negro normal, o sea, no es un gato de raza, que demuestra un comportamiento de amor y cariño que muchos perros no tienen.
En otra meditación que yo dirigía, la gatita se aparece a mi amiga. Shiva coordinaba la meditación. La gatita le dice que aquel gato era una de sus almas gemelas en otro proceso existencial paralelo, y que en aquel momento está, la gatita, como alma con aquel gato para dar sustentación en la vida de mi amiga. La gatita se fue pero se colocó de nuevo en la vida de mi amiga para dar continuidad en el proceso de apoyo y ayuda. Y a través de aquella meditación el alma de los dos es alineada, de la gata que ya ascendió y del gato que vive físicamente, y se realiza un alineamiento de consciencia a nivel monádico durante la meditación.
Fue muy interesante, porque cuando eso ocurrió, Shiva estaba presente y esa amiga va a conversar con Shiva. Shiva le explicó el gran papel que nosotros tenemos: cuando damos amor de verdad a un animal deja de ser un animal, pasa a ser un igual a nosotros. Ese es el secreto.
Cuando hablo a mis gatas, no son mis gatas, son mis compañeras. Siempre están conmigo, si pueden pegadas a mi cuerpo, así que siempre tengo pelos en la ropa. Una es rubia y la otra es morena… Tengo una relación de amor con ellas, de cariño, hablo con ellas como si fuesen personas. Ellas me miran, me entienden. Actuando de esta forma vais a comenzar a percibir que los animales entienden lo que decimos. Se desentienden cuando no les interesa o les da vergüenza lo que decimos. Quien tiene animales sabe que el gato o el perro, que son los más accesibles, así como el caballo, nos entienden. Todos los animales entienden. Entienden nuestro lenguaje, entienden nuestro intercambio de energía psíquica emocional. A partir del momento en que interaccionas con amor y respeto con tu mascota, ambos evolucionáis, ambos crecéis. Su energía se suma con tu energía.
Ahora bien, cuando se usa al animal como saco de boxeo, como la gente que tiene perros sólo para pelear, que tiene un perro bravo, para morder o matar, lo que están haciendo en realidad es transferir todo su odio, todas sus deficiencias a ese animal. Están comprometiendo la evolución de aquel animal.
Nuestra responsabilidad kármica es mucho mayor de lo que imagináis cuando hablamos de la relación que mantenemos con nuestras mascotas. Lo mismo es válido con los pájaros. Adoro las aves, pero no estoy de acuerdo con que estén en una jaula, porque nacen libres para volar. “¡Ah, es tan bonito, el canario de la jaula!” Tal vez es bonito, pero es triste. Es lo mismo que enjaular a un humano.
Las aves deben vivir en libertad. Así que si tienes la posibilidad de construir un vivero de unos 70-80 metros mínimo para que puedan volar es aceptable. Pero es contra la naturaleza apresar aves para transferirles tu estrés. ¿Entendéis?
Es un asunto complejo porque hoy en día la mayor parte de las personas viven en pisos pequeños. Obviamente las mascotas están encerradas, confinadas en un pequeño espacio. Cuando llegáis de la calle les transferís el estrés, el miedo, la culpa, la rabia, la ansiedad y todos los aspectos sociales con los que convive la humanidad y la mascota, que tiene pocas posibilidades de limpiarse, se enferma con facilidad, de la misma forma que nos enfermamos los humanos por los aspectos emocionales.
De la misma forma que os dais baños de hierbas para descargaros, con ruda, romero, espliego/lavanda, eucalipto… también podéis darles un baño al gato y al perro. El perro es fácil de bañar, normalmente disfrutan con el baño. De la misma forma que utilizáis las hierbas para vosotros, podéis lavar al perro. Al gato no le gusta el baño. ¿Qué se puede hacer? Cogéis las hierbas naturales, frescas, y las pasáis por todo el cuerpo del gato para realizar la descarga. Se le pasan las hierbas por encima, por la barriga, las patas, todo… De esa forma, con las plantas, sus devas, sus Orixás, se saca la carga psíquica energética que causaría un campo obsesor.
Solo que hay que tener cuidado porque los gatos son más sensibles y pueden tener salivación con ciertas plantas como la ruda. El perro no es tan sensible. Para el gato se puede usar romero, eucalipto y lavanda, que no son tóxicas para él. Con el gato es importante no utilizar hierbas tóxicas que puedan causar irritación en la piel. La ruda también causa irritación.
Tener mascotas es una responsabilidad, por la que decidimos darles cariño, amor, y la comprensión necesaria para que puedan transcender su estado de conciencia grupal y alcanzar un estado de conciencia superior.
