martes, 28 de abril de 2015

LA NUEVA TIERRA

La Tierra está pasando por periodos muy difíciles, cargando de aflicciones los corazones humanos, pero recordemos el sabio dicho popular: “La hora más oscura de la noche es aquella que antecede al amanecer”.

Estamos en  esa hora oscura de la noche planetaria, pero si tenemos fe y confiamos en la justicia y bondad del Padre Celestial, podemos comenzar a entrever las claridades de la aurora... Aurora de un nuevo día para nuestra humanidad.

La Tierra está para cambiar de grado; dejara de ser un mundo de expiación para ser de regeneración. ¿Pero cómo, si los que mandan, dominan, gobiernan, son en su inmensa mayoría ambiciosos, corruptos, orgullosos e insensibles al sufrimiento del prójimo?

Los malos, ambiciosos y anti fraternos, así como todos esos que hacen de nuestro planeta un verdadero infierno, serán expulsados para mundos inferiores, primitivos.

Esa expulsión deberá ocurrir en el plano espiritual, después que esos opresores vayan muriendo, llegada la hora de cada uno. Y con la Tierra libre, en fin, de esa carga perniciosa, será posible iniciarse la construcción de la nueva civilización, una nueva era para la humanidad.

Por eso, en los momentos de aflicción y da falta de esperanza, cuando vemos la violencia y la injusticia alcanzado a tanta gente inocente, es bueno pensar que todo esto comenzara a cambiar. Sera un cambio lento pero continuado, con lo cual todos podremos colaborar, haciendo nuestra parte.


Recordemos las palabras de Jesús, cuando dijo que los malos serán expulsados para las tinieblas exteriores, en cuanto los buenos heredaran la tierra. Pero, para heredar la tierra de la nueva civilización, tendremos que trabajar para merecerla y ese trabajo comienza por nuestra reforma interior, por el despertar de las cualidades divinas que duermen en el interior de nuestra alma.

lunes, 27 de abril de 2015

GUERREROS DE LA LUZ

Tú que naciste, un dia cualquiera, de un año cualquiera, a una hora imprevista del dia y que cuando comenzabas a entender el vocabulario humano te preguntabas: que están diciendo, esto debe ser un sueño…no comprendo esas normas y para qué y por qué….Tú que ibas creciendo y apagando tú bendita Luz, habiendo cambiado tus bellos sentimientos por pensamientos de celos, competencia, odios, recores y dolor y los trasformabas cual alquimista en tú taller mental por emociones desatadas….Tú que un dia dijiste: basta ya!!!…esto no era asi!!…esto no puede continuar por éste camino…debe haber algo más…e iniciaste una búsqueda interna para saber, para recordar quién eras en realidad…tú, amigo tú: eres un Guerrero de la Luz.-

Bendito seas si hasta aqui ya te has reconocido como tal; simulando la Saga de La Guerra de las Galaxias somos los Jedais seleccionados amorosa y delicadamente por Dios para devolver al Mundo su Esencia: Paz Amor y Libertad.-

Un Guerrero tarda años en auto-reconocerse, pero su implacable deseos de saber, conocer, ir y venir, sus etapas de logros y triunfos, asi como las que son desafiantes y de gran dolor, esa montaña rusa por la que todo Guerrero pasa, le hacen plantearse…quién es?…què hace él aquí? y al final ve que aunque pierda batallas siempre gana las Guerras de la Vida….esa seguridad, le dicta su corazòn, es la propia de un Luchador…de un Guerrero Divino.-

Nada ni nadie puede inteferir en sus avances y cuando lo hace lo rechaza, ya que quién le fué útil para tomar fuerzas, ahora entorpece su camino de Luz.-

Como cada Trabajador de la Luz, el entrar en éste sendero luminoso, es ir hacia delante porque cualquier retroceso hacia atrás lo empujará al abismo de sus propias experiencias; no hay regreso para el Guerrero sólo existe el caminar de frente; las etapas de descanso que se toma entre contienda y contienda de la Vida forman parte de su aprendizaje.-

La vida de un Guerrero una vez reconocida como tal, oscila entre grandes emociones y pasiones en contrapartida con momentos de baja estima, tristeza y añoranza, pero esa fuerza de la que fué dotado antes de encarnarse, le hace, recuperarse y trasmutar las bajas vibraciones por las que transitará.-
Los Guerreros se reconocen entre ellos y comparten batallas vividas, pero las comentan desde una perspectiva no-egòtica, sino como una experiencia que habia de ser vivida para avanzar un paso más hacia la Luz.-

El Guerrero gusta tanto de vivir sólo como de compartir, en etapas de su existencia, con otros…forman familias y tienen sus propios hijos, pero si en esa Unidad la Libertad de Ser y Hacer queda supeditada a los gustos de otros…el Guerrero toma la puerta con agradecimiento y retoma su soledad; para ellos la Libertad es su máxima contienda, libertad de ser, libertad de expresar de hacer, de manifestar, de solucionar desde el Amor la Serenidad y el Diálogo..porque aunque Guerreros nacieron sus armas están hechas de Luz…De la mentira rehusan luchar, convencidos de que la Verdad siempre triunfa…son criticados por los no guerreros como si fuesen marionetas a las expensas de manipuladores, pocas veces batallan contra la mentira, chantaje o coacciòn, pero si han de hacerlo lo hacen en última estancia, cuando sus recursos luminosos no han sido suficientes y aún asi lo hacen con tal esmero, educaciòn, firmeza y finura que se verifica la gran Verdad por la que llevasen años peleando desde la Luz….

Ellos pierden batallas, algunas, conforme el Guerrero avanza en su desarrollo de Conciencia las va ganando todas, pero lo cierto como Verdad Absoluta es que las Guerras siempre las tienen ganadas…antes de iniciarse la contienda…en verdad ellos lo saben pero el tiempo entre batalla y batalla les da tal fortaleza, sabiduria e ingenio…que las aceptan còmo parte del proceso de su constante Aprendizaje Luminoso.-

Son carismáticos, rien, cantan, danzan, porque su Alma precisa alegria para vibrar alto; otros son serios, reservados, casi solitarios y de pocas palabras…pero su fin es común y cruzan sus energias para avanzar y crecer dia a dia en la Evoluciòn hacia la Luz.-

Es el prototipo de Ser que lleva una vida de luchas de toda índole de las que sale victorioso de todas…la gente suele usar el comentario:

” Esa persona se ha venido abajo muchas veces, pero siempre sale de todas airoso”….esos son los Guerreros-as de la Luz, designadas desde la Gran Fuente TodoPoderosa para ascender con sus proezas a la Luz y enseñar a otros no-guerreros a entender como funciona la Vida, para que estamos aqui e iluminar con su presencia los lugares más oscuros del Planeta…desde su propio hogar, su trabajo, su familia, amigos…entorno social expuestos a ser tachados de “raros” titulo que ignoran y que saben los denomina el séctor de los no iluminados.-

Cada dia son más los llamados a batallar por la Luz de nuestro Planeta y muchos no entienden, no comprenden que sus experiencias están ahí para vencer las sombras de los Maestros que encarnaron en forma de personas cotidianas para enseñarles a cortar de raiz cualquier ápice de penumbra del Planeta.-

Algunos lo acaban entendiendo, sintiéndolo y aceptándolo; otros ni entienden ni desean entender el llamado de la Fuente y se quedan colgados còmodamente en sus Egos..hasta que vuelven a ser reclutados y còmo fuese el caso de muchos y en su libre albedrio, seguir dormidos y no despertar, en los tiempos actuales que corren y tal cual todo aviso desde las Alturas es ignorado…estos seres pasarán grandes calamidades de toda indole, laboral, familiar, relaciones, finanzas…porque negar al Padre Universal cumplir nuestro Plan y Contrato Divino, no puede traer sino calamidades…no porque Dios castigue, eso es ridículo, sino porque eludir un compromiso divino antes de encarnar, que fue hecho de forma voluntaria…mueve todas Las Leyes Universales que están para regir y controlar la Tierra, Planetas, el Mundo en general…y no transigen con nada ni con nadie.

Si has sentido ese llamado ahora, hace tiempo, años, cuando eras bebé…estás a tiempo de crear tu gran obra…de manifestar tu cometido de la forma que desees a Dios eso no le corresponde decidir, si bien, te puede guiar y dirigir…en tú camino.

El Guerrero-a gustan de tener parejas afines en su despertar porque les facilita mucho su labor…a ambos…que mejor que tu propia esposa sea una Guerrera de Luz, que además de su proyecto divino, te ama, te comparte, entiende tus momentos de flaqueza y celebra tus victorias…el Guerrero es féliz, tanto como lo es la Guerrera de tener un esposo-a, compañero-a, pareja en general que les cuente sus batallas al llegar al hogar y compartan hijos, siendo el caso, amor paz y libertad.-

El sumo de un Guerrero-a es crear un hogar con una pareja que sea Guerrero-a para la Libertad Mental y del Ser Humano en su sociedad, iluminar parajes sombrios y mejor si son dos y van de la mano.-

EL Guerrero nace y se hace; viene a éste Mundo con un Plan Determinado como guardián y protector de la Luz; como ha de perderse unos años hasta auto-afirmar su condición…debe re-hacerse como lo que es en Verdad…un Samurai de la Luz.-

**Bendiciones Amorosas a Todos los que luchan por su Luz y por Iluminar el Mundo**


Susana Palacios

sábado, 25 de abril de 2015

HABITANTES DEL MUNDO ASTRAL

 Hay espíritus habitando en cada una de las  franjas vibratorias del mundo astral, también han creado a partir de los elementos naturales su propia civilización.
A medida que el espíritu evoluciona, es decir, se va desprendiendo del egoísmo y se vuelve más amoroso, su actuación en el amor le hace aumentar su frecuencia vibratoria, lo cual le permite ascender hacia los planos vibratorios que están de acuerdo con su nuevo nivel evolutivo.

Conforme esta ley de correspondencia vibratoria, los espíritus más avanzados, que tienen naturaleza más sutil, habitan en las regiones vibratorias más sutiles y más alejadas de la superficie terrestre, mientras que a medida que descendemos hacia capas progresivamente más densas, iremos encontrando comunidades de espíritus menos avanzados, cuya naturaleza es más densa.

Como consecuencia de esto, la civilización es más perfecta y avanzada en lo moral y en lo técnico en las capas más sutiles que en las más densas. Aunque se trate de una división puramente arbitraria, podemos agrupar estos distintos niveles vibratorios en astral inferior, medio y superior, según se aumenta en vibración o se disminuye en densidad.

Los espíritus del astral superior tienen ya muy claro cuál es el destino del espíritu y están en fase de evolución consciente. Centran toda su voluntad y esfuerzo en avanzar espiritualmente y en ayudar a avanzar a los espíritus que están menos evolucionados, aunque estos muchas veces no son conscientes de la ayuda que reciben. Y en eso, básicamente, ocupan su tiempo.

En el astral inferior se encuentran los espíritus menos evolucionados espiritualmente, que pueden ser tanto aquellos espíritus todavía jóvenes, en estado primitivo de evolución, como aquellos que a pesar de haber vivido muchas vidas y de haber desarrollado su inteligencia, todavía no han desarrollado sus sentimientos.

En el astral medio encontraremos los espíritus con un grado de avance intermedio. Es ahí donde van a parar la mayoría de espíritus encarnados de la Tierra después de desencarnar, aunque para llegar hasta aquí muchos hayan pasado algunas etapas más o menos prolongadas en el astral inferior, por haber quedado retenidos temporalmente debido a sus acciones contra la ley del amor, realizadas mientras estaban encarnados.

