miércoles, 5 de diciembre de 2018

APRENDIENDO A ENTENDER LA ENFERMEDAD.

Queridos amigos, aquí estoy con mucho respeto por el camino en el que ustedes están.

 Soy María Magdalena, y también he estado en la Tierra en un cuerpo terrenal. He experimentado la confusión, la emoción y la oscuridad que puede estar presente en una vida humana. También he experimentado la luz, aquellos momentos de intuición y profundo éxtasis, porque yo sentí la presencia de mi alma y esa experiencia me hizo salir de la confusión y alejarme de la soledad de la vida terrenal.

Este ir y venir entre la luz y la oscuridad es característico de la vida humana. También es el propósito de la vida terrenal llegar a conocer y respetar estos opuestos que se producen tanto en ustedes mismos como en el mundo. La luz, tanto como la oscuridad, llevan tesoros en su interior. Desde la perspectiva de la unidad, aquella que trasciende la dualidad de la vida terrenal, no hay conflicto entre la luz y la oscuridad; es sólo la dinámica entre estos dos opuestos.

A través de la oscuridad ustedes descienden a las profundidades que sólo se pueden experimentar mientras se está en un cuerpo humano, con la mente y las emociones de un ser humano. Desde aquellas profundidades puede nacer una luz que agrega algo nuevo a la Creación, al universo y al cosmos. Lo que ustedes están haciendo mientras están aquí en la Tierra es especialmente valioso. 

Debatirse entre sentimientos de dolor, de soledad y de confusión, y éxtasis, claridad y alegría es parte de estar en el reino terrenal de la dualidad. Acepten ese flujo y reflujo, porque de esta manera hacen que la vida sea mucho más ligera.

Muy a menudo ustedes luchan contra esas olas, porque quieren evitar sentirse miserables y retornar al polo de la luz lo antes posible. Pero de esa resistencia a la oscuridad surge una separación artificial entre la luz y la oscuridad, entre el bien y el mal. Se vuelven antónimos: la luz es buena, la oscuridad es mala, pero esa oposición crea una dualidad que es falsa, ficticia. Las emociones oscuras también tienen un valor y llevan mensajes significativos. La luz sola no es suficiente. La oscuridad representa un enorme poder, porque de ahí viene la posibilidad de ser un yo independiente quien hace elecciones y toma decisiones, que explora cosas nuevas, crece en fuerza y autoconciencia. Toda la evolución de su alma depende de que ustedes tengan conocimiento de la oscuridad, para que puedan trabajar en conjunto con ella y transformarla.

Eso se vuelve muy claro cuando están tratando con la enfermedad, con síntomas físicos que interrumpen y derrumban sus hábitos y su vida cotidiana. La presencia de estos síntomas los obliga a sumergirse en la oscuridad, porque debajo del dolor y del nivel físico de la enfermedad yace toda una represa de emociones que quiere ser vista, que ha sido reprimida por un cierto tiempo. Son esas voces en la oscuridad que a menudo quieren llegar a través de la enfermedad. Sin embargo, debido a que ustedes, a través de su crianza y de su sociedad, han crecido con mucho prejuicio acerca de lo bueno y de lo malo, de lo que puede y no puede ser, reprimen los mensajes de la enfermedad y a menudo se enfocan en los síntomas físicos, es decir en los aspectos externos de la enfermedad.

Los invito a mirar a la enfermedad más profundamente, y de una manera eso comienza con suspender todos los juicios acerca de lo que es malo y de lo que es bueno, que son realmente perjudiciales para el examen interno: la exploración de sí mismo. La enfermedad no es mala en un sentido moral. Por supuesto es molesta, inoportuna, dolorosa, y a la luz de esto es natural que ustedes anhelen la salud y la armonía, pero la enfermedad en sí misma no es mala. Es el resultado final de un proceso interno y una dinámica entre reprimir y querer ser visto, y esta dinámica se da a conocer a través del cuerpo.

Vean a su cuerpo como un instrumento muy puro. Mientras su cabeza está llena de juicios morales acerca de lo bueno y de lo malo, el cuerpo permanece externo a eso. El cuerpo viene antes, y está fuera, del reino del juicio y de la moralidad. Eso en sí mismo es un milagro; el cuerpo no se enredará ni se unirá a las voces del prejuicio, del miedo y de la moralidad. En este sentido el cuerpo es el instrumento más puro que tienen a su disposición aquí y ahora.

No consideren al cuerpo sólo como una cosa física, sólo como un trozo de materia, sino como un fenómeno o manifestación mucho más compleja. El cuerpo es ante todo un campo de energía. 

Siéntanse a ustedes mismos desde la cabeza a los pies, incluso mientras están sentados aquí ahora. Sean conscientes de la corona de su cabeza y de sus pies y dedos de los pies, y sientan que a su alrededor hay un campo que lo abarca todo. Ese campo no termina en la superficie de su cuerpo, se extiende más allá y es más grande que su cuerpo.

El campo del cual les hablo, su campo de energía, está relacionado muy estrechamente con las células y los órganos que componen su cuerpo al nivel físico. El cuerpo y el campo están profundamente entrelazados; uno no existe sin el otro. Sientan el campo viviente en y alrededor de ustedes y conéctense con él. Respiren en su vientre y relájense. Este campo contiene la verdad sobre ustedes y está tan cerca, los impregna y los rodea, y sin embargo a menudo no pueden llegar a él porque sus pensamientos actúan como una barrera que los aparta de las señales y de los impulsos, la verdad de su cuerpo.

La barrera de pensamientos está compuesta de juicios, normas y de cómo deberían ser las cosas, lo que está permitido y lo que no. Esta barrera trabaja como una espada de corte porque divide sus experiencias y sentimientos en cajas, y el flujo suave, la unidad de la totalidad, se rompe y se fragmenta. Traten de sentir el campo sin pensar en él; simplemente permitan que esté ahí. Díganle “hola” a su cuerpo, al campo de energía sofisticado y afinado que es. Su alma está tan presente en este campo como lo está en las células físicas de su corazón, de sus órganos, de su sangre, y todos ellos están íntimamente ligados. Lo que los desconecta a ustedes de este campo viviente son sus pensamientos, que juzgan y separan. Suelten esto ahora dándose la bienvenida a ustedes mismos. Vayan contra todos esos prejuicios centenarios diciéndole “sí” a su corazón, a su vientre, a todas las emociones que llevan dentro de ustedes, lo llamado bueno y malo, y véanlos como un todo. ¡Sean libres en ustedes mismos! Asuman que todo lo que está vivo aquí en este campo es bueno y es bienvenido y tiene un valor.

Imaginen que con su conciencia buscan los bordes de este campo. Vean si pueden sentir hasta dónde se extiende, adonde se siente bien, cuán grande es su campo. Imaginen que se deslizan muy ligeramente a lo largo de esos bordes con su conciencia y confirman: “Sí, esto soy yo”. También, por favor determinen si el campo se extiende debajo de sus pies y si hace contacto con la Tierra. Si no lo hace totalmente, vayan con su conciencia justo debajo de sus pies y sientan cómo la energía de la Tierra les da la bienvenida.

