sábado, 28 de julio de 2018

DIOS NO PUEDE SALVARTE.

JESHUA.

Mi AMOR CELESTIAL ILIMITADO me impulsa a volver una y otra vez para escribir a la humanidad, con la intención de que finalmente - cuando, como muchos, estés preparado para recibirlo - poseas el conocimiento que te permitirá trascender tu humanidad y fundirte con la Consciencia  Padre, la verdadera Consciencia Amorosa, en la cual se realizan todas las cosas generosas y preciosas.

 Como he dicho antes y quiero reiterar, mi misión entera en la tierra fue impulsada por el AMOR y fue dirigida SOLAMENTE a la enseñanza de la Verdad de la Existencia, puesto que sin este conocimiento no hay esperanza de redención del duro trabajo que la humanidad ha de soportar.

 Sé que esta afirmación traerá mucho pesar a los seguidores sinceros y dedicados de la religión Cristiana y a aquellos que han centrado su fe por entero en la persona de ‘JESÚS.’ Pero te digo la verdad, para tener éxito en deshacerte de la humanidad que te retiene de la plena comprensión de la VERDAD UNIVERSAL, y la comprensión de la verdadera naturaleza de la condición espiritual/humana que llamé el ‘Reino de Dios’, debes apartarte de los viejos dogmas de ‘salvación por la sangre del cordero,’ la Trinidad, y otras creencias, y venir con la mente perfectamente abierta y receptiva a la VERDAD de la EXISTENCIA.

 Ninguna otra salvación es posible, ‘Dios’ no te puede ‘salvar,’ puesto que, estando ignorante de los hechos de la existencia, el hombre continuará cometiendo los mismos errores terrenales hasta el final de los tiempos, y así creando su propia enfermedad y miseria.

 Lo que es más, sea cual sea la creencia del hombre referente a la ‘salvación de los pecados’ ésta es una falacia humana, puesto que la Ley de Causa y Efecto es imponderable y es una característica natural,  inherente  e intrínseca de la existencia.

 No se pueden divorciar los efectos de la causa, y tampoco se puede borrar la causa y seguir teniendo los efectos. A cada nivel del Ser, ésta es la Verdad.

 Ahora puedes estar lo suficientemente avanzado en tu pensar para poder recibir la siguiente verdad fundamental referente a tu existencia terrenal.

La ley de ‘Causa y Efecto’, ‘Sembrar y Cosechar’, es el efecto visible de lo que llamas ‘electromagnetismo’ y nadie que tenga conocimiento de la ciencia esperaría que ‘Dios’ dejara de lado las leyes del electromagnetismo, las cuales son ‘actividad – adhesión – rechazo.’

 La ‘Actividad – Adhesión – Rechazo,’ o ‘Movimiento – Atracción – Repulsión’ son los IMPULSOS fundamentales de la EXISTENCIA y de la CONSCIENCIA HUMANA misma, los cuales han causado tus formas visibles de vida y son los únicos ‘instrumentos’ o ‘herramientas’ de la creación. Son responsables de la formación de la sustancia o ‘materia’ y también del desarrollo de las formas individualizadas y finalmente de la misma personalidad en todas las entidades vivas.

 Puesto que estas leyes son fundamentales para tu existencia individualizada, es imposible hacerlas a un lado. Por lo tanto, no se pueden ignorar los problemas inherentes a tu existencia individualizada y creer que ‘Dios’ te salvará de ellos. Tu única esperanza de escapatoria final, de bajarte de la rueda de la experiencia humana, es reconocerlos y admitirlos, y luego trabajar, minuto tras minuto, para trascenderlos, y al final fundirte y hacerte ‘uno’, en pureza de mente, corazón y acción, con la Consciencia del Amor Universal, el ‘Padre’,  que hace el TRABAJO AMOROSO.

 Al mismo tiempo, al crecer en el conocimiento de la verdadera NATURALEZA del ‘Padre’ en tu interior y trascendiéndote y en todo tu rededor, llegarás a tener una fe constante a la cual podrás recurrir en todas las circunstancias para sacar la inspiración, el poder y la elevación directamente del ‘Padre’ que está en tu interior y alrededor de ti.

 Llegarás a SABER que realmente es el ‘Padre’ quien te apoya y te guía hacia el Reino de la ‘Consciencia del Padre Amor.’

 Verás claro, de una manera abundante, que mientras el ‘Padre’ es universal, es también individual para ti. Te conoce, es consciente de tu pensar y de tus problemas. Dentro de la ‘Consciencia del Padre Amor’, te están aguardando las soluciones perfectas para ser reconocidas por ti. Cuando las reconozcas, estarás liberado del dolor, cuando seas dócil y estés dispuesto a escuchar.

 Mientras no estés dispuesto a escuchar, nunca recibirás en plenitud la ‘Consciencia del Padre Amor.’
 Te contaré una parábola. “Imagínate a un niño que está gritando y dando patadas porque quiere helado. Todo el tiempo mientras hace este ruido, su padre está esperando pacientemente en la puerta de su habitación para demostrarle que le ha traído helado y fruta.
 Quizás piensas que esta parábola es improbable, sin embargo es verdad. Las madres recordarán las veces cuando los hijos han estado desconsolados por algo, negándose a escuchar lo que la madre tanto quiere decirles, sin embargo la madre tiene la solución esperándoles en cuanto se calman y secan sus lágrimas.”
 Veo el duro trabajo de la gente y su llanto y lágrimas, y mi compasión es sin límites. Estás siendo escuchado pero dentro del contexto de tu consciencia actual, hay poco que yo pueda hacer. No puedo penetrar en las ataduras y cadenas de tus años de pensar y actuar ignorantes.

 Veo el dolor perpetrado en las iglesias, en las celebraciones y los púlpitos por los sermones ignorantes. Veo a las naciones y sus gentes intentando tan fuertemente resolver las dificultades que surgen de los valores, culturas, y creencias religiosas tradicionales. Veo las limitaciones en su vivir diario, la falta de satisfacción de sus necesidades y de sus propósitos, y el sufrimiento que emana de las relaciones de todo tipo.

 La consciencia colectiva que está emanando del mundo es un miasma de temores, resentimientos, enfados, y turbulencia emocional de deseos apasionados, venganza y agotamiento, entretejidos con la compasión, la determinación de elevar la consciencia del mundo, la dedicación a la búsqueda del amor incondicional de aquellos que han recibido inspiración y un grado de iluminación.

 Me acerco a la gente que me llama y trabajo con ellos para aliviar su angustia, pero su esquema mental y sus creencias están tan fuertemente grabadas en sus cerebros, que mi Verdad no puede alcanzarlos para traer nuevo conocimiento a sus mentes. Mucha gente ha oído, aunque brevemente y de manera imperfecta, pero les ha faltado el valor para aceptar nuevas ideas y hablar claro. Además no había sido el momento idóneo para atravesar las barreras de la consciencia humana para enseñarles. Pero ya es el momento. Has entrado en una nueva dispensación de frecuencias vibratorias que te capacitarán para elevarte más fácilmente desde la materialidad de la era previa. Esta afirmación puede sonar extraña, pero hay una reserva de conocimiento referente a las energías que todavía no empiezas a entender. En este momento, no hay mente terrenal capaz de comprenderla. Tan sólo puedes ‘imaginar’ el espectro de energía, lo cual no es la verdad.

  Porque he divergido, debo reiterar: No te puedes escapar de las Leyes fundamentales de la Existencia referente a tu pensar y sentir, sembrar y cosechar,  igual que no te puedes escapar de las leyes del electromagnetismo en tu mundo material, pues el electromagnetismo es el IMPULSO que produce la LEY de sembrar y cosechar, del mismo modo que el electromagnetismo produce la forma dentro del campo fundamental de las partículas de energía.

 Y así, no es posible seguir creyendo en el dogma Cristiano y también intentar seguir nuevas verdades  porque el dogma referente a la ‘Salvación por mi muerte en la cruz, la Trinidad, la Resurrección física de la muerte y el uso del incienso y las formas fijas de oración, son erróneas. El dogma y los adornos sacramentales son lo que podía llamarse pretextos para ganar tu atención y tu lealtad, pero oscurecen la Verdad de mis enseñanzas.

La única manera en que yo podía alcanzar al mundo en este momento presente cuando está en equilibrio para entrar en un nuevo designio divino mental/emocional, era la de usar una mente receptiva, canal, obediente y desprogramada para recibir la instrucción y hacer el trabajo manual por mí. 

miércoles, 25 de julio de 2018

SOMOS UNO CON DIOS.


Es increíble…  es apasionante…  es sublime… incomparable… cuando sientes el poder de Dios… cuando ves como su amor está presente en el mundo y se extiende como el fuego por toda la Tierra. 

Cuanta gente hay que respira su luz y la transmite con su voz, en sus pasos, en su mirada, en su abrazo… en su vida… Es extraordinario como Dios se vale de todo lo más sencillo para florecer en el desierto como un oasis, para brillar como el sol en la oscuridad, para fluir como el río en la sequedad… para tocar el corazón del hombre y transformarlo en fuente de compasión y alegría. 