Realmente todos los espíritus que han alcanzado el astral superior estuvieron en el pasado en el astral inferior y pasaron por el astral medio. Y si llegaron hasta ahí fue porque por méritos propios fueron progresando espiritualmente en el amor, aumentando así su nivel vibratorio y haciéndose dignos de habitar las regiones que actualmente ocupan. Y todos los espíritus del astral inferior, cuando evolucionen lo suficiente, habitarán un día en regiones astralinas superiores, porque forma parte del proceso de evolución espiritual. Por tanto, no hay lugares creados expresamente para servir de mazmorras, ni el sufrimiento que puede experimentar un ser por estar en el astral inferior dura eternamente.

No todos los habitantes del astral inferior son necesariamente “malos” ni todos “sufren”. También el término “malo” es inexacto. Sería mejor llamarlos espíritus rezagados, que han avanzado sólo en inteligencia, pero poco en amor.

También habitan el astral inferior espíritus primitivos, en los primeros estadios de evolución espiritual como seres individualizados y con libre albedrío. Estos espíritus primitivos no se encuentran mezclados con los rezagados, sino que, estando en la misma franja, se agrupan según su afinidad vibratoria, viviendo en zonas apartadas los unos de los otros. Pero los espíritus primitivos no son desgraciados por estar en el astral inferior, porque es el hábitat que se adecua a su nivel. Son los espíritus rezagados los que sufren porque, aunque no den amor, sí son más sensibles a percibirlo que los primitivos y sufren al percibir su ausencia. Sufren por vivir en compañía de otros seres tan egoístas como ellos mismos. Sufren porque vislumbran una vida mejor y saben que su penosa situación se debe al mal uso que hicieron de su libre albedrío, por actuar en contra de los demás.

En el Universo hay un lugar para todos los seres, desde los más primitivos hasta los más avanzados y en cada planeta de nivel semejante a la tierra, el astral inferior es el hogar de los seres que todavía están dando los primeros pasos en el aprendizaje de los sentimientos. También hay que tener en cuenta que este no es un lugar específicamente creado para los espíritus que han actuado contra la ley del amor. Y si es tan horrible, es porque ellos mismos han creado las condiciones para que estos lugares que habiten sean asfixiantes, por la vibración conjunta que desprenden de su propia bajeza espiritual.

La entidades que habitan el astral inferior son espíritus poco avanzados en el sentimiento. Y esto puede suceder porque se trate todavía de espíritus jóvenes o, porque a pesar de ser espíritus ya más o menos viejos, han avanzado poco en el desarrollo de los sentimientos. Aunque haya espíritus en el astral inferior que puedan ser muy inteligentes, y hayan utilizado esta inteligencia para perjudicar a otros espíritus, si todavía no han desarrollado sus sentimientos, no son sabios, porque la sabiduría procede del conocimiento del sentimiento, y son desgraciados, porque viven en el egoísmo y desconocen la felicidad. La envidia de no poseer la sabiduría y la felicidad que intuyen que han alcanzado los espíritus que han vencido el egoísmo y conocen el amor les empuja a obstaculizar con todas sus fuerzas el avance espiritual de sus hermanos encarnados, para que tampoco ellos lleguen a disfrutar la felicidad que emana del amor.

Como dice el refrán: “Mal de muchos, consuelo de tontos”. Por ello, se organizan entre ellos con el objetivo de obstaculizar el progreso de los desencarnados y captar adeptos para sus filas. Pero su capacidad de acción sobre los encarnados es bastante limitada, a no ser que los encarnados, por sus propios actos, se dejen influir por ellos.

También su expansión está limitada a las franjas vibratorias más bajas, ya que para alcanzar franjas más altas deberían amar y, puesto que se niegan a hacerlo, se autorecluyen en ese nivel. Luego tienen el problema de estar en constantes luchas entre facciones rivales, porque a consecuencia del egoísmo “todos quieren ser el jefe”. Pero tarde o temprano estos espíritus se cansan de ser “malos”, porque son tremendamente infelices y buscan salir de esta situación. Entonces son rescatados por los espíritus de franjas más elevadas que tienen puestos de socorro en las regiones colindantes a estas regiones inhóspitas.

Los espíritus de los niveles superiores gozan de mayor libertad de movimiento y pueden descender a los niveles inferiores, aunque para ellos resulte tan incómodo como para vosotros lo sería caminar por dentro de un lodazal. Los espíritus de niveles inferiores no pueden ascender a niveles superiores hasta que no logren aumentar su nivel vibratorio, y esto sólo se consigue cuando evolucionan espiritualmente. Por lo tanto, los contactos entre espíritus de diferente nivel siempre se realizan descendiendo el más avanzado a la región del menos avanzado. Los espíritus que habitan en las zonas densas del astral inferior encuentran mayor dificultad para moverse en su entorno, pareciendo casi que viven con las mismas limitaciones que tiene un humano encarnado, ya que la vibración de la “materia astralina” de esa zona es tan baja que se asemeja mucho a la de la materia física. No ocurre así con los espíritus del astral superior, que pueden viajar libremente, aunque para que estos se manifiesten en el astral inferior y puedan ser vistos por sus habitantes deben ajustar su vibración, y esto les resulta tan penoso como lo es para vosotros el respirar en una habitación llena de humo.

Las diversas comunidades del astral están conectadas entre sí y existe un tránsito de espíritus, con la limitación que hemos indicado anteriormente. Es decir, mientras los avanzados pueden moverse libremente por su nivel y los niveles inferiores, los menos avanzados sólo pueden alcanzar niveles superiores aumentando su nivel vibratorio, a través de la evolución espiritual. Las comunidades del astral medio son ayudadas por las comunidades del astral superior, de las que reciben asesoramiento espiritual y técnico para organizar sus comunidades conforme a las leyes espirituales más avanzadas. A su vez, de estas comunidades del astral medio, parten misiones de ayuda a los espíritus del astral inferior que están en condiciones de salir de esa franja vibratoria, por haber tomado conciencia del daño que hicieron, porque han mostrado arrepentimiento y voluntad de mejora, y por haber pedido ayuda sincera para salir de esa situación.


Las comunidades de espíritus más avanzados actúan como una especie de ONGs espirituales, que bajan a ayudar o a rescatar a los espíritus sufrientes en situaciones bastante comprometidas. Con este objetivo crean hospitales, albergues y escuelas en ciertas regiones limítrofes entre el astral inferior y medio, para la atención y reeducación de los espíritus recién rescatados de las franjas vibratorias bajas. En estos lugares pasarán el tiempo necesario para su rehabilitación. Una vez recuperados, muchos de ellos se implican activamente en los mismos trabajos de asistencia y rescate de espíritus sufrientes del astral inferior de los que ellos se beneficiaron, lo cual les hace sentir que son útiles y un poco más felices, porque es la manera que tienen de agradecer lo que se hizo por ellos, y porque desean ayudar de corazón a sus hermanos, pues comprenden perfectamente lo que están pasando, ya que ellos lo sufrieron recientemente en sus propias carnes. Así también se ayudan a sí mismos, elevando su patrón vibratorio con los actos de amor que realizan por los demás. Una vez recuperen el nivel vibratorio adecuado, y si ellos así lo desean, pueden volver a sus hogares espirituales.

jueves, 23 de abril de 2015

PLANO ASTRAL

El mundo espiritual es el plano de donde surge todo lo demás y es indestructible, mientras que el mundo astral es la manifestación del mundo espiritual en el plano energético. O sea, que se trata ya de una forma muy condensada de la esencia vital,  aunque no tanto como el mundo material.

El mundo astral es mutable y está sometido a procesos periódicos de generación y degeneración.

Cada planeta físico esta ligado con su correspondiente planeta energético o astral, que está superpuesto a él, pero que es mucho más extenso en tamaño que el planeta físico, aunque mucho más sutil en su naturaleza. Digamos que si el planeta físico es del tamaño de un grano de café, el del planeta astral podría ser equivalente al tamaño de un balón de fútbol, pero de naturaleza energética, de forma que el grano de café quedaría en el centro del balón de fútbol.

El planeta físico no podría existir sin el planeta astral, ya que es este último el que lo vitaliza energéticamente y mantiene su estructura y funcionamiento. Dentro de este mundo astral existen diferentes niveles o capas vibratorias que se diferencian por su densidad, de modo que las capas más densas están más cercanas a la superficie del planeta físico y las más sutiles están progresivamente más alejadas. Cada una de ellas tiene estructura geológica y naturaleza propias. Existen valles, montañas, ríos, flora y fauna, aunque existen diferencias entre ellas, pues la naturaleza es más bella y perfecta en las capas más sutiles que en las más groseras. Podemos decir que la naturaleza en el mundo físico es un reflejo inacabado de la naturaleza astral y que todo lo que existe en el mundo físico ha sido antes ensayado en el mundo astral.

Este globo o planeta astral está lleno de vida, y es el hogar de los espíritus y formas de vida no encarnada ligados al planeta Tierra. Es el origen de la mayoría de los seres que nacen y el destino de los que mueren en vuestro mundo físico.

Cuando el espíritu desencarna vuelve al mundo espiritual, lo que ocurre normalmente es que el espíritu se sitúa en uno de esos niveles vibratorios del planeta astral, el que se corresponde con su nivel energético, que depende a su vez de su nivel espiritual.


miércoles, 22 de abril de 2015

PORQUE SENTIRNOS SOLOS?

Vivimos bajo un plan que engloba a todos los seres de la Creación y a todo lo que existe.

Aunque para cada espíritu existe un plan concreto de evolución,  cada ser de la creación es amado, y está destinado a ser feliz. En ese plan de evolución personal participan multitud de seres en diversos grados de evolución, ayudando a cada espíritu a recorrer ese camino.

Tenemos  una familia espiritual. Todos y cada uno de nosotros recibimos amor de multitud de seres espirituales. Empezando por la mente creadora, y continuando por vuestro guía espiritual, que jamás os abandona y otro buen número de espíritus.

Muchos son amigos, familiares ya fallecidos, de esta y de otras vidas. Además, por si fuera poco, todos y cada uno de vosotros tenéis un alma gemela, vuestra media naranja, un espíritu perfectamente afín a vosotros mismos, el compañero perfecto por el que empezar a sentir lo que es el amor verdadero. Algunos de ellos pueden estar encarnados al mismo tiempo que vosotros y pueden formar parte o no de vuestra familia carnal, o ser simplemente personas amigas.

Con toda esta compañía muchas veces nos sentimos muy solos.

Y es porque vivimos desconectados del mundo espiritual, ignorantes de nuestra conexión con otros seres que nos son afines, tanto con aquellos que están encarnados simultáneamente con nosotros, como con los que nos apoyan desde el mundo espiritual, inconscientes de nuestra misión en la Tierra, tan entretenidos como estamos en ver sólo lo que nuestros sentidos y lo que nuestra mente nos dice, tan ajenos a lo que podemos percibir desde el sentimiento.

Aunque nos sintamos solos en el mundo físico, jamás estamos solos de parte del mundo espiritual. A cada uno le corresponde descubrir esa conexión, descubrir esa sutil puerta tras la cual encontrar nuestra auténtica vida, una puerta que sólo la llave del sentimiento puede abrir.


Pedid sinceramente y se os ayudará a despertar vuestra sensibilidad. Pero tendréis que despojaros de vuestras corazas antiamor para sentirlo. Porque al que quiere estar solo y aislado del mundo, se le respeta su deseo.

martes, 21 de abril de 2015

ENTENDIENDO EL MUNDO ESPIRITUAL

Describir el mundo espiritual en todo su detalle a alguien encarnado que no puede en ese estado apreciarlo en toda su extensión es algo muy difícil.

Es como intentar explicar lo que es el color a un ciego de nacimiento.

 Lo primero, he de decirte que el mundo espiritual no es un lugar difuso o vacío donde no existen formas y donde los espíritus vagan ociosos sin saber adónde ir.

