jueves, 30 de noviembre de 2017

CONSTRUYENDO LA CASA

Ya os he comentado que los gestos que repetimos en la vida cotidiana encierran una serie de enseñanzas que hay que saber descifrar. En estos momentos vosotros estáis participando en la construcción de nuestra nueva sala, pero nunca habéis reflexionado acerca de las lecciones que se desprenden de este trabajo.

¿Qué pasos hay que dar para construir una casa? Se empieza por hacer un proyecto, un plano.

En un principio, éste existe como una idea en el mundo invisible, más tarde se proyecta sobre un papel, es decir, en el plano físico. Una vez terminado el plano se buscan los materiales, y finalmente se contrata a los obreros que se encargarán de plasmar el plano. Así pues, hay tres etapas: el plano, la búsqueda de los materiales y la construcción.

Cuando se inicia la construcción no se instala en primer lugar el techo, sino que se empieza por los cimientos, por la base. Aunque penséis que esto es evidente, para algunos no lo es en absoluto. En realidad, muy pocos lo han comprendido. Después de los cimientos se construyen las paredes y, por último, el techo. Por consiguiente, para construir el exterior se va de abajo arriba. En cuanto al interior, ¿cómo se procede? ¿Acaso se instala primero el pavimento? No; se empieza por el techo, a continuación siguen los muros y, por fin, el suelo. Por tanto, para el interior se procede de arriba abajo. Cuando todo está terminado nos ocupamos del aspecto estético, de la decoración, la colocación de cuadros en las paredes, cortinas en las ventanas, etc...

Para el exterior se trabaja de abajo arriba, y para el interior de arriba abajo. Por lo tanto la casa nos enseña cómo trabajar con las dos corrientes de la evolución y de la involución. Todo este trabajo de construcción y acondicionamiento de la casa se resume y simboliza en los dos triángulos que se interpenetran formando el sello de Salomón, el cual encierra una profunda ciencia, que nos revela cómo Dios ha creado el mundo, y también cómo debemos trabajar nosotros. En primer lugar nos enseña que no debemos aplicar los mismos métodos para nuestra vida exterior e interior, sino que en el plano físico hay que trabajar de abajo arriba, mientras que en el ámbito de la vida interior hay que empezar por la parte de arriba y terminar abajo. ¿Os extraña? ...

Si queréis triunfar en el plano físico debéis trabajar de acuerdo con las leyes de la evolución y empezar por el lado sólido, material, para llegar, poco a poco, a cosas más sutiles. Por el contrario, cuando tenéis que trabajar en el plano psíquico, interno, hay que empezar por lo alto, es decir, con lo más sutil, luminoso y divino, y terminar con lo visible, tangible y concreto. Pero, ¿quién sabe trabajar así? Evidentemente cuando se trata de construir una casa sí que lo sabemos hacer, pero el aplicar las mismas reglas en la vida no es tan seguro que podamos hacerlo.

Para obtener resultados en el plano material tenéis que empezar por edificar una base sólida y resistente, mientras que para conseguirlos en el plano espiritual, ante todo tenéis que aseguraros el techo, de lo contrario aún la base se hundiría. Porque en el terreno espiritual todo está invertido; es como si la base se encontrara arriba yel techo abajo. Por consiguiente, tenéis que edificar las cosas en vuestra cabeza antes de intentar que desciendan estas construcciones espirituales al plano físico, tenéis que trabajar en ello durante muchos años para que un día se puedan materializar.

Este movimiento de arriba abajo nos enseña cómo creó Dios el mundo. Para crear, Dios tuvo que manifestarse, es decir, salir de SÍ mismo para «descender» a la materia. Pero a este primer movimiento de descenso, llamado involución, le sigue un movimiento de ascenso en el curso del cual Dios vuelve de nuevo a Sí mismo; eso es la evolución.

En un primer movimiento Dios sale para crear los mundos, después se repliega en Sí mismo y lo absorbe todo de nuevo en El. Estos dos movimientos han tenido lugar a lo largo de miles de millones de años.

El movimiento involutivo va de arriba hacia abajo - o del centro a la periferia -, mientras que el evolutivo va de abajo hacia arriba - o de la periferia al centro -. La involución ha precedido a la evolución. La primera es un proceso de materialización, y la segunda, por el contrario, es un proceso de desmaterialización. En la naturaleza estos dos movimientos continuamente aparecen juntos; ambos se encuentran y sus interferencias dan origen a la vida bajo todas sus formas.

Continuamente se crean nuevas formas en el espacio por medio del encuentro de estos dos movimientos, que son los movimientos de Dios mismo. No existe el espíritu ni la materia, sino solamente la vida que va del centro a la periferia y de la periferia al centro. Las formas se vuelven cada vez más sutiles a medida que se acercan al centro, y se materializan a medida que se alejan hasta alcanzar la periferia. Pues bien, todas estas formas circulan, volviéndose unas más sutiles, otras más materiales... Esto constituye el gran circuito de la vida.

¿En qué otro lugar podemos observar estos dos movimientos de la evolución y la involución?

Cuando nace el niño se produce la involución, por que él desciende a la materia; pero cuando el anciano muere se manifiesta la evolución, pues se separa de la materia para volver al espíritu.

Igualmente cuando nos desnudamos, se produce la evolución y cuando nos vestimos, la involución. Aún más, consideremos ahora el hecho de vestimos: ciertos vestidos nos los colocamos de abajo arriba, y otros de arriba abajo. Incluso en los gestos que hacemos para vestimos encontramos los dos movimientos evolutivo e involutivo. Pero como no reflexionamos, no nos damos cuenta.

Según la tradición Iniciática, son también estas dos corrientes involutiva y evolutiva las que han formado al hombre. En un principio, el hombre no era más que una cabeza. Después de mucho tiempo se han ido añadiendo progresivamente el corazón, los pulmones, el estómago y los miembros. Pero, en este momento, el hombre todavía era invisible; su cabeza aún no se había materializado, era una especie de bola de fuego que flotaba en el espacio etérico. Sólo cuando sus pies estuvieron formados el hombre comenzó a materializarse. Precisamente los pies han sido los primeros en materializarse, después las piernas, los muslos, los órganos genitales, el plexo solar, el estómago,.. y así sucesivamente hasta llegar a la cabeza. Aunque ésta fue la primera en formarse, fue la última en materializarse; y los pies, que fueron los últimos en formarse, fueron los primeros en materializarse.

En Astrología también encontramos las dos corrientes evolutiva e involutiva. Cuando enumeráis los signos del Zodíaco empezando por este orden: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, etc.., estáis siguiendo el movimiento involutivo, ya que el hombre se formó de este modo:

Empezando por la cabeza, y Aries, precisamente, es la cabeza, pues cada signo del Zodíaco corresponde a una parte del cuerpo humano. Sin embargo, el punto vernal asciende por el Zodíaco en sentido inverso, es decir, en el siguiente orden: Piscis, Acuario, Capricornio, Sagitario, Escorpio, etc... Su trayecto corresponde al movimiento evolutivo: sigue el orden en que se han materializado los órganos. Ahora bien, si consideramos el movimiento del Zodíaco en relación al de los planetas, encontramos la misma oposición. Las constelaciones del Zodíaco ascienden por el cielo siguiendo el orden Aries, Tauro, Géminis, mientras que los planetas van en sentido inverso. El curso de los planetas es, pues, involutivo, mientras que el del Zodíaco es evolutivo.

Pero no nos detengamos demasiado en la Astrología. Sobre todo, recordad que si queréis triunfar en el mundo espiritual debéis empezar por construir el techo, luego las paredes y finalmente los cimientos. Porque en el mundo invisible el techo es la base; los cimientos, la tierra sobre la que hay que edificar; pero para no confundirnos continuaremos llamándole techo. Así pues, cuando decía que en el mundo invisible hay que empezar por construir el techo, entre otras cosas significa que antes de presentarse ante los demás como un erudito, un profeta, un clarividente o un curandero, primero hay que estudiar durante mucho tiempo y unirse al Señor, a fin de echar raíces en lo divino. Antes de poder manifestar los verdaderos dones espirituales, son necesarios años de paciencia, estudio y trabajo.

Por desgracia, la mayoría de las personas que entran en la vida espiritual quieren que todo el mundo lo sepa y lo vea inmediatemente: se las dan de seres superiores e inspirados, se creen capaces de instruir y guiar a los demás, pero en realidad son ridículos e incluso a veces peligrosos. Es preciso saber que no se pueden manifestar los verdaderos dones espirituales hasta que hayan transcurrido varios años de trabajo, meditación y oración. ¡Trabajad, orad y dejad que las cosas se manifiesten por sí solas! Lo que sois se pondrá de manifiesto sin que habléis de ello, incluso a pesar de vosotros mismos.

Dejad que el mundo invisible se manifieste de manera visible en vuestras caras, en vuestros ojos, en vuestra voz, en vuestros gestos. Algunas personas nos cuentan que son enviados del cielo, que tienen tal o cual misión, que les escuchemos y les sigamos... Pues bien, esto sencillamente demuestra que no conocen las leyes del mundo espiritual. ¡Aunque fuerais el Cristo no tendríais que decirlo! No os impongáis nunca a los demás, esperad que sean vuestras cualidades y dones los que, poco a poco, se impongan, hasta que llegue el día en que sean los demás quienes no puedan hacer otra cosa que vedos y dar testimonio de ello. Los auténticos espiritualistas trabajan de esta manera. Durante años, sin decir nada, construyen en el mundo invisible, y un día, de pronto, incluso los más ciegos exclaman: «¡Oh, aquí hay algo sólido! »

Pero si queréis convencedos diciéndoles que sois el Mesías o la Virgen María, ¡os encerrarán!, igual que encerrarían a un loco que quisiera poner el techo sin haber colocado previamente los cimientos. Si decís a los demás que sois rico y capaz no os creerán, sino que querrán verificarlo, y en tanto no les mostréis vuestras riquezas y capacidades no os creerán; tampoco os creáis que basta con presentar una obra recién empezada. Nada conseguiréis. Lo mismo sucede en la vida espiritual, sólo que en este terreno, a pesar de que las personas sepan apreciar perfectamente las realizaciones en el plano físico, no tienen las mismas posibilidades de percepción en el mundo espiritual. Por esto hay que trabajar en este aspecto mucho más tiempo.

Veamos qué otras cosas puede enseñarnos la casa. Ya os he dicho que al rehacer el interior de una habitación hay que seguir un orden: el techo, las paredes - con las puertas y ventanas - y finalmente el suelo. Sucede exactamente lo mismo en la vida psíquica. Es necesario empezar por reflexionar lo cual corresponde al techo -; de una manera simbólica se cuelgan las lámparas y se encienden las luces. Luego nos damos cuenta de que lo que vamos a hacer es positivo. Y, por último, actuamos.

Para actuar no andamos por las paredes, ni por el techo, sino por el suelo. El techo, las paredes y el suelo corresponden a los tres ámbitos del pensamiento, el sentimiento y la acción. La luz, o sea, la sabiduría, la inteligencia, el conocimiento, viene de arriba. El ámbito del sentimiento son las paredes, donde se cuelgan los cuadros, los espejos y toda clase de cosas bonitas. Y la acción es el suelo por donde nos desplazamos y trabajamos. «¿Y las ventanas?» diréis. Son los ojos; y por esto hay que limpiarlas, para que todo resulte claro. Este es el libro de la naturaleza viviente y a este libro nunca se le conoce completamente.