Y decimos que Dios no existe…  ¿cómo qué no?…  no ves que está por todos lados…  todo es Dios, es su energía, es su creación, todo late a tu alrededor, la vida vibra y no para…  te está gritado, te está empujando a que saltes, a que cantes, a que bailes, a que corras, a que a alcances tus sueños… escúchalo en tu interior…  es El…  en lo más íntimo de ti.  

La fuerza que te impulsa a buscar la mayor de las maravillas, tu felicidad…  lo mejor de ti y para ti… ese es el susurro de Dios… que te recuerda constantemente quién eres… su hijo… un ser divino. 

Cuando descubras que tu felicidad es la felicidad para el mundo… cuando te des cuenta de que el mundo necesita VER a DIOS en ti… no importará nada, no temerás nada, las alas de tu alma se abrirán como las puertas del universo y toda tu vida se transformará en un maravilloso milagro y tú serás un milagro para el mundo. 

Deja que te acaricie su sonrisa, su calor, su brisa… deja que se manifieste en ti… aunque te duela el alma, aunque no comprendas, aunque estés cansado, deja que te inunde su luz, su paz y su amor… no busques argumentos que den respuesta a tu mente, deja que tu corazón lata con fuerza y te haga sentir la verdad más grandiosa, que El está dentro de ti… y solo puedes reconocerlo al sentirlo. 

No hay palabras para describirlo… porque es tu conciencia y tu alma, es tu corazón y tu mente, tu ser se vuelve un TODO, un TODO que te hace sentir el CIELO en la Tierra, el CIELO DENTRO DE TI, CRÉELO. 

Cuando eres consciente de que Él está en ti, de que tú eres parte de Él y te eleva a sentir que eres más allá de lo que crees ser, que eres el templo donde habita Dios, no hay mayor paz ni mayor felicidad. Todo se transforma en un océano de éxtasis donde la iluminación se hace presente, la magia sagrada lo hace todo posible y es entonces cuando experimentas la divinidad. Somos 

Hijos del Universo, somos frutos del Amor, somos fuentes de Luz… Somos la ciudad de Dios… todo lo que es dentro es fuera… si Dios está fuera en toda la expresión de la vida no es sino porque Dios está dentro de todos nosotros. Déjate acariciar por El, permítete sentirlo… El en ti es mucho más grande que tú. 

Natividad Medina de Jesús

lunes, 23 de julio de 2018

VIVIR LA VIDA COMO UN SUEÑO....CONSCIENTE.

Podemos morir plenamente conscientes, pero ¿cómo podemos tener una conciencia plena al nacer?

En realidad la muerte y el nacimiento no son dos sucesos: son dos lados de un mismo fenómeno, como las dos caras de una moneda. Si un hombre tiene en la mano una cara de una moneda, también tendrá automáticamente la otra. No puedo tener en la mano una cara de una moneda y preguntarme dónde puedo encontrar la otra: dispongo de la otra automáticamente.

 La muerte y el nacimiento son dos caras de un mismo fenómeno. Si la muerte se produce en un estado consciente, el nacimiento  tiene lugar inevitablemente en un estado consciente. Si la muerte se produce en un estado inconsciente, el nacimiento se produce también en estado de inconsciencia. Si la persona muere plenamente consciente en el momento de su muerte, también estará llena de conciencia en el momento de su nacimiento siguiente.

 Como todos morimos en estado de inconsciencia y nacemos en estado de inconsciencia, no recordamos nada de nuestras vidas anteriores. Pero el recuerdo de nuestras vidas anteriores siempre queda presente en algún rincón de nuestras mentes, y podemos revivir este recuerdo si lo deseamos.

 No podemos hacer nada directamente en relación con el nacimiento: todo lo que podamos hacer estará relacionado únicamente con la muerte. No podemos hacer nada después de la muerte: todo lo que podamos hacer debemos hacerlo antes de la muerte. La persona que muera en estado inconsciente no podrá hacer nada hasta que vuelva a nacer. No hay remedio: seguirá inconsciente. Así pues, si vosotros habéis muerto en estado inconsciente, tendréis que nacer de nuevo en estado inconsciente. Lo que haya que hacer tendrá que hacerse antes de la muerte, pues disponemos de muchas oportunidades antes de la muerte: la oportunidad de toda una vida. Con esta oportunidad podemos hacer un esfuerzo por despertar. 

Sería, pues, un gran error esperar hasta el momento de la muerte para despertar. No podemos despertar en el momento de la muerte. El viaje hacia el despertar tendrá que empezar mucho antes de la muerte: habrá que prepararse para ella. Si no os preparáis, es seguro que quedaréis inconscientes en la muerte. Aunque este estado inconsciente es bueno para vosotros, en cierto modo, si todavía no estáis preparados para nacer en estado consciente.

  La naturaleza ha procurado bondadosamente que nos quedemos plenamente inconscientes cuando se produce este fenómeno. Es por nuestro propio bien: quizás no fuésemos capaces de soportar tanto dolor. Es posible que el motivo por el que nos quedamos inconscientes es que el dolor de la muerte es insoportable. Nos interesa quedarnos inconscientes; la naturaleza no nos permite recordar el paso por la muerte.

 En todas las vidas repetimos casi los mismos errores que hemos repetido en nuestras vidas anteriores. Si fuésemos capaces de recordar lo que hicimos en las vidas anteriores, quizás no tropezaríamos con las mismas piedras. Y si fuésemos capaces de recordar lo que hicimos en nuestras vidas anteriores, ya no seríamos como somos ahora. Es imposible que siguiésemos siendo los mismos, pues hemos amontonado riquezas una y otra vez y en todas las ocasiones la muerte ha despojado de sentido a esas riquezas. Si fuéramos capaces de recordarlo, quizás no llevaríamos dentro la misma manía por el dinero que hemos llevado hasta ahora. Nos hemos enamorado mil veces, y hemos visto una y otra vez que, a la larga, no tenía sentido. Si fuéramos capaces de recordarlo, desaparecería nuestra manía de enamorarnos y de procurar que se enamoren de nosotros. Hemos sido miles y miles de veces ambiciosos, egoístas; hemos alcanzado el éxito, el alto nivel social, y al final todo ha resultado inútil, todo ha quedado reducido a polvo. Si fuéramos capaces de recordarlo, es posible que nuestra ambición perdiera fuerza, y entonces no seríamos los mismos que somos ahora.
 Como no recordamos nuestras vidas anteriores, seguimos moviéndonos casi por un mismo círculo. El hombre no se da cuenta de que ya ha recorrido el mismo círculo muchas veces ni de que lo está volviendo a recorrer con la misma esperanza que lo ha impulsado antes. Después, la muerte frustra todas las esperanzas y vuelve a comenzar el círculo. El hombre se mueve en círculo, como el buey en una noria.
 Podemos salvarnos de este daño, pero necesitamos un gran nivel de conciencia y debemos experimentar continuamente. No podemos ponernos a esperar la muerte directamente, porque no es posible hacernos conscientes de pronto, en el transcurso de una operación tan importante, de un trauma tan grande. Tendremos que hacer experimentos poco a poco, con desgracias pequeñas, para descubrir cómo podemos ser conscientes mientras las pasamos. Por ejemplo, tenemos un dolor de cabeza. Al mismo tiempo nos volvemos conscientes y empezamos a sentir que tenemos un dolor de cabeza, no que la cabeza tiene un dolor. De modo que tendremos que experimentar con el pequeño dolor de cabeza y tendremos que aprender a sentir que “el dolor está en la cabeza y yo soy consciente de él”. 

Sed conscientes en el dolor que os llegue; sed conscientes en la realidad que os llegue; y, de vez en cuando sed conscientes también en el dolor provocado, porque en él las cosas son un poco diferentes. Nunca podemos identificarnos plenamente con nada que nos provoquemos voluntariamente. El conocimiento mismo de que es algo provocado genera un distanciamiento. El huésped que se presenta en vuestra casa no es de la casa: es un huésped. Del mismo modo, cuando provocamos el sufrimiento como huésped, ya es algo que está distanciado de nosotros.

 Si nos hacemos más y más conscientes cada vez que nos crucemos con la desgracia, haremos acopio de la capacidad suficiente para mantenernos conscientes incluso cuando nos llegue la muerte. En ese momento la naturaleza nos permitirá que permanezcamos despiertos también en la muerte. La naturaleza sabe que si el hombre es capaz de permanecer consciente en el dolor, también puede mantenerse consciente en la muerte. Nadie es capaz de mantenerse consciente en la muerte sin preparación, sin haber vivido una experiencia previa de ese tipo.

  Cuando una persona se prepara plenamente, la muerte se convierte en una experiencia maravillosa. No existe otro fenómeno tan valioso como éste, pues lo que se revela en el momento de la muerte no se puede conocer de ninguna otra manera. Entonces, la muerte parece una amiga, pues sólo cuando acontece la muerte, y no antes, podemos conocer que somos un organismo vivo.

 Recuerda: cuanto más oscura es la noche, más brillan las estrellas. Cuando las nubes son oscuras, el rayo destaca sobre ellas como un hilo de plata. Del mismo modo, el centro mismo de la vida se manifiesta con toda su gloria cuando la muerte en su plenitud nos rodea por todas partes, y no antes. La muerte nos rodea como la oscuridad, y dentro de ella, el centro mismo de la vida,  el alma, brilla con su esplendor pleno; la oscuridad que lo rodea lo hace luminoso. Pero en ese momento nos quedamos inconscientes. En el momento mismo de la muerte, que podía ser de otro modo el momento en que conociésemos nuestro ser, nos quedamos inconscientes. Por eso, tendremos que prepararnos para elevar nuestra conciencia. La meditación es esa preparación.