Es un mundo real, palpable, que ha existido y existirá siempre, y que es el auténtico hogar del espíritu, ya que, a diferencia de los mundos físicos, que tienen un principio y un final, nunca puede ser destruido.

Ya si es tan real ¿por qué no podemos verlo?
El hecho de que no sea visible  no significa que no exista.

Cuando estamos  encarnados, nuestras percepciones están limitadas a lo que son capaces de captar nuestros sentidos físicos.  
Por ejemplo, definimos la luz como un conjunto de ondas que vibran en diferentes frecuencias. El espectro de luz visible que podemos ver está limitado a los siete colores del arco iris, aumentando desde el rojo hasta el violeta la frecuencia vibratoria de la luz. Sin embargo, existe luz por encima y por debajo de esa gama de frecuencias que  no podemos ver, pero que igualmente existe y que han sido posible de detectar mediante aparatos. Por encima de la frecuencia del color violeta, está la luz ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma. Por debajo de la frecuencia del rojo, están los rayos infrarrojos, las microondas y las ondas de radio y televisión.

Algo semejante ocurre con la percepción respecto al mundo espiritual. Siguiendo con la analogía de las ondas luminosas, podría decirse que el mundo espiritual se mueve en un rango de frecuencias que vuestros sentidos no pueden captar, y que dentro de ese rango existen frecuencias de mayor y de menor vibración.

La naturaleza de este mundo es complicado de explicar pero a través de  algunas pistas se pueda entender, por  la Física Cuántica, sabéis que la materia no es más que una forma de energía condensada, que los átomos se pueden descomponer en partículas más simples y que de esta descomposición una parte de la materia se transforma en luz.

Por lo tanto, aunque la luz y la materia tienen propiedades tan distintas, hasta el punto de que parecen cosas independientes, la diferencia entre la luz y la materia no es su esencia, sino su estructura y grado de condensación.

Si te cuesta de entender, imaginad lo que ocurre con el agua, que muestra propiedades tan diferentes en estado sólido (hielo), líquido y gaseoso (vapor), aunque su composición sigue siendo siempre la misma, sólo porque varía la movilidad o estado vibracional de sus moléculas.
Estas están más estáticas en el hielo, menos en el agua líquida y todavía menos en el vapor.

Si tomamos este ejemplo como modelo, podemos decir que el universo físico es la forma más condensada que existe de la esencia vital, y en ese estado manifiesta una serie de propiedades y sigue una serie de leyes que la Física intenta conocer.
Pero existen niveles de condensación intermedios entre el universo puramente espiritual y el universo físico, que se pueden agrupar, desde el más sutil hasta el más denso, en espiritual, mental, astral (o energético) y material (o físico), cada uno de ellos con unas propiedades y leyes particulares. Estos mundos no están separados unos de otros, sino que están perfectamente interrelacionados, de modo que no pueden existir las formas más condensadas al margen de las más sutiles.



lunes, 20 de abril de 2015

LA HISTORIA DESCONOCIDA

Canalización de Kryon por Lee Carroll
Estambul, Turquía, sábado 11 de abril de 2015


Saludos, queridos, Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
¿Pueden sentirlo? Un viento nuevo sopla hacia ustedes. Hay aquí una energía nueva; yo sé dónde estoy.  Queridos, esta noche quiero darles un poco más de información respecto a dónde están.  Para nosotros es muy común, al estar en la energía de una cierta cultura, dar información sobre ella.  Lo hemos hecho en muchos lugares. Recientemente lo hicimos en medio de un continente que llaman Australia. Lo hicimos en el sur de Francia, en el Reino Unido, en Bulgaria, en Rusia, y estos son nombres de países que ustedes conocen hoy.  Lo hicimos en Hungría.  Cada vez que les doy un nombre de éstos, ustedes imaginan dónde está. Sin embargo, el dibujo de las fronteras y los nombres de los países son recientes. Ustedes sólo los conocen en el marco de referencia de su propia historia.
Esta noche quiero darles una historia más grande: les quiero contar una historia nunca contada. Muchas veces hemos aludido a ella. No será una canalización larga, pero estará llena de información profunda para ustedes.
Quiero hacerles una pregunta: ¿Quién creen ser? Almas antiguas.  Si han seguido mi información anterior, la belleza de la humanidad es de larga data. A algunos les han dicho que las semillas de la civilización - las semillas, los comienzos - se centrarían en lugares como el valle del Indo, donde se ha encontrado civilización antigua (se ríe); sin embargo eso es sólo la historia de esta fase.
Quiero explicarles algo. La humanidad tuvo cinco inicios y cuatro terminaciones. Cuando digo inicios y terminaciones, quiero decir que una civilización que ustedes llaman humanidad ha surgido y casi desaparecido.  Ahora bien, lo ha hecho cuatro veces.  Ustedes están en el quinto inicio.
El número cinco sólo tiene diez mil años, de modo que cuando celebran lo que creen que es su historia, sólo están viendo desde el comienzo del período cinco.  Tengo razones para contarles esto. Piénsenlo. Cuatro antes que ustedes. Les voy a hacer una pregunta: ¿Quiénes son? ¿Dónde han estado?  ¿Qué han hecho?   
Parece que fue sólo pocos días atrás que mi socio estuvo en lo que llaman el Centro Rojo de Australia, donde celebró a una raza de la humanidad que ha sobrevivido en todas las cinco dispensaciones de la civilización.  Los aborígenes; más de cuarenta mil años. Sin embargo, la historia de ustedes sólo llega a diez mil.  Tengo una pregunta: ¿Dónde estaban ustedes veinte mil años atrás?  ¿Alguna vez lo pensaron? No tienen nada de historia que llegue tan lejos.  Pero sí llegó.  Y lo hizo justo aquí.
Quiero contarles qué pasó con el número uno y el número dos. Nunca encontrarán evidencia de estos dos, sin embargo cada uno de ellos tuvo aproximadamente diez mil años. ¿Dónde estaban ustedes cuando empezaron los aborígenes?  Quiero que piensen en esto, porque ustedes no se iniciaron diez mil años atrás, almas antiguas. ¿Y si les digo que muchos de ustedes estaban en un grupo de civilización y se quedaron aquí? Ahora esto va a complicarse, porque todo lo que conocen hoy son las fronteras y los nombres de países. Si yo les digo "la Gran Persia" ¿qué significaría? ¿Tres países, cuatro países? Tal vez cinco.  Hubo nombres y fronteras diferentes, pero no en los períodos uno y dos. Eran pequeños.
La humanidad se terminaba por diversas razones. Nunca se destruyeron a sí mismos, pero estuvieron cerca. Nunca fue Gaia quien lo hizo; siempre fue la consciencia.  La humanidad tenía que crecer, como crecen los niños; el pensamiento elegante que hoy tienen requirió largo tiempo para desarrollarse. La baja consciencia fue la razón para que terminaran el número uno y el número dos. No podían llevarse bien. Y no había tantos de ustedes.  Pero estuvieron aquí, porque tanto el número uno, como el dos, el tres y el cuatro, todos existieron aquí.
Otra vez: ¿dónde es "aquí"? (se ríe).  Déjenme dibujarles otro mapa: llega mucho más lejos; hasta Croacia, Serbia, a lo que ahora llaman Persia, Turquía, Siria, Irán, piensen en todo eso como uno solo, porque algo pasó en ese lugar durante el período 4.
Es muy difícil que alguna vez encuentren el número 3.  Los humanos no construían estructuras grandes en ese período. He aquí el porqué: no era intuitivo.  Los que los humanos hicieron en los números 1, 2 y 3, fue seguir los instintos de lo que veían alrededor. El reino animal no construía estructuras para vivir en ellas; se trasladaban de un lugar a otro, siguiendo las estaciones, nunca estaban mucho tiempo en un lugar.  Esto siempre conducía a batallas territoriales; pensamiento inmaduro y eventualmente matanzas.  Hubo tres de estos períodos, ¡tres!  Casi treinta mil años.
Para cuando llegaron al número 4, ya eran más elegantes.  Estaban construyendo estructuras, algunas de ellas centralizadas, y empezaron a agruparse en ciudades-estado.  Eso fue hace veinte mil años. Eso fue el número cuatro.  Sin embargo, todo lo que ustedes conocen es éste, el número 5, y están en él.
¿Qué estaba pasando con los aborígenes durante este tiempo? ¡Nada! Permanecían igual. Nada los tocó.  Señalo esto para probar que la humanidad ha estado aquí al menos durante 40.000 años, o más.  En ciertos lugares de este planeta se ha documentado hasta sesenta mil años. Y la historia sólo tiene diez.  ¿Dónde estaban ustedes hace sólo 20.000 años?
Algunos de ustedes son almas antiguas. ¿Qué los ha traído aquí hoy? ¿Será que en algún nivel se acuerdan incluso del número 1? Uno de los nuevos atributos de este planeta es un akash que despierta.  Tal vez recuerdan estar cerca de los nodos de la Tierra, los hogares originales pleyadianos donde empezó la civilización. ¿Y dónde empezó la civilización?  Uno de ellos está aquí cerca.  ¿Dónde estaban ustedes? Me gustaría impresionarlos con algo. Ustedes han sido parte de este rompecabezas de la Tierra durante mucho más tiempo de lo que saben. 
Quiero hablar de la civilización del período número cuatro, porque ustedes están empezando a descubrirla. Queridos, en las regiones que les acabo de nombrar hay mucho para descubrir, que va a ser muy misterioso para ustedes; pero esa no es la gran noticia. Les hemos contado que en la reencarnación hay una tendencia. Ustedes tienden a encarnar en grupos familiares y permanecer en ciertas regiones una y otra vez. La reencarnación ha cambiado en los últimos 30.000 años. Una humanidad más sofisticada empezaría a encarnar en otros lugares, para dar variedad al planeta. Eso recién ocurrió en los últimos 10.000 años. Anteriormente, ustedes se quedaban en la misma familia, una vez y otra y otra.   
Algunos presentes en este salón tienen gran energía chamánica; ustedes no tienen idea de lo que hay bajo sus pies. Capas y capas de civilización. Es interesante. En este momento, políticamente, este es uno de los pocos lugares del planeta donde se puede cavar y encontrar lo que hay abajo (se ríe).  Casi todos los otros países que mencioné están en conflicto o no tienen recursos. O tal vez el sistema de creencias les impide hacer descubrimientos, pero no aquí. Hay cosas que descubrir, queridos, y cuando lo hagan sabrán que su historia no es como creen.  Cuando empiecen a encontrar artefactos de la historia del período 4, ¡van a ser muy diferentes de los de estos últimos diez mil años!
Ahora, ¿cómo les cuento estas cosas sin que les suenen muy extrañas? La humanidad creció como lo hacen los niños, con cambios lentos de consciencia durante miles de años. Les estoy dando información con la que no están de acuerdo los historiadores. Ustedes creen que la naturaleza humana siempre ha sido igual. No. Sólo en los últimos diez mil años la reconocerían de veras.  En el período 4 fue muy diferente. 
Sus archivos están bajo sus pies; hay lugares en los que aún no buscaron, incluso frente a las costas de sus mares.  Revelará quiénes son; va a expandir sus horizontes sobre cuánto han vivido, ¡y hay muy pocos lugares en la Tierra donde puedo estar y decir esto! Ustedes tienen aquí un historia grandiosa, y algunos están por descubrirla.  En su período de vida, la tecnología revelará cosas nunca vistas anteriormente, en lugares que no esperaban revisar o donde no se lo permitían. Lo que encontrarán será un misterio, y los arqueólogos se rascarán las cabezas.  Estatuas de figuras nunca vistas; escritura que no conocen; en las paredes, referencias a los cielos que ustedes creerán que es astrología. No lo es.  ¡Oh, es otra cosa, completamente otra!
La astrología es una de las ciencias más antiguas del planeta, pero no tiene más de 12.000 años; es elegante, es un sistema que tuvo que ser desarrollado por seres humanos elegantes, en el período cinco.  Pero las escrituras en las paredes y las figuras no las reconocerán. Serán un misterio; algunas tendrán cabezas alargadas, y ustedes creerán que son sombreros especiales: no lo son.  Les daré una forma de identificar el número 4.  Está aquí para que lo descubran. Pero es más que eso. Ustedes también estaban. ¿Comprenden lo que les estoy contando? Son antiguos. Esta es la cuna de la humanidad. En las zonas que nombré antes han vivido más civilizaciones que en ningún otro lugar del planeta. Es mucho más profundo que lo que ustedes saben; civilizaciones de las que ustedes no reconocen haber participado.
Ahora bien: les hablé de la rejilla cristalina del planeta: es una rejilla esotérica que recuerda a la humanidad. Es complicado. Imagínenlo así: lo que los humanos hacían y pensaban se recuerda en la rejilla cristalina que cubre el planeta. Cuando más civilizaciones viven en un lugar, más recuerdo existe de lo sucedido allí. ¿Cómo les digo esto?  ¿Tienen alguna idea de cuán viejos son? ¿Tienen alguna idea de la impronta que han dejado aquí durante 30.000 años? Alma antigua, tú anclaste esta tierra. El polvo te pertenece. Has criado una familia tras otra y estado en una batalla tras otra justamente aquí.  No puedo expresarte lo que esto significa. Con la nueva energía estas cosas se están reconociendo y los que han hecho el trabajo de base aquí, que han construido aquí una civilización tras otra, son los que van a despertar y cambiarlo.  Chamanes, ¡son ustedes!  ¿No lo 
En Turquía están soplando vientos que empiezan a cambiar las cosas aquí. ¿Los han sentido?  Algunos de ustedes tienen miedo.  Aquí hay un despertar semejante al de algunos países a su alrededor. El akash despierta. Algunos de ustedes están tan conscientes, pero no saben por qué; y entonces hoy se sientan aquí (se ríe) para que yo pueda decirles por qué.
En Turquía sopla un viento:  en Turquía hay tolerancia; hay un despertar que no esperaban en algunos jóvenes en Turquía. Hay quienes no quieren cambios en Turquía. Hay quienes convocarían a la energía negativa y pelearían para que todo se conserve viejo, que no cambie, para que no haya ninguna clase de energía nueva, pero no tienen ninguna oportunidad.  Porque el despertar de la luz aquí representa a aquellos que tienen 30.000 años de antigüedad. Ustedes son dueños del polvo, de los árboles; los animales los conocen; los sabios los conocen; los guardianes los conocen; ¡los portales multidimensionales que ustedes saben que existen aquí, los conocen!
Y ustedes van a iluminar este lugar. Todas las civilizaciones: ustedes estaban aquí en ellas.  Esto va a demostrarse pronto (se ríe) porque la evidencia ya se empieza a descubrir: historia que nadie conocía, excepto ustedes en su akash.
Lo diré otra vez:  hay muy pocos lugares donde puedo estar y dar este mensaje. Ya era hora de que mi socio me trajera aquí para que ustedes pudieran oír esto.
Alma muy, muy antigua: tienes sabiduría para llevar esta zona a un lugar grandioso. No te impacientes: la consciencia humana se mueve lentamente pero ya lo está haciendo. ¿No has sentido al viento que sopla?  Es refrescante y al mismo tiempo intrigante, pero es nuevo.
No seas uno de los que quieren volver a las viejas costumbres; mira al chamán dentro de ti, al sabio dentro de ti, que sabe por qué viniste. Algunas de las almas más antiguas del planeta están aquí mismo. Aquí. ¿Sabes cómo nos hace sentir eso?  Hemos estado contigo desde el principio. No hay en el planeta muchos lugares como éste. Quiero que esta noche, al irte de aquí, sepas quién eres.
Y así es.