Muchas personas empiezan por el suelo, la acción. En primer lugar actúan, y por eso tropiezan con los seres y con las cosas; entonces sufren, se dan cuenta de que la cosa no marcha y, finalmente, se ponen a pensar y a sacar conclusiones. ¡Tendrían que haber empezado por reflexionar! A menudo se dice que haciendo varios ensayos, se pueden sacar excelentes conclusiones. No; es preferible reflexionar al principio y sacar luego conclusiones verídicas. Es así de simple y claro.

Así pues, en el plano físico hay que actuar, con los métodos de la evolución, mientras que en el plano psíquico se debe actuar con los métodos de la involución, los métodos del espíritu.

Cuando un hombre exhibe ante una mujer sus coches, sus casas, y sus diplomas, es evidente que ella automáticamente confía en que él le asegurará el bienestar. Cuando un cliente compra algo en una tienda, al comerciante no le preocupa si es inteligente o no, sino si sacará su billetero y si éste contendrá dinero. Con respecto al Cielo es completamente diferente. Aunque tengáis casa, tierras, bancos, os dirá que no os conoce, porque todavía no habéis empezado vuestro techo en él.

Las personas todopoderosas, ricas y respetadas en el plano físico, no pueden hacerse respetar, amar y solicitar arriba, mientras no hayan empezado a formar en su interior virtudes y pensamientos puros y nobles.

Algunos se imaginan que al haber triunfado en el mundo material, visible, también triunfarán en el plano espiritual; se equivocan. Son dos campos distintos. Y aquéllos que han conseguido desarrollar virtudes y cualidades, se imaginan que esto les proporcionará el éxito en el plano material: también ésos se equivocan. Sus virtudes no se ven y, además, los materialistas no las aprecian. Para que les comprendan en el plano material hay que trabajar con los métodos de la corriente evolutiva, es decir, poner sólidas bases aquí en la tierra. Mientras que para triunfar en el plano invisible, para ser recibido y protegido por los espíritus superiores, para tener revelaciones, éxtasis, para alcanzar la plenitud, hay que trabajar cón los métodos de la corriente involutiva, es decir, empezar por echar raíces en el Cielo. Evidentemente la mejor solución es trabajar con las dos corrientes para ser recibido en el Cielo y en la tierra.

Entonces el Cielo reconocerá al Iniciado, y los hombres reconocerán al ser capaz de realizar en la tierra.

Desgraciadamente esto no abunda, y lo único que vemos actualmente son personas cualificadas en el plano físico e ignorantes en el plano espiritual, o bien espiritualistas que andan con el techo colgado en el aire, incapaces de realizar nada. Por este motivo, los auténticos discípulos de una Escuela Iniciática deben aprender las leyes del mundo espiritual, construyendo primero una casa en lo alto, sobre bases sólidas. Al mismo tiempo deben saber manifestarse en el plano físico mediante su trabajo y comportamiento sensato. De esta manera serán seres equilibrados y perfectos en ambos mundos. Todo esto es lo que nos enseña la casa.


Omraam Mikhaël Aïvanhov
Los secretos del libro de la naturaleza

sábado, 18 de noviembre de 2017

AMARTE A TI MISMO ES EL PRINCIPIO DEL AMOR VERDADERO.

Cuando aprendes a quererte a ti mismo le muestras a otros el camino para amarte. El amor verdadero nace de amarnos responsable y sinceramente a nosotros mismos.

En lo más profundo de su ser una persona añora ser amada. Es parte de su necesidad vital. Pero ese amor no llegará sino hasta que aprenda a quererse a sí misma. Desafortunadamente caemos en comportamientos contrarios, saboteándonos a nosotros mismos, convirtiéndonos en nuestros mayores jueces e involucrándonos en situaciones que nos hieren, nos maltratan y nos enferman.

Algunos comportamientos de las personas que saben expresarse y prodigarse afecto:

Se consideran merecedoras de amor y de todo lo bueno.  Está  es quizá la clave del amor propio: comprender que solo el hecho de haber nacido y formar parte de esta aventura llamada vida es suficiente para ser merecedor de afecto y de todo lo bueno; y que no hace falta ser hermoso físicamente, inteligente, tener muchos talentos o bienes materiales. Convéncete, mereces ser feliz, ser amado, y vivir una vida satisfactoria y plena.

Reconocen los amores tormentosos. Y se alejan de ellos, no se dejan seducir por los encantos aparentes de una relación que desde el principio se vislumbra sin futuro.

No exponen su vida.    Se cuidan a sí mismos, no consumen drogas ni alcohol, no conducen a altas velocidades; en definitiva, no se involucran en conductas de riesgo. Su vida vale más que un momento de adrenalina.

Se permiten equivocarse y no se juzgan con dureza por ello.                                                                                                  No temen reconocer sus errores y, en la medida de lo posible, aprenden de ellos; salen fortalecidos de las situaciones de fracaso y aceptan que son seres humanos vulnerables.

Se hacen regalos. Sin dejar de ser responsables con sus compromisos económicos, se compran obsequios, se felicitan, se motivan a través de detalles.

No esperan fechas especiales para usar su mejor vestido o su perfume favorito; todos los días son un día especial.

Cuidan su salud. Asisten con regularidad al médico y toman sus medicinas, hacen ejercicio, se alimentan de manera saludable.

Evitan ambientes y situaciones hostiles, y dejan pasar de largo actitudes provocadoras de otras personas, con la única intención de salvaguardar su tranquilidad.

Son profundamente espirituales. Creen en Dios o en una fuerza suprema que los guía y los protege, saben que no están solos en las dificultades, tienen fé en que los problemas y las situaciones difíciles se resolverán de forma positiva; creen en los milagros.

El dinero y las cosas materiales no son su mayor motivación. Como todos, querrán comprar una casa, pero solo por asegurarse y asegurar a sus seres queridos un lugar digno donde vivir. No poseen un automóvil para lucirlo, sino como una necesidad y el dinero no es el fin, es el medio para alcanzar ideales más trascendentales.

Se expresan afecto a sí mismos. Evitan maltratarse con palabras o pensamientos negativos hacia ellos mismos; por el contrario, al pasar frente a un espejo se dicen, ¡te ves en verdad grandioso!
Confían en sí mismos y son optimistas. Saben que cuentan con sus fortalezas y recursos para enfrentarse a las diferentes situaciones de la vida, y encuentran en cada dificultad una oportunidad.

No es difícil expresarse afecto, es necesario. No se trata de ser egoístas, porque amarnos es lo mínimo que podemos hacer por nosotros mismos, es dejar de esperar que otros nos den lo que nosotros mismos podemos concedernos y que nos permitirá vivir una vida de mayor plenitud.

DIANA CANTOR MARTÍNEZ.

viernes, 17 de noviembre de 2017

CONOCETE A TI MISMO.

El‏ número Diez representa el “Conócete a ti mismo”.‏ ‏

El Uno entra en el Cero‏ para animarlo, y ponerlo en movimiento. Lo‏ que podemos expresar, también, con un punto en el centro de un círculo.‏ El viento o espíritu de Dios, es el‏ principio masculino que cubre la materia -sim‏bolizada aquí por el agua- para fertilizarla. El‏ agua es el círculo, el Cero, y el espíritu de Dios, es‏ el punto, el Uno.

Sin el espíritu que la anima, la‏ materia permanece “tohu vabohu”: informe y‏ vacía. Pero cuando es acariciada, trabajada por‏ el espíritu, todas las posibilidades que contiene‏ comienzan a manifestarse, y se convierte en un‏ universo con soles, constelaciones, nebulosas.‏ Nuestro universo representa, pues, el Cero, la ma‏teria que ha sido ya trabajada, animada y organi‏zada por el espíritu, el Uno.‏

Todo lo que vemos en el universo está pro‏ducido por el Uno y el Cero, por el Uno que penetra al Cero para animarlo. Se trata de un principio mecáni‏co; el pistón debe entrar en movimiento en el‏ interior del cilindro para accionar el motor. Sin‏ este movimiento, nada marcha. ¿Y la rueda?‏ ¿Qué es una rueda? Un Cero (el círculo) que gira‏ alrededor de un eje central (el Uno). La rueda nos‏ muestra al Uno trabajando en el Cero, al espíritu que‏ pone a la materia en actividad. Y la tierra‏ también tiene un eje alrededor del cual, su masa,‏ el Cero, gira continuamente.

Aquél que conoce el método para estudiar‏ los números, ve cómo estos se vuelven signifi‏cativos, vivos, activos. ‏ A fin de formar el número Diez, el Uno y el Cero deben estar unidos y en movimiento.‏

Todo acto que contribuye a mantener la‏ vida en nosotros, corresponde al número Diez.‏ Comer, es abrir la boca, el Cero, para introducir en‏ ella el alimento, el Uno, y este encuentro produce‏ una energía. ¿Y qué es ver? La acción de la luz,‏ el Uno, que viene a dar en el ojo, el Cero. El mismo‏ fenómeno se produce también con el sonido que‏ llega hasta nuestro oído. En cuanto a nuestra ca‏beza, que es esférica, también es un Cero, y en este ‏ El Uno y el Cero, debe descender el Espíritu. Mientras no haya‏ recibido el espíritu, nuestra cabeza, que es un Cero,‏ no fabrica más que estupideces. Pero el día en‏ que es visitada por el rayo celestial, trae al‏ mundo un hijo divino y nos convertimos en Diez.‏ Hasta entonces, sólo somos un Cero. Ustedes dirán: “¡Vaya‏ unas interpretaciones!” Pues sí, son interpreta‏

Y el número Diez está también en nosotros: es‏ el intelecto, el Uno, y el corazón, el Cero. A través del‏ intelecto debemos entrar en el corazón (el nues‏tro y el de los demás) a fim de iluminarlo y de‏ hacer un trabajo con él. El intelecto debe, análo‏gamente al pistón, entrar en el corazón y salir de‏ él. El que no utiliza de esta manera su intelecto,‏ es incapaz de comprender nada, y sobre todo,‏ incapaz de conocerse.‏ ‏

Podemos decir que el‏ número Diez representa el “Conócete a ti mismo“.‏ Es penetrando con su luz las profundas cavernas del‏ corazón, que la sabiduría descubre sus tesoros, ‏ los filones escondidos de piedras, de metales y‏ de líquidos preciosos. En este pozo oscuro del‏ corazón, el intelecto desciende y remonta; des‏ciende y remonta a fin de hacer salir del pozo el‏ agua preciosa. El número Diez representa, pues, el‏ trabajo del intelecto sobre el corazón, pero‏ también el del espíritu sobre el alma. En su‏ significado sublime, el Diez representa al hombre‏ cuyo espíritu se sumerge en los abismos del‏ Alma cósmica para penetrar sus misterios, y sale‏ de él iluminado.‏

Hay que llegar a conocer el Diez en los planos‏ superiores. En toda criatura existe un aspecto fe‏menino, que es la oscuridad, y un aspecto mascu‏lino, que aporta la luz. Descubrimos estos dos‏ aspectos particularmente desarrollados en todos‏ los seres que han sido grandes creadores. El Diez‏ sin luz, es un Diez en el mundo de dos dimensio‏nes; en el mundo de tres dimensiones, el Diez está‏ en acción en el seno de la luz. ‏ ‏ ‏

lunes, 13 de noviembre de 2017

TU NIÑO INTERIOR Y LA GUÍA ANGELICAL.

