Para medir los chakras
delanteros, pida a su paciente que se tienda de espaldas. Si se trata de medir
los cha- kras traseros, deberá echarse sobre el estómago.
Para medir el estado
del chakra, sostenga el péndulo colgado de un cordón a unos 15 cm por encima
del chakra y libere su mente de cualquier desviación referida al estado del
chakra. (Esta es la parte más difícil y requiere práctica.) Asegúrese de que
el péndulo está lo más cerca posible del cuerpo, pero sin tocarlo. La ener-
gía de usted fluirá al campo del péndulo para activarlo. Este campo
combinado del péndulo y su propia energía interactuará entonces con el campo
del sujeto, haciendo que se mueva el péndulo (véase figura 10-1). Proba-
blemente describirá un dibujo circular, definiendo un círculo imaginario por
encima del cuerpo del sujeto. Puede que se desplace adelante y atrás en un
movimiento elíptico o en línea recta. También es posible que el movimiento
sea errático. El tamaño y la dirección del desplazamiento del péndulo
indica la cantidad y la dirección de la energía que fluye a través del
chakra. El doctor John Pierrakos ha comprobado que un movimiento del péndulo
en el sentido de las agujas del reloj denota un chakra psicodinámicamente
abierto. Esto quiere decir que las sensaciones y las experiencias psicológicas
que son reguladas por el chakra a través del cual fluyen están bien
equilibradas y plenas en la vida de esa persona. Cuando el péndulo se desplaza
en el sentido contrario a las agujas del reloj, ese chakra se encuentra
psicodinámicamente cerrado, lo que indica un área problemática en su
correspondiente aspecto psico- lógico. Ello quiere decir que los sentimientos
y las experiencias psicológicas que se regulan y fluyen a través de ese
chakra no están equilibrados porque la energía se halla bloqueada y,
probablemente, la persona tiene experiencias negativas asociadas con ellos.
El tamaño del
círculo descrito por el péndulo está relacionado con la fuerza del chakra y
la cantidad de energía que fluye a través del mismo. Está relacionado,
igualmente, con la cantidad de energía que el sanador y el sujeto tengan ese
día. Si el péndulo describe un círculo amplio, ello indica que a través de
él está pasando una gran cantidad de energía. Si el círculo es reducido, la
energía que fluye será menor.
Es importante tener
presente que el tamaño del chakra no es el diámetro de la figura circular
descrita por el péndulo, aunque dicho diámetro lo indica aproximadamente. El
tamaño del círculo del péndulo está en función de la interacción de los tres
campos: el del paciente, el del terapeuta y el del péndulo, como se ha dicho
más arriba. Si las energías de ambas personas son elevadas, parecerá que
todos los chakras son más grandes. Hay que centrarse en la comparación de los
tamaños relativos entre los chakras. La salud se logra equilibrando los
chakras para crear un flujo igualado de energía que pase por todos ellos. Por
tanto, para lograr un estado saludable todos los chakras deben ser del mismo
tamaño aproximadamente.
Las numerosas variaciones entre las formas básicas en el sentido de
las agujas del reloj y en el contrario in- dican diversos estados
psicológicos. La figura 10-2 es una tabla de las diversas formas que describe
el péndu- lo. Aunque puede que a primera vista parezca complicada, la tabla
es, en realidad, muy simple. Cada movi- miento descrito por el péndulo es una
variación entre los extremos de un chakra totalmente abierto (en el sen- tido
de las agujas del reloj, 15 cm de diámetro), R15, o un chakra completamente
cerrado, que gira en el sentido contrario a las agujas del reloj, CR15. Rara
vez encuentro diámetros superiores a 15 cm, a menos que la persona esté
abusando de un chakra determinado o se encuentre muy abierta después de
una experiencia espiritual, cuando se abren la mayoría de los chakras. He
llegado a medir R30 (en el sentido de las agujas del reloj, con un diámetro de
30 cm).
La única excepción a
las medidas situadas entre R15 y CR15 es el chakra completamente inmóvil (IM),
en el que el péndulo no muestra movimiento alguno. En este caso lo que sucede
es que el chakra está invirtiendo su giro, o que el individuo ha abusado del
determinado funcionamiento psicológico que se asocia a este chakra, o lo ha
retenido y bloqueado, de tal manera que ha dejado de girar y ya no metaboliza
energía alguna procedente del campo energético universal. Si tal estado se
prolonga durante mucho tiempo, con toda seguridad desembocará en una
enfermedad, ya que el cuerpo no puede funcionar saludablemente si no es capaz
de usar la energía exterior. (Véase el capítulo 15 sobre la relación entre
la enfermedad y los chakras.)