Desde el punto de vista estelar y de las razas, lo que nosotros consideramos animales, felinos, cánidos, delfines, ballenas, cetáceos, insectos y hasta los propios draconianos, también están evolucionando y observando el crecimiento de esas estructuras como uno de sus eslabones perdidos.
Cuando tenéis una buena relación con esas jerarquías, también sois respetados por ellas. Eso favorece vuestro día a día.
Por ejemplo las serpientes: la mayor parte tenéis miedo de las cobras a causa de las guerras de Orión. Las serpientes ígneas, serafines, atacaban y comían a los humanos, así como los insectoides o los dragones. Pero conozco muchas personas que les gustan las serpientes. Encuentran que son lindas y las cogen con la mano. Esas personas han encarnado como reptilianos o tienen una colaboración/asociación muy grande con ellos. De esta forma, cuando ese ser humano preserva la vida de las serpientes, las cuida y respeta su espacio al encontrarlas en el bosque, gana créditos, respeto y admiración por parte de la jerarquía espiritual extraterrestre que estudia la evolución de esos seres.
Lo mismo pasa con otras estructuras de la naturaleza. Por lo tanto, cuando un humano respeta la naturaleza, sean insectos, animales, cobras, jaguares, lagartijas, arañas, cucarachas, además de a los animales normales, entiende que aquel ser forma parte del ecosistema. Y del mismo modo que el respeta, es respetado y en algunos casos hasta recibe la protección de esos guardianes; es un intercambio.
El respeto de la vida, tanto sea de una hormiga, un gato, un perro, un elefante o un delfín, te hace destacar psíquicamente en relación con otros humanos que se consideran superiores a los animales. No somos superiores a los animales pero nos consideramos así por una cuestión de egocentrismo. Los animales son más sabios que nosotros. Nos transmiten mucho más amor, cariño y serenidad. Nos enseñan lecciones de vida, cosa que muchas veces nunca aprendemos, como otros seres humanos.
Son los animales los que transmiten enseñanzas únicas, los que transmiten que es el amor incondicional, lo que es el amor crístico. Entonces, con los animales que tenemos contacto físico, el gato o el perro, la fusión es mucho más fácil. Tiene que ver con la responsabilidad (lo que entendemos como ser dueños).
Con una iguana no es la misma cosa, no da para cogerla en brazos. Un pajarito se puede poner en tu hombro, pero no es un animal que puedas agarrar o abrazar, porque son delicados. Hay gente que tiene serpientes. Así que de acuerdo con la estructura de cada animal de compañía, la interacción y el posible contacto físico, la interacción es diferente. Pero lo más importante es la interacción del alma, el contacto de los ojos, la interacción de tu campo áurico. Cuando tu campo áurico está expandido, está brillando en luz, en una energía positiva, los animales se aproximan y entran en tu campo áurico y se funden con él. Se produce así un intercambio y te transmiten amor, serenidad, tranquilidad. Cogen tu carga psíquica y la transmuta.
Debemos aprender a respetar a nuestros animales y a convivir con ellos y no sobrecargarlos con nuestros problemas, con nuestras cargas psíquicas; por naturaleza son nuestros escudos. Ahora bien, cuando un animal es un escudo porque él quiere es una cosa; el problema mayor se presenta cuando el humano sobrecarga al animal con su psique, con su ansiedad, rabia, odio… colocando en él una carga psíquica para la que no está preparado.
Además de esta situación, se les dan alimentos que no son adecuados para ellos: pizza, chocolate, dulces… El tracto digestivo de un gato, o el de un perro, son totalmente diferentes del nuestro. Así por ejemplo, si le das una aspirina a un gato, le matas; no soporta el principio activo de una aspirina. Desconozco si pasa lo mismo con el perro. Muchas personas tratan a los animales como si fueran seres humanos, como si fueran niños, y ese es el origen del problema: no saben educar a los hijos.
El gato y el perro tienen límites. Mis gatas no obedecen, no suelen obedecer. Es obvio que son ellas las que mandan. El perro en general es más obediente; aunque esto también es relativo y varía de un perro a otro. Pero el trato con los animales es muy bonito, gracioso y divertido.
Pero quiero insistir en el hecho de la transferencia de nuestros problemas personales a nuestros hermanitos, lo que es un gran problema. Esa situación da lugar a un cuadro clínico y hormonal de problemas de salud que acaban teniendo debido a que estamos transfiriéndoles una carga muy por encima de su capacidad. Tenemos que tener cuidado en ese sentido; y una forma de ayudarlos es facilitarles el acceso a un jardín o un parque, donde pueda saltar, rodar por la tierra, desmagnetizarse y ser felices.