 La meditación es un experimento sobre el modo en que uno alcanza una muerte gradual, voluntaria. Es un experimento sobre el modo en que uno se traslada a su interior y abandona después el cuerpo. Si una persona practica la meditación a lo largo de la vida, alcanzará la meditación total en el momento de la muerte.

 Cuando se produce la muerte en estado pleno de conciencia, el alma de la persona realiza su nacimiento siguiente en estado pleno de conciencia. Por tanto, el primer día de su nueva vida no es un día de ignorancia, sino de conocimiento pleno. Incluso en el vientre de su madre está plenamente consciente. El que ha muerto en estado de conciencia sólo puede nacer una vez más, porque el que ha conocido lo que es el nacimiento, lo que es la muerte y lo que es la vida, alcanza la liberación.

 Al que ha nacido en estado de conciencia lo hemos llamado avatara, tirthankara, Buda, Jesús, Krishna. Y lo que distingue a éstos del resto de nosotros es la conciencia. Ellos están despiertos y nosotros estamos dormidos. Por haber nacido conscientemente, éste se convierte en su último viaje sobre la tierra. Tienen algo que nosotros no tenemos; tienen algo que ellos procuran incansablemente traernos a nosotros. La diferencia entre los despiertos y nosotros es, sencillamente, la siguiente: su última muerte y el nacimiento posterior tuvo lugar en un estado de conciencia: por eso viven toda su vida en estado de consciencia.

 Recuerda: esto sólo se puede hacer con respecto a la muerte; nada puede hacerse con respecto al nacimiento. Pero cualquier cosa que hagamos con respecto a la muerte afectará también, en consecuencia, a nuestro nacimiento. Nacemos en el mismo estado en que morimos. El que ha despertado elige libremente un vientre. Esto demuestra que nunca elige nada ciega e inconscientemente. Elige a sus padres, del mismo modo que el hombre rico elige la casa donde vive. 
El pobre no puede elegir casa a su gusto. Necesitamos de cierta capacidad para poder elegir. 
Necesitamos de cierta capacidad para comprar una casa. El pobre nunca elige su casa. Podríamos decir; en realidad, que la casa elige al pobre: una casa pobre elige a un inquilino pobre. El millonario decide dónde quiere residir, cómo ha de ser el jardín, dónde han de estar situadas las puertas las ventanas, si la luz del sol ha de entrar por el este o por el oeste, cómo debe estar dispuesta la ventilación, qué amplitud ha de tener la casa... lo decide todo.

 El que ha despertado elige un vientre para sí mismo: ésa es su decisión. Nacen después de considerar todas las posibilidades: cómo será el cuerpo y qué padres lo concebirán; cómo será la energía y qué poder tendrá ésta; de qué facilidades dispondrá. Nacen después de estudiar todo esto. Tienen claro lo que han de elegir, dónde deben ir. Desde el día en que nacen viven la vida que han elegido.
 La alegría de vivir una vida elegida por uno mismo es completamente diferente, pues la libertad comienza por tener una vida elegida por nosotros mismos. No puede haber una alegría del mismo tipo en una vida que se nos entrega, pues entonces se convierte en servidumbre. En estos casos, simplemente somos empujados a la vida, y entonces lo que suceda, sucede: la persona no influye para nada al respecto.

 Si se hace posible tal despertar, entonces se puede hacer, decididamente, esa elección. Si el nacimiento mismo sucede por elección nuestra, entonces podemos vivir el resto de nuestras vidas a nuestra elección. El que muere en estado despierto nace en estado despierto, y entonces vive su vida en estado de liberación.

 La vida está aquí; todavía no ha llegado la muerte, de momento. Ha de llegar con seguridad: nada es más seguro que la muerte. Podemos dudar de otras cosas, pero no cabe duda alguna con respecto a la muerte. Algunas personas dudan de Dios; otras dudan del alma, pero jamás habréis conocido a nadie que dude de la muerte. Es inevitable; ha de venir con toda seguridad; ya está en camino. Se aproxima más y más a cada instante. Podemos aprovechar los momentos que nos quedan antes de la muerte para despertar. La meditación es una técnica que conduce a ese fin. 

sábado, 21 de julio de 2018

ALMAS VIEJAS

El alma vieja es un concepto que se refiere a la quinta etapa de la reencarnación. Cuando se habla de este término se está refiriendo al Alma, de la parte espiritual del hombre y la etapa final del viajero terrenal en la que su energía vuelve al plano astral. Una persona puede saber que se encuentra ante un alma vieja por sus características especiales.
Un hombre joven, o un niño, puede tener un alma vieja.

Características diferenciales
Un alma vieja no tiene un deseo o un apego a las cosas materiales, el alma vieja sabe que estas cosas no tienen ningún valor para el plano cósmico.

El alma vieja ya no trata de enfocar su existencia terrenal alcanzando el éxito tal como lo busca un empresario en el mundo económico, el alma vieja no le interesa la fama por ello los artistas y cantantes son almas juveniles que andan en el mundo intentando sobresalir sobre los demás. El alma vieja prefiere hacer lo que le guste no importa si la sociedad no lo valora, para esta alma si es una satisfacción, esta bien.

El alma vieja siempre ha tenido una madurez mayor que la edad cronológica.

Es el tipo de persona que los demás le cuentan sus problemas y su vida privada aunque acabe de conocerlo.

Un alma vieja disfruta con la soledad, esto le permite el pensar y el reflexionar sobre su vida y el largo camino recorrido, el final para ella está mas cerca que para otros, podrá retornar a la unidad y reencontrarse con el mayor orden de las cosas.

Una característica muy relevante que se puede observar en el alma vieja es el gusto y deseo de transmitir los conocimientos que tienen acumulados en ese camino de las reencarnaciones, varios ejemplos en la historia muestran almas como las del Buda o Jesús quienes trasmitieron grandes conocimientos espirituales. Esto no quiere decir que cada maestro o gurú que enseñe un conocimiento sea un alma vieja, pero un mensaje cargado de profundidad espiritual y amor compartido es bastante seguro que proviene de este tipo de alma.

Un alma vieja para tomar una decisión evalúa cuidadosamente las opciones a considerar, tiene más perspectivas para analizar; lo que hace que se tome más tiempo en llegar a una conclusión y ponerla en práctica.

Un alma vieja se ve a si misma como que no pertenece al mundo terrenal, denigra de tener que dedicarle tiempo a las necesidades humanas como lo son el comer; el hacer sus necesidades fisiológicas los molesta ya que les recuerda que es humanos; no desean dormir porque es perder tiempo e el que se puede reflexionar.

Cuando ella se está relazando una tarea o trabajo no le importa el horario y le infunde un valor espiritual para ella o para los demás, si tiene habilidad para la pintura o la música estos estarán cargados de una energía espiritual para la relajación. La música es utilizada para viajar por los diferentes niveles que el alma va recorriendo en su evolución, las pinturas pueden trasmitir alguna virtud vinculada al plano astral o paisajes místicos.

Un alma vieja se identifica con una época pasada o se siente conectado con un período específico como la era medieval, disfruta de sus gustos por la música, la vestimenta y otros detalles que en realidad son recuerdos de vidas anteriores que lograron marcar de forma profunda al alma.

Un alma vieja se ve a si misma como que no pertenece al mundo terrenal.

Estas características del alma vieja permiten evaluar e identificar a este tipo de alma y se debe aprovechar sus conocimientos para que ayuden a continuar el camino hacia la luz, hay que comenzar a despertar a los jóvenes y niños de la comunidad que tienen un alma vieja, para que inicien  su comino en este mundo terrenal a temprana edad, para que aprovechen desde temprano y puedan desarrollarse más que aquellas que fueron orientadas en la adultez.

AUTOR: Antonio, redactor de la gran familia de hermandadblanca.org

viernes, 20 de julio de 2018

COMO CREAR ABUNDANCIA

Probablemente se habrán preguntado por qué es que en toda la información que leen y encuentros con los sabios, cuyas palabras les guían y les ayudan, hablan tanto de vivir en el presente. Realmente no es que trate de una irresponsable y despreocupada frase de la Nueva Era tipo gancho. Este concepto es para hacerles conscientes del funcionamiento de la transformación y de la manifestación. Nos gustaría reiterar en este momento algunos puntos básicos.

 Ustedes crean la realidad que perciben desde la energía electromagnética a la que llaman pensamiento, creencia y emoción. 

Están formados de energía electromagnética al igual que su cuerpo físico y su ser no físico. También son parte de una consciencia colectiva que tiene unas creencias colectivas sobre lo que es la realidad y lo que deben esperar de ella. Muchas de estas creencias forman parte de ustedes hasta tal punto, que ni siquiera se dan cuenta de que las tienen. La naturaleza de la energía que son atrae energías similares, así que podría decirse que el universo les apoya en un 100% ya que atraen aquello que expresan mediante sus pensamientos, creencias y emociones.