El poder nutritivo y de apoyo de la Madre Tierra los ayuda a sentirse más relajados y serenos dentro de su propio campo de energía, y lo hace sin juzgar. La Tierra y su cuerpo van de la mano; trabajan desde el mismo dinamismo, la misma sabiduría. Éste es el comienzo de la conexión con la energía de una enfermedad o dolencia; vuélvanse libres de prejuicios y vuelvan a casa con ustedes mismos. Sientan cómo necesitan esa conexión y cómo la han perdido. Juzgarse y compararse continuamente con los demás es perjudicial, crea tensión y nerviosismo.

Para aprender a comprender la enfermedad, es necesario volver a casa contigo mismo, decir “sí” a quienes son y entrar al campo del no-juicio que está alrededor y en su cuerpo. Imaginen, a medida que se serenan, en un estado de tranquila observación y dejando ser, que un portal aparece ante su ojo interior. Detrás de ese portal está una parte de ustedes que han perdido, que no han querido ver. Su cuerpo experimenta una dolencia o una desarmonía porque ustedes quieren mantener esa parte bajo llave y con cadena. Suelten sus pensamientos acerca de lo que esa parte podría ser y ahora imaginen que el portal está abierto. Con su atención y tranquila presencia a esa energía, a esa parte de ustedes, ahora se le permite salir. Ustedes ya no sienten la necesidad de frenarla. Tan sólo vean lo que sale, lo que sucede. Y recuerden – ¡todo está bien!

Si se encuentran a punto de emitir juicios o si comienzan a dudar de que el proceso esté funcionando, otra vez, suelten esos pensamientos. Ustedes no tienen que ver nada, simplemente sentir lo que sale del portal y decir “sí “a eso. Si sienten una pesadez ahí, un cierto estado de ánimo puesto ahí, o si ven una imagen o un color saliendo del portal, pregunten dónde se ubica en su cuerpo. Lo que sale es una energía emocional que ustedes han reprimido y ahora preguntan dónde está teniendo lugar en su cuerpo esa represión. ¿Está ocurriendo arriba o abajo en su cuerpo, en algún órgano en particular o en una cierta ubicación en su campo de energía? Simplemente busquen algo que llame su atención en el campo de energía que ustedes son. Dejen que el cuerpo les hable; él quiere hablarles, darles sugerencias, permítanse ver algo. Ábranse, e incluso si en un principio no les da resultado, háganlo nuevamente cuando estén solos y en un estado de relajación.

Conéctense con el campo que no conoce juicios. Imaginen que hay un portal a través del cual algo que les pertenece, y que han empujado lejos, quiere mostrarse y manifestarse. Dejen que la conciencia y la luz fluyan hacia la parte de su cuerpo que ha sufrido por la represión. Y no importa si este proceso de conexión con su cuerpo no produce resultados notables inmediatamente. Ustedes están luchando contra tradiciones antiguas de ver las cosas basadas en el miedo y en juzgar. 

Recuperar la conexión pura intuitiva con su cuerpo demanda, una y otra vez, que ustedes se inclinen en un estado de quietud y de no-juicio. Si hacen esto regularmente, comenzarán a sentir cuán efectivo es esto. Incluso si inmediatamente no viene a ustedes un mensaje, todavía es bueno estar con uno mismo en este nivel muy puro.

Finalmente, yo les pido una vez más que experimenten el poder de la Tierra debajo de sus pies y también mientras está presente en su cuerpo. Sientan la fuerza natural y la ausencia de juicio ahí. La Tierra sabe intuitivamente lo que ustedes necesitan sanar, tanto físicamente como a nivel emocional. 

Reciban su fuerza ahora y estén abiertos a la fuerza de la Tierra dentro de su cuerpo.

lunes, 3 de diciembre de 2018

LA MUERTE Y EL MÁS ALLÁ.

JESHUA.

Queridos amigos, amados ángeles de luz, yo los saludos a todos ustedes.

Es desde el corazón de la energía Crística que yo, Jeshua, abro mis brazos y les extiendo mi saludo.
Amados ángeles, sepan que son apreciados. Sepan que son amados incondicionalmente, incluso ahora mientras residen en un cuerpo de carne y hueso, un cuerpo mortal. Incluso mientras viven dentro de los límites de este hogar temporal, ustedes aún son una parte incondicional de Dios, el Hogar que ustedes tanto añoran. En realidad ustedes nunca han dejado el Hogar, sin embargo no reconocen la llama eterna que permanece encendida por siempre dentro de su ser. Entren en contacto con esa luz en este momento, apréciense, sepan quiénes son. Una luz arde dentro de ustedes, tan hermosa y pura. 

¿Cómo pudieron llegar a dudar?

Hoy hablamos acerca de la muerte. Existe mucho miedo respecto a la muerte. Miedo a la aniquilación, miedo al olvido, miedo a ser devorado por el gran agujero negro asociado a la muerte. Como tan a menudo es el caso en la dimensión terrestre, ustedes tienden a poner las cosas al revés y a presentarlas exactamente del modo opuesto a como realmente son. En realidad la muerte es liberación, un regreso, una remembranza de quiénes en realidad ustedes son.

Cuando llega la muerte ustedes sin esfuerzo regresan a su estado natural del ser. Su conciencia se mezcla con la llama de luz que es su verdadera identidad. Las cargas terrenales se levantan de sus hombros. Residir dentro de un cuerpo físico les impone limitaciones. Es verdad que ustedes eligieron sumergirse en este estado de limitación debido a las posibilidades de experimentar que tenía para ofrecerles. De todos modos ser restituido a su estado angelical natural es una sensación de arrobamiento. El ángel dentro de ustedes ama volar y ser libre, investigar libremente la miríada de mundos que constituyen el universo. Hay tanto por explorar y por experimentar. Una vez que ustedes nacen en un cuerpo terrestre, más o menos pierden contacto con esta libertad angelical y sensación de estar sin límites.

Por favor únanse a mí ahora, a medida que regresamos al momento justo antes de sumergirse en su encarnación actual. En un nivel interior ustedes se permitieron comenzar esta vida terrestre. Fue una elección consciente. Tal vez ustedes han olvidado esto, y ocasionalmente se sienten dudosos en cuanto a si realmente quieren estar aquí. Aún así hubo un momento en el cual ustedes dijeron “sí”. Ésta fue una elección valiente. Es un acto de enorme coraje canjear su libertad angelical y sensación de ausencia de limitación por la aventura de volverse humano, de volverse mortal. Esa aventura sostiene una promesa que hace que todo sea valioso. Sientan el “¡sí!” que alguna vez salió de su alma. Recuerden también ser halados hacia la Tierra. Sientan cómo ustedes se conectaron a la realidad de la Tierra, y sientan el momento en que descendieron al embrión dentro del útero de su madre. Ustedes pueden notar que hay una pesadez rodeando al planeta Tierra, un cierto colorido gris o densidad.

Hay mucho sufrimiento en la Tierra. El dolor, la pérdida, el miedo, los pensamientos negativos son parte de la atmósfera colectiva de la Tierra. Y eso es por lo que ustedes, como un alma recientemente encarnada, pasaron. Su luz encontró por sí misma un camino a través de esta oscuridad y al hacerlo así un inevitable velo de ignorancia calló sobre su consciencia angelical original. Sientan la tristeza de ese evento, y detrás de él, su coraje y valentía. Ustedes fueron determinados: “Voy a hacerlo. Una vez más voy a arraigarme dentro de esta realidad terrestre, para encontrar mi propia luz, para reconocerla, para redescubrirla, y para transmitirla a este mundo que la necesita tanto.”