Todo perro y todo gato precisan de una selva, de un bosquecillo, de un árbol, eso es necesario para ellos. Eso facilita el intercambio con el reino dévico y ese intercambio les ayuda a mantener la salud.
Otro aspecto que tenéis que repensar muy profundamente es cuál es la misión de una mascota en vuestra vida. Ella trae amor y alegría. Debéis manifestarle y trasmitirle lo mismo. Si le transmites stress y tu lado negativo, tu mascota se transforma en un bote de basura que en algún momento le va a saturar. Al comienzo se manifiesta, por ejemplo, con problemas de piel tanto en un gato como en un perro. Después problemas digestivos: diarrea, vómitos… y si no cambiamos nuestra actitud irá a peor. Va a ser un animal que esté siempre en el veterinario. Y puede llegar un momento en el propio veterinario sugiera que lo mejor es sacrificar al perro.
Es corriente ver en la calle perros de raza, bonitos, abandonados, porque las personas creen que los animales son como las cosas comprar, usar y descartar Y eso es una irresponsabilidad. Es como abandonar a un hijo en la calle.
En Europa existen leyes contra eso: si abandonas un perro en la calle en Europa o en España, te pueden procesar y pagas multas de cientos de euros por maltrato o por abandono. La ley española obliga a poner un microchip subcutáneo a un gato o perro; entonces la policía escanea el código con un sensor y sabe de quién es y donde vive el propietario. Aquí en el Brasil las cosas no son así, pero en EEUU también tienen un programa similar como en Canadá y Suiza. En Suiza es impresionante: tú puedes entrar con un perro en un restaurante pero no con niños, porque estos hacen barullo y molestan y en cambio el perro no, se pone bajo la mesa tranquilo y duerme; en Suiza vi a gente andando con el gato con collar por la calle normalmente; es otra mentalidad y otra conciencia; existe otra relación con los animales.
La idea de este video, que fue solicitado por una amiga, es precisamente que evaluéis mejor cuál es vuestra relación con vuestros animales de compañía y que aprendáis a transmitirles amor. Darles cariño, no les sobornéis con comida o dulces. ¿Queréis sobornarles? Cogedlos en brazos, ponedlos en vuestro regazo, abrazarles, besadles, conversad con ellos.
Cuando conversáis con el animal, él entiende. Y sino entiende él, entiende el guardián que está con él, que puede ser tu Exu, tu Caboclo, tu Cigano o cualquier entidad tuya acoplada al córtex consciencial de aquel animal. Entonces el animal va a interactuar contigo, va a entender que estás aprendiendo a ser una persona más armónica con tu guardián y por eso recibe a cambio apoyo, ayuda, protección, amparo y respeto. Si tú no respetas a tu mascota ¿por qué van a respetarte a ti los extraterrestres? Es dando como se recibe. Si plantas respeto y amor recibes lo mismo. Si plantas odio, rabia o ansiedad en el animal, eso es lo que vas a recibir de vuelta en tu vida. Los animales son maestros.
Los bichitos, nuestras mascotas son, además de guardianes (ángeles de la guarda) amparadores, no sacos de boxeo. Son, por encima de todo, almas, espíritus, que incondicionalmente optaron por venir a este planeta para enseñar a la especie humana lo que es dar amor sin esperar nada a cambio.
Los animales están preparados para morir. Cuando llega, saben que es el momento de irse, cosa que los humanos no saben. Los humanos además tienen miedo de la muerte y los animales no. El perro puede dar su vida por su dueña y el gato también. Están conectados al plano superior de conciencia, saben que la muerte no existe, que es una fase, ellos transcienden hacia otro nivel. El animal muere serenamente, mientras que el humano muere luchando contra la muerte y no aceptando la muerte. Esa es la diferencia.
El animal sabe que esto es pasajero, está siempre en contacto con el plano superior. Un gato, por ejemplo, tiene doce capas áuricas, por eso duerme tanto. En general está siempre más en otro proceso de vida, en el plano astral más que en el nivel físico. Quien tiene gatos lo sabe. Los pocos momentos en los que el gato está despierto está con la gente, está de nuestro lado, es un guardián que te sigue. Cuando el gato va a dormir, escoge un lugar en la casa, normalmente nuestro sitio y se queda allí, porque está vigilando nuestro sitio, está guardando la energía que va a poner para nosotras allí. El perro está cerca de las personas siempre; es raro que esté en otro sitio. El perro está contigo, es tu guardián, es tu sombra; está mirando por ti. Cuando entiendes eso, lo consideras como una alma compañera, la fusión acontece. Tu anclaje, tus entidades, van a estar acopladas a él como una extensión de tu alma, de tu conciencia.
