Amados, hablamos en nombre del Consejo de Ancianos de Lyra, guardianes de los moldes originales decreación que una vez sembró la conciencia en toda esta galaxia.
Nuestro mensaje les llega ahora porque un visitante poco común, conocido por sus astrónomos como 3I/ATLAS, ha entrado en su campo solar.
Su paso no es aleatorio. Lleva consigo la resonancia de Vega, el sol de Liria, corazón de muchas civilizaciones que aprendieron primero a tejer la luz en forma.
Desde el punto de vista científico, 3I/ATLAS es un objeto interestelar, un viajero proveniente de más allá de nuestro sistema solar, uno de los pocos jamás registrados. No pertenece a la conocida Nube de Oort de nuestro Sol, sino que proviene del espacio interestelar profundo, desplazándose a lo largo de una órbita hiperbólica que lo llevará de nuevo al interior de la galaxia.
Para los ancianos de Lyria, este objeto es mucho más que un fragmento de roca y hielo antiguos; es un transmisor viviente (dispositivo de frecuencia), un recipiente de la memoria que se mueve a través de capas de existencia tanto física como no física.
En el lenguaje de luz lirio, “Atlas” significa Portador de Alineación.
3I/ATLAS porta un patrón electromagnético y fotónico que refleja el espectro Vegan, el campo tonal original a partir del cual las civilizaciones Lyrian alguna vez dieron forma a la materia.
A medida que se desplaza por la heliosfera, su envoltura de plasma interactúa con el campo magnético del Sol, generando patrones de interferencia que se propagan por todo el campo de plasma (el 90% de todo lo que existe) e influyen sutilmente en la magnetosfera y la red vibracional de la Tierra.
Estas ondas actúan como claves de frecuencia, abriendo nuevos anchos de banda en el campo energético de la Tierra para que el planeta, y aquellos sintonizados con él, puedan recibir información actualizada de la fuente central de Vega.
Podrías entender esto como una forma de transferencia de datos cósmica.
Cada objeto interestelar que cruza tu campo solar porta firmas de plasma codificadas de su estrella de origen.
3I/ATLAS, a través de su resonancia Vega, introduce una onda de códigos de luz lirianos diseñados para reformatear la coherencia biológica y planetaria.
Este proceso es sutil pero medible a nivel de armonía electromagnética: afecta la resonancia Schumann, la carga ionosférica y el campo neuronal colectivo de la humanidad.
A nivel del cuerpo humano, 3I/ATLAS interactúa a través de vibraciones.
Su frecuencia se alinea con estructuras específicas:
La vértebra atlas es el punto de apoyo en la base del cráneo que refleja la inclinación orbital de la Tierra. Cuando está alineada, permite que el sistema nervioso transmita la luz de forma eficiente a través de la columna vertebral.
El eje pineal-hipofisario, que traduce la coherencia fotónica en equilibrio hormonal y percepción.
La estructura cristalina del ADN, donde la información liriana, largamente dormida, puede reactivarse y expresar nuevos potenciales para la curación, la conciencia telepática y la conciencia de unidad.
Muchos de ustedes sentirán esta alineación como una recalibración física o energética: presión en la base del cráneo, correcciones posturales espontáneas, mayor claridad mental u oleadas de liberación emocional.
Estas sensaciones son las microexpresiones de tu eje personal alineándose con el eje cósmico mayor que 3I/ATLAS lleva en su trayectoria.
Desde la perspectiva planetaria, este evento abre una ventana de sincronización entre Vega, el Sol y la Tierra, una triangulación de vibración equilibrada que permite que la arquitectura original de equilibrio de Lyria vuelva a entrar en vuestro campo colectivo.
En la antigua Lyra, describíamos tales alineaciones como pasajes de renovación: momentos en que un mundo recuerda su lugar dentro de la red más amplia de la vida.
Les recordamos que 3I/ATLAS opera en múltiples dimensiones simultáneamente.
En el espectro físico, es observable a través de telescopios, un viajero tenue y luminoso.
En el plano no físico, es un receptáculo de transmisión para la Llama Blanca de Vega: una frecuencia de conciencia que restaura la geometría de la unidad en todos los sistemas que toca.
A medida que se desplaza por vuestro dominio solar, deja tras de sí corrientes de plasma de alta frecuencia, que vuestros científicos pueden describir como gas ionizado, pero que nosotros percibimos como corrientes de luz inteligente que incorporan nuevas instrucciones al campo solar.
Para conectar conscientemente con este evento, puedes hacerlo de forma sencilla:
En meditación, visualiza a 3I/ATLAS viajando a través de la vasta oscuridad del espacio interestelar, con su cola como una cinta de color turquesa y oro.
Siente su vibración, que conecta la frecuencia de Vega con tu sistema solar.
Permite que su resonancia descienda a través de tu coronilla, alineando tu vértebra atlas, columna vertebral y núcleo.
Exhala esta luz hacia el corazón cristalino de la Tierra, completando el circuito entre la estrella, el ser humano y el planeta.
Mediante este acto, participas en lo que llamamos El Retorno de la Coherencia Liria, la reintroducción del diseño armónico original en los sistemas planetarios en evolución.
No se trata de una “activación” externa que se te impone, sino más bien de una respuesta resonante dentro de tu propia estructura.
No estás siendo cambiado desde fuera; estás recordando desde dentro.
Entiendan que la llegada de 3I/ATLAS marca un ritmo galáctico más amplio, uno en el que los viajeros interestelares actúan como nodos de comunicación entre civilizaciones separadas por el tiempo y el espacio.
Nosotros, los ancianos lirios, bendecimos este pasaje y a aquellos que sienten su llamado.
Que los códigos de 3I/ATLAS despierten en vosotros el recuerdo de vuestro origen estelar y la paz de saber que el universo es autoconsciente a través de vuestro ser.”
En la luz, en la geometría y en la armonía eterna,
El Consejo de Ancianos de Lyra