Sí, ha sido un salto a la ignorancia. Olvidando temporalmente quiénes son, no recordando que su estado libre del ser es parte de ser humano. Ustedes olvidan que están a salvo y son libres, sin importar donde estén. Siendo humanos, ustedes empiezan a reclamar esa sensación natural de libertad y de seguridad. En su búsqueda pueden llegar a ser engañados por poderes que parecen ofrecerles lo que ustedes están buscando, pero en realidad los están volviendo dependientes de algo externo a ustedes. Pueden depender de juicios que vienen de afuera de ustedes, diciéndoles cómo comportarse para ser amados. Estas imágenes falsas del Hogar, estos sustitutos, tienden a entristecerlos y a deprimirlos. En verdad, el viaje hacia abajo del cielo a la Tierra ha sido uno arduo. La muerte, sin embargo, los trasporta de regreso al plano del amor y de la seguridad eterna. Es al morir que ustedes se rinden a quienes siempre han sido. Si mueren conscientemente, si pueden aceptar la muerte y rendirse a ella, morir pasa a ser un acontecimiento alegre.

¿Qué sucede cuando ustedes mueren? Antes de morir ustedes pasan por una etapa de despedir y liberar. Es una fase en donde dicen adiós a la vida terrenal, a sus seres queridos. Esto puede ser difícil, sin embargo al mismo tiempo les ofrece la posibilidad de reflejar profundamente quienes ustedes son, y lo que han aprendido y realizado en la Tierra durante su vida. En la aflicción que pueden sentir por dejar a sus seres queridos, siempre se torna tan claro lo que los conecta a ustedes con ellos. Es un lazo de amor que es inmortal. Este lazo es tan poderoso que sin esfuerzo pasa a través del límite que es la muerte. El amor es una fuente inagotable, dando origen a nueva vida eternamente. No teman perder a sus seres queridos, porque es en el momento de decir adiós que los límites de amor incondicional son reforzados y obtienen nueva vida. Porque es cierto: cuando parten en amor, se volverán a encontrar. Se hallarán nuevamente uno al otro, sin esfuerzo, porque el camino más corto hacia otro siempre sigue siendo el camino del corazón.

Si ustedes tienen seres queridos que han fallecido, pueden estar seguros de que están cerca de ustedes al nivel del corazón. Sientan su presencia, porque ellos están aquí entre nosotros, extendiéndoles sus saludos. Ellos se sienten privilegiados y libres. Están librados de la duda que azota a tantos en la Tierra y ellos ansían compartir con ustedes el amor y la bondad que están disponibles para ustedes en todo momento.

Aquellos que quedan atrás a menudo asocian la fase anterior a la muerte de sus seres queridos con sentimientos de tristeza y pérdida. Es natural lamentar la partida de un ser querido; es natural extrañar y añorar la presencia física del ser querido. Sin embargo, los alentamos a tratar y a sentir que con su partida se abre un portal hacia una nueva dimensión, una dimensión donde la comunicación es de una naturaleza tan pura, tan clara y tan directa que se eleva sobre los métodos de comunicación comúnmente usados en la Tierra. Ustedes pueden tener una comunicación directa con un ser querido después que él muere, desde vuestro corazón a su corazón. De este modo, una vez que ustedes se comunican honestamente y abiertamente con el otro, la idea falsa que solía estar entre ustedes puede ser aclarada fácilmente. Su mensaje será recibido, siempre.

Una vez que ustedes mismos hayan muerto, verán a la gente que está viviendo en la Tierra desde una perspectiva diferente. Serán más tolerantes, mansos y se encontrarán con un sentimiento de sabiduría incrementada. No van a estar de repente completamente equilibrados, porque hay emociones y sentimientos que se llevan con ustedes y que necesitan tratar. No van a ser perfectos u omniscientes una vez que dejen la vida física. Y en realidad eso no está tan mal, ¡porque de este lado aún hay mucho que experimentar y descubrir! Aún así, en la mayoría de ustedes hay una nueva perspectiva. La dimensión de la eternidad es tangible y esto respetuosamente mitiga su visión de lo que los ocupaba y de la gente que estaba directamente a su alrededor durante su estadía en la Tierra.

Ahora, ¿qué les sucede a USTEDES una vez que pasan los límites de la muerte? Una vez que han pasado la etapa del duelo, la etapa de decir adiós, comenzarán a sentir a la muerte acercándose. Ahora cambia el foco de su conciencia. Al soltar el mundo externo, las personas, su cuerpo, se tornará hacia adentro y se moverá más profundo dentro de ustedes. Su conciencia del mundo externo disminuye y esto les permite prepararse para el viaje interior en el cual están por embarcarse. Si ustedes aceptan la muerte conscientemente, experimentarán un “alistarse”, una disposición para realmente liberar. Para sus seres queridos éste es el momento de dejarlos ir, porque ustedes necesitan toda su fuerza para volcarse hacia adentro y prepararse.

Morir no necesita ser un proceso doloroso. Lo que en realidad tiene lugar es de una naturaleza grandiosa y majestuosa. Morir es un acontecimiento sagrado en donde el alma se conecta consigo misma de la manera más íntima. Durante la etapa final, la persona que muere siente la dimensión terrestre de un modo desprendido: el cuerpo, los olores, los colores, y otras sensaciones físicas. Otra dimensión está entrando en su consciencia, con una radiación tan prometedora y tentadora, que ya no es más difícil rendirse y dejar atrás todas las cosas terrenales. Incluso la presencia de sus seres queridos ahora no detendrá su partida. La energía del Hogar – Dios, el cielo o como sea que quieran llamarlo – es tan abrumadoramente complaciente, cálida y apaciguante que se torna fácil soltar y devolver a la Tierra su cuerpo cansado y gastado.

Una vez que liberen en paz, su alma se elevará de su cuerpo suavemente y con fluidez. Se sentirán sostenidos por fuerzas universales de amor y sabiduría. Si ustedes mueren sin resistencia, su entorno inmediato se llenará de una energía cálida y encantadora. Experimentarán una indecible sensación de alivio. Son libres, y todo se vuelve claro. Recuerdan la omnipresencia del Amor, no como una idea abstracta sino como una realidad palpable. Mientras estuvieron en la Tierra ustedes llamaron “Dios” a esta clase de amor, y sostuvieron una imagen sesgada, humana de lo que este Dios “quería de ustedes”. Estuvieron convencidos de que había ciertas demandas hechas por este Dios, demandas que usualmente ustedes no cumplían. Pero aquí en esta dimensión ustedes recuerdan lo que realmente es la voluntad de Dios: animarlos, inspirarlos, experimentar la creación a través de ustedes y finalmente reconocerse a Sí mismo en vuestro semblante. Dios quería volverse humano a través de ustedes. La meta de la evolución del universo eres TÚ: ¡Dios hecho humano!

Dios es la fuente de la creación, y ustedes son su realización. Ustedes, quienes le han dado forma humana a la luz de Dios, nunca son juzgados por ser humanos. En cambio son honrados. La idea de un Dios vengativo es aún otra perversión, un trastrocamiento de la verdad instigado por el miedo. 
Dios se reconoce a Si mismo en ustedes, sin considerar lo que ustedes hacen o dejan de hacer. 

Cuando estén de vuelta de este lado, nuevamente se volverán conscientes de esto, y una camionada de autocrítica y de sentimientos de inferioridad caerá de sus hombros. Sentirán nuevamente la alegría original de vivir, seguros en las manos de Dios.

