Los niños son pequeños cuerpos que en apariencia son niños, pero
ninguno de ellos es niño para el universo, son almas antiguas, encarnadas
infinitas veces, las cuales traen consigo sus experiencias y vivencias,
adaptándolas a su nueva forma.
Deben tratarlos como almas en proceso de adultez.
Es difícil tratarlos así ya que el sistema que
utilizan en la educación de sus hijos, se encuentra aún dividido entre niños,
niños-adolecentes, adolecentes, adolecentes-jóvenes, jóvenes, jóvenes-adultos,
adultos, adultos-mayores,
mayores, mayores-ancianos y ancianos. En realidad no se debería hacer estas
diferencias, ya que el alma de un niño puede ser más antigua que un anciano.
Mientras ustedes no conozcan al alma y no tengan el conocimiento
de la energía, harán estas diferencias.
La educación y las sanaciones futuras, estarán en manos de seres
que realmente estarán preparados para realizar las funciones requeridas que el
universo requiere. Por el momento la educación cósmica de estas almas, se
encuentra en manos de los padres, los cuales al estar despiertos educan a sus
hijos de igual manera.
Hoy en día ustedes, son los pioneros de la nueva
era, están recibiendo los preámbulos del cambio en el planeta y en los seres
que lo habitan. Aún no tienen idea de lo que sucederá en el transcurso del
tiempo. Tal vez imaginan y están tratando de vivir de acuerdo a ello, pero las
transformaciones serán tan maravillosas, que no se reconocerán entre lo que hoy
son, con lo que serán.
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