Cualquier movimiento
elíptico del péndulo indica un desequilibrio a la derecha o a la izquierda
del flujo ener- gético en el cuerpo. Las desígnaciones de izquierda o derecha
se refieren a los respectivos costados del cuerpo del paciente, es decir, el
péndulo oscila hacia arriba a la izquierda (REI) o hacia arriba a la derecha
(RED) del cuerpo del paciente. Esto indica, además, que un lado del cuerpo es
más fuerte que el otro. El lado derecho (RED, (:RED) representa la naturaleza
activa, agresiva. «masculina» o yang. El lado izquierdo (REI, CREI), es el de
la personalidad pasiva, receptiva, «femenina» o yin. El doctor John Pierrakos
ha observado que cuando el péndulo describe una elipse inclinada hacia el
costado derecho del sujeto, la personalidad tiene más desarrollado su aspecto
masculino que el femenino. Probablemente es ta persona será «superactiva»,
mostrando su agresividad en los momentos en que la receptividad sea más
apropiada. Esto sucederá en cuestiones directamente relacionadas con el área
del funcionamiento psicológico regulado por ese chakra determinado que
presenta el movimiento elíptico.
Cuando un chakra
provoque en el péndulo un movimiento elíptico hacia la izquierda (REI, CREI),
lo más probable es que la persona sea pasiva en situaciones relacionadas con
cuestiones implicadas con aspectos psicológicos particulares regulados por ese
chakra. Por ejemplo, si la lectura del centro de voluntad entre los omóplatos
(4B) es pasiva (elíptica hacia el extremo izquierdo), la persona no logrará
alcanzar lo que desea.
Esta persona
permanecerá pasiva cuando se requiera una acción agresiva; esperará que
alguien haga algo o le dé algo. Tampoco será capaz de defender sus derechos o
su turno. En numerosas ocasiones se considera que dicha persona se mantiene
pasiva como consecuencia de una falsa humildad, pero lo cierto es que le asusta
ser agresiva debido, por lo general, a que tiene imágenes muy profundas sobre
lo que significa serlo.
La imagen sobre la
agresión procede directamente de la experiencia infantil. Por ejemplo, puede
que un niño haya tenido un padre muy agresivo que imponía su voluntad sobre
él o le humillaba cada vez que trataba de alcanzar lo que quería. Esto convenció
al niño de que sus intentos por alcanzar lo que deseaba no servían para
obtenerlo. Los niños son muy creativos y, por tanto, el que nos ocupa
probablemente experimentó algunas formas de satisfacer sus deseos o, por lo
menos, de obtener algo que compensara lo que deseaba. La forma que le diera
resultado sería la que adoptaría como compor- tamiento natural, y seguiría
comportándose así a lo lar- go de su vida, hasta que esa forma dejara de
funcionar. Lamentablemente, desterrar un hábito es muy difícil, y cambiarlo
para encontrar nuevas formas cuesta esfuerzo, debido a que la agresión siempre
se considera negativa en principio. Por regla general, bajo toda pasividad se
oculta un componente agresivo muy hostil de la personalidad que desearía
arrojar de sí los sentimientos sin restricciones y tomar aquello que desea. Si
se hace de forma repetida en un ambiente terapéutico, la persona logrará
finalmente integrar su agresión saludable con el resto de su personalidad.
Este trabajo de la agresividad ha de hacerse al tiempo que se realiza la tarea
de convertir la pasividad en saludable receptividad.
Figura 10-2
DIAGNOSIS DEL CENTRO
ENERGÉTICO
SÍMBOLO
|
NOTACIÓN
|
SIGNIFICADO DEL
SÍMBOLO
|
INDICACIONES
FISIOLÓGICAS
|
|
R15
|
En el sentido de las
agujas del reloj, 15 cm de diámetro
|
Abierto y armonioso
con clara percepción de la realidad.
|
|
RED7,5
|
En el sentido de las
agujas del reloj, elíptico, derecho, 7,5 cm de diámetro
|
Abierto. Desglose
activo/receptivo con el lado activo de la personalidad más desarrollado que
el receptivo. La percepción de la realidad desviada hacia el lado activo,
masculino, del yang, del dualismo
|
|
REI7,5
|
En el sentido de las
agujas del reloj, elíptico, izquierdo, 7,5 cm de diámetro
|
Abierto. Desglose
activo/receptivo con el lado receptivo más desarrollado. La percepción de
la realidad desviada hacia el lado receptivo, femenino, del yin, del
dualismo.