Luego de su llegada aquí, ustedes percibirán seres de luz a su alrededor. Habrá guías para asistirlos y personas que ustedes conocían y que murieron antes que ustedes. A veces les sorprenderá ver con quién se encuentran allá: personas con quienes sólo se encontraron por corto tiempo, pero quienes tocaron su corazón profundamente, pueden estar ahí al lado de amigos y parientes de toda la vida. Cualquiera con quien hayan tenido una conexión basada en el amor, vendrá a saludarlos en algún momento. Una vez más, se torna tan claro para ustedes que decir adiós no es más que una ilusión, que la conexión del corazón es eterna. Experimentarán un sentimiento de agradecimiento y de admiración, a medida que entran a este plano de amor incondicional y sabiduría.

Una vez que llegan a este lado, hay una fase de ajuste en la cual se acostumbran a su nuevo entorno y lentamente liberan sus ataduras a la vida terrenal. Necesitarán aclimatarse. Habrá guías que los sostendrán y que están especializados en esto. Ustedes aún tendrán un cuerpo pero se sentirá más fluido que el cuerpo físico al que estaban acostumbrados. Lo más probable es que tome la apariencia de su cuerpo físico más reciente. Aunque hay libertad de tomar cualquier apariencia que ustedes deseen, la mayoría de las personas aprecian algo de continuidad por un tiempo. Ustedes también son libres de crear sus propias condiciones de vida, por ejemplo una casa hermosa con un jardín encantador, en un entorno natural con el cual se sintieron encariñados mientras estuvieron en la Tierra. Está totalmente bien vivir sus fantasías terrenales en este plano, al cual yo me refiero como el plano astral. Ésta es una dimensión o reino del ser el cual tiene en cuenta mucha libertad creativa, aunque aún se asemeja y está estrechamente conectado a la dimensión de la Tierra física.

Algunas personas han tenido dificultades en aceptar la muerte en la Tierra y su transición hacia el otro lado puede haber sido menos pacífica. Usualmente ellos necesitan más tiempo para adaptarse a sus nuevas circunstancias de vida. A veces les lleva un tiempo antes de que realmente se den cuenta de que han muerto. Algunas personas han sufrido una enfermedad de largo plazo y hallan difícil quitarse de encima la idea de estar enfermo. Ellos no pueden creer totalmente que estén sanos otra vez, y a menudo requieren la paciencia y el apoyo bondadoso de un guía espiritual que los ayude a liberar su viejo cuerpo. El cuerpo viejo puede pegarse al alma, puramente como un concepto, como una forma de pensamiento. Lo mismo vale para los hábitos emocionales y los patrones de comportamiento. Pueden repetirse en el plano astral hasta que el alma descubre su libertad, su poder para liberarse y abrirse a algo nuevo.

Otra posibilidad es que el alma permanezca atada al reino de la Tierra, a los seres queridos en particular, porque ella murió súbitamente o muy joven. Esto puede pasar en el caso de accidentes, catástrofes, o cuando la persona estaba en la flor de su vida. Éstas son situaciones en las cuales un alma particular no se sentía dispuesta o preparada para partir. Morir en esos casos es más o menos traumático. De este lado hay apoyo amoroso para estas almas traumatizadas, como siempre lo hay. Tarde o temprano el alma alcanzará un estado de aceptación y de comprensión de la situación. 

Siempre hay una razón viable para lo que parece ser una partida prematura desde el plano terrestre. Morir nunca es una coincidencia.

Mientras se extiende su estadía en el otro lado, su espíritu se expande dentro de niveles más amplios y más profundos de conciencia. Soltarán cada vez más los modos de pensar y de sentir a los que estuvieron acostumbrados en la Tierra. Esencialmente, ustedes gradualmente regresan al centro de quienes son, su alma, la chispa divina interior. Cuanto más entran – o regresan – a ese estado de conciencia, más se desprenden de la personalidad terrestre y de la dimensión de la Tierra. Ustedes sentirán un flujo del ser que se extiende más allá de ese aspecto suyo. Entrarán en contacto con otras vidas que pasaron en la Tierra, encarnaciones en donde personificaron otros aspectos de su alma. 

Ustedes se vuelven conscientes del espacio sin límites que es su alma y de las muchas experiencias que han acumulado en su viaje hacia el universo.

Cuando ahora la gente en la Tierra se conecte con ustedes, ellos sentirán a una persona que ha ganado en sabiduría y en amor espiritual. De hecho, a medida que se aproximan al centro de su alma, ustedes están dejando el plano astral y están entrando en lo que yo llamo el plano esencial, el reino de la Esencia. La mayoría de las personas permanecen en el plano astral por bastante tiempo después que han muerto. Ellos miran hacia atrás a su vida en la Tierra y reflexionan sobre todas las experiencias por las que han pasado. En el reino astral ustedes pueden experimentar tanto alegría como depresión, ambas emociones positivas y negativas. Sus alrededores reflejan su realidad psicológica interior. Las emociones con las cuales tienen que llegar a un acuerdo adquieren la forma de colores, paisajes y encuentros. Con frecuencia ustedes visitan el plano astral en sus sueños, así que están familiarizados con este campo de conciencia. En su literatura esotérica, cuando ellos hablan de muchas capas o esferas en la vida después de la muerte, extendiéndose desde la oscuridad a la luz, se están refiriendo al plano astral.

En el plano astral ustedes tienen la oportunidad de escoger el equipaje emocional que trajeron consigo de su reciente vida en la Tierra. En esto son asistidos por varios guías amorosos. En cierto momento, ustedes soltarán todas sus ataduras y su dolor emocional y estarán preparados para moverse por completo más allá del plano astral. Ahí es cuando pasan al plano de la esencia. Cuando esto sucede es como una segunda muerte. Dejan atrás todo lo que no pertenece verdaderamente a ustedes y se permiten fundirse con el Yo superior, su centro divino. En el momento en que pasan al plano esencial, serán conscientes del inmenso poder que los mueve. Experimentarán su unidad con Dios.

El plano de la esencia, el plano del Tú eterno, es el asiento de la conciencia divina desde la cual se origina toda la creación. Yo les pido que se tomen un momento para conectarse con este plano, aquí y ahora. No está lejos. Lo atraviesa todo, tanto al plano astral como al plano terrenal; atraviesa al cosmos entero. La presencia que ustedes sienten aquí es la presencia de Dios, pura y no contaminada. Puede sentirse como un profundo silencio, completamente pacífico pero rebosante de vida y de creatividad. Desde esta fuente brota toda la creación y a esta fuente deberá retornar.

Cuando ustedes alcancen el plano esencial en la vida después de la muerte, serán capaces de hacer elecciones conscientes en cuanto a su destino futuro. En este plano ustedes puedes arreglar, con la ayuda de maestros y guías, otra encarnación en la Tierra, o planear un viaje diferente, dependiendo de sus metas. En el plano esencial pueden oír claramente la voz de su alma. Es desde este plano que ustedes alguna vez dijeron “sí” a la vida en la cual se hallan ahora.

Tómense un momento para recordar cómo se siente estar en este plano. Cuanto más conscientes se vuelven de esta dimensión durante su vida en la Tierra, más fácil será morir pacíficamente y, luego de su muerte, moverse más allá del plano astral hacia el plano de la esencia.

