Queridos seres terrestres, les habla Rafael, el Arcángel del Amor y la Sanación, quien se encuentra a cargo del venerado Maestro del Divino Rayo de Luz Verde. Este día les saludo, con respeto y afecto.
En esta oportunidad vengo a ustedes con el propósito de hacerles saber que cuentan con cada una de las llaves, poderes y conocimientos que requieren para lograr librarse completamente no solo de los sufrimientos físicos, sino también de cualquier otra cosa que los atormente durante su estancia terrenal. Igualmente, tienen que ser conscientes de que poseen poderosas herramientas que les permiten sanar tanto a quienes se encuentran a su alrededor como a ustedes mismos; y que dichas herramientas están actuando con el fin de brindarles un “milagro”.
Tal vez se pregunten ¿Por qué utilizó esa palabra?
Y la respuesta en muy sencilla, hoy, amados hermanos, muchos de ustedes le atribuyen a los milagros inexplicables sanidades, lo que dicho de otra manera, consiste básicamente en la intervención de Dios sobre sus vidas. En numerosos sentidos esto es verdad; sin embargo, no existe ningún milagro dentro del proceso de curación, sino únicamente la aplicación de una ley espiritual y metafísica la cual toma su fuente de inspiración del incondicional Amor universal.
En múltiples ocasiones, tanto los Maestros pertenecientes a la Hermandad de la Luz como mis Hermanos Arcángeles, y muchos otros seres de luz, se han presentado ante ustedes para hablarles y enseñarles acerca del inmenso poder que posee el pensamiento. De igual modo, el proceso que supone la creación a través de la materia se le ha explicado mediante la concentración de pensamientos que se almacenan en el interior del Éter, es decir, en ese elemento que conforma al 5to Sol; les hemos explicado de qué forma, inconscientemente, crean su propia realidad, la cual se genera en torno a su condición personal, profesional, afectiva y por supuesto, sobre su salud. Y es que el inmenso poder que envuelve a sus energías de pensamiento es capaz de extenderse mucho más allá del estado de su Ser, de manera que crea, forma y ordena la realidad que los rodea incluso en los más pequeños detalles.
Deben saber que en la tierra; ese mundo en el que habitan, todo funciona a la inversa.
Con este quieren decir que todo funciona “hacia atrás”, lo cual se debe a que desde la antigüedad el ser humano ha cambiado los valores divinos, y en consecuencia, los polos magnéticos se han invertido. Y desde ese momento, el interés individual ha tenido prevalencia sobre la divinidad; el mundo material se apoderó del mundo espiritual causando que las vibraciones energéticas del Amor Universal desaparecieran, y junto a ellas, la posibilidad de los Grandes Seres para manifestarse en una densidad tan extrema como la de su planeta. Según este principio, amados seres de luz, hoy siguen pensando al revés y es por ello que se encuentran convencidos, de padecer enfermedades que afectan sus órganos, ya que están alimentando un proceso que resulta ser reversible.
Cada uno de ustedes posee el poder para actuar concretamente sobre su cuerpo físico, de forma palpable y visible. Empieza a través de determinante y real una conciencia de que cada uno de ustedes es custodio divino de la Llama de Vida Eterna, esa de la cual las distintas religiones que crearon les han hablado sin permitirles que entiendan realmente su gran significado. Ustedes son la encarnación de Dios dentro de este mundo, y como tal, manifiestan el Amor y la Luz, ya que de eso se trata su objetivo final en la Tierra después de sus numerosas encarnaciones; su propósito consiste en alcanzar finalmente el estado que supone la Divinidad del Hombre.
Todos ustedes se caracterizan por ser seres que encarnan la Luz Divina, y aquellos que han logrado abrir sus corazones para conocer la verdad, manifiestan dicha Luz dentro del mundo que los rodea; sin embargo, para que la mente obtenga la victoria sobre la materia es preciso que sean totalmente conscientes de los inmensos poderes que poseen, al mismo tiempo que los aceptan y reciben como una parte fundamental para su existencia en la Tierra.
Cada uno de ustedes posee el poder para actuar concretamente sobre su cuerpo físico.
Frente a ustedes se encuentra un antiguo pueblo, es “el pueblo de los Siddhas”, el cual conquistó la vejez, la enfermedad y como resultado de ello, también la muerte. Actualmente estas personas habitan un plano dimensional distinto y los ayudan a despertarse de la dualidad que los mantiene cegados para que encuentren su verdadera naturaleza divina. Este pueblo controlaba completamente su Ser y tenían la capacidad de tragar toda clase de virus y/o microbios sin llegar a enfermarse; cada uno de los secretos que poseían se les revelaron luego a quienes se convertirían en Maestros de la Hermandad Blanca, los cuales en la actualidad tratan de revelárselos a ustedes de manera gradual.
Deben comprender que nada de esto es ficción, sino que se trata de la más pura realizad: los demás seres que habitaron en otros mundos pasaron por este proceso y ahora es su turno de darse cuenta que son seres con un gran poder de cambio; es su deber como habitantes de este mundo.
Numerosos métodos les enseñarán de qué manera abordar sus cuerpos físicos, órganos, células e incluso sus células primordiales. En múltiples sentidos, serán capaces de penetrar en los más profundos de los secretos que poseen sus cuerpos encarnados; aprenderán a escuchar sus males, a utilizar distintas llamas y rayos de energía, distintos métodos de oraciones y meditación trascendental para poder sanar primero a sus cuerpos sutiles y luego a sus cuerpos físicos. Existe una técnica para cada una de estas acciones, una especie de familiaridad con uno u otro método; no obstante, es de la base de cada técnica y/o método que estamos hablando en esta ocasión, es decir: el entender que los males que afectan el cuerpo físico son los resultados y no las causas.
Recuerden ¡Todo aquello que ha sido hecho, puede deshacerse! Es posible solucionar todo aquello que ustedes han permitido que se creara, en términos de disfunción física, al revertir el proceso de creación. No obstante, es preciso que identifique qué se encuentra tras dicho proceso, y para lograrlo es necesario que se sumerjan dentro de su memoria celular con el fin de entender de qué forma se produjo una u otra manifestación física (accidente, enfermedad, entre otros). Solo entonces bastará para que logren alejarse de los antiguos eventos y acepten que esos padecimientos que los afectan es consecuencia de alguna acción y no se ha desarrollado por casualidad.
De igual forma, tendrán que perdonarse a sí mismos, por todo ello; después deberán dirigir conscientemente hacia sus manos todo el poder que posee la energía divina en su interior, con el fin de sanarse, calmarse y fortalecerse. Así es amados hermanos, en su interior se encuentra el poder que requieren para generar verdaderos cambios en su cuerpo físico, no lo duden; confíen en ello y lograrán desarrollarlo en mayor medida y en menos tiempo.
¡De esto se trata la medicina del futuro! Es la auténtica medicina para el alma y el corazón. ¡Sumérjanse dentro de la inmensa energía del Amor y acepten el gran poder Divino del Rayo Verde, que los acompaña en cada una de las etapas de su vida!
AUTORA: Lurdes Sarmiento redactora en la gran familia de hermandadblanca.org
No hay comentarios.:
Publicar un comentario