|
|
REV7,5
|
En el sentido de las
agujas del reloj, vertical, 7,5 cm de diámetro.
|
Abierto. Con cierto
desplazamiento ascendente de energía hacia lo espiritual para evitar la
interacción con la gente.
|
|
REH15
|
En el sentido de las
agujas del reloj, elíptico, horizontal, 15 cm de diámetro.
|
Abierto. Con cierta
compactación y reteniendo la energía para evitar interacciones.
|
|
CR15
|
En el sentido
contrario a las agujas del reloj, 15 cm de diámetro.
|
Cerrado e
inarmónico, con proyecciones activas de la realidad.
|
|
CRED7,5
|
En el sentido
contrario a las agujas del reloj, elíptico, derecho, 7,5 cm de diámetro.
|
Cerrado. Desglosado,
aspecto agresivo más desarrollado que el pasivo con proyección de una
desviación pasiva, yang, de la realidad.
|
|
CRE15
|
En el sentido
contrario a las agujas del reloj, elíptico, izquierdo, 5 cm de diámetro.
|
Cerrado. Desglosado,
aspecto pasivo más desarrollado que el agresivo con proyección de una
desviación agresiva de la realidad.
|
|
CREV7,5
|
En el sentido
contrario a las agujas del reloj, elíptico, vertical, 7,5 cm de diámetro.
|
Cerrado. Con
desplazamiento ascendente de la energia hacia lo espiritual para evitar la
interacción con la gente.
|
|
CREH12,5
|
En el sentido
contrario a las agujas del reloj, elíptico, horizontal, 12,5 cm de
diámetro.
|
Cerrado. Cierta
retención y compactación de la energía para evitar la interacción
energética con la gente.
|
|
V15
|
Vertical, desviación
15 cm.
|
Movimiento de
sentimientos y energía hacia lo espiritual para evitar la interacción
personal.
|
|
H10
|
Horizontal,
desviación 10 cm.
|
Retención del flujo
energético y de los sentimientos para evitar interacciones personales.
Fuertes bloques indicados.
|
|
D7,5
|
Derecha, desviación,
7,5 cm
|
Grave desglose
agresivo/pasivo, con el lado más agresivo más desarrollado que el pasivo.
|
|
I10
|
Izquierda,
desviación 10 cm.
|
Grave desglose
agresivo/pasivo, con el lado pasivo más desarrollado que el agresivo.
|
|
IM
|
Inmóvil
|
El chakra no funciona
en absoluto y dará lugar a patología en el cuerpo físico.
|
|
REDE12,5
|
En el sentido de las
agujas del reloj, elíptico, desviación del eje, 12,5 cm de diámetro.
|
Se está produciendo
un tremendo cambio en la persona que está trabajando de forma activa y
profunda en las cuestiones implicadas. Probablemente preocupada con las
cuestiones relevantes definidas por la función del chakra. Caos definitivo.
|
|
CREDE15
|
En el sentido
contrario a las agujas del reloj, elíptico, cambio del eje, 15 cm de
diámetro.
|
Igual que el REDE,
con caos negativo.
|
* Recuerde que los
símbolos de figuras están trazados según se mira desde la parte frontal del
cuerpo del paciente.
Cuanto más deformado
sea el movimiento circular del péndulo en cualquier chakra determinado, más
grave será la distorsión psicológica. La separación izquierda/derecha más
grave se indica mediante un movimiento de vaivén del péndulo en un ángulo de
45 grados en relación con el eje vertical del cuerpo (D7,5, 110 de la figura
10-2). Cuanto más amplio sea el movimiento del péndulo mayor será la
cantidad de energía contenida en la distorsión. Por ejemplo, una medición
D15 del chak ra 4B indica que la persona tomará lo que quiere, de manera
sencilla y agresiva, cualesquiera que sean las circunstancias.
