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domingo, 23 de abril de 2023

LOS EGREGORES.

 Egrégores

Al igual que las larvas, los egrégores una vez que han adquirido independencia se tornan autónomos del grupo de personas que lo ha generado pasando a dominarlas.


El objetivo de estas criaturas finalmente es apoderarse de su creador...

Actualmente nuestra sociedad está de algún modo "infectada" de energías egregóricas por la influencia de los medios de difusión y la instalación masiva de ideas.

 

Así es que, gregariamente, las ideas se repiten y asumen como verdades absolutas...

Un claro ejemplo fueron las constantes noticias negativas sobre la pandemia que vimos diariamente, provocando una psicosis en caer contagiado al menor descuido.

 

Aunque nos cueste aceptarlo, somos manipulados por los egrégores más fuertes los cuales se expresan a manera de ideas irrefutables, de prejuicios y de dogmatismos ciegos.

 

Todo aquello que moviliza a las masas en torno a una idea destructiva es un egrégor...

El nazismo, así como todas las corrientes radicales poseen su egrégor. Un egrégor equivale a la zona oscura provocada por un objeto iluminado.

 

Cuando quienes deben trasmitir una verdad en paz lo hacen desde el totalitarismo y la violencia están creando un egrégor, que lo convierte cada vez más fanáticos e intolerantes.


Dentro de los dogmas religiosos pueden surgir algo así como "falsos dioses" los cuales son adorados muchas veces en lugar de la verdadera divinidad.

 

La Inquisición ha sido uno de los grandes egrégores de la iglesia romana, así como lo ha sido también la inquisición protestante. Estos falsos dioses nos hacen vivir lo falso como verdadero, lo intrascendente como trascendente.


Cuando los egrégores se han desarrollado en el tiempo adquieren algo así como un "cuerpo simbólico" el cual es siempre una expresión cabal del imaginario que los formó.
 
Se debe tener en cuenta que ciertos demonios son en realidad egrégores así como muchas deidades oscuras de la antigüedad como el 
Moloch fenicio.


Cuando los egrégores reciben culto o adoración por medio de ritos, su poder se torna terriblemente poderoso en especial si se alimentan de la energía recibida de sacrificios.

 

Toda muerte que se realiza en nombre del egrégor lo alimenta e incrementa su poder.

 

Las grandes guerras han alimentado a los egrégores nacionalistas gracias a la inconmensurable energía producida por la voluntad de millones de personas sumado al poder mágico/energético que posee la sangre, fuerzas que han dado a los egrégores que son las guerras una vitalidad abismal.


No son las almas de los difuntos lo que alimenta al egrégor si no la voluntad de los que luchan y el dolor de los que sufren.
 
En la creación de egrégores se utiliza la imagen de deidades de todo tipo, no solamente de los grandes cultos del pasado, sino también puede ocurrir con personajes de novelas, seres de las leyendas o de la literatura.

 

Esto que parece tan fantástico y hasta un juego, es en verdad extremadamente peligroso.

 

Al alimentar de vitalidad a estas imágenes por medio de un culto, se les está abriendo la posibilidad de que en un momento adquieran una vida propia. Estas se convierten en egrégores, en entidades artificiales...

Los egrégores son entidades parasitarias porque viven de la energía de aquellos que los crean.

Se cree comúnmente que todo aquello que está relacionado a una creencia colectiva es producto de un egrégor.

 

Algunos confunden a los seres de luz, a los seres espirituales, con egrégores lo que es un error. Los seres de luz como por los ángeles son creaciones divinas y no humanas.

 

Los espíritus de luz a diferencia de un egrégor, se acercan a las personas actuando como entidades benefactoras, generadoras de luz y de vida, mientras que los segundos son vampiros que viven de quienes están ligados a su energía.

 

Si un grupo humano con un sentimiento negativo en común se disuelve, su egrégor muere lentamente ya que se le quita la energía vital del grupo que lo ha formado.


¿Por qué es tan difícil desligarse de un egregor?


En una etapa inicial, el egregor de un grupo cede parte de su energía hacia la persona para que experimente una mejoría.