Tenemos que aprender a cambiar el trabajo por el juego, ya que cuando trabajamos, muchas veces nos forzamos. Forzarse en cualquier situación implica sufrir, y por lo general uno termina bloqueando el camino de la abundancia.

Si confiamos en los Ángeles y permitimos que la mayor parte de nuestro trabajo se lleve a cabo en el reino invisible del cielo, obtendremos más que lo necesario. La disposición a liberar la lucha hará que seamos más creativos en todo lo que emprendamos. Los Ángeles nos ayudan a atraer a nuestra vida situaciones que nos permiten ser mejores personas.

 Recibimos alegría directamente de los Ángeles. Si nos sentimos alegres, sentimos a los Ángeles. No hay separación alguna. La alegría y el regocijo son invenciones angélicas que apuntan a darnos a los seres humanos un respiro de lo mundano. La alegría y el regocijo son como la felicidad verdadera; no podemos pagar para obtenerlos ni dedicarnos a buscarlos.

 Sólo podemos hacernos más receptivos para recibir los dones de la alegría y el regocijo, manteniendo la mente abierta y flexible; en otras palabras, actuando con espontaneidad, como los niños.
 La vida es un proceso por el que tomamos conciencia de quiénes somos realmente, y los Ángeles nos conocen bien. Ellos nos tienen en una proyección del Yo Superior y de nuestras mejores intenciones / dones en la vida. Ellos quieren conectarnos con nuestro origen divino, y quieren danzar y jugar con nuestra conciencia, para aliviarnos el peso y hacernos felices.

 Cuando encontremos el juego de nuestra vida con la ayuda de los Ángeles seremos felices sin motivo, aquí y ahora. A su vez, esto atraerá hacia nosotros toda clase de acontecimientos alegres, regocijantes y maravillosos.

 Resulta más fácil cambiar el concepto de trabajo cuando volvemos a introducirnos hacia nuestro propio niño. El niño interior es el Yo Superior, nuestra propia esencia pura y no adulterada. El espíritu humano es infantil y alegre. Pero es también muy vulnerable. Necesita protección bajo la forma de amor para crecer y fortalecerse de manera positiva. Muchos espíritus humanos fueron quebrados y reprimidos durante la infancia y la adolescencia. Quizás necesitemos ir hacia nuestro interior y hacer renacer al niño que llevamos dentro para poder reintegrar la alegría y el amor al espíritu humano.

 Vamos a visualizar un niño feliz. Lo primero que se me ocurre es alegría, una de las invenciones angélicas específicamente pensada para los seres humanos. Los niños transmiten la alegría con facilidad - sin esfuerzo - por el solo hecho de ser ellos mismos en ese momento. En una época fuimos transmisores de alegría pura, lo que significa que estábamos plenamente integrados con los Ángeles.

 Podemos integrarnos plenamente con ellos una vez más si permitimos que la alegría fluya con libertad en nuestra vida. Esto vuelve a llevarnos hacia el “juego”, el juego divino de la creación. Jugar es el acto fundamental para vivir el momento. Olvidemos el trabajo; borremos esa palabra del vocabulario y reemplacémosla por juego. No será fácil, pero valdrá la pena.

 Uno de los temas básicos de esta enseñanza es liberar al niño interior e integrar el espíritu de la alegría infantil en nuestro ser. Esto hará de nosotros personas completas, puesto que al redescubrir la esencia infantil descubriremos quiénes somos realmente. Los Ángeles pueden jugar muy bien con un ser humano integrado; la senda está abierta y ellos pueden guiarnos sin los insípidos bloqueos emocionales de la vida adulta ni la tendencia de complicarlo todo. Los Ángeles están con nosotros para hacernos más felices y no es necesario complicar innecesariamente un mensaje tan hermoso con una cantidad de artificios, palabras y sistemas de creencias.

Debemos liberarnos de la noción ridícula de ser adultos. Esta es la causa principal de la muerte espiritual en personas mayores de doce años. Seamos nosotros mismos - lo cual significa ser uno con el niño interior - y transmitamos alegría a los adultos insípidos que quieren que todo sean tan serio y tan complicado.

Deja salir tu niño interior.


domingo, 12 de noviembre de 2017

TANTRA, ESPIRITUALIDAD Y SEXO


Osho, ¿cuál es la diferencia entre el Yoga tradicional y el Tantra? ¿Es lo mismo?

El Tantra y el Yoga son básicamente distintos. Te llevan a la misma meta, pero los caminos no son solamente distintos sino contrarios. Esto debe de entenderse muy claramente.

El proceso del Yoga también es metódico; es una técnica, no una filosofía. Al igual que el Tantra, el Yoga también depende de la acción, del método, de la técnica. La acción te conduce al Yoga, pero el proceso es diferente: en el Yoga tienes que luchar, es el camino del guerrero; en el camino del Tantra no hay que luchar sino, por el contrario, hay que ser indulgente, pero con consciencia. El Yoga es una supresión con consciencia; el Tantra es indulgencia con consciencia.


El Tantra dice que seas lo que seas, lo Supremo no se opone a ello. Es un crecimiento; puedes crecer y ser lo Supremo. No hay oposición entre tú y la realidad; tú eres parte de ella. Por eso, la lucha, el conflicto, el oponerse a al naturaleza, no es necesario; debes de aprovecharlo, utilizar lo que quiera que seas para ir más allá. En el Yoga tienes que luchar contigo mismo para ir más allá; en él lo mundano y el moksha —tú, tal como eres, y lo que podrías ser— son dos cosas opuestas. Suprime, lucha, disuelve lo que eres y podrás alcanzar aquello que puedes ser... Ir más allá, en el Yoga, significa morir; debes de morir para que tu ser verdadero nazca, A los ojos del Tantra el Yoga es un profundo suicidio: debes aniquilar tu ser natural —tu cuerpo, tus instintos, tus deseos, todo.

El Tantra dice: acéptate tal como eres. Es una profunda aceptación. No crees distancia entre tú y lo real, entre lo mundano y el nirvana. ¡No crees ninguna separación! Para el Tantra no existe separación. No es necesario morir. No tienes que morir para renacer, sino transcender, y para ello debes de utilizar tu energía. Por ejemplo, la energía sexual está ahí; es la energía básica —a través de la cual has nacido, con la que has venido. Las células de tu ser, de tu cuerpo, son sexuales y por eso la mente humana gira en torno al sexo. El Yoga lucha contra esta energía; a través de la lucha, creas en ti un centro diferente y cuanto más luchas, más te integras en él. Entonces, el sexo deja de ser tu centro.

Luchando contra el sexo —conscientemente por supuesto— crearás un nuevo centro en tu ser, un nuevo énfasis, una nueva cristalización. El sexo dejará de ser tu energía; luchando contra él crearás una energía diferente, un nuevo centro de existencia. 

El Tantra dice: utiliza tu energía sexual, no luches contra ella, ¡transfórmala! No pienses en términos de antagonismo, sé amigable con ella. Es tu energía; no es maligna ni nociva. Toda energía es neutral; puede ser utilizada contra ti o a tu favor; puedes crear un bloqueo, una barrera, o puedes hacer de ella un escalón. Se puede utilizar: si se hace correctamente se vuelve amistosa; si se usa equivocadamente se vuelve tu enemiga. Pero no es ni una cosa ni la otra; la energía es neutral. De la forma en que se utiliza comúnmente, se convierte en tu enemiga; te destruye. Simplemente disipas tu energía. El Yoga apuesta por una aproximación opuesta a la mente común; ésta ha sido destruida por sus propios deseos. Por eso el Yoga dice: abandona el deseo, sé sin él; lucha contra él y crea en ti una integridad sin deseo.

El Tantra dice: sé consciente del deseo; no crees ningún conflicto. Déjate llevar por el con total consciencia; y cuando hagas esto, lo transcenderás. Eres parte de él y, a la vez, no lo eres. Pasas a través de él, pero permaneces extraño... 

domingo, 5 de noviembre de 2017

ENTENDIENDO LOS DESASTRES (CAMBIOS) NATURALES.


Saludos, Maestros, Yo soy Metatrón, Angélico de la Luz, con Tyberonn del Servicio Cristalino. Les damos la bienvenida a todos en un vector de amor incondicional.

Hoy hablamos de un tema muy oportuno e importante, el de los desastres naturales. Comprendemos el profundo trauma y la aflicción, así como el gran dolor y la miseria que acompaña todos los eventos catastróficos, como ha sucedido con los huracanes, los incendios forestales, los súper tornados y terremotos en años recientes. Recientemente ha ocurrido una súper tormenta en el Caribe, en el Atlántico y en el Golfo de Méjico, tocando tierra de modo cataclísmico en las islas del Caribe,  Tejas y Luisiana. Un terremoto devastador también ocurrió en México, medido en 8.1 de la escala de Richter.

Hace pocas semanas, un eclipse solar total inusual barrió a través de Norteamérica… con los “desastres” en su estela.  Las sociedades antiguas siempre reconocieron que los eclipses totales tenían una fuerte influencia sobre las energías telúricas, la tectónica y las fuerzas gravitatorias del planeta.  Todos los eventos astronómicos como eclipses, solsticios y equinoccios influyen en la purificación y actualización de la tierra.

Seamos claros: no significa que sean retribuciones.

Enfatizaremos en todo este mensaje que la humanidad en su aspecto más elevado está involucrada colectiva e individualmente en las experiencias de lo que llaman desastres naturales. Nadie fallece ni experimenta pérdida sin haber programado la experiencia dentro de su ser.  Las razones son múltiples. Todos ustedes, en una vida o en otra, han elegido o elegirán esta experiencia.

Los desastres y la pérdida pueden servir para originar una aceptación, un firme despertar a las prioridades más elevadas de la vida.  Aquellos que mueren eligen hacerlo; quienes experimentan pérdidas de sus hogares y posesiones materiales eligen hacerlo.

En la mayoría de los casos, cuando los sobrevivientes han perdido su hogar y posesiones, adquieren una profunda comprensión de lo que verdaderamente importa, que les cambia la vida.  La mayoría expresa una abundante gratitud por haber sobrevivido y hacen un esfuerzo concertado para usar mejor el resto de sus vidas.  Los sobrevivientes se ayudan unos a otros, expresan amor antes no expresado a sus amigos, familia y  a extraños. Es menos irónico de lo que puede parecer inicialmente que la pérdida traiga nuevo aprecio, nuevo entendimiento.

Tiempos de cambio.

Ser humano en estos tiempos de cambio en la Tierra es sumamente difícil para muchos, y pedimos a todos ustedes que ofrezcan sus oraciones por aquellos que están experimentando pérdidas angustiosas. Nosotros, del reino angélico, estamos siempre con ustedes.  Y como hemos comentado, la tierra cambia; continuarán los vientos, las tormentas, los incendios, los tsunamis y demás.