Kryon

LOS CAMBIOS Y EL CAMINO EVOLUTIVO - MAESTRO HILARION

Desde tiempos inmemoriales, cada uno de ustedes han visitado y revisitado su hermoso planeta a través de una sucesión de encarnaciones desde el mundo del espíritu en la forma humana. Sus corazones están entrelazados con el de la Tierra y ustedes tratan de traerle sanidad y restauración a ella de cualquier manera que como individuos pueden, pero lo que pueden no saber o tener en cuenta, es el impacto que sus esfuerzos ejercen en el campo de la conciencia, que es como un entramado gigante, una red y reserva de energía que se ha acumulado a lo largo de las edades, a partir del aporte de cada uno sobre el planeta. Esta es la piscina de energía que se está limpiando en un proceso que ahora impacta a cada uno, pero muy especialmente a aquellos entre ustedes que son sensibles a la energía. Cuando encuentren que las emociones brotan de su interior, tengan en cuenta que es el campo colectivo en el que están inmersos. Envíen amor a la tierra cuando eso ocurra, porque esta actividad ayuda a disipar las viejas energías que ahora están siendo liberadas; y luego desapéguense suavemente de ellas pensando en algo hermoso que la Tierra ofrece para que todos lo disfruten.

La Tierra se está preparando para otro cambio en la medida que la afluencia de las energías cósmicas de los últimos días se afiance. Más eventos milagrosos de la naturaleza se están registrando y compartiendo a través de la red de actividad interconectada, conocida como Internet. Los habitantes de la tierra y los animales también se están abriendo al amor, lo cual es su verdadera naturaleza. Esta conexión está reuniéndolos a todos en el planeta en una armoniosa unidad del ser. Hay una mayor sensación de bienestar que está llenando los espacios de las viejas energías que ahora se han abierto a la luz mayor y liberado. Hay muchos más momentos de alegría, felicidad y un sentido de pertenencia que está echando raíces en la conciencia de la humanidad. Las personas se ayudan unas a otras y están pidiendo ayuda cuando ellas mismas la necesitan. La gente se está permitiendo ser vulnerable con el fin de experimentar la sanación que requiere, sabiendo que cuando muchas personas se unen y concentran sus energías, la curación puede venir rápidamente.

Encontrar el camino a través del laberinto del misterio se está haciendo más fácil, ya que todos están comprometidos en simplificar sus vidas de modo que puedan experimentar una mayor sensación de tranquilidad y armonía y, lo más importante, la sensación de paz interior. Esto ayuda a que el campo general de la conciencia se libere de todo lo que ha estado en discordia y desarmonía, lo que a su vez permite y faculta a todos en el planeta para hacer un cambio en su conciencia y entendimiento a un nivel de funcionamiento más elevado. El amor se está convirtiendo en la tendencia inherente cuando la interacción entre la humanidad se lleva a cabo y también entre la humanidad y los animales y los otros reinos de la naturaleza. Mientras esto ocurre, el reino elemental está facultado para tomar su lugar en el orden Divino y esquema eterno de la vida. Un reino de la Tierra no puede funcionar correctamente sin que los demás lo hagan. Todo está conectado a la red de la vida que se manifiesta a través de cada uno.

Esta verdad será cada vez más evidente mientras los eventos progresan. Cuando cualquier forma viviente experimenta dolor, todo dentro de esa red de la vida también va a experimentar este dolor en un grado u otro, hasta que se haga evidente que para aliviar el sufrimiento en el mundo, debe producirse una forma diferente de interacción entre los habitantes de la Tierra. Aquí es donde la humanidad debe tomar acción y asumir la responsabilidad de cuidar, regir y proteger a todos los habitantes de su planeta. Las voces deben ser elevadas y escuchadas mientras la humanidad se une para generar soluciones ganar-ganar para el mayor bien de todos. Mirar hacia otro lado cuando se ve el sufrimiento de los que les rodean ya no es una opción viable, ya que de hacerse, el sufrimiento de toda la red de la vida continuará. Y si continúa, la progresión y la evolución de su planeta se detendrán en su movimiento hacia adelante.

Cuando todos en el planeta cooperen entre sí con verdadera humildad y buena voluntad pacífica, a continuación, se producirán grandes avances en movimiento evolutivo. La buena noticia es que la mayoría de la humanidad está lista para entrar en profundo empoderamiento como seres espirituales conscientes. Muchos ya no están dispuestos a sentarse en el banquillo y negar lo que ha estado sucediendo desde hace demasiado tiempo. Ellos mirarán directamente las incongruencias dentro de los sistemas que han estado en vigor en todos los ámbitos de la vida sobre su planeta y comenzarán a cambiarlas. Cuando la mayoría de la humanidad tome conciencia de estas personas como los catalizadores para el cambio positivo que ellos son, van a apoyar, endosar y empoderar sus enfoques. Entonces se llevarán a cabo cambios mayores, más que nunca antes y de forma acelerada. ¿Por qué? Debido a que finalmente existe un enfoque unificado que la mayoría de la humanidad acepta como la realidad que desean y entonces se manifiesta fácilmente.

Hasta la próxima semana…

YO SOY HILARION

sábado, 18 de abril de 2015

EMPODERATE

Deja de lado las viejas historias que aún te dices a ti mismo. Puedes escribir una nueva. Escríbelo en tiempo presente y anota tus intenciones actuales para quien te estás convirtiendo en función de cómo te quieres sentir.
Es posible que desees comenzar con las palabras "YO SOY", porque estas palabras empoderan lo que va después de ellas. Deja de lado cualquier palabra como voy a, quiero, deseo, espero y usa palabras como elijo e intenciono... "Yo intenciono ...", "Yo elijo ..."  Puedes reclamar lo que te propones en el presente: "YO SOY Amor ahora." "YO SOY Abundancia ahora. " Puedes soltar los detalles y simplemente surgir desde la esencia del Amor.
Las viejas historias se basan en el pasado. Tu ya no estás allí y continuarlas te retiene en el pasado y entonces lo Nuevo no puede ser creado si todavía estás morando en el pasado de quién, qué, por qué, dónde y cómo.
Las palabras no son sólo palabras, a pesar de que algunos afirman que lo son. Las palabras son energía, como todo lo es. Las palabras crean. Cuando te escuchas a tí mismo o a otra persona, las palabras que se utilizan te dicen todo lo que necesitas saber sobre el lugar donde realmente estás o donde el otro verdaderamente está.
La realidad cambia en base a tu conciencia y todo y todos son un reflejo de ti. Esto se está convirtiendo más y más claro. A medida que cada uno aumenta en Verdad Superior vemos más allá de cualquier velo de ilusión. La intuición es perfeccionada y no hay nada oculto. Ya no puedes ser engañado por más tiempo. La Verdad se revela a través de tu propia percepción e intuición y desde ahí eres capaz de discernir y aumentar tu Poder de Percepción.
 "La verdad os hará libres" nunca ha sido tan potente como lo es ahora y esto va a continuar, porque seguimos aumentando en nuestra Luz y en nuestro Amor. Todo trae una gran expansión de todo en nuestras vidas y esto es porque nuestros Chakras Corazón se han expandido significativamente, trayendo más y más Claridad dentro de nosotros mismos; donde nos escondemos, así como en los demás y donde podrían esconderse. Siendo honestos y auténticos nos expandimos más en la Verdad clara. Y hay una gran Luz que brilla en todo lo que es ilusión y no de Amor. Esto hace que sea más fácil ver lo que no es Amor.
Durante esta expansión continua, ámate a ti mismo con auto-cuidado. Mantén tu propio ritmo. Se gentil; dejar de lado el ajetreo; mira todo con ojos Nuevos. Mira el mensaje debajo incluso de las actividades más mundanas, porque todo está diseñado para mostrarte el camino. Mientras las cosas se liberan, están muy a la vista. Desapégate de juzgar las cosas como buenas o malas; mira a las cosas como realmente son; ve más profundo. Debes saber que la transformación desintegra cosas antes de que una nueva realidad pueda ser creada y manifestada. Y debes saber que si se siente como si estuvieras flotando entre lo viejo y lo Nuevo, eso es perfecto para ti. A medida que continuamos limpiándonos a nosotros mismos, ayudamos a los demás y a la Tierra a hacer lo mismo. La limpieza permite que más Luz y Amor fluyan hacia nosotros, hacia los demás y hacia la Tierra.
Mientras cada uno de nosotros sirve a la Divina Voluntad en cualquier manera en la que seamos guiados a hacerlo, estamos verdaderamente anclando las dimensiones superiores en nosotros y en otros también, independientemente de cómo se vea. Presta atención sólo a tu llamado superior y no a lo que otros están haciendo ni a cómo se ven las cosas del mundo. Sosteniendo la más alta visión de la Nueva Tierra y tendiendo a tu propio Camino es cómo se produce la Ascensión. Somos Uno. Lo que hacemos, pensamos o sentimos afecta a todos los demás; otros pueden intentar hacerte cambiar tu enfoque hacia ellos o hacia los viejos patrones, sin embargo, tienes el Poder para mantener tu enfoque en tu propio Camino Divino.