La muerte no es nada más que una transición, una de las muchas transiciones que pasan en la vida. El nacimiento es una transición. La vida en la Tierra conoce tantos momentos de transición, de pasar y liberar. Tan sólo piensen en esto. El cuerpo en el cual residen ahora en algún momento ha sido muy diminuto, un pequeño bebé vulnerable. Y aún así su alma, la esencia divina dentro de ustedes, ya estaba trabajando a través de ustedes cuando eran ese pequeño bebé vulnerable. Cuando alcanzaron la madurez, muchos de ustedes fueron devorados por las demandas que la vida en la Tierra puso en ustedes, y se enfrentaron a miedos y dudas. La conciencia de su centro divino, su alma, fue empujada al fondo. Sin embargo, llegaron momentos en su vida en los que la dimensión de la conciencia divina se abrió otra vez. Esto a menudo sucedió en momentos durante los cuales tuvieron que liberar, cuando tuvieron que decir adiós.

Quizás fue decir adiós a un ser querido, tal vez abandonar un trabajo; cualquier argumento concebible. Tales acontecimientos son transiciones que se asemejan a la muerte, no en un sentido literal sino a un nivel psicológico. A ustedes se les pide que liberen a un nivel profundo, y es exactamente en esos momentos de liberación que pueden comenzar a sentir la realidad de su Ser eterno, la luz divina que arde dentro de ustedes. Esta realidad permanece con ustedes incondicionalmente, incluso cuando todo alrededor desaparece. Y así es cuando llega a la muerte física. Si en ese momento ustedes son lo suficientemente valientes como para liberar, el plano de lo eterno los abrazará y experimentarán una conciencia muy fuerte de quiénes son ustedes en realidad.

Morir en rendición consciente es un acontecimiento sagrado, lleno de vida y de belleza. La majestuosidad de lo que se está desplegando será tangible para aquellos que estén presentes. Cuanto más hayan experimentado aquellos que están presentes “morir mientras se está vivo”, más serán llenados con una admiración y reverencia acerca de la transición que están presenciando.

Con respecto a todas las transiciones disponibles en la creación, extendiéndose desde el nacimiento físico y la muerte hasta momentos de intenso desprendimiento emocional durante su vida, la cuestión esencial siempre está no en si ustedes sobrevivirán, sino en si ustedes son capaces de retener la conexión con su propio centro divino. ¿Pueden ustedes permanecer en contacto con el plano de la Esencia, sus orígenes, el latido de la Creación? Conectarse a menudo con el plano esencial durante su vida es la mejor manera de prepararse para la muerte, y para lo que se halla más allá. Al volverse conscientes ahora – antes de la muerte física – de que el verdadero centro de quienes ustedes son no depende del actual cuerpo físico en el cual residen, ni de la identidad que asumen en el mundo, ustedes se liberan para suavemente hacer la transición una vez que llegue el momento.

Conectarse con el plano esencial es una elección que ustedes hacen. Morir por sí mismo no va a acercarlos a eso. Después de morir ustedes serán casi la misma persona que son ahora, aunque dotados de diferentes posibilidades y con más amplias perspectivas. Pero la cuestión crucial siempre permanece: ¿ustedes se recuerdan? ¿Son capaces de conectarse conscientemente con esa dimensión de eternidad que fluye a través de ustedes y que los inspira?

Ustedes son ángeles de Luz profundamente amados, no-perecederos. Tengan fe en esto. Permítanse ser confortados y sostenidos por este conocimiento cuando llegue su hora de morir; y ahora también, mientras luchan con los asuntos de su vida.

Para morir pacíficamente, se les pide que se desprendan a nivel interno de cualquier cosa que los ate a la existencia terrenal. Practiquen este desprendimiento continuamente mientras están viviendo, y ustedes estarán preparados para morir.

Ustedes pueden preguntar: “¿No es trágico desprenderse de la vida, mientras están parados en medio de ella?” La respuesta es: “No. En lugar de eso, es testamento de un espíritu verdaderamente poderoso.”

¿Qué significa desprendimiento? Significa que ustedes prestan atención a la esencia, que no quedan agarrados a asuntos no-esenciales. Significa que no crean drama emocional innecesario; significa que experimentan alegría en las cosas simples de la vida. Practicar el desprendimiento y permanecer sintonizados con el plano de la esencia implica ser conscientes de una dimensión oculta, la cual yace directamente debajo y detrás de lo observable. Significa renunciar a los juicios rápidos en términos de bien o mal, y confiar en una inteligencia cósmica que por lejos excede a la mente humana.

Muchos de ustedes están atrapados en una fiebre de pensamiento. Ustedes piensan en la vida febrilmente; cómo resolver los problemas, cómo llevan a cabo todas las cosas que piensan que necesitan hacer. El desprendimiento significa que no toman tan seriamente este aspecto pensante de ustedes. ¿Esto es hacer algo trágico? No. En lugar de eso, trae luz y frescura a su vida.

Es por su impulso excesivo a tener control que la vida se vuelve una lucha, agotadora y pesada. El desprendimiento trae paz a la mente, humor y atención. Ser consciente de la finitud de la vida inspira el deseo natural de cuidar de ella. Y es ahí donde su centro divino puede fluir sin esfuerzo a través de ustedes, desde el plano esencial a su realidad terrestre. Una vez que esto suceda, habrán conquistado la muerte antes de morir.

Jeshua canalizado por Pamela Kribbe
Traducido del inglés por Sandra Gusella.


jueves, 29 de noviembre de 2018

ESTE MUNDO, "UNA MÁQUINA DE ELECCIONES"

No hay nada malo con este mundo. No hay errores, ni está equivocado. El mundo no necesita un salvador, y no hay nada ni nadie que requiera ser cambiado. El mundo es, de hecho, exactamente, en un 100%, precisamente como tiene que ser. Y como tiene que ser implica ser una “máquina de elecciones”. 

El rol de este mundo cuando naces en él, es presentarte constantemente una gran variedad de elecciones. Se te invita a creer que esta cosa o esa otra es importante para ti, que vale la pena pelear por esta causa, que esa cosa te da seguridad, que esta persona conoce la verdad, que aquella es confiable, que esta historia es la palabra de Dios, que la otra es una mentira absoluta, que este grupo es mi grupo, y ese grupo es mi enemigo... etcétera, etcétera. Este mundo te muestra una interminable selección de elecciones para que creas en ellas. Y en el instante que lo haces ,en el mismo segundo en que eliges una de las posibilidades que el mundo te está presentando, y crees en ella como si fuera verdad, te apegas a la ilusión.

Ahí es cuando empiezas a darle tu energía al mundo. Comienzas a hacer este trabajo, votas por ese partido político, sigues este equipo deportivo, te asocias con ese grupo de gente, luchas por esta causa, inviertes tu dinero en tal proyecto. Etcétera. No es que haya nada malo en eso. Pero lo que ha sucedido es que has tomado algo verdadero, tu naturaleza creadora eterna e inmortal,  y la asociaste a algo transitorio y ficticio, las ilusiones de este mundo. 

De nuevo, esto no es malo, pero se asocia a una gran cantidad de dolor. Y ese dolor hace que tú pelees y luches. Que a su vez, provoca que te apegues aún más y más. Y así, desciendes en una espiral más y más profundamente hacia el ilusorio mundo de la separación.