La misma regla general
para medir el estado de gravedad es aplicable al movimiento de vaivén del
péndulo en sentido vertical (paralelo al eje vertical del cuerpo [V]) u
horizontal (perpendicular al eje vertical del cuerpo [H]). El sentido vertical
indica que el individuo está desviando energía hacia arriba, en dirección
vertical, lo que significa que está evitando la interacción personal. El
movimiento horizontal indica que el individuo está reteniendo y compactando el
flujo y los sentimientos para evitar la interacción personal. Por ejemplo, una
lectura de V12,5 del péndulo en el chakra 3A indicará que la persona está
centrando su conexión personal hacia lo vertical y la espiritualidad y
evitando una relación personal con otro ser humano. Se define a sí mismo en
el universo desde el punto de vista de las creencias espirituales y rechaza la
conexión con otro ser humano. En cambio, una lectura de H12,5 en el mismo
chakra indicará que la persona no está conectando con nadie, ni en el nivel
espiritual ni en el humano, lo cual le puede conducir al aislamiento personal.
Este movimiento particular podría dirigirse hacia un chakra inmóvil (IM) a
causa de su infrautilización y compactación. En este caso se precisa un
intenso trabajo de psicodinámica física.
Cuando un individuo
centra su trabajo psicológico en un aspecto particular de su ser, sea porque
decida hacerlo así desde algún lugar de su interior o porque las
circunstancias externas le obliguen, el chakra o los chakras particulares
implicados mostrarán, probablemente, un movimiento caótico o asimétrico
(REDE, CREDE), como se ve en la figura 10-2. Este movimiento hará que el
péndulo oscile de manera desordenada, mostrando, por lo general, un movimiento
elíptico combinado con un eje oscilante. Al principio, es posible que el
sanador inexperto se sienta confundido; sin embargo, si sostiene el péndulo
sobre el chakra durante un período de tiempo más prolongado podrá observar
la desviación del eje. El dibujo descrito por el péndulo tendrá el aspecto
de los dos últimos de la figura 10-2. Cuando se observe este tipo de
movimiento, el terapeuta sabrá que en el paciente están sucediendo muchas
cosas. Es el momento de trabajar en profundidad en las cuestiones de que se
trate, pero, al mismo tiempo, de conceder al cliente muchísimo tiempo y
espacio personal para que proceda a su propio examen/transformación. Si en ese
momento puede ausentarse del trabajo unos cuantos días para alejar las
preocupaciones de su rutina diaria, tendrá la oportunidad de aprovechar al
máximo este período de gran cambio personal. He observado regularmente este
fenómeno en personas que experimentaban un profundo trabajo de transformación
personal en retiros intensivos de semanas de duración.
A medida que el
terapeuta vaya adquiriendo maestría en el uso del péndulo empezará a
observar más «cualidades» en sus mediciones. La velocidad de oscilación (la
del movimiento del péndulo) indica la cantidad de energía que se está
metabolizando a través del chakra. Con la práctica, el terapeuta también
puede «captar» cualidades tales como rigidez, tensión, exuberancia, pesadez,
tristeza, duelo, paz y claridad. Una oscilación rápida puede ser, además,
tensa, lo que indica exceso de trabajo, tensión y presión en ese área. Por
tanto, al desarrollar una sensibilidad más aguda hacia la calidad de la
energía que fluye por el chakra, el terapeuta puede obtener una mejor
información acerca del estado de su cliente. Ahora puede decir hasta qué
extremo es estable un chakra, cuánto tiempo, aproxi- madamente, ha permanecido
en su actual estado, si cambia adelante y atrás dos estados, etc. Un cha- kra
puede estar abierto el 20% o el 80% del tiempo. Esto lo puede «captar» un
terapeuta sensitivamente formado, lo que, desde luego, exige práctica en la
tarea de verificación.
Los chakras pasan por
distintas fases al cambiar de cerrados a abiertos mediante un intensivo trabajo
de terapia. El proceso de cambiar el propio sistema de creencias reencauza el
movimiento del chakra. Un chakra que permanece continuamente cerrado con un
gran diámetro (CR15) reducirá en ocasiones dicho diámetro a lo largo de
cierto período de tiempo, se dará la vuelta y aumentará entonces su
diámetro en la dirección armoniosa, hasta convertirse en R15. Con mayor
frecuencia, un chakra CR15, por ejemplo en el corazón o el plexo solar, puede
convertirse en R15 en un espacio de tiempo tan breve como cinco minutos de
llanto profundo. Este tipo de cambio no se mantendrá mucho tiempo; el chakra
tiende a mantenerse «abierto» de forma más prolongada cada vez que se abre. De
este modo aumenta su porcentaje global de tiempo de funcionamiento armonioso, y
la felicidad de la persona durará más. A la larga, el chakra se estabilizará
en la posición abierta y rara vez se cerrará. Por lo general, el individuo
avanza entonces en su proceso para trabajar en el siguiente chakra de
funcionamiento inarmónico que interfiere en su felicidad diaria.