 En cada momento están en un proceso continuo de atraer su realidad percibida y exterior. De esta manera se puede decir que incluso están recreando su cuerpo físico en cada micro segundo. De igual forma crean la enfermedad y la muerte de esta forma. Claro, también crean todo lo maravilloso que hay en su vida. Les daría gran poder el que reconocieran los momentos mágicos de alegría, risas, abundancia y amor como cosas que han creado en algún nivel. Mientras crean que las maravillosas experiencias de su vida son simplemente suerte o que son producto de las acciones de otra persona, entonces estarán negando su propio poder.

 Vamos a ver, cuán a menudo se han fijado en la vida de alguien y se han dicho: “¡Qué suerte tiene!, mira como ha nacido con todo. Mira como no tiene que luchar por nada”. Pues bien, ya desde el nacimiento todos ustedes se han creado a sí mismos en las condiciones que les rodean, ya que desearon tener ciertas experiencias en esta vida. A esto se le podría llamar el Plan Maestro del Juego. Sin embargo bajo estas circunstancias de vida que han elegido, ahora tienen una elección en cada momento presente en el que pueden elegir cómo quieren percibir su vida, cómo la transformarán si así lo desean y cómo recrearán lo que ahora no les gusta.

 Bien volvamos a hablar del momento presente. La razón por la que se les pide que vivan en el ahora es porque ahí reside su poder. Su poder de manifestar y de transformar no puede estar en su pasado, porque entonces ya lo hubieran conseguido. No puede estar en su futuro ya que crean su futuro desde las percepciones, creencias y emociones del “ahora”. Cuanta más atención le dan al ahora y más se enfocan en él, más fácil les resultará identificar y transformar aquellas creencias, hábitos y emociones negativas a cerca quienes creen que son y lo que perciben como la realidad que hace que se mantengan estancados.

 Esta energía electromagnética de la que están hechos tiene una frecuencia vibratoria. De hecho las diferencias que perciben entre ustedes y todo lo que les rodea es simplemente su percepción de las distintas frecuencias vibratorias. Se puede decir que todo en la realidad visible e invisible vibra a una determinada frecuencia y puesto que esta vibración es electromagnética, entonces atrae una frecuencia similar. Esta frecuencia también tiene color y sonido, pero por ahora ese es otro tema.
 Imaginen que las situaciones que desean cambiar de su vida tienen su propia frecuencia. Cada vez que se identifican con esa situación sienten el juicio negativo acerca de algo que perciben como carencia. En otras palabras, al pensar “quisiera tener una pareja”, perciben “no tengo pareja”. “Me gustaría estar bien de salud y estar lleno de vitalidad, perciben “estoy enfermo y frágil”. “Me gustaría más dinero”, esto es “no tengo suficiente dinero”. ¿Ven cuantas veces a lo largo del día se enfocan en la escasez? Esa percepción de carencia lleva su propia frecuencia y el universo la apoya totalmente.

No sólo el pensamiento tiene esta frecuencia. Más poderosa aún es la emoción adherida al pensamiento. ¿Se han dado cuenta cuán fácil es manifestar aquello que no tiene mucha importancia en su vida?, lo hacen sin siquiera pensar en ello. Simplemente se enfocan en lo que desean y ¡presto! ahí aparece. Mucha de la escasez que perciben viene de la visión limitada de su mundo, o de no identificar el regalo que les ofrece el momento presente.

 Para crear sin esfuerzo es de gran ayuda identificar las viejas creencias o ideas que les mantiene estancados en viejas costumbres. El universo tiene problemas con los mensajes mixtos así que apoyará el mensaje que contenga más poder adherido a él. Si desean manifestar más dinero y plenitud, ¿por qué después de todas las afirmaciones y visualizaciones el dinero no fluye hacia ustedes?, la respuesta está en lo que creen sobre del dinero. Más importante aún observen como se enfocan en la escasez del mismo. Mientras están estancados en la consciencia de la pobreza, no estarán en la frecuencia del flujo del dinero.

 Una de las formas más fáciles de estar en la corriente de la abundancia en su vida, en otras palabras en la frecuencia del tener, es viendo en el ahora cuáles son los regalos de abundancia que ustedes son, los abundantes regalos que les rodean y dar fervientemente las gracias por ello. Les sugerimos que todas las mañanas mientras estén bañando su cuerpo a los pies de la corriente de agua o sumergidos en ella, canten una canción al Dios/Diosa de su ser, al Universo que les apoya plenamente.

 Les sugerimos que la canción sea algo como: Gracias por el amor en mi vida. Gracias por el amor que me rodea. Gracias por el milagro de la vida que yo soy y gracias por el milagro de la vida que veo a mí alrededor. Gracias por el regalo de la vida que soy. Gracias por mi cuerpo perfecto, mi salud y vitalidad. Gracias por la abundancia que yo soy. Gracias por las riquezas en mi vida. Gracias por el dinero que fluye hacia mí. Gracias por la emoción y la aventura de millones de posibilidades y probabilidades. Gracias por lo maravilloso y gracias por la alegría. Gracias por la belleza y gracias por la armonía. Gracias por la paz y la tranquilidad. Gracias por la diversión y el juego. ¡Gracias!, ¡gracias!, ¡gracias!

 Pueden incluir en esta canción cualquier cosa que se imaginen. Es apropiado que la canten a cualquier hora del día o de la noche y cuantas veces así lo deseen. Simplemente les sugerimos que lo hagan durante la hora del baño, porque es un momento de su ocupado día en el que están solos. El agua caliente es suavizante y relajante y los cristales del agua tienen la propiedad de ser un gran amplificador. Canten su canción en alto, para que la mayor parte posible de su Ser esté involucrada en ella.

Mientras estén cantando esta canción totalmente implicados en ella, pensando en las maravillas y sintiendo los regalos es entonces cuando se colocan realmente en la frecuencia del Ser, del amor, de la alegría, del poder, de la abundancia y de lo asombroso. A lo largo del día llevarán consigo esta resonancia y estarán en plena abundancia. ¡El universo les apoya!
 Les amo en toda su gran y maravillosa abundancia. Namasté.

Jani King /P'taah

lunes, 16 de julio de 2018

LA LEY DE DIOS

RAMTHA.

Vuestro amado Padre no ha creado ninguna ley, excepto una. Y esa ley es expresar vuestra vida de acuerdo con vuestra soberana voluntad, pues sólo a través del ejercicio de vuestra voluntad, extendéis la conciencia de toda la vida, que es lo que el Padre es. 

Si Dios el Padre fuera una entidad que creara leyes, te hubiera negado a tí y a él mismo  la libertad de expresión que permite a la vida evolucionar y perpetuarse por ella misma. Él se habría convertido en una fuente limitada. ¡En un final! Y no hay final en el siempre jamás.

 Lo que vosotros llamáis la “Ley de Dios”, como está escrita en vuestro Libro de los Libros, vienen a ser muchas leyes, porque cada profeta añadió a la ley. Y de hecho ha sido una afirmación muy poderosa declarar que la “Ley de Dios” dice esto o aquello, o restringe, esto , o debes hacer tal cosa. Y por lo que vosotros llamáis la “Ley de Dios”, la gente ha aprendido a someterse a Dios y a temerle. Los hijos no deben temer a sus padres, deben ser como los padres.

 La Ley de cada Uno es que Dios, la Fuente de toda la vida, permite que todas las cosas se expresen a través de su ser como ellas quieran, como su libertad lo desee. Pues sólo a través de la libertad llegaréis a conocer al Padre y a ser uno con ÉL una vez más. Y cuando retornéis al Padre y él contemple su propio retorno, será verdaderamente un gran día, una gran eternidad, ya que en vuestro regreso a casa venís a ser como Él es; y siendo como Él es, siempre habrá una vida de amor y gozo ilimitados y una eternidad del ser.

 Dios, el Padre ¡No posee leyes! El hombre es el creador de las leyes, no Dios. 

El Padre le ha otorgado al hombre la libre voluntad para ser el soberano dador de leyes en su propio reino para crear desde el pensamiento cualquier creencia, verdad o actitud que se ajuste a su reno de evolución y de entendimiento de toda la vida. El hombre ha usado esa libertad para crear leyes que ha considerado necesarias para poder vivir en sociedad.

Desafortunadamente, la mayoría de las leyes han sido creadas despiadadamente con el propósito de intimidar y esclavizar a la gente. Han sido creadas para limitar la libertad, no para exaltarla. El hombre no puede permitirse vivir en un estado sin leyes, porque él, en el terror de su propio ser, cree que deben de existir leyes para gobernarle. Esto es sólo porque él no entiende la infinitud y la divinidad de sí mismo.

En la constitución cósmica de todo lo que es, no hay tal cosa como la maldad. Aunque se haya escrito que el hombre es perverso en su alma, no lo es; el hombre es divino dentro de su ser. Pues su alma y todo lo que él es, es Dios. Porque si no fuera Dios, entonces ¿de dónde vendría?

 No hay nada que esté fuera de la jurisdicción del Padre, del ser. ¡Nada! Cualquier pensamiento o acto que alguien haya juzgado como perverso, malvado o equivocado, está vivo en conciencia. Y si existe en conciencia, es ciertamente una parte de la Mente de Dios. Y puesto que todas las cosas son parte de Dios, si tú dijeras que cualquier cosa es perversa, estarías diciendo al mismo tiempo que Dios es perverso  ¡Y no lo es! Ni tampoco es bueno, pues para definir los perímetros de lo bueno deberías sopesarlo con el entendimiento que llamáis el mal.

