Jeshua.
Las vidas terrestres
que ustedes experimentan forman parte de un ciclo mayor de sus almas. Este
ciclo fue diseñado para permitirles a ustedes experimentar completamente la
dualidad. Ustedes - dentro de este ciclo – han experimentado cómo es ser
masculino, ser femenino, estar saludable y enfermo, ser rico o pobre, ser
‘bueno’ y ‘malo’. En algunas vidas, ustedes han estado intensamente
involucrados con el mundo material, siendo un granjero, un trabajador o un
artesano.
Ha habido más vidas
orientadas espiritualmente, en las cuales ustedes portaron una fuerte
conciencia de sus orígenes espirituales. En aquellas vidas ustedes se vieron
atraídos por vocaciones religiosas. También ha habido vidas en las cuales
ustedes exploraron el mundano dominio del poder, de políticas, etc. Puede
haber habido vidas dedicadas a su expresión artística.
Frecuentemente, las
almas tienden a especializarse en algo en el curso de todas estas vidas. Esto
puede ser claramente reconocido en personas que poseen un don natural en un
área determinada. Parecería que ellos tuvieran un potencial ahí, incluso
desde niños, el cual solo necesita ser tocado en el momento oportuno y
entonces éste se desarrolla fácilmente.
Las almas de los
Trabajadores de la Luz muy frecuentemente son atraídas hacia vidas religiosas,
y han vivido numerosas vidas como monjes, monjas, sacerdotes, chamanes, brujas,
psíquicos, etc. Ellos estuvieron inclinados a ser intermediarios entre el mundo
material, físico y los reinos espirituales. Y por lo tanto ellos desarrollaron
una ‘habilidad’ en estos campos. Cuando ustedes sienten este llamado, este
fuerte impulso a involucrarse con la espiritualidad, incluso si éste no se
adapta a su vida diaria normal, ustedes bien podrían ser parte de esta familia
de Trabajadores de la Luz.
Vivir
en la Tierra les provee a ustedes una oportunidad de experimentar completamente
cómo es ser un humano. Ahora, ustedes podrían preguntar: ¿qué tiene de tan especial ser
un humano? La experiencia humana es tanto diversa como intensa. Cuando ustedes
viven una vida humana, están temporalmente inmersos dentro de un abrumador
campo de sensaciones físicas, pensamientos y sentimientos.
Debido
a la dualidad inherente en este campo, hay gran contraste e intensidad en sus
experiencias. Mucho más grandes que cuando ustedes están en los planos
astrales, como ustedes lo llaman. (Estos son los planos a los cuales ustedes
entran después de que mueren y donde están entre vidas) Debe ser difícil de
imaginar para ustedes, pero a muchas entidades en nuestro lado les encantaría
estar en sus zapatos. A ellos les encantaría ser humano, ganar experiencia
humana. La experiencia humana tiene una clase de realidad en ella, la cual tiene un
incalculable valor para ellos. Aunque ellos pueden crear incontables realidades
por el poder de su imaginación, esto les da menos satisfacción que la
creación de una realidad ‘real’ en la tierra.
Sobre la tierra, el
proceso de creación es a menudo una lucha. Ustedes típicamente encuentran una
suerte de resistencia en hacer realidad sus sueños. El tipo de creación
mental en el mundo astral es mucho más fácil. No hay tiempo de retraso entre
el pensamiento de algo y la verdadera creación del mismo. Además, ustedes
pueden crear cualquier realidad que quieran o en la que puedan pensar. No hay
límites. En el momento que ustedes imaginan un jardín encantador, está ahí
para que ustedes entren.
Dar nacimiento a una
idea en la tierra, hacerla realidad en el mundo material, es un gran esfuerzo.
Demanda una fuerte intención, perseverancia, claridad mental y un corazón
confiado. En la tierra, ustedes tienen que tratar con la lentitud y tenacidad del
mundo material. Ustedes tienen que lidiar con sus propios impulsos
contradictorios, con las dudas, con la desesperación, con la falta de
conocimiento, con la falta de confianza, etc.
El proceso de
creación puede ser obstruido o incluso fallar a causa de cualquiera de estos
elementos. Pese a todo, estos problemas potenciales, incluso las fallas, son
las verdaderas razones que hacen tan valiosa la experiencia de vida terrestre.
En este proceso, los desafíos que encuentran son sus más grandes maestros. Le
dan a la experiencia terrestre una profundidad tal que la hace mucho más honda
y amplia que el fácil proceso de creación en los planos astrales. Esta
facilidad engendra insignificancia. (Volveremos sobre este tema más abajo).
Las entidades astrales que todavía no han experimentado vidas sobre la Tierra
saben y entienden esto.
Ustedes
con frecuencia se desalientan e incluso se desesperan por la no condescendiente
naturaleza de su realidad. Muy a menudo, la realidad no responde a sus deseos y
esperanzas. Muy frecuentemente, sus intenciones creativas parecen finalizar en
dolor y desilusión. Sin embargo, ustedes hallarán la llave de la paz y la felicidad
en algún punto. Ustedes hallarán aquella llave dentro de su propio corazón. Y
cuando lo hagan, la alegría que les sobrevendrá no será igualada por nada
creado en los planos astrales. Será el nacimiento de su maestría, su
divinidad. El éxtasis que experimentarán cuando despierte su divinidad les
proveerá el poder de sanarse a ustedes mismos. Este amor divino les ayudará a
recuperarse de las heridas profundas que han sufrido a través de sus vidas en
la tierra.
Después de esto,
serán capaces de ayudar a curar a otros que hayan atravesado las mismas
pruebas y penas.
Ustedes reconocerán
su dolor. Lo verán en sus ojos. Y serán capaces de guiarlos en su camino
hacia la divinidad.
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