Mientras te elevas en vibración y conciencia, tus guías pueden cambiar, pues tu atraes a quién y a lo qué eres. Muchos son guiados por el Alma solamente y esto está en realidad siendo guiado por la Fuente; por la Divina Madre de Todos. Donde quiera que estés en tu Ascensión, se agradecido y sabed que eres amado y honrado por quien eres en este mismo momento; sin importar donde eso pueda ser

EVOLUCIÓN Y ETERNIDAD

La felicidad verdadera sólo es posible alcanzar a través de la evolución en el amor. El amor es lo único que puede llenar el vacío del interior.

Estamos aquí, porque hemos  venido a evolucionar.  ¿Evolucionar en qué?
Al proceso de transformación del egoísmo en amor que es la  evolución. Evolucionar significa aprender a amar.

Hablamos de evolución en el amor. Pero no es amor lo que se ve en el mundo. ¿Por qué el sufrimiento? ¿Por qué vivimos en un mundo que tiene tantas contradicciones, desde lo más bello hasta lo más atroz y destructivo? El odio, las guerras, el hambre, la miseria, el sufrimiento. Qué sentido tiene todo esto. ¿Tiene algún sentido, o se lo buscamos pero no lo tiene?

El sentido, evolucionar. Todas esas calamidades  tienen un mismo origen, la ausencia de amor, llamémosla egoísmo. Igual que la suma del egoísmo de cada persona puede hacer del mundo un auténtico infierno, como ocurre en la actualidad, cuando ese egoísmo se transforme en amor, la suma del amor de cada persona transformará el mundo en un paraíso.

En vuestra voluntad está el transformarnos interiormente desde el egoísmo al amor, y si logramos  el cambio interior, entonces el exterior, lo que  nos rodea, el mundo entero, cambiará como lógica consecuencia de ello.

El mundo físico en el que estamos  está ahí para ayudarnos  a experimentar en ese proceso de transformación. Es como la arcilla para el niño que quiere aprender a modelar.

 ¿Evolucionamos para qué, hacia dónde? ¿Qué sentido tiene todo ese esfuerzo si, al fin y al cabo, todo eso se va a terminar con la muerte?

La evolución de cada ser hacia una mayor capacidad de amar, de sentir y de saber, hacia mayores cotas de felicidad, no termina nunca, de lo contrario, no tendría sentido.

Que el ser nunca deja de existir, es decir, es inmortal.

¿Cómo puede ser posible esto  si cada día vemos como mueren miles, millones de seres humanos?
Lo que muere es sólo el vehículo que utiliza el ser para manifestarse en el plano físico, es decir, su cuerpo físico. Su esencia, su conciencia, continúa existiendo.

La muerte no existe, y que lo que se descompone es sólo el vehículo que utiliza el espíritu para manifestarse en el plano físico.

El espíritu es el ser que existe, que vive y siente. En el espíritu es donde reside la voluntad y la conciencia individual, que jamás se destruye. Cada  uno somos espíritu. Todos nosotros, los humanos, somos espíritus, sólo que ligados a un cuerpo material durante algunas temporadas a las que llamaremos encarnaciones. Creemos que somos  nuestro cuerpo físico, pero este es sólo el vestido que necesitáis para poder actuar sobre el mundo material.

 El espíritu, o sea, nosotros, podemos existir de forma independiente del cuerpo, Y es lo que ocurre después de la muerte. El espíritu se separa completamente del cuerpo físico y continúa existiendo, viviendo.


El espíritu es inmortal. Puede evolucionar, cambiar a mejor, o estancarse, pero jamás destruirse

viernes, 17 de abril de 2015

ACERCA DE LA ENVIDIA

¿Saben lo que es la envidia? Empieza cuando todavía son muy pequeños: se sienten envidiosos de un amiguito que tiene mejor apariencia, que posee cosas mejores o una mejor posición social. Sienten celos si otro niño u otra niña les supera en la clase, si tiene padres ricos o si pertenece a una familia más distinguida.

Así, la envidia o los celos empiezan a una edad muy temprana y gradualmente adoptan la forma de la competencia. Ustedes quieren hacer algo que les distinga, obtener mejores notas, ser mejores atletas que algún otro compañero, quieren superar a los demás, brillar más que ellos.

A medida que van creciendo, la envidia se vuelve más y más fuerte. El pobre envidia al rico y el rico envidia al más rico. Está la envidia de aquéllos que han tenido experiencias y quieren tener más experiencias, y la envidia del escritor que quiere escribir mejor todavía. El deseo mismo de ser mejor, de convertirse en algo meritorio, de tener más de esto o de aquello, es afán adquisitivo, es el proceso de acumular, de guardar. Si lo observan, verán que casi todos tenemos el instinto de adquirir, de poseer más y más saris, más ropas, más casas, más propiedades. Y si no es eso, entonces queremos más experiencias, más conocimiento; deseamos sentir que sabemos más que algún otro, que hemos leído mucho más que otro. Queremos estar más cerca que otros de algún funcionario importante con alta posición en el gobierno, o sentir que espiritualmente, internamente, estamos más evolucionados que los demás. Queremos ser conscientes de que somos humildes, virtuosos, de que podemos explicar cosas que otros no pueden.

Así, cuanto más adquirimos, mayor es nuestra desintegración. Cuanto más propiedades, más fama, más experiencia, más conocimiento acumulamos, más rápido es nuestro deterioro. Desde el deseo de ser o de adquirir más, brota la enfermedad universal de los celos, de la envidia. ¿No han observado esto en sí mismos y en las personas adultas que les rodean? ¿No han advertido cómo el maestro desea ser profesor y el profesor desea ser el director? ¿O cómo el propio padre o la madre de ustedes desean más propiedades, mayor reputación?

En la lucha por adquirir nos volvemos crueles. En la adquisición no hay amor. El modo adquisitivo de vida es una batalla constante con nuestro prójimo, con la sociedad, batalla en la que hay un permanente temor; pero justificamos todo esto y aceptamos los celos como inevitables. Pensamos que debemos ser adquisitivos, aunque designemos eso con una palabra que suena mejor: lo llamamos evolución, crecimiento, desarrollo, progreso, y decimos que es algo esencial.

Vean, muy pocos estamos conscientes de esto; no nos damos cuenta de que somos codiciosos, adquisitivos, de que nuestros corazones se hallan devorados por la envidia, de que nuestras mentes se están deteriorando. Y cuando por un instante tomamos conciencia de esto, lo justificamos o decimos meramente que está mal o tratamos de escapar de ello de diversas maneras.

La envidia es una cosa muy difícil de revelar o descubrir en uno mismo, porque la mente es el centro de la envidia, la mente misma es envidiosa. La propia estructura de la mente está edificada sobre la adquisición y la envidia. Si observamos nuestros pensamientos, el modo como pensamos, veremos que lo que llamamos pensar es generalmente un proceso de comparación: "Yo puedo explicarme mejor, tengo un conocimiento mayor, más sabiduría". Pensar en términos del "más" es la operación de la mente adquisitiva, es su modo de existencia. Si ustedes no piensan en términos del "más", encontrarán que es extremadamente difícil pensar en absoluto. La persecución del "más" es el movimiento comparativo del pensar, el cual crea el tiempo: tiempo para llegar a ser, para ser "alguien"; ése es el proceso de la envidia, de la adquisición. Pensando comparativamente, la mente dice: "Soy esto, y algún día seré aquello"; "Soy feo, pero seré hermoso en el futuro". De modo que el afán adquisitivo, la envidia, el pensar comparativo produce descontento, inquietud; y nuestra reacción a eso es decir que debemos estar satisfechos con nuestra suerte, que debemos contentamos con lo que tenemos. Eso es lo que dicen las personas que se encuentran en la parte superior de la escalera. 

jueves, 16 de abril de 2015

SEPTENIOS DE LA VIDA

Rudolf Steiner
La biografía humana desde un punto de vista espiritual.
Una formidable experiencia terrenal del yo humano expresado en septenios.

En una biografía, el desarrollo de los septenios guarda estrecha relación con la transformación de los cuerpos constitutivos del hombre. De esta manera, estas transformaciones darán origen a las sucesivas etapas biográficas o septenios. 
La Antroposofía es una cosmovisión del hombre, la cual nos permite conocer cada uno de los cuerpos que lo conforman. Estos cuerpos son: 

  • Cuerpo físico, es lo que visible y conocido.
  • Cuerpo etérico o vital, impregna el cuerpo físico y le da vida.
  • Cuerpo astral o cuerpo de sensaciones, que permite que el hombre sienta.
  • Yo o individualidad, aquello que nos hace inéditos y distintos a todos.

Sobre estos cuatro cuerpos se desarrollan los septenios o la biografía humana. 

Clasificación de los septenios
Básicamente, podemos hacer una triestructuración: 
Septenios del cuerpo
Del nacimiento hasta los 21 años 
Septenios del alma
Desde los 21 años hasta los 42 años 
Septenios del espíritu
Desde los 42 años hasta los 63 años 

El tiempo, que demoran los miembros esenciales en hacer su metamorfosis, es lo que determina esta clasificación en septenios. Aproximadamente, cada siete años se produce la transformación de cada uno de los cuerpos que componen al hombre. 

Así como los chinos dicen: "Aprender, luchar y ser sabio"; en Antroposofía, se habla de: 
  • maduración física,
  • maduración anímica y
  • maduración espiritual.

Esto quiere decir que se emplean veintiún años en consolidar la estructura del cuerpo físico. 
Los primeros tres septenios se llaman septenios del cuerpo, durante los cuales se producen la mayor cantidad de cambios y dan la fisonomía correspondiente a esta etapa. Desde la perspectiva de la organización del cuerpo, del crecimiento de los órganos, hasta los veintiún años, podemos decir que: 


Primer Septenio 
Desde el nacimiento a 7 años 
Cuerpo Físico
Septenios del Cuerpo
Segundo Septenio 
Desde 7 años hasta 14 años 
Cuerpo Etérico

Tercer Septenio 
Desde 14 años hasta 21 años 
Cuerpo Astral

Alrededor de esta edad, el cuerpo deja ya de crecer y comienza una transformación de lo que llamamos el alma, el mundo interior. A los 21 años, se produce el nacimiento del Yo y el cuerpo astral es donde se expresa el Yo. Un niño recién nacido no tiene conciencia, tiene conciencia cósmica. El Yo no está totalmente presente; a medida que el niño crece, el Yo se acerca cada vez más. 