Aunque hubo una trágica pérdida de vidas  y devastación del territorio y de las estructuras, estas catástrofes no tienen una intención de castigo.  Maestros, les decimos que lo que está sucediendo debe transcurrir.  Es una realineación necesaria. Es la tierra transformándose, transitando hacia una nueva energía… y ciertamente los sucesos de este tipo  continuarán a escala regional en todo el planeta.

Todos estos incidentes se relacionan con el calentamiento global. Pero les decimos que el calentamiento global no es un resultado de la actividad “industrial” humana. Aunque muchos de ustedes rápidamente se culpan por el aumento en la temperatura, les aseguramos que lo que ocurre es resultado de un aumento en el giro del núcleo interior de la tierra. No nos entiendan mal; es vitalmente importante que la humanidad sea guardiana responsable del magnífico planeta Tierra y de todos sus reinos, que alberga a su especie… pero lo que ocurre en términos de calentamiento igual tendría lugar aunque ustedes fueran una sociedad campesina no industrializada.

Muchos humanos sienten que el fenómeno del calentamiento global debe ser temido y detenido. No es ese el caso.  El derretimiento del hielo de los casquetes polares y otros no solo es apropiado sino necesario.  El calentamiento global es uno de los mecanismos principales del cambio energético planetario y estos procesos facilitan la evolución misma de la actualización vibratoria.  Este proceso continuará.

El planeta recibe las energías del sol, que derriten los casquetes de hielo, de esa manera soltando, evaporando lo que ha estado codificado dentro de los cristales de hielo formados por el agua, quitando los viejos patrones.  Los nuevos códigos recibidos viajan con las aguas vivientes y así influyen sobre todos los campos de energía de la tierra, adhiriéndose y activando todo lo que entra en contacto con ellas. De este modo, la evolución planetaria y humana, la consciencia y demás, empiezan a avanzar rápidamente hacia la resonancia del “Nuevo Planeta Tierra”.

Avanzando hacia la resonancia cristalina en 12-D.

La humanidad está ahora especialmente enterada, verdaderamente,  agudamente enterada de los cambios planetarios en curso. Están ocurriendo cambios dinámicos en forma regular, y se han estado “acelerando” durante más de dos décadas. Sin embargo pocos de ustedes están verdaderamente en paz con ello.  Deseamos volver a enfatizar una comprensión clave; les decimos otra vez que estas metástasis no solo son apropiadas, sino que son los mecanismos necesarios que habilitan a la Tierra y a la humanidad para soltar la “vieja energía” y transformarse hacia arriba dentro de los nuevos patrones cristalinos de “12-D”.

Estos huracanes y terremotos están diseñados para limpiar y actualizar las vibraciones del planeta, como otros sucesos de la tierra dinámica que suelen entenderse mal. Así, les pedimos que reconozcan que la creciente actividad de los súper huracanes, tornados, incendios, terremotos y tsunamis están en el ciclo natural con propósito del calentamiento global en curso.  Ciertamente, los súper huracanes no deben ser temidos ni detenidos. Este  no es el caso. La humanidad debe darse cuenta y aceptar que estos eventos son realmente necesarios para la evolución. La evolución que ustedes llaman Ascensión Planetaria simplemente no puede manifestarse en las “viejas” frecuencias de energía. Y comprendemos que no es fácil  soltar el “miedo”, porque es una reacción natural arraigada en sus instintos de supervivencia.


Las limpiezas provenientes de los huracanes y terremotos y demás, influyen directa y poderosamente afectando los campos de energía conscientes de la tierra viviente. Estos eventos sueltan la energía atrapada, contenida dentro de todos los nodos de poder del planeta, permitiendo la disolución, dando paso para reiniciar el planeta.  Estos procesos borran y disuelven las energías negativas, y ciertamente este proceso de purga abre un espacio para realinear los puntos de poder de modo que todo lo que toque la tierra se renueve y también se re-codifique.  De este modo, una nueva consciencia, una Tierra verdaderamente Nueva, comienza a avanzar.

La humanidad y la energía del cambio.

Repetimos que sentimos su dolor ante estas pérdidas, y los honramos mucho por sostener la energía del cambio a través de las penurias que soportan. Verdaderamente comprendemos la tristeza de los reinos de la dualidad. Los rodeamos con amor en estos tiempos de transición. Pero comprendan que todo lo que sucede es por elección, y la elección valiente y sagrada que la humanidad ha hecho es Ascender.

Cada alma cuya vida física termina en tales sucesos, hace una elección de hacerlo así con libre albedrío y un más alto propósito.  También les decimos que en tanto son difíciles, tales sucesos reúnen a las personas y verdaderamente sacan a la superficie lo mejor de la humanidad, uniéndose para ayudarse entre sí.  Y este aspecto de unidad ciertamente se ha visto en las regiones de los huracanes en el Caribe, Florida, Tejas y Luisiana.  Ahora bien, aunque en el aspecto de cambio purificador lo que llaman huracanes, tornados, terremotos y tsunamis son eventos naturales necesarios para el planeta, estos de aparición reciente también tienen un efecto de re-priorización.

Hemos compartido con ustedes la información con respecto a la transformación y purificación de la Tierra buscando equilibrio y preparándose para el cambio. Sin embargo, muchos de ustedes no se dan cuenta de que también existen relaciones muy intrincadas entre el ambiente psicológico del flujo de pensamiento colectivo humano y los consiguientes efectos sobre el tiempo y los patrones climáticos.  Les decimos que los pensamientos colectivos de las personas pueden desempeñar un papel clave y de hecho lo hacen.  Los sentimientos, pensamientos y emociones colectivos de la humanidad fluyen absolutamente y así influyen en diverso grado en el campo de “consciencia” de la Tierra Viviente.

Por cierto, las estaciones anuales y los efectos climáticos emergen de los patrones naturales del  campo de consciencia de la tierra.  Por lo tanto, la humanidad puede colectivamente desempeñar un papel – y lo hace – en la formación y efectos de lo que ustedes consideran “desastres naturales”… especialmente en épocas de polarización y miedo.

Polarización y reequilibrio.

De este modo, los desastres naturales suelen en última instancia terminar “corrigiendo” un desequilibrio existente o emergente, y forman condiciones que pueden traer una mayor realización del verdadero propósito de la vida, que es ayudarse y amarse unos a otros verdadera e incondicionalmente.

Cuando sucede una polarización impresionante en el campo humano, crea un desequilibrio frecuencial, y esos desequilibrios de actitudes divisivas son capaces de afectar para peor el camino de la ascensión y obstruir la calidad y altas metas deseadas para la vida.  De este modo, los desastres naturales suelen crear un escenario que altera las prioridades, eleva el pensamiento colectivo de maneras que traen un más alto bien, y habilitan la necesidad de unidad, de asistencia y cuidado mutuo ante la tempestad.

Es verdad que cuando los humanos sufren grandes pérdidas en un desastre devastador, con todo lo doloroso e insoportable que es, los sobrevivientes expresan abrumadora  gratitud por estar vivos todavía. Porque esos eventos traumáticos traen una sensación de prioridad renovada, una comprensión del “regalo que es la vida”. Y en la mayoría de los casos, viven sus vidas con una renovada sensación de armonía y amor hacia los demás y un entendimiento cada vez mayor que los cambia para mejor.

El planeta físico que ustedes reconocen que es altamente consciente, ciertamente es más consciente que la humanidad en esta época actual. La Tierra Viviente está en sintonía con las necesidades, la resonancia y los patrones de energía vibratoria del pensamiento humano, y está alineada con el sendero de ascensión de la humanidad en la “Nueva Tierra”.

No se equivoquen; los patrones climáticos naturales de purificación no solo son un requisito; también contienen vastos geo-patrones y códigos imprimibles.  Estos patrones son “fluidos” en cuanto que mientras existen su expresión final suele ser un formato de posibilidades y probabilidades, impreso y dirigido por la consciencia.  Los patrones mismos pueden ser “activados” de maneras y con efectos específicos.

Pregunta de J. Tyberonn a Metatrón: A partir de la información dada en años pasados, entendemos que esto es necesario para la Ascensión. ¿Podrías explicar más sobre esto?

Arcángel Metatrón: Los huracanes, las tormentas, los terremotos, las inundaciones, etc., siempre son necesarios para el equilibrio y el bienestar de la tierra.  Por consiguiente, tanto el equilibrio electromagnético del planeta, así como los propósitos concisos de la humanidad son servidos  “naturalmente” cuando ocurren tales eventos.  La tierra siempre es dinámica. Deben comprender que el equilibrio del planeta viviente es un proceso “natural” continuo.  El cambio en equilibrio que siempre ha ocurrido, seguirá ocurriendo según sea necesario, como un proceso constante.

Pero en los tiempos actuales estas tormentas también sirven para despertar aún más a la humanidad a una verdad más grande y un propósito más elevado. Porque dentro de las difíciles escenas de los desastres y las catástrofes, la vida humana se altera drásticamente por un tiempo prolongado.

Así como su cuerpo físico humano y su cuerpo “áurico” hacen los ajustes necesarios según sean las experiencias y fuerzas externas e internas, igualmente el cuerpo del planeta viviente Tierra hace sus cambios para equilibrarse.  En cierta medida las actitudes, deseos y emociones colectivos de la humanidad se mezclan y combinan efectivamente con los aspectos físicos de la naturaleza, de modo que tales tormentas o desastres son en ciertas circunstancias un resultado tanto de la actividad psicológica como de las condiciones físicas del clima.

Los desastres traen un impacto social más bien drástico.  Esta confrontación caótica inmediata  trastorna las pautas habituales institucionalizadas de conducta, y rápidamente impulsa a las personas a reaccionar en el “ahora” y las abre a acciones más afines con la asistencia y la supervivencia.  El efecto puede traer cambio social, político y personal.

La influencia emocional como “evento humano”.

La humanidad considera masivamente que las tormentas, los huracanes, la lluvia, los terremotos, son eventos naturales; sin embargo no consideran los pensamientos o emociones como eventos naturales en los mismos términos. Les decimos que hay una interacción muy real y muy válida entre las actitudes emocionales y los eventos físicos en 3ªD.

Aunque los humanos en su mayoría se dan cuenta de que el clima afecta su humor emocional, muy pocos reconocen o entienden profundamente que sus humores y actitudes resultantes pueden absolutamente tener un efecto sobre el clima.  Aunque esto puede parecer confuso, incluso increíble para muchos, ustedes nunca son víctimas inconscientes de los desastres naturales. Inicialmente puede parecer así, pero a nivel más elevado, deben entender que ustedes han escrito el guión de los eventos de su vida, y por lo tanto han tenido voluntariamente una participación en su diseño… para su mayor bien y más alto crecimiento. Ciertamente sus vidas están pre-planeadas desde el Yo Superior. Están involucrados individual, colectiva y co-creativamente en todos los eventos y ciclos de la tierra. ¿Lo comprenden?

Un evento global.
 