Entonces amigas mías, evalúen, repiensen mucho en la relación de mantenéis con vuestros animales, porque merecen más cariño, más respeto, y amor de verdad, no nuestro estrés. Pensad en la responsabilidad que tenéis con respecto a estos hermanos y en cómo ellos os ayudan en vuestra vida. Sed conscientes de cuantas sonrisas consiguen de nosotros un gato, un perro o un pajarito con sus brincos, con la forma que tienen de mostrarnos que gozan con nuestra compañía.
Cuando interactuáis con vuestros animales, sed conscientes de que tienen alma, tan poderosa y sabia como la vuestra, sólo que temporalmente en la forma de un gato, de un perro, de un pajarito, de un animal. Pero también puede encarnar como un humano, si no ha encarnado ya antes como humano y escogió vivir como un gato sólo para ser tu guardián. ¿Quién te dice que en la escala evolutiva tú eres primero? ¿Piedra, planta, animal, y humano, en este orden? Eso es mentira. El alma es energía, el alma acopla en cualquier cosa.
Los lamas tibetanos, cuando desencarnaban, acoplaban por incorporación en los gatos, principalmente en sus gatos siameses. ¿Por qué? Porque el gato tiene una capacidad espiritual que permite el acoplamiento energético de esas conciencias, principalmente el cuerpo astral, a causa de la estructura que tiene el felino.
Como el felino tiene conexión de alma individual y colectiva, cualquier cuerpo astral de una persona iniciada entra en su espectro de consciencia y pasa a vivir a través de él y a ver/percibir y convivir con las personas como guardianes.
El perro es de otra forma. Tiene algunas limitaciones pero también tiene esa energía. El lobo es un animal de poder importantísimo y hay un misterio envolviendo su energía espiritual; forma parte de una manada y esa manada tiene que ver con una energía espiritual que acopla en un ser, en la conciencia del perro y ese perro pasa a ser un guardián de la persona que él escogió proteger. Pensar en un lobo acoplado en un pequinés parece una cosa complicada (gesto de chufla), de acuerdo, pero ocurre. Es más fácil pensar en un lobo acoplado en un pastor alemán por la similitud genética. También los tigres, leones, panteras, los grandes felinos pueden acoplar en los gatos porque hay un acoplamiento directo…
Entonces, amigos míos, espero que este video les haya servido para que entiendan la importancia y sepan que muchos miembros del comando estelar, las razas extraterrestres, encarnan en cuerpos de lo que nosotros consideramos animales. Existen sirianos Alfa que son felinos, gatos gigantes con forma humana descendientes de gatos enormes, de 6-8 metros de altura como algo normal. También hay cánidos, en otra línea de evolución, que son descendientes de los felinos primordiales. Tenemos las ballenas, los delfines y los cetáceos, en una línea de evolución de consciencia espiritual elevadísima también, y otras formas de vida. En la línea de los insectoides, la mantis religiosa, por ejemplo, es el principal insectoide que puede verse en las abducciones.
Hay una correlación entre ciertas especies “animales” de la tierra y extraterrestres (fuera de aquí ya hemos visto que lo que consideramos animales pueden ser seres que tienen una consciencia como la nuestra o muy superior). Existe un vínculo, y ese vínculo puede ser que seas gemelo de ese “animal” a nivel de alma. Por lo tanto, nunca menosprecies el alma de un animal, porque en aquel animal puede haber un Sananda acoplado enseñando alguna cosa.
Recordad a nuestro querido y amado san Francisco de Asís, el protector de los animales. Él conversaba con los animales, interactuaba con todo el reino animal. San Francisco es nuestro querido Kuthumi; Kuthumi es un fractal de Emanuelis; Emanuelis es el alma complementaria de Micah [Sananda, Jesús de Nazaret] y Mitch Ham El. No existe Mitch Ham El si no existe Emanuel conjuntamente, son una sola cosa. Entonces nuestro querido Kuthumi es un fractal de Emanuelis y él amaba y respetaba los animales de la misma forma que a los seres humanos. ¿Por qué no vamos a hacer eso nosotros?
Os decís cristos, seguidores de Micah, seguidores de Miguel… Tenéis que aprender a respetar a los animales, a respetar su individualidad y vuestra colectividad, de acuerdo con la situación de cada animal y enseñar el amor de verdad, y no el estrés y los otros aspectos psicológicos humanos. ¿Ok? Piensen en el respeto, hagan de sus bichitos animales mejores.
Muchas gracias y quédense en su Cristo interno, y salven todo el reino de nuestros animales de compañía y los animales de todo el planeta junto a la sabiduría de nuestros Orixás que cuidan de ellos.
RODRIGO ROMO – 30/03/2017
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