 Y esa inmersión en espiral hacia la separación continúa vida tras vida, tal como estaba planeado. Puede seguir por una eternidad si lo permites, porque cada nueva elección que el mundo te presenta, te introduce más hondo en la ilusión.

 Hay una sola cosa que te hace salir de esta situación, consiste en dejar de elegir entre las elecciones que el mundo te proporciona y escoger en cambio aquello que tu más profunda e íntima verdad te ofrece. Sólo entonces empiezas a soltar el mundo y a movilizarte hacia los niveles más elevados de consciencia. Pero aun así, el mundo no es erróneo. Aún sirve a su perfecto propósito como un deslumbrante show que atrae a todos aquellos que desean experimentar profundamente un ficticio mundo de separación y dualidad. Y no están equivocados por desear esta experiencia. 

Has logrado un enorme crecimiento y evolución viniendo aquí, así también los demás  tienen el derecho de hacer lo mismo.

 Así que no es tu papel cambiar el mundo e intentar detener que sea la perfecta “máquina de elecciones” que es. Menos aún te corresponde intentar cambiar a otros y tratar de detenerlos de querer el mismo tipo de crecimiento acelerado que muchos encuentran aquí.

 Entonces, abandona el deseo de salvar a otros o que te salven. No hay tal cosa como una verdadera salvación. En realidad nunca sucede. Cuando parece que sí ocurre siempre sale mal, se vuelve un desastre y causa  más dolor del que alivia. No es deseable ni recomendable.

La diferencia entre querer ser un salvador o rescatista y un sanador son muy diferentes.

 Un rescatista ve una víctima y la percibe como alguien “quebrantado”. La víctima siente que no puede ayudarse a sí misma y ruega, ¡“Arréglame”!, y el rescatista le dice, “Yo te voy a arreglar”! Entonces el rescatista toma decisiones sobre lo que debe hacer para la víctima o por ésta, la que mientras tanto es un recipiente pasivo de esta ayuda. O tal vez, el rescatista le dice a la víctima qué hacer y ella obedece sumisamente. Y dado que la víctima se halla en un estado de necesidad, y el rescatista en un estado de satisfacer la necesidad, la dependencia crece entre ambos. 

Lo que no se reconoce es que el rescatista realmente también se está nutriendo de las necesidades de la víctima, y por tanto, ninguno quiere verdaderamente que esta última sane porque eso terminaría la interacción. Como resultado la víctima en vez de sanar se vuelve más impotente y hasta más víctima aún. Su necesidad simplemente se agranda. A su tiempo, el rescatista empieza a sentir que la necesidad de la víctima es demasiado grande como para satisfacerla, y a poco andar, se siente victimizado por las necesidades de la víctima. Cuando esto sucede, éste comienza a retirarle su energía, lo que da como resultado que la víctima se sienta victimizada además por el rescatista. Y todo termina en un gran desastre, con los participantes más hundidos todavía en el victimismo.

 Por contraste, un sanador parte de la base de que está aquí realmente para sanarse a sí mismo, que esto es lo primero y más importante. Entonces cuando ve a alguien sufriente, sabe que está viendo a “otro yo mismo* que está herido”. Puede evaluar si le parece correcto ayudar a este otro yo mismo o no. Y uno de los principales criterios en esta decisión es si el otro yo mismo se halla verdaderamente buscando la sanación, lo que es opuesto a ser una víctima que lo que requiere es a alguien que la rescate. Si el sanador considera adecuado aceptarlo como cliente, lo asume con la creencia de que “mi rol es mostrarle a esa persona cómo se puede sanar a sí mismo”. 

Los sanadores le ayudan a sus consultantes a sanarse a sí mismos. A cada uno se le ayuda a ver que no es una víctima sino de hecho, el creador de su dificultad y también el creador de su propia sanación. Hay un compartir información, sabiduría y lo que sea que el sanador ofrece.

 La verdadera sanación sólo sucede cuando quien acude al sanador está dispuesto a hacerse cargo de su malestar o enfermedad y también de su propia sanación. Cuando la sanación termina la persona está más empoderada y es más probable que sea capaz de realizar su propia sanación a futuro. Es más independiente y fuerte en todo sentido. Y el sanador también se expandió y se sanó a través de la interacción. La interacción finaliza con crecimiento y sanación para todos los involucrados.
 A medida que el sanador se va sanado, cambia la sanación que éste entrega. Su trabajo se hará en niveles energéticos más elevados. Finalmente, se sanará totalmente, y entonces dejará de practicar la sanación y de residir en separación completamente.

martes, 27 de noviembre de 2018

TU SER DE LUZ.

Muchas dimensiones, muchos reinos de conciencia, vienen juntos dentro de ustedes. Y ustedes realmente son los maestros, los creadores de todo el campo de dimensiones. Ustedes son una estrella con muchos rayos, una conciencia de alma con muchas manifestaciones. Ustedes son libres de activar cualquier realidad que elijan.  

Si ustedes abandonan la idea de tiempo lineal o cronología, ustedes se permiten a sí mismos creer que el pasado o el futuro no los determinan. Entonces pueden sentirse a sí mismos estar en el centro de un campo vibrante de dimensiones, todos emanando de una fuente divina, sin tiempo: ustedes.  

Imagínense a ustedes mismos en el centro de estas realidades, de todas estas posibilidades, y luego elijan una que traiga la mayor Luz para ustedes.  

Ustedes elijen el rayo más brillante, más amoroso en el campo, y ahora, por un momento, vayan dentro de él y sientan cómo es SER ese rayo.  

Este es su Ser de Luz.  
Esta es la parte de ustedes que más se parece a Dios.  

Tradicionalmente, los seres más cercanos a Dios son llamados arcángeles.  
Y eso es lo que ustedes son, en esta dimensión, justo ahora.  
Ustedes realmente son arcángeles.  

Los arcángeles son seres que están muy cerca de la Fuente/Espíritu/Dios, pero ellos no son completamente uno con el. Están un paso fuera de la conciencia absoluta, es decir Seres puros sin diferenciación, identidad o individualidad.  

Los arcángeles tienen una clase de individualidad. Hay singularidad en todos ellos. Puede decirse que un arcángel tiene ciertas características. Uno no puede decir esto de Dios o la Fuente. Dios es Todo y Nada. Debido a esto, los arcángeles han entrado ‘al reino de la separación’, el reino de Yo versus Otro.  
Ellos son parte de la dualidad, aunque ligeramente.  

Un arcángel es un aspecto de Dios que se ha manifestado a sí mismo como un Ser particular, una Forma particular. El filósofo griego Platón llamó a esto una Idea, lo cual –en nuestros términos- es una realidad energética básica o ‘arquetípica’ que trasciende el mundo físico. Los arcángeles son en ese sentido Ideas platónicas. Existe un arcángel (Idea) de Amor, de Verdad, de Bondad, etcétera, cada uno personificando la energía de un aspecto particular de Dios. Los arcángeles no son tanto personas como campos de energía con un sabor característico.  

¿Por qué el Espíritu o Dios exterioriza aspectos de Él mismo de este modo?  
Fue por la alegría de la creatividad que el hizo esto.  
Las energías del arcángel son una expresión de la inagotable alegría creativa.  

Los arcángeles no están fuera de Dios. Nada está fuera de Dios. Dios está en todo. Dios está presente en todas las energías creadas como el “aspecto Espiritual”. Este aspecto es lo que hace a todas estas energías UNO.  