En grado no menor, la creciente polaridad y las explosiones de violencia resultante han influido en la duración e intensidad del huracán reciente y las inundaciones experimentadas en Estados Unidos. No piensen que es un castigo específico para una región localizada.  No es un castigo, sino más bien una oportunidad para elevar la conciencia y cambiar las prioridades. Tampoco es verdaderamente regional; es un evento global en el sentido de la atención mundial enfocada que le dieron los medios.

Lo que ha tenido lugar durante y después de las desastrosas inundaciones ha ofrecido una oportunidad única y óptima para el cambio, y sirve como un despertar.  Un deseo unificador para que el hombre ayude a su prójimo.


Si fracasa la calidad de vida que se considera espiritual y biológicamente necesaria, entonces deben ocurrir ajustes.  Los problemas sociales y políticos ciertamente se pueden modificar, reestructurar y reformar a partir de un desastre natural si los medios políticos fracasan.

Respuesta creativa.

Los desastres ofrecen una liberación temporaria del status quo de la vida cotidiana. Las preocupaciones, la agresión, los prejuicios, las inhibiciones y ansiedades asociadas al pasado inmediato y al futuro se ponen temporariamente en suspenso.  Claramente eso es porque los desastres literalmente obligan a las personas a concentrar toda su atención en la supervivencia, en el momento inmediato, en las necesidades dentro del contexto de las realidades actuales.

De esta manera, los desastres estimulan una valentía creciente y las energías creativas de la población. En el modo de emergencia para sobrevivir, los humanos tienden a verse unos a otros como prójimos en dificultades, no categorizados por su raza, religión o posición económica. La asistencia se ofrece basándose en la necesidad común. Ciertamente esto se ejemplifica en las acciones altruistas y heroicas de muchos después de los recientes huracanes  en el Caribe, Florida, Luisiana y Tejas. Personas de todas partes de los Estados Unidos, Canadá y Méjico se unieron para ofrecer ayuda. Muchos valientes rescates no provinieron de las agencias gubernamentales o militares, sino de lo que los medios llamaron la flota “Cajun y Cowboy”.

Con barbas y tatuajes, estos individuos rudos y preparados, altamente capaces de conducir sus botes entre furiosas correntadas hacia los vecindarios aislados por la inundación, y rescatar heroicamente a las personas atrapadas, de todas las edades, religiones y razas.  Esta acción inspiró a otros a desempeñar distintos roles abriendo sus hogares, suministrando alimento y abrigo a los menos afortunados. ¿Pueden ver el lado positivo?

Comprenden que estás nobles acciones no habrían ocurrido sin el escenario de las
Inundaciones catastróficas?
 
Les decimos que estas acciones, tanto de los rescatistas como de los rescatados, han cambiado las actitudes y enfoques de millones, afectando no solo a quienes estaban en el área inmediata sino a cientos de millones de almas en todo el planeta que veían los sucesos en televisión, internet y en otros medios.

La humanidad y la naturaleza.

La humanidad no se puede separar, no se puede divorciar de la naturaleza, ni de las intenciones experienciales colectivas de la naturaleza.  Aunque en esos momentos ustedes pueden considerar a la naturaleza como un adversario, por sus violentas expresiones de tormenta, en un nivel más alto ustedes se dan cuenta de que desempeñaron un papel colectivo al co-crear el duradero trauma de esa experiencia... y que este mismo trauma hizo surgir un aspecto mejor de la humanidad. De esta manera, se ven obligados a buscar razones fuera de sí mismos para explicar lo que parece estar ocurriendo.  Los sistemas de creencia y la lucha por la supervivencia en que ustedes los humanos basan sus vidas, ciertamente condicionan y programan culturalmente su existencia de un modo que ustedes niegan exteriormente pero conocen interiormente.

Ustedes han hecho  ciertas divisiones debido a su programación cultural y sus creencias, que hacen sumamente importante este tipo de explicación, pero igualmente difícil de contemplar o verdaderamente captar en su contexto más elevado. Piensan que las inundaciones y los terremotos son eventos totalmente naturales, pero no consideran que los pensamientos y emociones sean eventos naturales de la misma manera… ni consideran que sus miedos, prejuicios y pensamientos con carga emocional desempeñen un papel en la manifestación de cualquier desastre. Ni que el desastre mismo haya ayudado a elevar su consciencia hacia un contexto más despierto y ciertamente más noble.

El miedo y la adaptación al cambio.

Las tormentas y eventos climáticos continuarán. Sin embargo el miedo aún persiste, y eso es natural y ciertamente comprensible. Incluso aquellos de ustedes en las áreas llamadas “seguras”, que no fueron directamente afectadas, están subconscientemente bien enterados de los cataclismos globales previos que inundaron Atlántida, LeMuria, Rama y aún más.

Cuatro veces, Queridos, la existencia de la humanidad en el planeta fue casi eliminada. De modo que entendemos por qué le temen a los sismos, al calentamiento planetario, a las erupciones volcánicas, a los incendios y las tormentas, y al potencial de que los cambios magnéticos creen otro “reinicio” más, un cataclismo global que erradique la vida según la conocen.  El reinicio ocurrirá, ciertamente, pero les decimos que por ahora será una transformación más gradual, dependiendo de algún modo de la reacción masiva de la humanidad.

 A pesar del histrionismo dramático de los medios masivos y los cineastas, no habrá una Destrucción Global.  La habría habido antes de la Convergencia Armónica de 1987. Pero ustedes cambiaron eso.  Kryon, el Maestro Magnético, les habló  hace dos décadas del cambio provocado por la Convergencia Armónica, de cómo la humanidad cumplió con el necesario cociente de “Medición de la Luz” y así la Ascensión programada pudo tener lugar.

De modo que les decimos que los miedos a una inclinación del eje, a un impacto meteórico cataclísmico y a un cambio de polos magnéticos desastroso, que han sido dramáticamente proyectados por los detractores que comercian con el miedo en los medios y en las películas, no ocurrirán. Tales miedos pueden ser descartados. El eje planetario no se inclinará en ese grado temido y devastador, ningún meteoro destructivo impactará sobre la tierra, ni los polos magnéticos cambiarán en un cataclismo global.

De nuevo decimos que ha sido de hecho la “Medición del Cociente de Luz” de la humanidad y su elección lo que ha determinado que NO haya un gran cataclismo global ni una destrucción masiva en un escenario mundial.  Más bien la purificación será en entornos localizados más pequeños, y tanto la tierra como la humanidad avanzarán ahora ciertamente para graduarse al siguiente nivel.

No se equivoquen, Queridos, los cambios que permiten la purificación deben continuar y lo harán, y si las masas fueran debidamente educadas y abiertas a la actitud y visión del más alto bien, esos cambios apropiados se podrían hacer mucho más fácilmente, y más pronto que tarde.

Salvar al planeta.

Muchos desean “salvar al planeta” en sus términos. Entonces, ¿cuál es la naturaleza de la relación del hombre con el planeta viviente?  Sería mejor si las relaciones fueran sincrónicas; tomen conciencia de que ahora puede desarrollarse un diálogo verdaderamente armónico entre la tierra y la humanidad.  Aquellos que pasaron vidas en la tierra como Guardianes de la Tierra, los indígenas, los Druidas, los Atla-Ra, van a asumir el liderazgo en dicha comunicación. Ciertamente muchos de ustedes, como el canalizador, están aquí y ahora específicamente para sostener la energía de esos diálogos, y están ocurriendo.

Ahora bien, la dificultad con muchos otros que tienen buenas intenciones es que no están sintonizados, no son de un cociente de luz suficientemente alto para entender plenamente o aceptar el verdadero paradigma de la naturaleza de la realidad.  Entonces ellos, en tanto desean ayudar, realmente no saben cómo.  Creen que impedir el cambio o mudarlo a otro lugar es apropiado; mejor aquí que allá, ¿lo ves?  No todos los que desean verdaderamente ayudar  comprenden el más alto bien, el propósito más elevado de esos sucesos que ustedes llaman súper huracanes, tornados, vulcanismo, incendios, terremotos y tsunamis.
 
Entonces la mayoría simplemente reacciona por miedo a estos sucesos;  desean librarse de la ansiedad. Pero disolver el miedo no es lo mismo que comprender el miedo, y por tanto las masas de la humanidad lo transmutan y en realidad lo re-crean.  Disolver o disipar los eventos de cambio no es necesariamente beneficioso, ni para la tierra ni para la humanidad. La dificultad con los que desean ayudar es que ellos creen ser más académicos en su comprensión y saber más.  Sin embargo, omiten lo divino, omiten la integridad de aquello llamado espíritu. No entienden ni ven la perfección en lo que tiene lugar, porque los de mentes cerradas y estrecha visión tienen gran dificultad para comprender que todo está en perfección, que todo está en correcto orden.  Entonces no le ponen grasa a la rueda que chirría, sino más bien tratan de bloquear los engranajes que luego se detienen y atascan. Y de ese modo, el giro de las ruedas de la transición se vuelve mucho más difícil, ¿lo ves?  El miedo y la ignorancia son los grandes culpables por las mentes cerradas.

Pregunta de J. Tyberonn a Metatrón: Por favor reitera con más detalle el propósito más elevado de las tormentas y los huracanes.

Arcángel Metatrón: Como hemos dicho, el propósito es ampliar las energías armónicas y expandir el aumento de frecuencia y la resonancia sobre las regiones del planeta cubiertas por agua, que de hecho representan dos tercios de la superficie terrestre. Los tornados cumplen ese propósito sobre el territorio.  Los ciclones, tifones, huracanes y tornados tienen todos un giro vorticial y ese patrón específico limpia y aumenta la energía no solo en las superficies de mares y territorios sino que alimenta las profundidades del planeta en ese formato de giro vorticial.  Las velocidades y el tamaño tienen proporciones específicas, y se dispersan en áreas mucho más amplias que las regiones que atraviesan.  Alimentan las líneas ley y las energías axiatonales en una proporción muy grande, con objeto de que la actualización alcance a muchas más regiones y seres. Hay perfección en eso, ¿lo ves?

De modo que lo que está sucediendo desde una posición mayor, desde una perspectiva más alta, está en perfecto orden. Estas son, por consiguiente, “tormentas perfectas” en el aspecto telúrico  en cuanto a la perfecta combinación de corrientes electromagnéticas. La imperfección que se les atribuye proviene verdaderamente de la posición de la dualidad, del malentendido, del sensacionalismo, amplificando y así magnetizando el miedo.

Volviendo a la causa central del calentamiento global.
 
Es un hecho, absolutamente, que la creciente potencia de tus huracanes se debe al calentamiento de las aguas. Y por mucho que los humanos quieran asumir la responsabilidad del Calentamiento Global, no se debe principalmente a su industrialización. Como ya dijimos, el calentamiento global ocurriría ahora incluso si fueran sociedades campestres.  Pero no entiendan mal: la contaminación ambiental causada por los desperdicios y emisiones industriales debe ser controlada para salud de la humanidad y de los reinos vivientes del planeta.

