miércoles, 8 de abril de 2015

CONTRATOS KARMICOS

Antes de venir al planeta, elegimos tomar un cuerpo físico y seleccionamos voluntariamente las experiencias que estamos dispuestos a experimentar.
Por Marisol Cano Cano

En ese proceso seleccionamos a nuestros padres, hermanos, futuras parejas, matrimonios, amigos, y demás.

Con las personas que nos van a ayudar más eficazmente firmamos un “contrato kármico”. Nos ponemos de acuerdo en lo que cada uno le va a hacer al otro con la intención de enseñar o aprender algo. El proceso de aprendizaje es mutuo y el contrato kármico se firma de común acuerdo. Cuando llegamos a este plano, nos olvidamos de lo firmado y vivimos la experiencia elegida.

Los contratos kármicos son voluntarios e irrevocables; no desaparecen hasta que se cumplen totalmente. Uno los elige con la finalidad de dar un paso adelante muy importante en la evolución personal. Por ejemplo, una mujer puede pedirle a su “futuro esposo” que durante el matrimonio la maltrate; de esta manera, ella reconocerá que tiene muy poco amor propio y deberá aprender a valorarse como mujer. Por otra parte, él acepta que ella le inicie una demanda legal; de esta manera, tendrá que aprender a respetarla y renunciar a su machismo, hostilidad hacía la energía femenina y negatividad.

Cuando hay un contrato kármico, se percibe una sensación de venganza en una o en ambas personas involucradas, de ahí que pocos aprenden a la primera. Si no se aprende a la primera se tendrá otra oportunidad de repetir la experiencia, pues hasta que no se aprende "el contrato Kármico de vida te hará repetir la experiencia hasta que aprendas lo que has venido a aprender". Nos olvidamos de que nosotros mismos hemos elegido vivir la “mala experiencia” para aprender la lección y reparar nuestros errores pasados para limpiar nuestro Karma en vida y por tanto evolucionar espiritualmente para poder seguir con nuestra evolución transcendental.


El principio de causa y efecto dice que existen muchos planos de causación, por tal motivo, a veces es muy difícil entender por qué sucede lo que sucede y nos enredamos en "un drama personal"

No hay comentarios.:

Publicar un comentario