El septenio central, que transcurre entre los 28 y los 35 años, es el período donde el Yo está más cerca de la organización física, período denominado alma racional. Aquí, el Yo se refleja con mayor fuerza en la personalidad. La persona privilegia el pensamiento y trae, también, el reflejo de la individualidad; puede ser el momento de mayor orgullo, de máxima ambición y soberbia. 

En el septenio de la maduración física, desde el nacimiento a los 21 años, el individuo conoce o empieza a conocer la vida; en el septenio de la maduración anímica, de 21 a 42 años, el individuo acepta la vida y, en el tercer ciclo, el septenio de la maduración espiritual, de 42 a 63 años, recapitula sobre lo vivido. Teóricamente, esto es lo que va sucediendo, cuando no hay alteraciones en los procesos. 

Primer Septenio del Cuerpo (1)
  • Primer septenio, desde el nacimiento hasta los 7 años
Cuando es concebido, el hombre como embrión, aún no está organizado, no está constituido por los cuatro cuerpos. En el seno materno, ya es físicamente visible; esto es posible gracias a la ecografía. La madre aporta vitalidad y, a medida que se alimenta, forma sustancia viviente. Esto es un milagro, nadie puede hacerlo como quiere y, así, decimos que la vida no es nuestra sino que recibimos vida. 

Tanto el embrión como el niño recién nacido no tienen conciencia; el recién nacido no sabe quién es. En el nacimiento, el hombre no sólo es muy parecido a un animalito sino que es mucho más débil que cualesquiera de los animales de la creación. Los estudios nos muestran que, desde el momento del nacimiento hasta la manifestación del Yo, el hombre podría funcionar como un animal porque posee sólo tres cuerpos: cuerpo físico, cuerpo etérico y cuerpo astral. Físicamente, el Yo demora más o menos un año en manifestarse. El hombre sostiene su cabeza a los tres meses; se sienta, a los seis meses; se pone de pie, a los nueve meses y camina, a los doce meses; ésta es la influencia del Yo. Poder caminar significa que la columna vertebral del hombre se yergue como consecuencia de la acción del Yo. Merced a su propio Yo, el hombre puede erguirse y comenzar el trabajo de sostenerse. 

Como hemos visto, los cuerpos constitutivos del ser humano no están totalmente formados ni están todos presentes en el momento de nacimiento. Así, describimos la vida de siete en siete años, ya que éste es el tiempo que necesitan los cuerpos para madurar. Por lo tanto, cada siete años se producen crisis que generan cambios importantes. 

Nuestro primer planteo es determinar qué pasó en los tres primeros septenios y cómo ellos se reflejarán en el resto de nuestras vidas. Las experiencias por las que atraviesa un ser humano en las primeras etapas de su vida se reflejarán en los últimos años de la misma. Lo importante de este planteo es descubrir los procesos de enfermedad o las situaciones problemáticas que surgen, determinar cuáles son sus raíces y tratar de analizar estas cuestiones desde otros puntos de vista, más allá de un enfoque estrictamente psicológico. 

Después de nueve meses de embarazo, el niño no está totalmente formado; son necesarios, aproximadamente, treinta y tres meses para hablar de una evolución mínima completa. En ese tiempo culmina la formación del sistema nervioso. Todo lo que es normal para un niño antes de los dos años resulta patológico en el adulto: sus reflejos, la circulación sanguínea; todo esto necesita una transformación. 

En los primeros siete años, el niño conforma y consolida su cuerpo físico; a partir de ahora, su cuerpo físico está completo. Éste es, además, el septenio durante el cual aparecen las enfermedades infantiles. El niño, al nacer, trae el cuerpo vital de la madre, al cual quemará con las altas temperaturas de las enfermedades infantiles. La fiebre que se manifiesta, en estos primeros años de vida, no tiene nada que ver con la fiebre que se desarrolla en los otros períodos de la vida. 
Las enfermedades infantiles tienen el propósito de que el niño desarrolle su propio cuerpo vital, a partir de los siete años, abandonando el cuerpo vital donado por su madre. Esto es el principio de su proceso de individualización. Por lo tanto, es importante no interrumpir estas enfermedades cuando aparecen. 

Entonces, a los siete años se produce una transformación muy importante: el niño ha completado la formación de sus órganos; la formación de su cuerpo. A partir de ahora, las fuerzas que estaban dedicadas al crecimiento se liberan, transformándose en fuerzas delpensamiento; es decir, las fuerzas vitales que ayudaron al crecimiento formarán la conciencia del niño y, desde este momento, podrá pensar. Por esta razón, es muy importante no interrumpir la evolución física del niño aplicando estas fuerzas del crecimiento al pensar. 

Segundo Septenio del Cuerpo (2)
  • Segundo septenio, desde los 7 a los 14 años
Desde los siete a los catorce años, se desarrolla el septenio del cuerpo vital. Este nuevo nacimiento, invisible para nosotros, está señalado por dos hechos fundamentales: 

Se  completa el proceso de cambio de dientes.
El  sistema nervioso ya está conformado.

A partir de los siete años, el niño está más despierto al mundo, ya ha desarrollado su capacidad de aprendizaje y, así, podrá iniciar su vida escolar. Esto es posible porque las fuerzas formadoras del cuerpo vital o cuerpo etérico se liberan de la tarea de configurar órganos y sistemas, correspondientes al cuerpo físico, y se transforman en fuerzas de pensamiento.

El cuerpo vital es la base del temperamento, razón por la cual el segundo septenio se caracteriza, también, por la manifestación de los temperamentos. Son cuatro los temperamentos, a saber: 

temperamento melancólico, con preponderancia del cuerpo físico, se expresa en el predominio de los órganos de los sentidos, tendiendo a los sabores ácidos
temperamento flemático, con preponderancia del cuerpo etérico, se expresa en el predominio del sistema glandular, tendiendo a los sabores salados
temperamento sanguíneo, con preponderancia del cuerpo astral, se expresa en el predominio del sistema nervioso, tendiendo a los sabores dulces
temperamento colérico, con preponderancia del Yo, se expresa en el predominio del sistema sanguíneo, tendiendo a los sabores amargos.

El temperamento es una cuestión de destino; es decir, el hombre, a lo largo de su biografía, deberá trabajar su temperamento. Cada ser humano tiene, en su interior, los cuatro temperamentos, predominando, en él, uno de ellos. En el suceder de la vida y con el trabajo del Yo, debiera lograrse la armonía de los cuatro temperamentos. 

Durante el desarrollo de este septenio, el niño tiene la posibilidad de adquirir hábitos, no sólo los hábitos de comer, dormir, sino también hábitos de conducta, como: no criticar, respetar a los otros, saber perdonar. Por lo tanto, la labor de los educadores, no sólo la de los maestros sino también la de los padres, adquiere fundamental importancia. 

Tercer Septenio del Cuerpo (3)
  • Tercer septenio, desde los 14 a los 21 años
A los catorce años ha terminado la escolaridad primaria y se prepara para ingresar en uno de los septenios más dramáticos que tendrá que vivir: el tercer septenio, que transcurre entre los catorcey los veintiún años. 

A partir de los catorce años, aparecen las formas corporales características y determinantes de ambos sexos: la menstruación, en las niñas; la aparición del vello; el cambio de voz, en los varones. Algunos hablan de bisexualidad otros de asexualidad; se diría que los sexos se confunden, estableciéndose amistades muy profundas e íntimas entres seres del mismo sexo. Es una etapa durante la cual no hay una clara discriminación sexual. 

En el embrión, hasta los dos meses de gestación, están los esbozos genitales del hombre y de la mujer; luego, uno de los sexos se atrofia, desarrollándose el restante. Por lo tanto, venimos de un mundo espiritual en el cual no hay diferenciación sexual. Lo sexual aparece después, en el plano físico. Las fuerzas espirituales son las que promueven el funcionamiento glandular con la secreción hormonal, determinando que ese ser, que ha encarnado, sea hombre o mujer. Por consiguiente, un ser humano, por el hecho de ser mujer, segregará hormonas femeninas y su condición femenina guarda una estrecha relación con las experiencias a desarrollar en su vida terrenal. El código genético es el resultado del plan que se trae del mundo espiritual, tiene relación con el Yo, con la individualidad, y no con el cuerpo físico. Es el resultado del destino del ser. 

Durante este septenio tan difícil, se desarrolla el cuerpo astral o cuerpo de sensaciones; es decir, el ser humano comienza a tener nuevos sentimiento y sensaciones. Básicamente, comienza el aprendizaje para quererse o para distinguirse a sí mismo. El joven se encuentra inmerso en un mar de sensaciones y, así, frente al mundo, actuará según su gusto o disgusto; es decir, aparecen las polaridades. El joven de esta edad vive el deseo. 

A partir de los veintiún años, esta situación se modifica porque nos acercamos al nacimiento del Yo. 

Primero, según y tercero Septenios del Alma (4,5,6)
  • Desde los 21 hasta los 42 años
A partir de los veintiún años, nos acercamos al nacimiento del Yo. Todo este proceso conduce a separar al joven de la madre. 

A través de las distintas etapas de la vida del niño, la madre lo siente de diferente manera. La madre percibe al niño y ese estar percibiéndolo es una conexión vital. A los siete años, cuando nace el cuerpo vital del niño, la madre va desconectándose un poco del niño, proceso necesario para su desarrollo y crecimiento. A los catorce años, surge el cuerpo anímico del niño y, a partir de este momento, la madre percibe a su hijo de una manera diferente; hasta puede dudar de si ese ser es verdaderamente su hijo. Esta sensación se acrecienta al llegar a los veintiún años, cuando la madre puede sentir que desconoce totalmente al joven que tiene a su lado. Cuando la madre dice conocer mucho a su hijo; en realidad, sólo conoce al embrión de ese ser, conoce los pasos previos necesarios para que ese ser llegue a ser la individualidad que ahora es con sus veintiún años. A partir de este momento, podremos observar quién es en verdad la persona que comienza a manifestarse, un personaje que la madre aún no conoce. Los padres, como constituyentes del medio que rodea al niño, influyen pero no pueden conocer los impulsos que recién aparecen a los veintiún años. Esto es lo nuevo para cada uno de ellos. 

Alrededor de los veintiún años, muchos jóvenes sufren crisis violentas relativas a su propia identidad. Muchos jóvenes sienten que deben liberarse de las imágenes fuertes de su padre o su madre, para lo cual abandonan la casa paterna. 

En este septenio, la mayoría de las personas inicia su carrera profesional, iniciando una etapa de experimentación, una etapa en la cual se adquieren experiencias de vida. Es una etapa de gran creatividad, de una gran satisfacción por vivir y probar todo aquello que fue aprendido, especialmente, en la fase anterior. El joven está ?abierto? hacia su entorno, sus capacidades todavía son ilimitadas y, por lo tanto, todo es posible para él. 

El desafío que debe enfrentar el joven, en esta etapa de su vida, es tratar de alcanzar el equilibrio interno, su seguridad interna, independientemente del medio que lo rodea. 

Estos son los tres septenios centrales de la Biografía Humana, aquellos que corresponden a la conformación del alma. Pueden ser descriptos como los septenios de la vida anímica ya que, desde los veintiún años, el Yo se hace presente plenamente en la vida de nuestras sensaciones. El alma es nuestro mundo interno al cual sólo nosotros tenemos acceso. 

Existen tres niveles en la conformación del alma que llamaremos 
Alma sensible, se desarrolla entre los veintiún y los veintiocho años;
Alma racional, se desarrolla entre los veintiocho y los treinta y cinco años;
Alma consciente, se desarrolla entre los treinta y cinco y los cuarenta y dos años.