Les repetimos que la causa principal del calentamiento global es el aumento en el giro del núcleo fundido interno de la tierra.  Ese giro acelerado del núcleo aumenta la masa y temperatura del hierro-níquel fundido del núcleo.  El calor generado calienta el manto. El giro más rápido afecta la relación de torsión entre los núcleos interno y externo en el centro interior del planeta.  Estos rotan en direcciones opuestas y a diferentes velocidades. Es este mismo mecanismo de esta proporción de torsión que aumenta el destello de tu secuencia de tiempo en el planeta.  También aumenta el volumen y la masa del núcleo interno que por consiguiente aumenta la descarga iónica que ustedes llaman Resonancia Schumann. Estos cambios tienen efectos profundos, y están involucrados en la evolución de su planeta y en la transformación de la matriz planetaria. Los ajustes están en curso y requieren “sintonía fina”.

En el presente, la “sintonía” no está terminada, y entonces existe actualmente un desequilibrio dentro del centro del planeta, dentro de ese mismo núcleo, en la forma en que el núcleo gira tanto en sentido del reloj como contra-reloj, y entonces tiene que haber un equilibrio sobre la tierra también.  De otro modo, sin ese equilibrio, la tierra no puede verdaderamente moverse a sus octavas más altas en la preparación necesaria para actualizarse hacia dimensiones más altas.

Entonces irónicamente, la verdad mayor, no reconocida por las masas de la humanidad, es que sin ese equilibrio del electromagnetismo, habría incluso más cambios en la tierra. Primero habría un terremoto, y luego el huracán y el tornado para equilibrar, ¿lo ves? Luego otro terremoto, luego el huracán y el tornado creando un patrón propio, que no sería de ayuda, ni para la tierra ni para la humanidad.  De este modo, entonces, hay una energía anticipatoria de cómo se mueve el electromagnetismo alrededor del planeta, circulando por el sistema de rejillas y luego penetrando la tierra, y luego también equilibrando adentro. No se hace necesariamente para impedir los cambios de la tierra, sino para traer equilibrio a donde el equilibrio sea apropiado.  Les aseguramos que el desequilibrio, si se lo deja sin ajustar, conduciría a un cataclismo en una escala macro.  Entonces es mejor que ocurran los micro eventos para traer equilibrio y al hacerlo impidan lo macro, ¿lo ves?

Cierre.


Maestros, enfatizamos que en toda experiencia que cada uno experimente, ha participado para crearla. La Universidad de la Tierra es una ilusión con propósito, pero si no pareciera real, ustedes no aprenderían.

La vida puede ser difícil, y eso es una gran Verdad.  Pero a menudo en tiempos difíciles ustedes están a la altura de la ocasión y trascienden sus límites y jaulas del pasado. Al enfrentar sus “escenarios” elegidos ustedes dominan las lecciones de amor que se ofrecen en el plan de estudios de la dualidad.

Paradójicamente, los desastres naturales hacen surgir el aspecto altruista de la humanidad, en que la humanidad se vuelve humanos buenos (N.T. juego de palabras: “man kind”= humanidad, “kind men”= hombres bondadosos), y los vecinos verdaderamente se vuelven cercanos.  Las lecciones aprendidas en estas experiencias, en tanto son devastadoras en la 3ªD, también cambian a las personas para mejor, revelando una verdad mayor, la verdad del Amor.

Yo soy Metatrón, con Tyberonn del Servicio Cristalino, y compartimos con ustedes estas verdades. Ustedes son profundamente amados.

Y Es Así… Y Así Es…

 Derechos de autor 2017 debidamente reservados para James Tyberonn y Earth-Keeper

Traducción: M. Cristina Cáffaro
www.traduccionesparaelcamino. blogspot.com.ar

DESARROLLO DE LA HUMANIDAD.


Sanando y comprendiendo la antigua batalla entre hombres y mujeres


- La Creación: Una Cooperación de Energías Femeninas y Masculinas

Al inicio hay Creación: el tiempo y espacio se crean a partir de lo que es el Uno. La diversidad es la consecuencia: la vida adopta formas interminables, hay un número infinito de campos de experiencia, esferas, dimensiones y mundos por explorar. Esto plantea la cuestión ¿Por qué ocurrió la Creación?

La unidad lo incluye todo, y para que ustedes puedan ser conscientes de sólo una parte de esa unidad, la Creación es necesaria. Para darles un ejemplo: la luz blanca es la suma de todos los colores. Para experimentar colores individuales, tenemos que desintegrar la luz blanca con el uso de un prisma. Esta difusión de la luz blanca en todos los colores del arco iris es a lo que llamo Creación: creando la diversidad a partir de la unidad.

Solamente cuando hemos experimentado la belleza y cualidades de todos los colores individuales entendemos verdaderamente lo que es blanco. La creación – creando la diversidad – parte del deseo de la auto percepción. Entendemos el todo solamente cuando hemos experimentado realmente todas las partes individuales. Podemos comparar esto con la experiencia que logramos durante nuestras vidas. Cuando yo era niño, entendía cómo era ser un niño, pero no sabía todavía cómo ser un adolescente enamorado, cómo ser un hombre casado, o un padre. Necesito tener todas esas experiencias para entender realmente quien soy como ser humano y para encontrar verdadera paz dentro de mí mismo.

En esta gran experiencia de descubrimiento, lo cual es el propósito de la Creación, hay dos fuerzas que juegan un papel central: femenina y masculina. El poder masculino es una energía inquisitiva de exteriorización, que es aventurera y quiere experimentar y entender todas las cosas. Es esta fuerza la que radica en la base de la emergencia del tiempo y el espacio. La energía femenina crea la conciencia de la unicidad interior. A través del lado femenino, la humanidad está conectada a esa unicidad (al Uno), y con el lado masculino, está conectada a la diversidad (los muchos). El lado femenino tiene que ver con el mundo interior, el lado masculino con el exterior, la realidad manifiesta. 

La energía masculina asegura que lo que es único e individual puede experimentarse en todo, mientras que la energía femenina asegura la integración y la unión. Sin la energía femenina que integra las experiencias únicas de los individuos en un panorama más amplio, estas se perderían en la noche.

La dualidad surge cuando un ser comienza a identificarse con un lado o el otro. En el estado actual de la humanidad, es la parte masculina el objeto dominante de identificación. El resultado es una supresión del lado femenino que provoca una pérdida de ese sentido de conectividad interna. El sentido del Yo es muy fuerte: el ego se ve a sí mismo colocado frente a un universo que ya no se experimenta como una madre protectora. Entonces se siente pequeño y atemorizado, y reacciona queriendo amasar de ese universo, tanto poder como sea posible.

Cuando la femenina es la energía dominante, se enfoca demasiada atención en el mundo interior, lo cual crea una dualidad con el mundo exterior. El mundo interior, el mundo de lo espiritual, entonces es vito como algo superior y más elevado en comparación con una realidad exterior de diversidad y pluralidad de las formas.


- El Paraíso: el equilibrio entre lo femenino y lo masculino

Podemos ver la dualidad en acción en la historia de la humanidad. En un pasado prehistórico, había un equilibrio entre las energías masculinas y femeninas. En ese tiempo no había países ni fronteras. Este era el tiempo de un paraíso terrenal llamado Lemuria. En mí viven impresiones de un tiempo en el cual, yo con otros seres angélicos, nos dedicábamos a preparar a la Tierra para la llegada de los humanos.

“Es como un sueño hermoso de hace mucho, mucho tiempo. Eramos seres angélicos radiantes. En colaboración la Madre Tierra estábamos creando la naturaleza. El tiempo para nosotros tenía una velocidad muy diferente, las plantas que creábamos, las veíamos brotar ante nuestros ojos. Estábamos ocupados preparando la Tierra para la llegada de la humanidad. Era un tiempo de esperanza, un tiempo de amor. Pensábamos que la Tierra se convertiría en un hermoso terreno de juego en el cual los seres con una sencilla conciencia infantil podría descubrir la vida en una forma deliciosa, un lugar donde la gente podía disfrutar el amor del uno por el otro y por la naturaleza. Qué equivocados estábamos. ¿Qué fue lo que salió tan terriblemente mal?” 

La gente que poblaba la tierra en ese entonces sentía la conectividad interior de la vida y sabía que la Madre Tierra estaba ahí para todos. La gente vivía en armonía con la naturaleza. La Tierra, como el aire, era para todos, pero ella no era nuestra posesión. A la vez, la vida era como una experiencia de descubrimiento, una aventura feliz. En cada montaña, una nueva vista, detrás de cada horizonte, un nuevo país con nuevas experiencias a explorar.

La humanidad se creó como una raza muy curiosa e inquisitiva. En aquellos días, la gente poseía una conciencia exuberante algo infantil. Ellos disfrutaban la vida con una alegría espontánea que solamente vemos en los niños. Su conciencia era más expansiva que la nuestra: podían comunicarse con los animales, plantas, montañas y ríos. Era natural en ellos el tener contacto con guías espirituales y con criaturas etéreas como gnomos y hadas. Tenían un sentido diferente del tiempo y vivían el día a día.

En esta humanidad en desarrollo, había un ritmo natural, con las energías femeninas y masculinas ejerciendo su dominio en momentos alternos. Después de cada fase de descubrimiento y exploración, venía una fase de internalización. Al igual que los humanos corren alternando la pierna izquierda y la derecha. Pero entonces salió mal.


- El fin del paraíso: la serpiente y la emergencia de la dualidad

En la Biblia esta frase se describe como la historia simbólica de Eva, quien fue tentada por la serpiente para probar la manzana que les da a los humanos el conocimiento del bien y del mal.

¿Qué salió mal? La humanidad como un todo es una raza masculina, una raza enfocada en el descubrimiento y la aventura. Por esta razón, existía en la propia humanidad el deseo de ser más libre del mundo espiritual. La raza humana quería embarcarse en una aventura y descubrir. La humanidad gradualmente encarnó cada vez a mayor profundidad en la Tierra y en la materia. La conexión con sus guías – los ángeles que acompañan a la humanidad en su evolución – y la alineación al mundo espiritual se volvieron menos importantes. Las mujeres, quienes por naturaleza están más enfocadas en el mundo interior, eran más hábiles en la creación de esta conexión que los hombres, y algunas mujeres eran mejores que otras en esto.  

Este último grupo era muy importante para la comunidad y por tanto surgió una clase de sacerdotisas. Cuando la grieta entre estas sacerdotisas y el reino espiritual de los ángeles que acompañaban a la humanidad se hizo mayor, emergió una abertura para el contacto con otras fuentes que tenían intenciones menos apropiadas. Las energías reptilianas (la serpiente de la biblia) querían debilitar a la humanidad a través de divisiones.

A las sacerdotisas se les tentó con las ideas siguientes: el mundo interno es más importante que el externo, las mujeres más sintonizadas con el mundo interno son mejores que los hombres y tienen derecho a dirigir a los hombres. Tales pensamientos alentaron su ego y ellas comenzaron gradualmente a abrazar esta visión dualista del mundo. Las mujeres, y el mundo interno eran consideradas superiores, representando a lo “superior”. Los hombres y el mundo externo eran considerados inferiores, representando a lo “inferior”. Esto era algo parecido a la Manzana: la dualidad, el susodicho conocimiento del bien y el mal, se ancló sólidamente en los pensamientos de la humanidad. 

Las sacerdotisas comenzaron a considerarse a sí mismas cada vez más importantes y querían hermosos templos y hogares para sí. Surgieron comunidades que se mantuvieron en una localidad. La humanidad dejó de vagar y descubrir cosas nuevas, y las mujeres se mantuvieron como dominantes durante mucho tiempo. Los hombres eran vistos cada vez más como seres inferiores y hasta tratados como esclavos.