Lo que separa a un ser de otro, lo que lo hace diferente y único es el “aspecto del alma”. El aspecto del alma incluye la individualidad de un ser.  

Todos los seres creados que tienen individualidad son verdaderamente una mezcla de Espíritu y Alma, de conciencia (espíritu) y experiencia (alma).  
La creación es una danza de Espíritu y Alma.  

Los arcángeles son, como quien dice, los niños primogénitos nacidos de Dios. No “primeros” en un sentido lineal sino en el sentido de: estar muy cercanos a Dios. Ellos llevan una profunda conciencia interior de su divinidad (el “aspecto Espiritual”). Los humanos perciben a los arcángeles como una Luz brillante y pura.  

Existen diferentes arcángeles. Cada arcángel emana energía como rayos de luz desde un sol. Al emitir estos rayos más y más lejos, el arcángel entra en contacto con espacios desconocidos, con reinos de experiencia que son nuevos para él. La energía del arcángel llega a estar fuera de alcance y en este movimiento espontáneo, creativo, se encuentra casualmente con lo que es Otro diferente a él, con lo que no es Luz, sino Oscuridad. Oscuridad precisamente aquí significa: la parte más lejanamente separada de la Unidad/Espíritu – la parte más alejada dirigida a los reinos de la individualidad.  

Dios o el Espíritu no es Luz ni Oscuridad. Dios simplemente ES. Los arcángeles son seres de Luz. Al crear Luz, Dios también creó Oscuridad. Esto es simplemente porque los arcángeles están en la dimensión de la dualidad, fuera de la Unidad. Ellos tienen un sentido de individualidad. La creación del ser de Luz (el ángel) trajo consigo la creación del ser Oscuro, la parte del Ser donde la Luz está ausente. Hay belleza en esta polaridad, ya que constituye la dinámica de la creación.  

Dios, ser puro y conciencia, anhelaba la experiencia, y esta experiencia(s) él la obtiene a través del universo creado, a través de su presencia en sus aspectos de luz y de oscuridad.  

Lo que los arcángeles iban a experimentar, después de que entraran al reino de la dualidad, Dios no lo sabía. Esto es lo que ella ansiaba: no CONOCER todo, sino experimentar algo nuevo.  
Al dar un paso fuera de la Unidad, los arcángeles entraron a un espacio vacío, un espacio de potencialidad, un espacio de posibilidades inagotables.  

Loa arcángeles descubrieron que ellos podían crear muchas formas, y vivir en ellas. Cada forma que ustedes habitan como un ser conciente tiene un cierto ángulo o perspectiva en esto, lo cual permite que una ‘conciencia sin forma’ experimente cosas de maneras específicas. Todo el proceso de los arcángeles aventurándose afuera por experiencias puede ser descrito como una inmensa cascada de luz centellante. La energía de los arcángeles salió a borbotones de la Fuente/Dios como un flujo masivo de agua brillante, chispeante, yendo en todas direcciones. Dentro de esta enorme corriente de agua, pequeños flujos se separaron, dividiéndose incluso en corrientes más pequeñas, hasta que fueron pequeñas gotas de luz líquida. Estas gotas pueden ser comparadas con unidades individuales de conciencia, cada una con su propia serie de experiencias.  

¡La danza del Espíritu y el Alma realmente ahora había comenzado!  

Las unidades individuales de conciencia, que nosotros llamamos almas, siguieron su viaje. Ellas llevaban profundamente dentro la energía del Espíritu o de la Fuente, así como también la energía del arcángel de la cual emergieron. Pero, a medida que viajaron más y más lejos, ellas llegaron a experimentar que era posible olvidar sus orígenes, olvidar su divinidad y llegar a perderse en la oscuridad y la ilusión.  

Esta polaridad de oscuridad y luz podía experimentarse mejor como un ser humano, viviendo en la tierra.  

Cuando describimos el proceso de los arcángeles emanando desde la Fuente y eventualmente volviéndose un ser humano, parece que estamos contando una historia lineal, cronológica. Pero esto no es así. La emanación o cascada de energía desde Dios está sucediendojustamente Ahora. Este relato les cuenta de las identidades que están disponibles a ustedes Ahora, no quienes ustedes fueron en un pasado distante. En este preciso momento, hay una capa de energía de arcángel pura dentro de ustedes, una capa de Luz pura. También hay capas de confusión y miedo dentro de ustedes. Pero ustedes pueden elegir, en cualquier momento, ser el ser de Luz, el ángel que ustedes son. Ésto no es algo que ustedes necesiten desarrollar,  es simplemente una parte de quienes ustedes son.  

Es importante darse cuenta de que ustedes no necesitan admirar a maestros espirituales, guías o ángeles.  

No hay ninguna autoridad sobre ustedes. Ustedes mismos están entre los ‘primogénitos’, sentados próximos al trono de Dios. Ustedes mismos son Dios y ángel.  

La forma más fácil de entrar en contacto con su ser de Luz es conectándose con la capa de pura conciencia, puro Espíritu dentro de ustedes. Ésto lo hacen estando en silencio, en niveles externos e internos. El silencio que experimentan entonces realmente está siempre presente en ustedes; solo tienen que llegar a ser concientes de él.  

Cuando ustedes están conectados con el silencio, la dimensión de eternidad dentro de ustedes, pueden sentir el deseo de experienciadel Espíritu. Desde este deseo, nació su ser de Luz.  

El alma experimenta la mayor alegría en la interacción entre el Espíritu y la experiencia, la interacción entre la divinidad y la humanidad. Éste es el secreto del universo.  

Cuando ustedes son puramente Espíritu, su realidad es estática. Nada cambia. La experiencia y el movimiento sólo aparecen cuando hay una relación con algo fuera de ustedes/Espíritu. Cuando ustedes sienten algo más allá de ustedes mismos, hay una invitación a explorar, a sentir, a descubrir. Pero para experimentar algo más allá de ustedes, necesitan salirse de la Unidad absoluta, fuera de Dios/Espíritu.  

Cuando ustedes hacen esto, pasan a ser un alma individual.  
Ustedes son un alma única, un pie en el reino de lo Absoluto, un pie en el reino de lo Relativo (=dualidad).  

En sus exploraciones de la relatividad (dualidad), ustedes pueden irse tan lejos del Hogar que pierden contacto con el elemento de Espíritu dentro de ustedes. Entonces su alma se pierde en la ilusión de miedo y separación. 

La mayor alegría posible es cuando ustedes forman parte del reino de la Experiencia, mientras permanecen conectados con el Espíritu, con el Hogar. La interacción equilibrada entre el Espíritu y el Alma es la fuente de mayor creatividad y Amor.  

Desde esta perspectiva, ustedes lo son todo en su camino para hallar el equilibrio correcto entre la Unidad absoluta y ser un alma individual. Aquellos entre ustedes que son Trabajadores de la Luz están al presente trabajando hacia una mayor conciencia de su Unidad con el Espíritu. Ellos han viajado dentro de la dualidad por mucho tiempo, y ellos, por ej. tú mi querido lector, están listos para regresar al Hogar. No, sin embargo, a un Hogar estático de Pura Unidad, sino a una realidad dinámica, creativa de humanos divinos, multidimensionales, cuya experiencia estará llena de alegría y Luz.  