 

Si se trata de un grupo vinculado con la religión, la espiritualidad o la sanación y la persona está enferma, esta suele mejorar de su enfermedad, o incluso curarse.

 

Este bienestar aparente le creará una dependencia hacia el grupo y sin saberlo, su devoción lo convertirá en un nuevo alimentador del egregor.
 
Representación de un egregor.

 
Si en un determinado momento la persona siente la necesidad de abandonar esta energía grupal, el egregor le pondrá obstáculos para que deje gran parte de su energía en él o a base de fuerza de voluntad después de percatarse del origen de la manipulación.

 

Está es la razón principal por la que algunas personas son incapaces de abandonar posiciones mentales aberrantes o por qué es tan difícil abandonar una secta.

lunes, 16 de mayo de 2016

LOS EGREGORES o FORMAS DE PENSAMIENTO.

Los Egregores, poderosas entidades creadas a partir del pensamiento colectivo.

Aquellas personas que han tenido experiencias extracorporales o fuera del cuerpo han asegurado haber visto extrañas entidades mientras se encontraban en ese estado de conciencia. Mientras que algunas de estas entidades son claramente seres inteligentes, otras son misteriosas formas sin sentido, vagando por las habitaciones. No son seres angelicales ni demoníacas, ni tampoco seres extraterrestres procedentes de otras dimensiones. Estas extrañas formas son egrégores, entidades creadas por la conciencia humana colectiva y que puede existen en el reino espiritual que nos rodea. 


¿Que son los egrégores? 

Varios escritores esotéricos han tratado de describir los egrégores. Algunos los describen como formas de pensamiento creadas por la visualización, otros como una especie de ángeles dispuestos a seguir órdenes. Pero el profesor Gabriel Emerson, experto en las obras literarias de Dante, describió al egrégor como una entidad psíquica o una forma de pensamiento que se compone de fuertes influencias energéticas y emocionales producida por poderosos pensamientos colectivos vigentes. 

En un contexto oculto o mágico, un egregor es el resumen de las energías físicas, emocionales, mentales y espirituales generadas por dos o más personas que vibran juntos hacia el mismo objetivo; un sub-producto de nuestro proceso creativo personal como co-creadores de nuestra realidad. 

Los egrégores no son buenos ni malos, simplemente son producidos por sentimientos como la ira, los celos, la alegría, las mentiras, la amargura, la decepción, la pereza, el odio, el rencor, etc… por lo que su verdadero origen es la humanidad. Vive en el plano físico a través del ser humano y el plano astral de sus adherentes. 

Cualquier adepto de movimientos (políticos, deportivos, religiosos…) se convierte en una célula de estas entidades. Para crear un egrégor es necesario que todos los miembros del grupo emitan la misma energía de vibración y que proporcionen regularidad a sus emociones. Para cumplir con ello, los líderes de estos círculos realizan mítines, reuniones, o cultos con el único fin de aumentar el poder del egrégor. Cuanto mayor sea la energía emitida por todos los miembros, mayor será la entidad y más fácilmente se lograrán los objetivos. La vida material del egrégor depende del número de miembros de un grupo, su disciplina, su unión, y su vibración energética. 


Ten cuidado con los pensamientos negativos 

Toda la realidad física se compone de vibraciones de energía. Los pensamientos también son vibraciones energéticas. Este no es ningún concepto ni ninguna teoría, sino más bien la nueva realidad sobre nuestra existencia. Los pensamientos tienen una poderosa influencia y nos afectan en todo lo que nos sucede. Si estamos pasando por un mal momento en nuestras vidas y todo los que nos rodea es aparentemente negativo, comenzamos a generar pensamientos negativos y nos invade sentimientos de tristeza, miedo, ira, etc… lo que es conocido como el envenenamiento del alma. 


Egrégores 

La mayoría de las conexiones con egrégores negativos provienen de “contratos” realizados con entidades físicas o astrales en el intercambio de bienes para conseguir poder, fama o dinero. Además, algunos de estos contratos o pactos pueden venir de persecuciones emocionales, que en algún momento nació de la intención de mantener a la víctima bajo su dominio. Algunas de estas conexiones también se pueden activar a través de vicios, adicciones y actividades sexuales. Cuando un alma se compromete a este tipo de energías oscuras, siempre existe la tendencia a perder energía vital que puede resultar en el compromiso de la esencia monádica. 