- La dominación femenina y las heridas en la energía masculina

Comenzó el tiempo de la reina-sacerdotisa. Ellas proclamaron una visión dualista del mundo que justificaba su poder y autoridad y la superioridad esencial de la mujer sobre el hombre. Ellas reclamaban que la verdad reside únicamente en el mundo interior, y que solamente las mujeres podían acceder a esa verdad. El mundo exterior se proyectaba como malo, peligroso y tentador, y la gente tenía que ser protegida contra este mundo malo por su propio bien.

Este concepto tuvo cuatro consecuencias de largo alcance que provocaron profundas heridas en la energía masculina.


- La primera herida: la pérdida de la belleza 

Vivir en un lugar requiere trabajo intenso en la agricultura y eso es trabajo de hombres. La urgencia natural del hombre hacia la aventura, que ya se veía como sospechosa, se suprimió aún más por tanto. Esa urgencia no iba con el trabajo pesado y aburrido tal como arar y sembrar.

La imagen de lo que era ser un buen hombre cambió: tenía que ser confiable, trabajador y sin mucho tiempo para pensar. Los aventureros eran vistos como holgazanes y vagos, un daño para la comunidad. Todo tipo de expresión en nuestro tiempo se refiere todavía a esto: “nadie muere por trabajar duro”, “el hombre debe ganarse el pan con el sudor de su frente”, “el diablo encuentra trabajo para manos ociosas”. 

Sin embargo el deseo de aventura en el hombre es finalmente el deseo de experimentar la belleza y las maravillas del universo. Al suprimir este deseo, la primera herida en la energía masculina emergió: la pérdida de la habilidad para apreciar la belleza. El hombre aprendió a disfrutar de la belleza de la vida, a aventurarse y explorar nuevas formas de vida, a sentir la urgencia para crear, a descubrir; estas eran todas “malas” cualidades que debían suprimirse. Un “buen” hombre es muy trabajador y no hace preguntas.

Todavía vemos las consecuencias de esta forma de pensar. Miren las ciudades modernas diseñadas y construidas exclusivamente por hombres trabajadores y noten su falta de color y belleza. Todavía vemos a nuestro alrededor solamente una energía masculina en movimiento que no puede descansar y que no sabe lo que quiere.

A través de este desarrollo, los hombres se volvieron casi totalmente responsables del suministro de alimentos, haciéndolos más importantes dentro de la comunidad.


- La segunda herida: la pérdida del amor

Debido a esta visión mundial dualista de la casta de la sacerdotisa, el mundo exterior se volvió incrementadamente peligroso. Las comunidades se mantenían en un sitio y necesitaban protectores. Esta también era tarea del hombre: los cazadores se convirtieron en guerreros. Un guerrero sin embargo, a diferencia de un buen cazador, no puede tener sentimientos. Un soldado que mata a otro ser humano no debe tener sentimientos respecto a su víctima. El no puede dejar que esto entre a su mente, el hecho de que el ser humano que él mató fue una vez un bebé que tuvo una madre que podía haberlo amado mucho y que quería lo mejor para él. El guerrero no puede pensar: “Ahora, maté un bebé. ¿Cómo le afectará eso a ella? ¿Qué sentirá ella cuando sepa que él murió? ¿Cuántas lágrimas derramará?” El guerrero que tiene empatía no puede ser un guerrero. 

Un buen guerrero suprime la energía del corazón y actúa desde una visión mundial muy dualista: que el otro, el enemigo es malo. El oponente no es realmente un ser humano y por tanto puedo matarlo. Esta actitud por supuesto, resultó en un incremento de la dualidad en el mundo. Había más y más guerras, más lucha y más fronteras en el mundo. Y así los guerreros, los hombres, se fueron haciendo cada vez más importantes, hombres que habían perdido su conexión con su corazón.

Esta es la segunda herida en la energía masculina, la herida en el corazón: la pérdida del amor. Un hombre que desconecta sus poderes de empatía se siente solitario y perdido en un universo inmenso, vacío y hostil.  


- La tercera herida: la pérdida de sabiduría.

Dentro de las comunidades establecidas, el cambio y la renovación eran vistos con suspicacia. El poder se volvió conservador, el poder va de la mano con el temor al cambio y a la falta de flexibilidad. La espiritual natural basada en el amor cambió cada vez más a una fe dualista basada en el temor, con todo tipo de reglas respecto a lo bueno y lo malo. Cuando la espiritualidad es una religión establecida, los oficiales son necesarios para imponer las reglas, por la fuerza de ser necesario y esto suprime la innovación, esta se volvió la tarea de los hombres. Ya la verdad no se consideraba como una energía viviente y amorosa, que se despliega de forma dinámica y muestra facetas nuevas cada vez. La verdad fue dejada a un lado y sustituida por un conjunto de reglas impuestas por los hombres. En ese tiempo, vemos la emergencia de religiones autoritarias en las cuales la verdad se establece de una vez por todas y para todos, y si uno disentía, era malo o pecador.  

Debido a que mantener las reglas de una religión a veces coincide con la promoción de esa religión, la última también era tarea de los hombres. Los hombres ahora eran las autoridades espirituales. Esto fortaleció la tendencia de que los hombres eran más importantes y más poderosos. Sin embargo, las religiones autoritarias tienen poco en común con la sabiduría y la verdad. Por tanto nació la tercera herida en la energía masculina: la pérdida de la sabiduría. La humanidad todavía sufre grandemente por motivo de esta idea de que el cambio es malo y de que la verdad ha sido establecida en un libro de reglas de una vez por todas. 


- La cuarta herida: la pérdida de una sexualidad tierna

Debido al incremento de la tensión entre los sexos, la experiencia de la sexualidad también se vio bajo presión, había cada vez menos espacio para el amor y la ternura. Cuando los hombres bajo las sacerdotisas dominantes eran vistos como inferiores, tener sexo con un hombre era visto como un mal necesario. Y así las mujeres comenzaron a suprimir su energía sexual. Para los hombres el sexo se convirtió más y más en la expresión de una ira suprimida. Donde al principio había una expresión de amor por la mujer, ahora se convirtió en expresión de violencia. La ira y la lujuria escalaron y comenzaron a coincidir: las fantasías sexuales de los hombres eran generalmente violentas.

Así nació una cuarta herida: una herida en el área de la sexualidad. Desde entonces, la sexualidad ha tenido más que ver con emociones reprimidas que con el amor entre el hombre y la mujer.


- La emergencia de la dominación masculina

Debido a que las sacerdotisas ya no proclamaban una espiritualidad viviente, ellas finalmente se volvieron redundantes. Las rígidas reglas de una religión autoritaria dualista pueden funcionar sin el amor femenino y la intuición.

Debido a que los hombres se responsabilizaron gradualmente con el suministro de alimentos, la protección de la comunidad y la estricta aplicación de una espiritualidad “muerta” ellos tomaron el mando. La energía masculina se volvió dominante y continuaría así por un largo tiempo.

Sin embargo esta energía masculina dominante era una energía masculina herida: emergió un hombre que había perdido el sentido de la belleza, su corazón y su sabiduría. Las mujeres eran vistas como inferiores, un objeto sexual y a veces víctimas de sentimientos sexuales torcidos derivados de la violencia. Las mujeres le recordaban al hombre sus sentimientos y los sentimientos eran peligrosos y malos, así que las mujeres eran malas. Debido a que la realidad estaba presa bajo reglas y mandos, las habilidades espirituales y naturales intuitivas de la mujer se veían como malas y peligrosas. La terrible cacería y quema de brujas, que en algunos lugares del mundo todavía existen, comenzaron en esos días. Las mujeres tenían cada vez menos derechos y se volvieron cada vez más oprimidas. Eventualmente, eran solamente consideradas apropiadas para tener hijos y criarlos. En la Edad Media las mujeres eran vistas por muchos teólogos como seres sin un alma.  

Se había abandonado el paraíso, vinieron tiempos de guerras, crueldad, división y falsedad, un tiempo que infligiría heridas profundas en la energía femenina. Una humanidad dividida internamente ya no era capaz de protegerse. La serpiente había logrado su propósito, los seres humanos ya no estaban conectados a la verdad viviente y eran proclives a ideas falsas. Alguien que abraza una visión dual del mundo está atemorizado, y alguien que está atemorizado es fácil de manipular: ustedes imprimen en él que si no los escucha a ustedes, él será víctima de aquello a lo que teme.  


- Influencias extraterrestres y la emergencia de la Atlántida

Las personas que desprecian lo femenino son vulnerables. Ellas anhelan lo superior y buscan una guía, pero a la vez rechazan la solución natural que ofrece la energía femenina: confiar en tu intuición y sabiduría interior. Entonces ellas encuentran una solución falsa: los poderes en el mundo exterior que reclaman ser “superiores”. Pero entonces se vuelven totalmente abiertas a la manipulación.

En el pasado la consecuencia de esta vulnerabilidad derivó en que la humanidad se volvió el terreno de juego de todo tipo de fuerzas galácticas. Los humanos habiendo perdido su conexión con la femenina interna se permitieron ser cautivados fácilmente por lo que parecían ser milagros y el poder de civilizaciones técnicamente avanzadas. Pronto los representantes de estas civilizaciones fueron vistos por la humanidad como dioses. Los humanos fueron manipulados en todas las formas posibles, y también en forma genética. Muchas historias respecto a viejos dioses, tales como los dioses famosos del mundo griego, con todos sus errores humanos y sus crueldades vienen de esos tiempos. La respuesta a esta cuestión: “¿eran los dioses cosmonautas?” (título de un libro de Erich von Daniken) es en mi opinión: “sí”. 

Este tiempo de opresión terminó cuando un grupo de almas extra terrestres avanzadas decidieron vivir en la Tierra para ayudar al desarrollo de la humanidad. Ellas crearon un tipo de raza de súper hombres, también conocidos como los Atlantes o gente de las estrellas. Eran físicamente mucho más altos que la gente de la Tierra y tenían grandes capacidades intelectuales, su tercer ojo también estaba muy desarrollado. Su objetivo era doble: liberar a la humanidad y a la Tierra de influencias nocivas y poner a la humanidad en contacto de nuevo con su espiritualidad natural. Esto último se lograría restaurando el equilibrio entre las energías femeninas y masculinas.

Había comenzado la era atlante: un período en la historia de la humanidad que duró alrededor de cien mil años. Durante este período hubo una fuerte distinción entre estos extra terrestres encarnados, que se veían a sí mismos como los lideres iluminados de la humanidad – los llamados de la jerarquía espiritual – y los más o menos miembros inconscientes de la humanidad. La gente estelar, los atlantes vinieron frente a frente con la gente de la Tierra.

Sin embargo, el nacimiento de la Atlántida trajo dentro de sí mismo las semillas de su caída. Para liberar a la humanidad de influencias alienígenas, la gente de las estrellas en la Tierra desarrollo una gran dominación: eran la clase regente y veían a la gente de la Tierra como sus subordinados. Esto estaba en contra de sus intenciones espirituales. Tener el poder sobre la gente de la Tierra no iba a la par con su propósito de liberar a esas mismas personas internamente. La espiritualidad de la gente de las estrellas no era todavía algo nacido del corazón. Tenía razones de poder dentro de sí.