He comprobado que,
cuando un chakra cerrado de forma crónica se abre durante una sesión
terapéutica, lo normal es que otro chakra usualmente abierto se cierre durante
un breve período para compensar. La personalidad no es capaz de tolerar el
nuevo estado «abierto» sin contar inicialmente con cierto grado de
«protección» imaginaria.
Estudio clínico de un retiro intensivo
Examinemos ahora las
configuraciones de los chakras medidos realmente en un caso práctico. Se trata
de una mujer que acudió en dos ocasiones distintas al Phoenicia Pathwork
Center de Phoenicia, Nueva York, para practicar un retiro semanal que incluía un
trabajo muy intensivo sobre si misma. La primera vez fue en 1979, y la segunda
en 1981. Cuando repitió su visita lo hizo en compañía de su esposo, y ambos
hicieron un trabajo en pareja muy intensivo. Se tomaron las medidas de los
chakras antes de iniciar la semana de trabajo, y de nuevo una vez que hubo
concluido. Todas las mediciones se hicieron en momentos en que la mujer se
encontraba muy relajada durante cierto tiempo. Los datos se muestran en la
figura 10-3. Para interpretar estas lecturas habrá que utilizar tanto las
figuras 7-3 y 9-1 como la fi- gura 10-2 de este capítulo sobre el significado
de cada chakra.
Como puede verse en
las lecturas, los centros de funcionamiento más armoniosos son los de la
razón, seguidos por los del sentimiento, y los peores son los de la voluntad.
Ello quiere decir que la mujer examinada tiene una mente aguda y que funciona
bien, especialmente en sus concepciones sobre la realidad (6A) y en la
integración de su personalidad y espiritualidad (7).
Su centro de voluntad
ejecutiva mental (6B) muestra durante la mayor parte del tiempo un desglose
derecha/izquierda, lo que quiere decir que tiende a ser agresiva, cuando lo
más apropiado sería que fuera receptiva en cualquier situación determinada
que guarde relación con la ejecución paulatina de sus ideas. Decidirá qué
hacer y lo pondrá en práctica gradualmente, tanto si es el tiempo apropiado
para empezar como si no.
Cuando acudió a su
primer retiro, este centro era agresivo. Para cuando concluyó, el centro se
había calmado y había perdido su agresividad, pero esta bastante inmóvil.
Esta configuración de inmovilidad no se mantuvo ni cambió el estado
armónico, como suele suceder con el tiempo. Dos años más tarde, cuando
volvió, el centro era de nuevo agresivo, y no cambió durante este segundo
retiro. En el momento de obtener la última lec tura, la señora tenía el
problema de ser excesivamente agresiva en la puuesta en práctica de sus ideas.
Este fue el único caso en que no se produjo cambio en sus chakras. Para cuando
concluyó el segundo retiro, todos los demás chakras estaban equilibrados.
Sus restantes centros
también mostraban problemas, de forma que cada uno de ellos dejó de funcionar
en uno u otro momento durante las semanas en cuestión. Cuando llegó en 1979,
los chakras 5B, 3B y 2B no funcionaban de manera adecuada. Esto significaba que
la mujer era agresiva negativamente, en términos de orgullo (chakra 5B),
autodestrucción (chakra 3B) y amortiguamiento de su potencia sexual. Este
amortiguamiento se realizaba mediante la separación del flujo energético del
chakra 2B en cuatro partes (el péndulo mostraba cuatro círculos separados y
bien definidos), y su utilización en formas negativas, corno por ejemplo
peleas con su ex marido. Después del primer retiro, la única mejoría que
funcionaba en su voluntad se refería al área del orgullo, que había
abandonado y que se convirtió en funcionamiento positivo en el área de su
profesión (5B). Seguía poseyendo un componente hiperactivo, que tomaba el
lugar del orgullo empleado para compensar los sentimientos de falta de adecuación
en ese área. Cuando acudió al segundo retiro, dos años más tarde, todavía
mantenía los mismos problemas volitivos. Los resolvimos en el curso de este
segundo retiro intensivo, de manera que todos los centros de vo- luntad
empezaron a funcionar normalmente.
Extractado del libro
MANOS QUE CURAN
BARBARA
ANN BRENNAN