Es a partir del momento que comenzamos a alimentar al egrégor negativo, sentiremos que todas las circunstancias van a peor. Comenzaremos a sentir que necesitamos alimentar nuestra amargura, por lo que entraremos en un círculo vicioso. El egregor negativo ya se encontrará entre nosotros a nuestro alrededor, convirtiéndose en un cáncer oculto. Algunos teóricos de la conspiración aseguran que en ciertas fechas se utilizan los sentimientos de las personas para generar pensamientos negativos y así materializar ciertos egrégores. 


Materializando egrégores 

Pero el egrégor también tiene una parte bastante oscura y peligrosa. Si el proceso del egrégor se mantiene en el tiempo, puede acabar cobrando vida propia, convirtiéndose en una entidad tan poderosa que continuaría existiendo incluso siglos después, adhiriéndose a otros grupos de personas preparadas para alimentar su “sed energética”. Un ejemplo de esto lo encontramos en el conocido ocultista Aleister Crowley, quien consiguió invocar a un egregor que había estado latente durante siglos. Crowley utilizó la primera sección del grimorio del siglo XVII “La Llave Menor de Salomón” que contenía las descripciones de setenta y dos demonios, y lo utilizó para adquirir influencia, poder y riqueza. 


Egrégores peligrosas entidades pensamiento 

Pero los expertos en el tema advierten que cualquiera que trate de utilizar negativamente un egrégor se puede ver envuelto en la manipulación de sus capcidades psíquicas y las restricciones de las libertades internas. Lo peor de todo, el egrégor puede aparecer para convertirse en el amo de todo un colectivo. Algunos van mucho más allá, asegurando que estas manifestaciones afectan a la Tierra, con fuertes terremotos, erupciones volcánicas y otros desastres naturales. 


Puedes controlarlos 

Y no podíamos acabar este articulo sin destacar que lo más importante es darse cuenta de que los egrégores son completamente controlables. Ellos están bajo el poder de los pensamientos y condicionados a nuestras vibraciones energéticas. Cualquier programación de autoestima positiva será utilizada por estas entidades. Según explica la reconocida vidente Elise Defer en su blog, una afirmación positiva no necesariamente tiene que ser una lista escrita a mano o con frases que indican lo que debes pensar a lo largo del día. Tus pensamientos, emociones y sentimientos tienen que ser espontáneos y también tus afirmaciones.

Por lo que los egrégores deben ser únicamente utilizados para nuestro beneficio y en ningún caso para causar daño a terceras personas. Tenemos que tener claro que podemos crearlos y debemos alimentarlos con energía positiva. 


FUENTE: 

miércoles, 29 de julio de 2015

EGREGORES PERSONALES

POR DAVID TOPÍ  

Un egregor es una acumulación de energía, una masa de vibraciones que se concentra en planos no físicos, desde el etérico al mental, y que está asociado a un determinado concepto, arquetipo, emoción, forma de pensamiento, etc. Hay egregores positivos, o podríamos decir que compuestos por energías de carga positiva, y hay egregores que son todo lo contrario, asociados a miedos, temores, y todo el abanico de emociones y energías derivados de ellos. Hay egregores que se crean, por ejemplo, cuando miles de personas piensan y proyectan un cierto tipo de energía sobre un concepto, persona, idea, evento u objeto, apareciendo un campo energético asociado a ese evento, persona u objeto al que, entonces, una vez creado, todo el mundo que se “une” y “sigue” a ese evento, objeto o persona, puede sentir la conexión energética, su “peso” sobre tu psique, sus efectos, sus beneficios o sus historias miles asociadas, consciente o inconscientemente.

Como se forma un egregor
Para que se cree un egregor con cierta potencia y poder, tiene que haber una cantidad de energía mínima sostenida en el tiempo que cree, forme y mantenga esa bolsa de vibración. Una sola idea o pensamiento de una sola persona no crea un egregor sobre esa idea o pensamiento, pero miles de personas conectando con esa idea, o concepto, durante un cierto tiempo, y de forma regular, si que lo hace.