Durante el septenio del alma sensible (primer Septenio del alma) (4) el ser humano comenzará a controlar su vida anímica; es el momento del autodominio. Aquellos juicios impregnados de simpatía o antipatía son tomados con mayor seguridad. El Yo aún no se constituyó en el centro del alma, pero el individuo quiere saber cómo son realmente las cosas, quiere aprender a conocer la vida y el mundo. Busca con empeño una posición en la vida, afirmarse en su trabajo o en su profesión, compartir sus días con alguien y, también, formar una familia. El joven percibe en sí una gran creatividad y satisfacción de vivir. 

El septenio del alma racional (segundo Septenio del alma) (5)  es el centro de la biografía y durante el cual el pensar actúa de manera más intensa. Lentamente, el Yo se emancipa del alma, ha disminuido la violencia de los deseos y de los impulsos. Por lo general, el individuo se torna escéptico y le es muy difícil acceder a un pensar que no sea científico ? racional. Modifica su relación con los otros, ya que terminada la juventud la vida se torna más seria. 

Durante el septenio del alma consciente (tercer Septenio del alma) (6) se desarrolla la autoconfianza, lo cual demanda un trabajo de la voluntad. Con este septenio culmina el proceso de maduración del alma humana. A partir de este momento, el individuo siente la exigencia de ser él mismo; no es ya el simple hecho de hacer y lograr lo correcto sino de hacer y lograr aquello que tenga valor. 

En el plano físico suele producirse una disminución de la vitalidad y de la capacidad de trabajo; inconvenientes que pueden superarse con el aumento de la autoexigencia, lo cual tendrá un costo en el futuro. Es una etapa en la cual aparece frecuentemente la sensación de vacío; vacío que predispone al encuentro consigo mismo. Es un período de aceptación de sí mismo y de los otros, constituyendo un verdadero ejercicio para lograr la autoconfianza. 

Primer Septenio del Espíritu (7)
  • Séptimo septenio, desde los 42 años a los 49 años
Este septenio, regido por Marte, es el septenio de la acción. Hemos llegao a los 42 años; comienza el desarrollo del espíritu. El hombre y la mujer se convierten en principiantes o aprendices, comenzando a recorrer el largo camino del despertar espiritual. 

Esta etapa de la vida se caracteriza por la transformación consciente del Cuerpo Astral y no meramente por el hecho de ?haber durado? una cantidad de años a partir del nacimiento físico. 
Hay una gran diferencia entre el esfuerzo consciente individual que cada ser humano realiza, en un lapso aproximado de siete años, en beneficio de la transformación de uno de sus miembros esencialres, y la suposición de que cada siete años ocurren o "deben ocurrir" determinados fenómenos en la vida de un individuo. 

Si el hombre o la mujer, que se aproximan a esta etapa clave para el desarrollo de sus potencialidades espirituales, no hacen esta transformación sufrirán una gran falencia. 
Nos encontramos con que el individuo debe reconocer el comienzo de la declinación físico-biológica, lo cual se puede presentar de distintas maneras: 
Mayor desgaste físico.
Aumento del cansancio frente a los mismos esfuerzos.
Aumento de peso, ya que no es posible controlarlo como ocurría con anterioridad.
Posibilidad de una incipiente caída del cabello.
Notoria disminución de la visión.
Péridida de la memoria.
Decaimiento de las fuerzas vitales.
Desequilibrios hormonales.
Tendencia a la sequedad de la piel; por lo tanto, aparecen las arrugas;
Un elemento infaltable en este período es la sensaión de vacío que acompaña a todas estas manifestaciones físicas y anímicas. Este vacío, que puede ser vivido como soledad, trata de compensarse con gratificaciones buscadas en el mundo exterior (viajes, cambio de automóvil, de casa y, con frecuencia, cambio de pareja).

No obstante el esfuerzo desmedido para sobreponerse a la disminución de las fuerzas vitales, detrás de este proceso de negación siempre está latente la posibilidad de la depresión / cáncer o de la hiperexcitabilidad / infarto, supeditada al destino individual de la persona. Y así, una concepción puramente materialista de la vida tornará al hombre o a la mujer en esclavos de la casualidad, el azar, la buena o la mala suerte. Sin embargo, cualquiera sea el concepto de vida que se tenga, a partir del séptimo septenio el mundo espiritual comenzará a llamar a la puerta y cada vez lo hará con más fuerza. 

Lo descripto hasta aquí, corresponde a costumbres habituales y generales observadas en nuestra sociedad; una sociedad que lucha matenalmente por sobrevivir, muy enejenada de sí misma como para poder percibir el llamado del espíritu. Pero afortunadamente hay, cada vez más, individuos cuyo Ser interior puede escuchar ese llamado. 

El desarrollo social estará directamente relacionado con la elección del camino a seguir: la actitud podrá orientarse hacia fines realmente altruistas o podrá cae en la tentación del uso y del abuso del poder. 

En los tres Septenios del Espíritu -séptimo, octavo y noveno- las tareas y las metas deberán estar comprendidas dentro de una cosmovisión total. Ahora, se generarán la humildad, la aceptación y el amor. Las realizaciones deben ser patrimonio del espíritu y no meramente de la materia. El trabajo individual se halla en el mundo físico, no podría ser de otro modo ya que somos cuerpos físicos; pero la esenciadel acto de trabajar pertenece a un orden de leyes no materiales. En este septenio es imprescindible armonizarse con las leyes cósmicas. 

En este primer septenio de desarrollo espiritual, el alma se pone al servicio del espíritu. El alma es lo que nos conecta la mundo físico para que el espíritu pueda expresarse. A su vez, el espíritu, para poder utilizar el cuerpo necesita necesita sentir y transformar ese cuerpo (el alma) que representa su conexión con el plano físico. Este constituirá el trabajo interior del septenio: la transformación del Cuerpo Astral; es decir, nuestro cuerpo de sensaciones, para permitir el advenimiento del Yo espiritual, el más elevado de nuestros cuerpos suprasensibles. 

Segundo Septenio del Espíritu (8)
  • Octavo septenio, desde los 49 años a los 56 años
En plena crisis de los 50, el hombre y la mujer se acercan a los umbrales de un nuevo proceso. Se trata de un fenómeno sociocultural y familiar muy fuerte que determina, drásticamente, la transferencia a otro grupo social: el de la tercera edad, la edad madura o, peor aún, el de la vejez. 
En la mujer, el hecho biológico dominante está dado por el cese de su período menstrual o menopausia. Por supuesto, este proceso será vivenciado individualmente de manera muy diferente según sea su preparación interior y su disposición anímico-espiritual. En el caso del hombre, un fenómeno biológico parecido se produce merced a los problemas de la próstata, aunque éstos no son inexorables en su aparición ni poseen igual jerarquía sociocultural que la menopausia. 

En la actualidad, se han desarrollado una serie de investigaciones sobre estos temas. Desafortunadamente, gran parte de las conclusiones a las que éstas arribaron desemboca en alguna sustancia química que, al emplearla en el organismo humano, reproduce los efectos producidos por la hormona o el neurotransmisor que ha comenzado a declinar naturalmente. Sin embargo, estas ?soluciones parciales para sentirse mejor? y no brindan ninguna respuesta valedera a los interrogantes básicos del hombre y de la mujer de esta edad. 

El problema del climaterio masculino y femenino no se resuelve en plano químico-biológico, aún cuando algunas modificaciones, en este sentido, otorguen un alivio pasajero a determinados síntomas. Tampoco es una cuestión estrictamente psicológica. Quiere decir, entonces, que se han dado respuestas al cuerpo físico en el terreno de la bioquímica; se ha dado respuesta a una parte del alma en el ámbito de la psicoterapia; pero no hay respuestas para el espíritu en el plano trascendente. Y éste es un trabajo individual, de perseverancia y de elevación de la propia conciencia. 

He aquí, precisamente, lo que se abre para el ser humano tras esta nueva crisis: la época central de los tres Septenios del Espíritu. Lo que antes era una insinuación, en este octavo septenio, es una norma. Aquella vaga necesidad de una respuesta espiritual que empezó a ceñir el alma después de los 40, se transforma ahora en una presión constante sobre nuestras actividades cotidianas. Es el reflejo del segundo septenio (7 a 14 años), cuando se consolidaba el incipiente cuerpo etéreo individual. Así como a los 7 años se producía el nacimiento del cuerpo etéreo del hombre, ahora es necesario prepararse para transformar ese cuerpo etéreo. Sobre la base de aquella estructura, hemos administrado vitalidad al cuerpo físico y hemos adquirido poco a poco los hábitos y las costumbres. Aquí debemos recordar que es mucho más difícil cambiar un hábito o una costumbre -ámbito del cuerpo etéreo- que modificar una cualidad anímica -ámbito del cuerpo astral-. Es más sencillo revertir una tendencia egoísta -cuerpo astral- que el hábito de la crítica -cuerpo etéreo-. 

En este octavo septenio se produce la culminación de la reflexión y del pensar, que ya no están exigidos por la acción como en el período de 42 a 49 años. 

Además este es el septenio del desarrollo moral; una verdadera transformación del cuerpo etéreo trae aparejada una profundización de lo moral. La moral no se fundamenta en sermones, ya que si esto fuera posible no habría inmoralidad sobre la Tierra. Dice Rudolf Steiner: "Saber lo que hay que hacer, lo que es moralmente correcto, es lo que menos importancia tiene en la cuestión moral; lo importante es que existan dentro de nosotros impulsos que, en virtud de su poder interior, de su fuerza interna, se conviertan en actos morales, es decir se proyecten al mundo exterior como realidad moral."

En estos tres últimos septenios, se hace cada vez más evidente la dualidad del ser humano. Puede manifestarse un hombre con predominio de apetencias y necesidades solamente materiales: es el hombre que "duerme" o que, simplemente, "existe" y para quien la vida es una caja de sorpresas, de casualidades ilimitadas, un continuo esquivar de obstáculos o un aprovechar la ausencia de ellos, sin que despierte en él la conciencia del aprendizaje que la vida ofrece. Pero también puede emerger el otro hombre: aquel en el que germinaron las semillas sembradas durante el septenio anterior cuando era un principiante en el camino espiritual y ese proceso lo conduce ahora al despertar de su maestro interior. 

En esta pugna es fundamental el trabajo de autoconocimiento desarrollado por cada uno. Ahora ya no importa lo que el hombre quiera realizar sino lo que los otros necesitan de él. La creatividad se expande con una cosmovisión de la Totalidad. Una nueva filosofía de vida se puede instalar y, también, puede aparecer una nueva concepción del mundo. 

En este septenio hay dos temas centrales: el despertar del maestro interior y la enseñanza; ambos indisolublemente ligados por su esencia. Ese maestro que ha despertado es el arquetipo de lo humano. Maestro es el que puede cambiar a los otros. Su despertar en nosotros hace verdad la promesa tácita de reunificación, de reencuentro con nosotros mismos. Este maestro ya no es el guía sino que es el consejero que da instrucciones para lograr la disciplina interior, a la vez que procura un decidido desarrollo del pensar. Y la consecuencia directa de este despertar permite la posibilidad del enseñar como ideal y de aconsejar con amor. 

Tercer Septenio del Espíritu (9)
  • Noveno septenio, desde los 56 a los 63 años
Estamos ahora en el umbral de una nueva crisis muy especial dado el grado de conciencia que puede alcanzar el hombre a esta edad. La crisis puede manifestarse en el ámbito de lo humano y de lo espiritual. En el primer caso, la crisis se puede producir como corolario de una vida poblada de desaciertos o equivocaciones que no han podido ser reparadas. El ámbito de esta manifestación es el referido a los vínculos; es decir, la sociedad toda en la que se desarrolla cada biografía. Sobrellevar estas situaciones conflictivas suele demandar grandes esfuerzos y, si no se resuelven, una incipiente depresión puede ser la consecuencia. 