Dios no es ni bueno ni malo, Dios no es algo bueno con más fuerza que algo malo. Ni tampoco es perfección. El Padre simplemente es ...el ser de toda la vida, una “expresión en el ahora” que vive simplemente por el gozo de obtener gozo, para así poder conocerse a sí mismo. Y esa esencia vital no tiene la capacidad de alterarse y abandonar su estado de ser al juzgar a una parte de ella misma como buena o mala, perversa o divina, perfecta o imperfecta.

 ¿Sabes lo que pasaría si Dios pudiera mirar hacia abajo y decir: “esto es perverso”? La totalidad de esa conciencia que está expresando algo que necesita expresar finalizaría y se excluiría de la fuerza vital. Y si eso pasara, entonces la vida y su expansión siempre continua cesarían de existir, ya que la voluntad libre, que permite la creación, dejaría de existir. Pero Dios es totalmente ilimitado, una totalidad individida del ser. Así, Dios no puede mirarse a sí mismo desde una perspectiva limitada. Si pudiera, vosotros ni siquiera estaríais aquí para poder expresar vuestra opción de juzgaros a vosotros mismos y a vuestros hermanos.

 No existen ni el bien ni el mal, mal; sólo es ser. 

En el ser, todas las cosas se miden exclusivamente en términos de culminación, en términos de experiencia emocional que el alma necesita para culminar su sabiduría. Cada cosa que habéis hecho, por hermosa o vil que hayáis determinado que sea, la habéis hecho simplemente por el bien del conocimiento. Al hacerlo fuisteis presionados por vuestra alma y vuestras pasiones para poder aprender. Sólo después de hacerlo os disteis cuenta y descubristeis el valor de esa acción, y así aprendisteis de ella. Eso no es ni perverso ni malvado, eso es lo que cuesta convertirse en Dios.

Es el hombre, y no Dios, quien juzga al hombre. Y el hombre en su creatividad, ha inventado el balance entre lo bueno y lo malo para robar a sus hermanos su libertad de expresión. 

El miedo al castigo por no estar a la altura del dogma religioso, o las leyes de los gobiernos, ha sido la espada que ha dominado y controlado naciones durante años. Y si alguna vez hubo algo, que en vuestros términos llamarías “perverso”, habría sido aquello que quitara a una entidad la libertad de expresar el Dios dentro de él. Y cada vez que esto se le hace a otra persona, también se le hace a uno mismo, y más profundamente. Porque todo juicio o limitación que impongas a otro, se convierte en ley dentro de tu propia conciencia; y mediante esa ley, te juzgarás y limitarás a tí mismo.

El hombre no es perverso en su alma. Y aunque vive creyendo que lo es, en un mayor entendimiento no existe tal cosa como la perversión o la maldad. Sólo existe la plataforma de la vida que le permite al hombre la opción de crear desde su pensamiento cualquier cosa que elija. Esa es la única realidad que existe. Y en esa realidad, Dios permite que la ilusión de la maldad sea creada a través de supersticiones, creencias dogmáticas, y las tan limitadas y encerradas actitudes de la humanidad, y a causa de la continua observación, el juicio y la expectativa de la maldad, ésta existe de hecho en la realidad de aquel que cree en ella, pero sólo en su realidad, puesto que si así lo cree, así será en su reino.

 Las únicas leyes que existen son aquéllas que habéis creado para ser efectivas en vuestra vida.

Si tú eliges creer que hay bondad y maldad, entonces, esa es tu verdad, y no estás equivocado en absoluto. Pero recuerda, esa es tu verdad no la mía ni la de ningún otro. Y, si verdaderamente es tuya, colectivamente te pertenece porque se ha formado en tu opinión. Y mientras tengas esa opinión, siempre será ciertamente, real. Y cuando dejes de creerla, entonces dejará de ser realidad.

 Así de simple es. 


sábado, 14 de julio de 2018

SOMOS SEMBRADORES.

Toda acción es una semilla.

Cada día y a cada instante durante nuestros años de vida, sembramos millones de acciones.

Cada acción sembrada dará una cosecha recogida.

No importa cuando arrojaste la semilla: es sólo cuestión de tiempo y la semilla asomará y dará sus frutos…

Y habrá buena semilla y si no hay conciencia, habrá mala semilla.

Por lo tanto habrá buena cosecha y mala cosecha.

Las semillas del pasado darán sus frutos hoy y mañana. Es imposible detener la ley natural.

Por eso, ahora que estamos hablando concientemente, debemos ver QUÉ SEMBRAREMOS AHORA.

Somos SEMBRADORES. Es inevitable sembrar. Nuestro campo y los campos del prójimo SON EL MISMO CAMPO, sólo que con distintas áreas de cultivo.

Cuando vamos al campo del prójimo y soltamos semillas, así como cuando el prójimo viene a nuestro campo y las suelta, bienaventurados seremos si las semillas soltadas han sido con conciencia.

Pero ay de nosotros cuando echamos semillas sin ver qué soltamos, porque la ley es que florezcan.

Por lo tanto, y como decía el maestro: “Que todas nuestras acciones se encaminen a Dios”. Y como dijimos al principio, toda acción es una semilla.

Si nos toca el tiempo de una cosecha amarga, es porque hemos soltado semilla amarga. Cosechas injustas son por semillas injustas. Y debemos aceptar la buena y mala cosecha, aprendiendo de ella. Ser concientes nos ayuda a separar la semilla.

Pero también semillas de Amor dan cosechas perfumadas de Amor. Bondad, Piedad, Misericordia, Alegría, Aceptación, Perdón, Fe, Discernimiento, son buenas semillas.

Y es bueno ver que, como decía Jesús, se debe esperar a que el trigo y la mala hierba crezcan, para distinguirlas BIEN.

Porque si arrancas todo antes de tiempo, no distinguirás bien el trigo de la cizaña, y matarás a ambos, y no tendrás alimento.

Deja ver lo que florece cuando crece, y una vez que has distinguido el trigo de la cizaña, ahí córtalos, coséchalos, y echa la cizaña al fuego del discernimiento para que se extinga. Y Almacena el buen trigo no sólo para ti sino para los que tienen hambre. Y dalo tal como lo recibiste, sin esperar nada a cambio.


miércoles, 11 de julio de 2018

AMEN SUS VIDAS.

Mensaje de Jesus.


Amados hijos, ya es hora de que cada uno de ustedes se ame a sí mismo en mayor medida y es tiempo de que se enamoren de la Vida, porque hacerlo les permitirá continuar avanzando dentro de esta inmensa aventura que supone sus vidas en la Tierra, de una forma que les hará experimentar una mayor satisfacción, alegría y pasión, además de una ilimitada abundancia.

Todo esto les llegara pronto de forma sencilla, calmada y en perfecta paz. Ya es hora de que permitan la fluidez de la abundancia ilimitada en cada uno de los aspectos que componen sus vidas y para lograrlo, solo tienen que abrir sus corazones y permitirse ser parte del “flujo”.

Jamás he sentido la necesidad de probarme frente a ustedes, aunque he escuchado sus pensamientos y las quejas que tienen acerca de su Dios y/o sus vidas. Es momento de que recuerden una sencilla pero gran verdad: antes de su nacimiento dentro de este mundo, fueron ustedes quienes se ofrecieron como voluntarios para encarnar en la Tierra; dicho de otro  modo, ustedes escogieron estar aquí para experimentar la vida terrestre y fueron ustedes quienes escogieron las experiencias que tienen en esta vida. 

Con esto solo quiero hacerles entender que NADA de lo que han experimentado ha sido por casualidad, es decir, todo aquello que se encuentra actualmente presente dentro de sus vidas, está allí a causa de sus frecuencias, lo que significa que todo se ha generado como consecuencia de la suma de sus pensamientos, sentimientos, palabras y acciones no solo pasadas, sino también presentes.

Todos ustedes orquestaron de manera consciente o inconsciente sus experiencias actuales, invitaron a sus vidas a las personas que se encuentran alrededor, diseñaron desafíos y luego los atrajeron a sus vidas, todo eso como resultado de las fuertes vibraciones que continuamente emiten hacia el Universo, al igual que como consecuencia del Plan Superior que cada uno escogió antes de encarnar en la Tierra. Ya que independientemente del período de tiempo que hayan escogido, experimentar la tercera dimensión dentro de la Tierra, siempre poseerán su libre albedrío para escoger aquello que les gustaría ser, tener y experimentar mientras se encuentran en esta aventura física.

Antes de su nacimiento en este mundo, las almas pasan por un proceso en el que parece que tuvieran que elegir entre utilizar una máscara blanca o una negra, con el propósito de simbolizar los caminos que posiblemente recorrerán luego durante sus vidas como adultos, en el momento en que se encuentran suficientemente viejos como para diferenciar lo que es mejor, al tener la edad suficiente para hacerse responsables no solo de sus acciones, sino también de todo lo que existe dentro de sus vidas. Dicho de otras manera, ustedes tienen la posibilidad de optar por “jugar o interpretar” el rol de un ser que habita en la Oscuridad durante un tiempo más o menos corto, o el rol de un ser que habita en la Luz por un tiempo más extenso.