Así, hay egregores sobre personas, por ejemplo políticos, cantantes, escritores, y todo aquel que tiene una faceta pública donde hay otros que lo siguen, “piensan” en él, hablan de él, proyectan sus propias ideas o conclusiones sobre esa persona, evento o situación. Hay egregores sobre objetos muy potentes, por ejemplo, el miedo asociado a una tabla ouija es un egregor formado por las millones de personas que han jugado con ella y han tenido experiencias bastante negativas, y por la contribución de las series y películas de terror al respecto que han reforzado ese egregor. Hay egregores sobre libros que han leído millones de personas, y que tienen un campo energético propio formado por las ideas, opiniones, críticas y comentarios energéticos, mentales, y reacciones emocionales de todas esas personas. Hay egregores sobre libros que son muy positivos, y hay egregores sobre libros que por su contenido, vibración y tema, son muy negativos o te hacen sentir mal sin saber porqué.

Cuando el egregor toma vida
Cuando el egregor formado a partir de la proyección energética de muchas personas sobre algo, consciente o inconscientemente, tiene la suficiente fuerza, se puede convertir en una energía autoconsciente, podríamos decir que el propio egregor, como si fuera una balsa de gelatina flotando en uno de los planos no físicos que nos rodean, toma vida. Porciones de esa balsa de energía se desprenden, y de ahí que empezamos a hablar de energías negativas “autoconscientes”, “entidades” nacidas de concentraciones de ira, rabia, odio, violencia, etc., que funcionan luego por resonancia, siendo atraídas hacia aquellos eventos, personas o situaciones donde la ira, el odio o el miedo son la energía predominante.  Igual pasa con egregores de polaridad contraria, evidentemente.

Puesto que un egregor es energía creada por la proyección de los seres humanos a través de nuestros cuerpos emocionales y mentales, los seres humanos también podemos limpiarlos y desmontarlos de la misma forma, simplemente con la intención de hacerlo, aunque, depende del egregor que sea, esto requiere una cantidad de energía por parte de las personas que lo desean limpiar equivalente o casi igual a la energía del egregor en cuestión a limpiar. Cuando uno, a veces, trata de conectar con ciertos personajes mitológicos, con dioses, con “maestros”, etc., no conecta con el supuesto ser que fue tal o cual personaje, sino que conecta con su egregor correspondiente, con la proyección generada por millones de personas respecto a ese ser, maestro, o “dios” de cualquiera de las culturas existentes y precedentes de nuestra historia. Esos egregores, no son “el ser” al que creemos pedir ayuda, sino el arquetipo energético formado por la imagen que tenemos de ese ser o persona, y que es lo que, vibracionalmente, está más cerca nuestro, cuando hacemos esa oración, petición, o conexión con esa fuerza superior, deidad o maestro ancestral. En casi todos los casos, la oración a “San Fulanito” no es más que una conexión con el egregor de San Fulanito creado durante siglos y “su respuesta” no es más que la resonancia de “vuelta” que notamos cuando nos conectamos a ese egregor, que, como energía consciente que puede ser, tiene cierta “capacidad” de maniobra para interactuar con nosotros.

Eliminando y transmutando egregores
Para eliminar todos los egregores del planeta, a nivel etérico, emocional o mental, tendríamos que estar años revirtiendo todos los sistemas de creencias existentes en el mundo, buenos, malos o regulares, pues para lo que uno es bueno para otro no lo es, y para lo que uno es sagrado para otro es mundano y trivial, por lo tanto, existen egregores para cosas tan simples como un simple símbolo de algunas técnicas energéticas, al que se conectan miles de personas cuando lo usan,  como para cosas tan complejas como el dios de una religión profesada por millones de seres humanos.