Los atlantes vieron a la gente de la Tierra como criaturas tontas solamente apropiadas para el trabajo esclavo. Comenzaron a verse a sí mismos como superiores y abusaron del poder de su tercer ojo muy frecuentemente. Adicionalmente, aunque los atlantes consideraban a sus hombres y mujeres iguales, no era así con la gente de la Tierra, sus subordinados. Con ellos, eran los hombres los que dominaban. Esto fue propicio para los atlantes porque los hombres estaban mayor dotados para seguir órdenes y para construir ciudades magníficas. Los atlantes entendieron muy bien que siempre que las mujeres estuviesen suprimidas, ellos podían tener el control de la humanidad y podían hacer lo que quisieran.

El poder corrompe y este fue el caso de los atlantes. Cada vez más, comenzaron a disfrutar de su poder, de su éxito aparente e invencibilidad. Cada vez más abusaban de los poderes de su tercer ojo. Este tercer ojo suele llamarse agni, el chacra de fuego, y se necesita agua para borrar su poder. Se ha escrito mucho sobre el hundimiento de la Atlántida. Sin embargo la razón más profunda fue un acto de auto sacrificio. Los atlantes más altamente desarrollados comprendieron que ellos podían ayudar a la humanidad solamente uniéndose a ella, y esto solo podía lograrse mediante la destrucción de la Atlántida. Solamente de esa forma podía eliminarse la dualidad entre la gente de las estrellas y la de la Tierra.  

Yo recuerdo este episodio de una vida previa: “Estoy de pie en un edificio hermoso, una magnífica torre blanca. Miro la ciudad desde lo alto. He tenido una discusión con una mujer. Ella ha estado conmigo durante largo tiempo, pero ahora me deja para siempre. Estoy triste por su partida. Ella quiere vivir entre la gente de la Tierra para ayudarlos como un tipo de trabajador social. La brecha entre nosotros, los Poderosos Atlantes y la gente de la Tierra es enorme. Los vemos como una forma inferior de vida. Cuando me sintonizo con esta mujer siento que ella es esencialmente un alma de la Tierra que ha nacido entre los atlantes, y es por eso su gran deseo de ayudar a la gente de la Tierra. Ella es algo más pequeña y su pelo es rojo, inusual entre los atlantes. Yo voy hacia una habitación y en el medio de esta hay un símbolo poderoso dibujado en el piso. Si se paran en medio de ese símbolo pueden dejar su cuerpo fácil y permanentemente. Comprendo que lo que la mujer quiere hacer es lo correcto pero no funcionará, ella es una excepción. Mientras exista la Atlántida la gente de la Tierra serán subordinados. Ha sido así por miles de años. La brecha es muy grande, el poder demasiado adictivo, demasiado prevalente”. 

Dentro de lo profundo siento cómo las fuerzas se vuelven contra la Atlántida. Me conecto con esas fuerzas y digo: Sí, voy adelante. Siento que no soy el único, muchos otros sienten que ha sido suficiente, las cosas no pueden continuar de esta forma, el dolor entre la gente de la Tierra y de la Tierra en sí misma, es demasiado. Existe en nosotros un deseo de cambio, un anhelo de nueva aventura. Una profundización de la vida. Entonces me paro sobre el símbolo y dejo ir mi cuerpo. Yo sé que cuando nazca de nuevo ya la Atlántida no estará, ya yo no seré más uno de ellos.”

Así fue que los regentes atlantes se convirtieron en lo que ahora llamamos Trabajadores de la Luz. Durante siglos, ellos fueron perseguidos y oprimidos por la humanidad mientras trataban de conectarla de nuevo con su verdad interna, con la que viene a nosotros a través de la energía femenina.  


- Después de la caída: la maldición atlántica.

La era de la Atlántida dejó una huella definida en la humanidad en relación con cómo debe ser una sociedad: la idea de que hay una cierta clase superior de gente que son privilegiados y una clase de gente sirviente. Durante muchos siglos, la humanidad fue gobernada por la denominada nobleza, gente que creía que sobre la base de su nacimiento, ellos estaban por encima de los demás y tenían derecho a dominarlos. La nobleza surgió del recuerdo que tenía la gente de la Tierra de cómo los atlantes se comportaban hacia ellos. Tan pronto se creaba una nación en algún lugar, surgía inmediatamente una clase aristócrata privilegiada, la memoria inconsciente de la Atlántida era responsable de ello.

Al igual que el caso de los atlantes, en que las mujeres eran iguales a los hombres, a las mujeres se les permitía ser líderes de la clase inferior de la gente de la Tierra. Muchos milenios después, en un momento posterior cuando las mujeres eran consideradas inferiores, este recordatorio atlante, como resultado, permitió que las mujeres pudieran dirigir países siempre que fueran de la nobleza. Por ejemplo, en países como los Países Bajos, se aceptaba como normal tener una reina en un tiempo en que las mujeres todavía no tenían derecho al voto. Se aceptaban las mujeres como líderes siempre que fueran de “sangre azul” – una referencia al origen celestial de los atlantes – que sobre la base de su origen, estaban por encima de la gente ordinaria.  

Después de la caída de la Atlántida, la unidad artificialmente mantenida lograda por la Atlántida también desapareció: surgieron fronteras y naciones. De nuevo la humanidad trató de recrear la Atlántida desde su energía masculina. Los grandes imperios de la antigüedad: Babilonia, Persia, Asiria, el Imperio Romano, todos fueron intentos de recrear la Atlántida. Y debido a que cada uno de esos países trató nuevamente de ser la Nueva Atlántida, hubo casi siempre guerra continua.

Sin embargo, todos los intentos de unificar a la humanidad a través de la guerra están destinados a fallar. La unidad solamente puede surgir cuando viene del interior, no que nadie la imponga desde arriba. Esto es lo que eventualmente entendieron los Atlantes y por tanto ellos se transformaron a sí mismos en Trabajadores de la Luz. La maldición atlante radica en que la humanidad trata de recrear la Atlántida, de nuevo. El deseo de crear un imperio que impone su voluntad, un deseo de vivir en las ciudades magníficas de la antigüedad, la falta de respeto por la naturaleza, el gobierno de las clases superiores, de la gente de “sangre azul”, son todos consecuencias del recuerdo de la Atlántida.  

Ahora, son precisamente los atlantes los que quieren que las cosas sean diferentes, ellos son los Trabajadores de la Luz de hoy. Estas almas recuerdan exactamente cómo, a través del abuso de poder, las cosas fueron mal en el pasado y harán todo lo posible por proteger a la humanidad contra los desastres. Afortunadamente, cada vez más personas comienzan a escuchar.


- El regreso de los trabajadores de la luz

Cuando los viejos atlantes encarnaron como humanos entre la humanidad, realmente aprendieron de primera mano lo que significaba ser humano y solamente entonces se convirtieron en Trabajadores de la Luz, portadores de amor e inspiración. A veces fueron perseguidos violentamente por su papel, pero mientras tanto, plantaron las semillas de amor y esperanza. Los hombres que habían tenido una fuerte conexión con su intuición le dieron a la humanidad un arte hermoso y el progreso científico y social. Y dondequiera en el mundo vivieron mujeres valientes, a veces brujas, que se mantuvieron fieles a sí mismas y se irguieron en su espiritualidad original. Ellas han ayudado a un número increíble de personas y han plantado innumerables semillas de luz en los corazones de la gente. Pero a menudo terminaban quemadas en el intento.  

Un hombre que aprecie lo que hay de original en él, comienza a abrazar de nuevo lo femenino. Una mujer que aprecia lo masculino en ella, conecta a los hombres a su alrededor con la fuente de amor y verdad en ella. Gradualmente la Luz ha incrementado.  

“Ama a tus enemigos”, dijo Jeshua. No quiere decir que el amor trasciende la dualidad. No, el amor trae a la luz el que esa dualidad es ilusión. Es como si ustedes fuesen lámpara en mano buscando la oscuridad, pero donde quiera que llegasen parece que no hay oscuridad, porque después de todo, la luz de su lámpara brilla allí. La oscuridad no existe realmente, es simplemente la ausencia de luz. La dualidad no existe realmente, es solamente falta de amor. Cada vez que nos abrimos unos a otros, descubrimos que esa persona es justo igual a nosotros. La dualidad que pensamos inicialmente era real parece no existir del todo, es una ilusión.  

A pesar de todas las guerras, la humanidad se desarrolló más y encontró tanto el progreso social como el técnico. Hay avances sociales importantes como la abolición de la esclavitud, la emancipación de la mujer, y la eliminación del trabajo infantil. En cuanto a la tecnología, la humanidad ha avanzado tanto que construyó un cohete y fue a la luna. Y una vez que los humanos llegaron a la Luna, miraron a la Tierra y se dieron cuenta que su hogar era más hermoso que antes. Vieron un mundo maravillosamente azul – sin límites – y comprendieron en lo profundo de su corazón que este mundo es un hermoso ser viviente del que tanto abusamos. Ellos trajeron de vuelta hermosas fotos e historias. Ellos compartieron sus experiencias espirituales.  

El viaje a la Luna, un símbolo antiguo de lo femenino, era en un sentido la culminación de la energía masculina. Es como las semillas que brotan de lo masculino. Después que esto ocurre, hay sentimientos de gentileza y ternura y paz, a la femenina se le ha devuelto su espacio.


- La humanidad totalizándose a sí misma

Durante los años sesenta, tuvo lugar un gran proceso de sanación. Los hombres comenzaron a llevar su pelo largo, una señal de recuperación de la conexión con su femenina interna. Desde todas partes la humanidad tuvo ayuda para superar la dualidad y volverse consciente de la interconexión de la vida. La ciencia desarrolló la hipótesis de Gaia mediante James Lovelock: la idea de que la Tierra es un organismo viviente. Esta fue una ruptura radical con la teoría “masculina” de la evolución que plantea que la Tierra está compuesta por una multitud de organismos que luchan entre sí. La teoría de Gaia es parte de una teoría mucho mayor, a saber, que el universo infinito es un único todo viviente: todos somos uno.

Volverse totales también significa unificación. Y de hecho la humanidad está descubriendo su unidad y conectividad interna. La gente viaja cada vez más, y hay encuentros amistosos entre gentes de diferentes culturas. Gracias al surgimiento del inglés, como lengua unificadora y de la Internet, puedo ahora por primera vez en la historia de la humanidad, comunicarme con casi todo el mundo. Estamos cada vez más comenzando a abrazar los mismos valores en la Tierra: la Declaración Universal de Derechos Humanos.

La integración también significa que comprendemos que somos uno. No somos una mujer y un hombre, somos seres humanos. Tanto el masculino como el femenino están en nosotros. Sentir y abrazar eso nos hace totales, nos hace erguirnos en la Tierra como una luz brillante. Entonces habrá paz, una paz interior que se refleja en armonía con nuestros semejantes, con la Tierra y con el propio universo.  




Traducción: Fara González
Gerrit Gielen -www.jeshua.net
Sitio en español: www.jeshua.net/esp