Ustedes tienen la posibilidad de optar por “jugar o interpretar” el rol de un ser que habita en la Oscuridad.

Cada uno de los “dramas”, tanto a nivel micro como macro, que tienen lugar todos los días dentro de la Tierra (donde se ven inmersas las almas encarnadas que escogieron la Luz y también las que eligieron la Oscuridad), han ocurrido por una razón, ninguno de ellos se ha presentado por casualidad. Cada cosa fue previamente planeada y aceptada por todas las almas que se ven involucradas en dichos dramas o situaciones. Es decir, ningún ser en la Tierra es jamás una víctima; ninguno de ustedes jamás es víctima de las circunstancias, todo es resultado de sus elecciones.
Dicho de una forma distinta, únicamente aquellas almas que escogieron utilizar la máscara blanca durante su encarnación en la Tierra, tienen la oportunidad de mantenerse en este mundo mientras el planeta aumenta su vibración con el fin de volver a su cuerpo superior y más brillante; mientras que el resto de las almas, aquellas que escogieron no levantarse o despertar espiritualmente dentro de este mundo, finalmente decidirán abandonar la Tierra. El libre albedrío que todos ustedes poseen siempre será respetado y apoyado por cada uno de los seres que forman parte de los maestros o seres ascendidos.
 “Yo soy ustedes y ustedes son parte de mí, todos somos uno” esto no se trata únicamente de un cliché, consiste en una enérgica y literal Verdad Superior que destaca como la base de la Vida. Comprendan que no existe ninguna cosa que no sea Dios, cada creación es Dios, incluyendo a cada una de esas almas que decidieron usar la máscara negra en este momento.

Una vez que empiecen a entender verdadera y conscientemente la belleza que se encuentra implícita en la Creación, en la Dualidad y la inmensa importancia que posee la “escuela espiritual” que representa la Tierra, lograran comprender que realmente han tenido un gran progreso en su evolución espiritual.

Aquellos de ustedes que se encuentren dentro de los seres capaces de aceptar, valorar y agradecer por todo lo que ocurre en su mundo, sea bueno o malo, podrán entender que se encuentran realmente cerca de regresar a su Ser Superior. Todo esto se trata de un indicio de que el proceso de despertar espiritual que vinieron a experimentar en la Tierra se encuentra a punto de finalizar, y que dentro de poco serán una encarnación total de la Conciencia de Cristo sin importan donde estén.

Lo explicaré de otro mod para que lo entiendan mejor:

Si son capaces de ver claramente todo lo que ocurre dentro de su mundo con ojos del Amor y sin juzgar.
Si logran experimentar la vida terrenal sin pertenecer a este mundo.
Si consiguen ver los dramas de este mundo con ojos imparciales, reconociendo que todo lo que ocurre había sido planeado con anterioridad.
Si no permiten que nada perturbe la calma, la paz y la manera en que viven.
Si cada día irradian Compasión y Amor incondicional para cada ser a su alrededor.

Entonces podrán saber que indudablemente, han logrado llegar su destino. Comprenderán que se han convertido en Maestros de la Vida y poderosos Creadores, capaces de iluminar y alcanzar un elevado grado de conocimiento y dominio espiritual, que les permite reconocer que todo es bueno y que cada cosa ocurre siempre de la manera en que ha sido planeada.

Cada uno de ustedes es un gran Creador, creadores divinos dentro de cuerpos físicos en los que albergan todas sus habilidades para realizar aquello que antes creyeron imposible.

Para finalizar con este mensaje les invito a realizarse unas preguntas: ¿Realmente están listos para ser parte activa de la vida espiritual? ¿Se encuentran preparados para hacerse responsables de sus propias vidas sin necesidad de culpar a alguien más? ¿Se sienten preparados para llegar a un nivel de conocimiento espiritual más elevado? ¿Realmente abrazaran su inmenso potencial divino?
Independientemente de si sus respuestas son positivas, el Universo las aceptará y apoyará, porque su libre albedrío siempre es respetado.

Ahora me despido recordándoles que son amados.

AUTORA: Lurdes Sarmiento redactora en la gran familia de hermandad blanca.org

sábado, 7 de julio de 2018

LOS SUFRIMIENTOS DE LA MUERTE.

Si durante la vida hemos trabajado duro para acumular posesiones y les tenemos apego, en el momento de la muerte sufriremos mucho al tener que dejarlas atrás. Si ahora nos resulta difícil prestar nuestras posesiones más preciadas y mucho más regalarlas, ¿qué sucederá al morir, cuando comprendamos que vamos a perderlo todo?

En el momento de la muerte nos veremos obligados a separarnos hasta de nuestros amigos íntimos. 

Tendremos que abandonar a la persona que más amamos aunque hayamos pasado la mayor parte de nuestras vidas juntos. Si tenemos mucho apego a nuestros seres queridos, al morir nos sentiremos apenados y angustiados, pero lo único que podremos hacer será cogerles de la mano. Aunque oren con nosotros para que no muramos, no podremos detener el proceso de la muerte. Por lo general, si estamos muy apegados a una persona y nos deja solos para irse con otra durante un tiempo, enseguida nos ponemos celosos. Sin embargo, al morir, tendremos que dejar a nuestros amigos para siempre en compañía de otros, y también nos despediremos de nuestra familia y de todos aquellos que nos han ayudado en esta vida.

 Al morir tendremos que separarnos de este cuerpo que tanto estimamos y que hemos cuidado durante años, y se convertirá en una masa inanimada de carne que habrá que incinerar o enterrar. Si carecemos de la protección interna de la experiencia espiritual, en el momento de la muerte nos embargarán el miedo y la angustia, además del sufrimiento físico.

 Cuando al morir nuestra mente se separe del cuerpo, llevará consigo las semillas que hayamos plantado en ella al realizar acciones tanto virtuosas como perjudiciales. Aparte de estas semillas, no podremos llevarnos nada más de este mundo. Todo lo demás nos defraudará. 

La muerte acaba con todas nuestras actividades: las conversaciones, las comidas, las reuniones con los amigos y hasta con el sueño. Todo esto terminará el día de nuestra muerte y nos veremos obligados a dejarlo todo atrás, incluidos los anillos que llevemos puestos en los dedos. 

En los cementerios podemos comprobar que lo único que les queda a los muertos es su nombre grabado en una lápida.

LOS SUFRIMIENTOS EN LA VEJEZ.

Desde nacimiento también surgen los sufrimientos de la vejez. 

Esta nos roba la belleza, la salud, la  figura esbelta y la  fina tez, la vitalidad y el bienestar. La vejez hace que los demás nos desprecien. Nos trae dolores indeseados y nos conduce sin demora hacia la muerte.

 Con el paso de los años perdemos la belleza de nuestra juventud, nuestro cuerpo fuerte y sano se debilita y es abatido por las enfermedades. La esbelta  figura de que disfrutamos en nuestra juventud, bien definida y proporcionada, se va encorvando y desfigurando; los músculos y la carne se arrugan y encogen, por lo que las extremidades se vuelven como  finas estacas y los huesos sobresalen. Perdemos el color y el brillo del cabello y nuestra tez pierde su  fino lustre. La cara se nos llena de arrugas y nuestros rasgos se van deformando. 

 «¿Cómo se ponen de pie los ancianos? Se van alzando inclinados y con mucho esfuerzo, como si estuvieran sacando una estaca clavada en la tierra. ¿Cómo caminan los ancianos? Después de conseguir ponerse de pie, caminan con cautela como si cazaran pajarillos. ¿Cómo se sientan los ancianos? Se dejan caer como una pesada bolsa a la que se le rompen las asas».

 Contemplemos el siguiente poema  que describe los sufrimientos del envejecimiento:

 «Cuando envejecemos, el cabello se nos vuelve blanco, pero no es porque nos lo hayamos lavado; es una señal de que pronto nos encontraremos con el Señor de la Muerte.
 Nuestra frente se llena de arrugas, pero no es porque nos sobre carne;
es porque el Señor de la Muerte nos advierte: “Pronto vas a morir”.

Se nos caen los dientes, pero no es para que nos salgan otros nuevos; es una señal de que pronto no podremos ingerir alimentos.

Nuestros rostros se vuelven feos y grotescos, pero no es porque llevemos máscaras; es una señal de que hemos perdido la máscara de la juventud.

Nos tiembla la cabeza de lado a lado, pero no es porque estemos en desacuerdo; es porque el Señor de la Muerte nos golpea con la porra de su mano derecha.

Caminamos con el cuerpo encorvado y mirando hacia el suelo, pero no es porque busquemos agujas perdidas; es una señal de que añoramos nuestra belleza y vivimos de recuerdos.

Para ponernos de pie nos apoyamos sobre las cuatro extremidades, pero no es porque imitemos a los animales; es una señal de que nuestras piernas son demasiado débiles para soportar nuestro peso.

Al sentarnos caemos desplomados de forma repentina, pero no es porque estemos enfadados; es una señal de que nuestro cuerpo ha perdido la vitalidad.

Nos tambaleamos al andar, pero no es porque nos creamos importantes; es una señal de que nuestras piernas no pueden sostener nuestro cuerpo.

 Nos tiemblan las manos, pero no es porque estemos ansiosos por robar; es una señal de que el Señor de la Muerte, con sus dedos ávidos, se apropia de nuestras posesiones.