La crisis espiritual se produce por una apertura de conciencia, por un despertar del espíritu que llamamos fase mística de la evolución: el individuo siente un llamado imperativo de ciertos impulsos espirituales que no logra concatenar con la vida llevada hasta es presente. Estos impulsos pueden obedecer a ideales tales como la verdad, la fraternidad, la justicia o la libertad. 

A medida que el ser huamno se acerca a las últimas etapas de cada experiencia de vida, las crisis anímicas debieran ser de menor envergadura mientras crecen en importancia las experiencias vinculadas al mundo trascendente o espiritual. Tarea nada fácil y que supone un sabio desapego del mundo exterior y una marcada inmersión en el mundo interior. 

El noveno septenio es el indicado para realizar una síntesis de todo lo vivido; también, es propicio para hacer una síntesis de toda la biografía y aprehender con claridad las tres funciones anímicas: sentir, pensar y actuar. 

La comprensión puede llegar a través de un trabajo consciente o inconsciente. La comprensión inconsciente se puede lograr a través de la propia experiencia vivida y suele ser la más habitual. La comprensiónconsciente, en cambio, exige de la persona una participación activa, una observación atenta del mundo y de sí mismo y una concepción integral del hombre. 
En este noveno septenio es importante que el hombre aprenda a tomar clara conciencia de estas actividades esenciales del alma. 

El pensamiento sirve para captar los conceptos y relacionarlos. Es una actividad subjetiva que tiene por objeto una realidad objetiva. El propio pensar es una actividad espiritual por excelencia por la que el hombre participa de una realidad inmaterial: el mundo de los conceptos. El hombre los capta, no los produce. Cuando se llega a ciertos niveles de interiorización nos damos cuenta de la poca importancia que tiene la necesidad de refutar a nuestro interlocutor con el mezquino deseo de afirmar nuestra personalidad. 

Y así como tratamos de penetrar el mundo espiritual de los conceptos a través del pensar, así debemos conocer qué es el sentir en nosotros. En esta etapa tenemos que tener muy clara la diferencia entre lo que pensamos y lo que sentimos; debemos descubrir cuándo un deseo latente impulsa la construcción de un juicio para justificarlo. A esta edad, tanto los deseos como las pasiones, deben ser metamorfoseadas en sentimientos nobles y elevados. Lo mezquino deberá ser desplazado por sentimientos altruístas (alter = otro). En este septenio es muy importante la luz que emana de un ideal, como la verdad o la libertad, para que el ser humano sea guiado y logre desarrollar a pleno las grandes metas humanas que viven impresas en su espíritu. 

Si el hombre tiene clara conciencia del pensar y del sentir, le resultará más sencillo cómo debe actuar, cómo debe ser usada su voluntad, en este tramo de la biografía signado especialmente por la realización. 

Pero, ¿qué es la voluntad? Es una fuerza que anida en las profundidades inconscientes del alma. Es la fuerza de la acción, es el acto volitivo. 

Podemos identificar a la voluntad a medida que se expresa en los miembros esenciales del ser humano. Su primera expresión la denominamos instinto y opera en el ámbito del Cuerpo Físicohaciéndose cargo de los impulsos vitales (crecimiento, alimentación y reproducción) y, así, fue caracterizada en el primer septenio. Cuando esta fuerza es penetrada por el Cuerpo Etérico, se convierte en apetito o impulso. La acción repetida del impulso genera el hábito. En el segundo septenio, es cuando su acción se manifiesta con claridad; pero es, en el tercer septenio, cuando se hace consciente al establecer contacto con el Cuerpo Astral transformándose en deseo. 

Cuando esta fuerza de lo volitivo entra en el dominio del Yo, se transforma en motivo, ocupando los tres septenios centrales, los septenios del alma. Y, aquí, se establece una clara diferncia con lo animal: tanto el hombre como el animal pueden tener deseos, pero sólo el hombre puede tener motivos. De ahí en más, en los septenios del espíritu, la voluntad adquiere connotaciones elevadas de acuerdo con el nivel que alcance cada uno de los gérmenes superiores del Yo: 
Aspiración, en el nivel del Yo Espiritual (séptimo septenio)
Propósito, en el nivel del Espíritu Vital (octavo septenio)
Resolución, en el nivel del Hombre Espíritu (noveno septenio)

Como corolario de la conciencia de las funciones anímicas a desarrollar, en este septenio, repetimos que la comprensión del pensar, del sentir y del actuar, puede ser fruto de un trabajo inconsciente o consciente. Hacer el trabajo plenamente consciente nos impulsará de lleno a penetrar el conocimiento de los mundo superiores. 

Este septenio está regido por Saturno; lo dominante es la resolución que se expresa a través de la realización. La realización es la fuerza para que el Yo pueda hacer lo que el espíritu quiere en mí; es la realización del acto, la posibilidad de realizar por sí mismo. 

La forma física, que surgía en el primer septenio, es vivida ahora espiritualmente. Las que antes eran fuerzas creadoras, ahora se transforman en fuerzas de la conciencia. Ya hemos dicho que, detrás del aspecto físico visible, conformado por la sustancia, se entretejen las fuerzas espirituales propias de la materia integradas en el Cuerpo Etéreo, en el Cuerpo Astral y en la organización del Yo. Y, así, el cuerpo físico se transforma en un verdadero recéptaculo de fuerzas espirituales. Por supuesto que la percepción de esta metamorfosis de fuerzas dependerá del desarrollo espiritual alcazado por cada persona. 

La presenilidad, posible en este septenio, puede acompañarse con problemas de salud, físicos o psíquicos. Si estos se hacen presentes y el individuo no ha hecho un trabajo de apertura espiritual, es muy fácil que toda su atención se centre en sí mismo, tornándose egoísta, perdiéndose para sí y para el mundo. Este tipo de situaciones inhiben las posibilidades de percepción espiritual y el hombre se encamina hacia un verdadero proceso de deterioro y esclerosis psicofísica. 

La vivencia de la muerte es muy clara, lo cual lleva a una nueva crisis. Aparece otra depresión: la de la vejez. Una adecuada transformación de la fuerzas físicas en fuerzas de la conciencia es una buena prevención para este tipo de depresiones. 

En este noveno septenio, se establece una conexión con el primero; hay una iluminación de la vida infantil y una reconciliación con todas sus manifestaciones. Si el hombre o la mujer del noveno septenio no fueron buenos padres o madres, pueden descubrir ahora, como abuelos o abuelas, las delicias de esta etapa de la vida. 

  • La Vida continúa: ¿ancianidad o vejez?
A partir del noveno septenio (63 años en adelante) comienza una etapa signada por una nueva polaridad: el predominio de las tribulaciones físicas y anímicas donde “todo duele o molesta” o la aparición del sol de la sabiduría donde el agradecimiento a la Vida preside todos nuestros actos.
Es una etapa difícil, pero no imposible, para introducir cambios sustanciales en la propia vida. La muerte del cuerpo físico constituye un hito cercano; se puede optar entre la añoranza de la lozanía perdida ( himno a la decreptitud) o expandir la conciencia más allá del destino final de dicho cuerpo (himno al Amor). De nosotros depende seguir el camino de la ancianidad o la vejez.
El diccionario de la Real Academia presenta a los dos conceptos (ancianidad y vejez) como sinónimos, pero ofrece algunos ejemplos sutiles que llevan a la reflexión.
Lo obvio es, en este caso, también significativo: Anciano (letra A) figura al comienzo y Viejo (letra V) al final.

La palabra “anciano” deriva de “ante”, y ya se utilizaba a mediados del siglo XIII; otros sinónimos que aparecen son “patriarca” y “abuelo”, los cuales transmiten en sí mismos una sensación de ancianidad sabia y respetable.
Por su parte, la palabra “viejo” ostenta también algunos sinónimos tales como “deslucido” y “estropeado por el uso”, que hacen innecesario agregar comentario alguno. Etimológicamente deriva del vocablo “vetus”, y su evolución fue la siguiente:
En el siglo XVII, veterano
En el siglo XIX, veterinario (El significado tenía relación con las “bestias de carga”, es decir, animales viejos, impropios para montar y que necesitan de un veterinario más que los demás).
En el siglo XIX, vetusto (muy viejo)
De tal modo, si aplicamos estas reflexiones a la biografía, debe hacerse una diferenciación sustancial cuando un ser humano deviene viejo ó anciano.
Vamos a desarrollar los dos estados arquetípicos: ancianidad y vejez.
Observando el siguiente cuadro, surge con claridad la diferencia radical entre ambos arquetipos.

En cuanto a la vejez:
· Golpea con fuerza la conciencia de la madurez de quien la observa.
· La decrepitud, el deterioro de la forma y la desconexión con la realidad circundante se presentan ante nosotros como una pésima caricatura de lo que fue.
· El automatismo semiconsciente, el malhumor y un monótono parloteo estimulan la necesidad de ignorar la presencia del “viejo”.
· La debilidad del que grita y golpea se hace realidad ante nosotros.
· El viejo vive sumido en el egoísmo y la desconfianza.
· Tiene muchos miedos, le teme a la muerte.
· No existe la propia responsabilidad, la culpa siempre es ajena.
· Celebra su cumpleaños, o sea la cantidad de años vividos, y no sabe porqué.
· Vegeta, vive biológicamente.
· El destino es un geriátrico, al que le teme.
· La esclerosis de los órganos de los sentidos lo aísla cada vez más del mundo.
· Vive preso del cuerpo y de la vida.
· El espíritu se ha desconectado del cuerpo físico.
- Es su MUERTE.

En cuanto a la ancianidad:
· La imagen del anciano está unida a la sabiduría y el respeto; dos altos valores que hablan de la dignidad humana.
· La sensación de transitoriedad que deja traslucir ahora su vida, le brinda algo positivo: una conciencia cada vez más clara de lo que le pasa, de lo que es eterno. Sabiduría es aquello que surge cuando lo absoluto y lo eterno se manifiestan en la conciencia finita y transitoria arrojando luz sobre la vida.
· Su fortaleza interior le permite callar y escuchar. El anciano aprendió a escuchar y sabe cuándo debe callar.
· Cuando habla, su discurso siempre denota una cosmovisión del mundo.
· La reflexión, la prudencia y la oportunidad son sus características.
· Sabe perdonar y agradecer.
· Asume la responsabilidad de sus propios actos.
· Aprendió a confiar, y no teme que lo engañen.
· No tiene miedos.
· No le teme a la muerte, la aguarda.
· Acepta su destino y no tiene exigencias; podría vivir en un geriátrico pero nadie quiere privarse de su compañía.
· Su cuerpo envejece armónicamente, la esclerosis del cuerpo físico es soportada con nobleza; eso le otorga lozanía.
· Celebra el día de su aniversario (birthday) recordando el momento y la época en que llegó al mundo. Celebra la cualidad que posee dicha fecha en relación con su existencia.
· El espíritu sigue expresándose a través de ese cuerpo físico que envejece, expandiendo la luminosidad del Ser.
· Vive en sí mismo la libertad plena de su alma y de su espíritu.
· Es su RENACIMIENTO.

Características generales
Hemos hablado de la polaridad arquetípica ancianidad- vejez; sabemos que, como en toda división de lo humano en categorías, nadie se encuentra totalmente involucrado en una sola de tales polaridades. Es raro que la realidad individual sea blanca ó negra; en general, es gris claro ó gris oscuro. El proceso siempre es gris y se puede dirigir hacia la luz o hacia la oscuridad.

Por otra parte, lo expuesto, más que una descripción de lo existente es un alerta para quienes nos acercamos a esas etapas. Es ésta una semblanza espiritual de la vida después de los 63 años.

Por entonces deben existir objetivos de vida. El hombre o la mujer de esta edad puede observar que tiene por delante una gracia divina y esto estimulará su reconocimiento y veneración; no porque la vida sea tan bella sino porque puede estructurarla y analizar la existencia pasada evaluando así los distintos aspectos de la misma