Las personas que tienen una faceta pública, como os comentaba antes, también crean un egregor a su alrededor con su exposición al público, al mundo exterior, a  los demás. Aquí me voy a usar yo como ejemplo, para no hablar de nadie que no conozco, que además tampoco es lo que viene a cuento. A pesar de ser un egregor más o menos pequeñito, que yo mismo puedo controlar, el concepto “David Topí” tiene un egregor asociado creado por la proyección de todos aquellos que lleváis leyendo el blog desde sus inicios allá por el 2006, y los que os habéis ido incorporando al mismo en los últimos años. Cada vez que leéis, pensáis, habláis o comentáis algo sobre el concepto-imagen-personaje “David Topí”, se añade vuestra energía, emoción, pensamiento y proyección al egregor que se asocia a lo que escribo, hago o soy. El mini-egregor que existe en torno a mi página y a mi “imagen”, ha ido creciendo con los años, así que, regularmente, cuando siento que se me desmadra un poco, lo borro y desintegro por completo para que no haya ninguna energía asociada a mi de ninguna clase proyectada desde el exterior de forma inconsciente.

Esto, que nadie nota más que yo, tiene connotaciones muy curiosas, pues, de improviso, cuando deshago por completo todo el egregor asociado a mi blog, mis libros, mis cursos o mi persona, de repente, durante unos días, parece que no existo. No es que se dejen de leer los artículos del blog, sino que, directamente, se ha borrado y eliminado toda conexión existente entre el mundo exterior, y el arquetipo formado por las ideas que tenéis todos sobre ese tal “David Topí”. Así, baja la cantidad de emails que llegan, hay muchas menos visitas a la página, se cancela de vez en cuando algún evento porque no viene suficiente gente, etc., etc. Simplemente, no hay una energía vibrando que emita nada, durante una temporada,  que haga “atraer” por resonancia, a otros, hacia mi página, blog, eventos, etc. Eso, puesto que puedo visualizar el estado del egregor que se refiere a mi persona y transmutarlo y eliminarlo,  tiene un efecto muy liberador en mi, pues te desconecta de una “presión social” inconsciente que no te das cuenta que tienes.

Egregores con gran potencia
Si os ponéis a pensar en la gente que tiene millones de seguidores, o millones de detractores, que es lo mismo a efectos energéticos, simplemente el campo creado tendrá una polaridad energética u otra, podréis imaginar los egregores tan potentes que existen asociados al nombres, ideas, marcas o conceptos que represente para sus seguidores esa persona. Muchos de ellos, se sienten liberados cuando dejan de estar en el foco de atención de la opinión pública, porque, literalmente, “se han quitado un peso de encima”, que no es otra cosa que el peso de la proyección energética que la gente hace de ti, consciente o inconscientemente.

Ahora bien, ¿como se borra un egregor? Con la intención de hacerlo. Con un trabajo energético que pasa por conectar con ese campo de energía, por “recogerlo” mentalmente o con la fuerza de tu voluntad en algo que puedas manejar, en mi caso, lo convierto en una sola “bola”, por muy grande y expandido que esté hasta ese momento, por muy negro o brillante que esté en unas partes o en otra, según las críticas, pensamientos en contra o comentarios a favor de lo que voy haciendo, y una vez tengo la “bola” energética bajo el control de mi voluntad, la transmuto, la disuelvo y la mando de vuelta al estado primordial del que nació, digámosle, de vuelta al “éter”. Cada vez que lo hago, algo hace un “reset”, me libero de la energía proyectada sobre el concepto que se asocia a mi, y vuelta a empezar, porque, de nuevo, poco a poco, se vuelve a formar una masa energética nacida de las nuevas opiniones, emociones, sentimientos o pensamientos asociados a ti y la imagen creada sobre ti por los demás.


Si sois personajes semi-públicos o directamente gente “famosa”, no dudéis en ir eliminando vuestro egregor personal de forma regular, os asegurará una buena salud energética, estabilidad sin presión externa, y, de vez en cuando, desapareceréis energéticamente de la realidad de las personas que ya no tienen la conexión con vosotros, hasta que os vuelvan a buscar o engancharse, pero mantendréis bajo control este campo de “ondas” y concentraciones emocionales y mentales, y no os llegará a agobiar demasiado vuestra faceta pública y lo que hagáis de cara a los demás.