Nos alimentamos con muy poco, pero no es porque seamos mezquinos; es una señal de que no podemos digerir los alimentos.

 Jadeamos al respirar, pero no es porque susurremos mantras al oído de un enfermo; es una señal de que nuestra respiración pronto cesará».

 Cuando somos jóvenes podemos viajar por todo el mundo, pero al envejecer no somos capaces ni de cruzar la calle en que vivimos. No tenemos energía para emprender muchas actividades mundanas y a menudo hemos de restringir nuestras prácticas espirituales. Por ejemplo, disponemos de poca vitalidad para realizar acciones virtuosas y nos cuesta recordar las enseñanzas, contemplarlas o meditar en ellas. No podemos asistir a los cursos espirituales que se imparten en lugares de difícil acceso o carecen de comodidades. No podemos ayudar a los demás si para ello se requiere fuerza física y buena salud. Limitaciones como estas son las que tanto entristecen a los ancianos.

 Al envejecer vamos perdiendo la vista y nos volvemos sordos. No podemos ver con claridad y cada vez necesitamos gafas con cristales más gruesos hasta que ni siquiera con ellas podemos leer. Nos volvemos duros de oído y no podemos escuchar música ni oír la televisión o lo que nos dicen los demás con claridad. Perdemos la memoria y cada vez nos cuesta más realizar nuestras actividades, ya sean mundanas o espirituales. Si meditamos, nos cuesta más alcanzar realizaciones porque nuestra memoria y concentración son muy débiles, y nos resulta difícil estudiar. Por lo tanto, si durante la juventud no nos adiestramos en las prácticas espirituales, lo único que podremos hacer en nuestra vejez será arrepentirnos de ello y esperar la visita del Señor de la Muerte.

 Cuando somos viejos no podemos obtener el mismo placer que antes de las cosas que nos gustan, como los alimentos, las bebidas o las relaciones sexuales. Nos sentimos demasiado débiles para practicar juegos y deportes, y a menudo estamos tan cansados que no podemos disfrutar de ninguna diversión. A medida que nuestra edad avanza, no podemos participar en las actividades de los jóvenes. Cuando se van de viaje, nos tenemos que quedar atrás. Nadie quiere llevarnos consigo ni visitarnos. Ni siquiera nuestros nietos desean pasar mucho tiempo con nosotros. A menudo, los ancianos piensan: «¡Qué maravilloso sería si estuviera rodeado de gente joven! Podríamos ir de paseo y les enseñaría tantas cosas...», pero los jóvenes no quieren incluirlos en sus planes. Cuando la vida les llega a su fin, los ancianos sienten el dolor de la soledad y el abandono. 

Hay muchos sufrimientos propios de la vejez.

miércoles, 4 de julio de 2018

LOS DOLORES QUE DEJA EL NACIMIENTO.

EL NACIMIENTO.

Cuando nuestra consciencia entra en la unión del esperma de nuestro padre y el óvulo de nuestra madre, nuestro cuerpo no es más que una sustancia acuosa, como un yogur rojizo y muy caliente. En los primeros momentos que siguen a la concepción no tenemos sensaciones burdas, pero en cuanto surgen, comenzamos a experimentar dolor. Nuestro cuerpo va endureciéndose de manera progresiva y, a medida que nuestros miembros se van desarrollando, sentimos como si alguien estuviera estirándolos en una mesa de tortura. El vientre de nuestra madre es caliente y oscuro. Este pequeño espacio saturado de sustancias impuras será nuestro hogar durante nueve meses y es como si estuviéramos apretujados dentro de un pequeño aljibe lleno de líquidos sucios y bien cerrado para que no entren el aire ni la luz.

Mientras permanecemos en el seno de nuestra madre tenemos que padecer mucho miedo y dolor en soledad, y somos muy sensibles a cualquier cosa que haga. Por ejemplo, si camina deprisa, sentimos como si fuéramos a caer desde lo alto de una montaña y nos llenamos de angustia. Si mantiene relaciones sexuales, nos parece como si nos aplastaran entre dos grandes masas pesadas y nos sentimos asfixiados y aterrados. Si da un pequeño salto, es como si cayéramos contra el suelo desde una gran altura. Si bebe algo caliente, notamos como si nos escaldaran con agua hirviendo, y si es frío, como si nos ducharan con agua helada en pleno invierno.

 Al salir del seno materno, sentimos como si nos forzaran a pasar por una estrecha hendidura entre dos piedras rocosas, y cuando acabamos de nacer, nuestra piel es tan delicada que el contacto con cualquier objeto nos resulta doloroso. Cuando alguien nos toma en sus brazos, aunque lo haga con ternura, sentimos como si sus manos nos rasgaran la piel y hasta las ropas más delicadas nos resultan abrasivas. En comparación con la suavidad y tersura del seno de nuestra madre, cualquier objeto que toquemos nos parece áspero y nos hace daño. Si nos cogen en brazos, nos parece como si nos balancearan al borde de un precipicio, nos sentimos inseguros y tenemos miedo. Hemos olvidado todo lo que aprendimos en nuestra vida anterior y no traemos más que dolor y confusión del seno de nuestra madre. Las palabras que escuchamos tienen tanto sentido para nosotros como el soplo del viento y somos incapaces de comprender nada de lo que percibimos. Durante las primeras semanas es como si estuviéramos ciegos, sordos y mudos, y padeciéramos de amnesia total. Cuando tenemos hambre, no podemos decir: «Quiero comer», o cuando nos duele algo: «Me duele aquí». La única manera que tenemos de expresarnos es con llantos y gestos de enfado, y a menudo, ni siquiera nuestra madre sabe lo que nos ocurre. Estamos totalmente indefensos y hemos de aprender a hacerlo todo: comer, sentarnos, hablar y caminar.

Durante las primeras semanas después del nacimiento es cuando somos más vulnerables, pero nuestros sufrimientos no cesan a medida que vamos creciendo, sino que continúan a lo largo de toda la vida. Al igual que al encender el fuego de una chimenea su calor se propaga por toda la casa procedente del propio fuego, al nacer en el samsara, los sufrimientos impregnan todos los aspectos de nuestra vida y son el resultado de haber obtenido un renacimiento contaminado.

 Nuestro renacimiento humano, contaminado por el venenoso engaño del aferramiento propio, es la base de nuestro sufrimiento, y sin esta base, no tendríamos problemas humanos. Los dolores del nacimiento dan paso con el tiempo a los de la vejez, las enfermedades y la muerte; todos ellos forman parte del mismo continuo.

martes, 3 de julio de 2018

LA SIMPLICIDAD DE LA VIDA.

LA SIMPLICIDAD DE LA VIDA
Soy Yeshua. Es con un gran gozo en mi corazón que estoy aquí conectándome con ustedes. Los amo profundamente y estoy conectado a ustedes como un hermano. Yo fui un humano como ustedes lo son, y conozco todas las dificultades por las que atraviesan como seres humanos. Las conozco desde dentro, no fui un santo. Era un humano y tenía una conexión con la Luz, pero también experimenté dolor y duda en mi vida y por eso puedo conectar con ustedes tan profundamente. Somos Uno.
La energía Crística no es sólo mía; yo era un mensajero, un representante de esta energía. Vine aquí a la Tierra para recordarles a todos ustedes de su Luz interior. Esta Luz es universal, la compartimos. Y cuando ustedes sientan esta Luz, la energía Crística interior, todo se vuelve muy simple. ¿Pueden sentir en este momento la simplicidad de quién soy yo? Yo los acepto como son. Veo a tantos de ustedes batallando en su vida, hay tensión en muchos de ustedes. Están sufriendo demasiado. Hoy deseo recordarles de la simplicidad de la vida. Había una vez que sabían de esta simplicidad del interior; esto fue cuando eran niños. Un niño no piensa sobre el mañana o el ayer, está aquí en el presente. Los niños tienen una fácil conexión con su Divinidad, su Luz. Ellos no dudan de que son buenos así como son. Ahora, a medida que hablo de ello, viajen con su conciencia a su cuerpo. Vayan a su corazón y a su vientre. Allí es donde encontrarán al niño interior. Recuerden este lugar donde pueden disfrutar del momento.
Un niño es capaz de recibir, un niño no juzga, toma la vida como es. Sientan esta energía dentro de su vientre. Osen abrirse a la vida nuevamente. Cuando eran niños ustedes osaban tener grandes sueños. ahora mismo necesitamos tener grandes sueños en la Tierra. Los tiempos están cambiando, y cada vez más gente se está volviendo consciente de que algo necesita cambiar. Sólo podemos cambiar este mundo si la gente sabe cómo regresar al niño interior: la fuente del amor incondicional y el gozo.
¿Cuáles son sus sueños? ¿Cuáles eran sus sueños cuando eran niños? ¿recuerdan ese sentimiento? Ahora vean al niño frente a ustedes, el niño que ustedes fueron. El o ella tiene una flor en sus manos. La flor proviene del corazón. ¿Pueden sentir lo que este niño ofrece al mundo? Es una energía muy especial. ¿Pueden admirar la inocencia y la valentía de este niño? Ha venido a la Tierra, un lugar lleno de peligros y temor, portando esta delicada flor con una pasión en su corazón para compartirla con el mundo. Acaricien a este niño interior. ¿Cómo se ve esta flor en este momento de su vida? Está floreciendo. ¿Es saludable? ¿o carece de nutrición? ¿sienten alguna tensión, amargura o temor? Ahora imaginen que ustedes están extendiendo sus manos hacia esta flor y le dicen: <>. La flor es un mensaje de su ser. Contiene la energía de los deseos de su ser para manifestarlos en la Tierra en esta vida. Vean a esta hermosa flor y noten si hay dolor, desilusión o temor dentro de ustedes acerca de su destino. Vean esas emociones con compasión. Ustedes son muy valerosos inclusive de estar aquí en la Tierra, pero también han de gozar la vida. Recuerden el simple gozo de ser niños, viviendo con espontaneidad según su naturaleza. El traer Luz a la Tierra no significa que se agobien. Ustedes son niños de la Tierra asimismo. La Madre Tierra desea otorgarles todo lo que necesitan.
Cuando estaba en la Tierra, tenía una misión. Vine aquí a plantar las semillas de una nueva conciencia. Ustedes esencialmente tienen la misma misión que yo tenía. Este mundo los puede entristecer mucho. Su misión depende de su habilidad de gozar aquí también, y de recibir como un niño. Cuando se sienten agobiados y deprimidos, recuerden de conectarse con su niño interior en su vientre. Diviértanse y hagan cosas ligeras por un tiempo. No importa cómo se sientan, este niño sigue cargando su energía de vida, su espontaneidad.
Véanse a sí mismos como un hermoso ángel de Luz. En su regazo está su niño interior. Juntos, ustedes están creando su senda en la Tierra. El niño representa su parte terrestre. Como un ser cósmico tomando forma humana, ustedes tienen que trabajar con las emociones del niño. Cuando el niño se siente triste o enojado o temeroso, ustedes tienen que tomar estos mensajes seriamente. Como un ángel, pueden atender a este niño. El niño sostiene la llave del paraíso en la Tierra. Cuiden a este niño con ternura, y cuando traten con otra gente, recuerden siempre que hay un pequeño niño dentro de ellos también.

domingo, 1 de julio de 2018

LA MEDICINA DEL FUTURO.

Queridos seres terrestres, les habla Rafael, el Arcángel del Amor y la Sanación, quien se encuentra a cargo del venerado Maestro del Divino Rayo de Luz Verde. Este día les saludo, con respeto y afecto.

En esta oportunidad vengo a ustedes con el propósito de hacerles saber que cuentan con cada una de las llaves, poderes y conocimientos que requieren para lograr librarse completamente no solo de los sufrimientos físicos, sino también de cualquier otra cosa que los atormente durante su estancia terrenal. Igualmente, tienen que ser conscientes de que poseen poderosas herramientas que les permiten sanar tanto a quienes se encuentran a su alrededor como a ustedes mismos; y que dichas herramientas están actuando con el fin de brindarles un “milagro”.

Tal vez se pregunten ¿Por qué utilizó esa palabra?

Y la respuesta en muy sencilla, hoy, amados hermanos, muchos de ustedes le atribuyen a los milagros inexplicables sanidades, lo que dicho de otra manera, consiste básicamente en la intervención de Dios sobre sus vidas. En numerosos sentidos esto es verdad; sin embargo, no existe ningún milagro dentro del proceso de curación, sino únicamente la aplicación de una ley espiritual y metafísica la cual toma su fuente de inspiración del incondicional Amor universal.

En múltiples ocasiones, tanto los Maestros pertenecientes a la Hermandad de la Luz como mis Hermanos Arcángeles, y muchos otros seres de luz, se han presentado ante ustedes para hablarles y enseñarles acerca del inmenso poder que posee el pensamiento. De igual modo, el proceso que supone la creación a través de la materia se le ha explicado mediante la concentración de pensamientos que se almacenan en el interior del Éter, es decir, en ese elemento que conforma al 5to Sol; les hemos explicado de qué forma, inconscientemente, crean su propia realidad, la cual se genera en torno a su condición personal, profesional, afectiva y por supuesto, sobre su salud. Y es que el inmenso poder que envuelve a sus energías de pensamiento es capaz de extenderse mucho más allá del estado de su Ser, de manera que crea, forma y ordena la realidad que los rodea incluso en los más pequeños detalles.

Deben saber que en la tierra; ese mundo en el que habitan, todo funciona a la inversa.

Con este quieren decir que todo funciona “hacia atrás”, lo cual se debe a que desde la antigüedad el ser humano ha cambiado los valores divinos, y en consecuencia, los polos magnéticos se han invertido. Y desde ese momento, el interés individual ha tenido prevalencia sobre la divinidad; el mundo material se apoderó del mundo espiritual causando que las vibraciones energéticas del Amor Universal desaparecieran, y junto a ellas, la posibilidad de los Grandes Seres para manifestarse en una densidad tan extrema como la de su planeta. Según este principio, amados seres de luz, hoy siguen pensando al revés y es por ello que se encuentran convencidos, de padecer enfermedades que afectan sus órganos, ya que están alimentando un proceso que resulta ser reversible.

Cada uno de ustedes posee el poder para actuar concretamente sobre su cuerpo físico, de forma palpable y visible. Empieza a través de determinante y real una conciencia de que cada uno de ustedes es custodio divino de la Llama de Vida Eterna, esa de la cual las distintas religiones que crearon les han hablado sin permitirles que entiendan realmente su gran significado. Ustedes son la encarnación de Dios dentro de este mundo, y como tal, manifiestan el Amor y la Luz, ya que de eso se trata su objetivo final en la Tierra después de sus numerosas encarnaciones; su propósito consiste en alcanzar finalmente el estado que supone la Divinidad del Hombre.

Todos ustedes se caracterizan por ser seres que encarnan la Luz Divina, y aquellos que han logrado abrir sus corazones para conocer la verdad, manifiestan dicha Luz dentro del mundo que los rodea; sin embargo, para que la mente obtenga la victoria sobre la materia es preciso que sean totalmente conscientes de los inmensos poderes que poseen, al mismo tiempo que los aceptan y reciben como una parte fundamental para su existencia en la Tierra.

Cada uno de ustedes posee el poder para actuar concretamente sobre su cuerpo físico.

Frente a ustedes se encuentra un antiguo pueblo, es “el pueblo de los Siddhas”, el cual conquistó la vejez, la enfermedad y como resultado de ello, también la muerte. Actualmente estas personas habitan un plano dimensional distinto y los ayudan a despertarse de la dualidad que los mantiene cegados para que encuentren su verdadera naturaleza divina. Este pueblo controlaba completamente su Ser y tenían la capacidad de tragar toda clase de virus y/o microbios sin llegar a enfermarse; cada uno de los secretos que poseían se les revelaron luego a quienes se convertirían en Maestros de la Hermandad Blanca, los cuales en la actualidad tratan de revelárselos a ustedes de manera gradual.

Deben comprender que nada de esto es ficción, sino que se trata de la más pura realizad: los demás seres que habitaron en otros mundos pasaron por este proceso y ahora es su turno de darse cuenta que son seres con un gran poder de cambio; es su deber como habitantes de este mundo.

Numerosos métodos les enseñarán de qué manera abordar sus cuerpos físicos, órganos, células e incluso sus células primordiales. En múltiples sentidos, serán capaces de penetrar en los más profundos de los secretos que poseen sus cuerpos encarnados; aprenderán a escuchar sus males, a utilizar distintas llamas y rayos de energía, distintos métodos de oraciones y meditación trascendental para poder sanar primero a sus cuerpos sutiles y luego a sus cuerpos físicos. Existe una técnica para cada una de estas acciones, una especie de familiaridad con uno u otro método; no obstante, es de la base de cada técnica y/o método que estamos hablando en esta ocasión, es decir: el entender que los males que afectan el cuerpo físico son los resultados y no las causas.

Recuerden ¡Todo aquello que ha sido hecho, puede deshacerse! Es posible solucionar todo aquello que ustedes han permitido que se creara, en términos de disfunción física, al revertir el proceso de creación. No obstante, es preciso que identifique qué se encuentra tras dicho proceso, y para lograrlo es necesario que se sumerjan dentro de su memoria celular con el fin de entender de qué forma se produjo una u otra manifestación física (accidente, enfermedad, entre otros). Solo entonces bastará para que logren alejarse de los antiguos eventos y acepten que esos padecimientos que los afectan es consecuencia de alguna acción y no se ha desarrollado por casualidad.

De igual forma, tendrán que perdonarse a sí mismos, por todo ello; después deberán dirigir conscientemente hacia sus manos todo el poder que posee la energía divina en su interior, con el fin de sanarse, calmarse y fortalecerse. Así es amados hermanos, en su interior se encuentra el poder que requieren para generar verdaderos cambios en su cuerpo físico, no lo duden; confíen en ello y lograrán desarrollarlo en mayor medida y en menos tiempo.

¡De esto se trata la medicina del futuro! Es la auténtica medicina para el alma y el corazón. ¡Sumérjanse dentro de la inmensa energía del Amor y acepten el gran poder Divino del Rayo Verde, que los acompaña en cada una de las etapas de su vida!

AUTORA: Lurdes Sarmiento redactora en la gran familia de hermandadblanca.org