Este es el final de las series de los Trabajadores de la Luz. En todos aquellos que lean esto, hay una intensa añoranza por el Hogar y una profunda determinación para cumplir sus deseos más profundos. Mantengan sus anhelos y deseos vivos, y confíen en ellos, porque ellos los llevarán al Hogar.  

Con mi más profundo Amor,  

Jeshua  




viernes, 23 de noviembre de 2018

CARTA A MI MISM@

Me doy cuenta que la verdad de mi vida es una gran mentira. Me he dedicado a complacer a los demás, pensando que yo era una persona buena, servicial y generosa, y me he dado cuenta de que lo único que mendigaba era amor, aceptación y que no me rechazaran.
Cuando me di cuenta de que estaba enferma, descubrí que toda mi vida había sido una súplica para que me amaran y una sucesión de mentiras. Cuantas veces mentí para adaptar lo mío a lo que los demás esperaban de mi. Cuantas veces negué lo que yo sentía para hacer míos los sentimientos de otro.
Cuantas veces me creí la mentira de que todo lo hacía por amor a otro, cuando el único fin era que me amaran. Fue muy doloroso descubrir que ya no sabía ni que ponerme, ni que decir, porque me había pasado la vida adivinando lo que el otro quería que yo me pusiera, o dijera, o bien lo que el otro iba a necesitar. Había olvidado preguntarme a mi misma que quería o que sentía, para estar solamente atenta a adivinar lo que los demás iban a querer.
Que tristeza es darme cuenta de que he olvidado quien soy para muchas personas, tantas como las personas con las que me relaciono. Con unas quise ser buena, con otras independiente, con otras inteligente, con otras conciliadora, porque me pasé la vida adivinando lo que cada uno necesitaba y no pude averiguar lo que yo necesitaba.
Me doy cuenta Dios mío, que en realidad no te he amado, ni he amado, ni me he amado, con toda mi alma, con todo mi corazón, con toda mi mente y con todas mis fuerzas.
Es triste descubrir que tuve ojos solo para los demás y nunca para mí misma, ahora, a esta edad, me encuentro con que no sé quién soy, que necesito, como pienso y que quiero.
Quiero descubrir la verdad de mi identidad, no quiero pasar un día mas siendo lo que los demás quieren que yo sea y olvidándome de mi.
Quiero descubrir quién soy, quiero descubrir para que nací, quiero descubrir mis potencialidades que no he utilizado porque creo Dios mío, que esta es la oportunidad que hoy me das.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

VICTIMA Y VICTIMARIO, PACTO ENTRE ALMAS.

No hay víctimas.

No existe un amor más genuino que un pacto entre almas, es como ayudarse a crecer, pero el que más necesita la lección, es el victimario, no la víctima.

 La victima desarrolla amor, compasión y fuerza. Todos los que se sientan victimas necesitan desarrollar fuerza espiritual, que solo bajo estas premisas se desarrollan.

 El victimario necesita pasar por la experiencia de victimario, por su carga karmica. Es una forma de ganarse la luz. Porque cuando has sido temible, aborrecido, temido, corrupto, sin escrúpulos, te causas a ti mismo tanto dolor, que buscas desesperadamente la luz y creces.

Es completamente desagradable ser victimario y llevarlo en tu ADN y no purificarlo es extremadamente doloroso.

 El sufrimiento de ser victimario es una forma de purificarlo, ya que llevas este dolor por tus acciones pasadas y debes depurarlo, este sufrimiento te acerca más a la luz.

 En una situación de víctima y victimario crecen las dos partes, pero crece más el victimario que la víctima, puesto que, el dolor del victimario es muy grande.

 “Todo es experiencia, todas las almas tienen espinas”.

Los seres humanos han sido parte de ambos roles, victima y victimario. De los eventos más desagradables y el hecho de haber vivido ambos roles los libera de ser víctimas, que quede muy claro, que esto es muy importante para la humanidad.

 En el momento en que las almas juegan los dos roles, se liberan los conceptos de víctima.” No existen victimas “!

En abusos, asesinatos, violaciones, por más cruel que se vea no hay víctimas, hay experiencia de vida... hay luz!.

 En los animales tampoco hay abuso, cuando los animales son abusados por los humanos, es también una forma de aprendizaje del alma del animalito y del humano.

Si tu alma no pasara por momentos incómodos, desagradables dolorosos, no desarrollarías valores espirituales, porque simplemente no los conoces.

 Muchas veces en apariencia, las almas que más están en conflicto pareciera que no se aman, pero en verdad se aman mucho entre sí, precisamente por amor, deciden jugar un papel desagradable e ingrato para ayudarte a crecer.

 Aunque sea por unos segundos, que te encuentres con alguien en conflicto como rol, ejemplo: Policía, verdugo, abusadores, asesino, corruptos, autoridad etc. Cualquier interacción entre las almas en la infinita combinación de roles, son momentos santos, se hacen pactos entre las almas antes de retornar encarnados, para encontrarse y desarrollarse.

 Muchos eventos violentos, son pactos que se hacen previamente para aprender lecciones.

 Las almas que son violentadas hasta acabar con sus vidas, sí, necesitan ayuda; porque llevan dolor y se tienen que encontrar después con sus victimarios y viceversa.

 Lo que sucede entre dos almas es matemático. “Das y pagas”.

 Todo es causa y efecto. Tienes que pagarle a la misma alma, no se paga siendo bueno o generoso con otra alma, tiene que ser con el alma que estas endeudado. No hay forma de pagar una deuda karmica con otra alma siendo justo y generoso con otra alma, tiene que ser con el alma que estas endeudado.

Lo que es del Cesar es del Cesar, es arreglo ente dos almas.

 El amor o el conflicto, se paga directamente con el alma que tienes la deuda. No se puede pagar el error que se cometió con un alma a través de otra alma o con otro.

 Hay que tener en cuenta que se nace con un plan divino, donde todo se ha planeado previamente, pero se pueden hacer cambios por el libre albedrio, pero estos cambios no pueden alterar la misión.
 No hay nada nuevo bajo el sol, las experiencias de unas almas son similitudes de situaciones y circunstancias entre almas.

 Cuando nace un ser humano, se le da una fecha tentativa de muerte, esta fecha de muerte, sí, se puede cambiar por el libre albedrio, si es la decisión de la persona y la voluntad del alma.

 Además, la persona escoge la forma de morir. Lo que llaman accidentes no son accidentes, son decisiones y algunas veces las personas toman decisiones, que los llevan a terminar con su vida antes de tiempo.

 Los humanos, están regidos por leyes naturales que influencian la experiencia humana, por tanto, hay que respetar estas leyes.

 La vida de un ser humano, es como una obra de arte, todo está perfectamente engranado y calculado.
 Cuando planeamos nuestra siguiente visita o vida nos plantean diferentes opciones A,B,C, D etc. Se pueden modificar ciertas decisiones, ciertos caminos, pero en esencia la misión se debe de cumplir no se puede modificar.

Ejemplo: Si en tu plan de vida estaba planeado que te casaras con X y por tu libre albedrio decides casarte con Z, se puede dar si esto no implica que esto te lleve a cambiar tu misión; pero, si esto implicara un cambio de la esencia de tu misión, simplemente ese matrimonio no se daría, precisamente porque no se permite cambiar la misión.

 Podemos cambiar por el libre albedrio: circunstancias, eventos, situaciones, experiencias; pero nunca la misión, porque simplemente, si intentamos hacer un cambio que implicara cambiar la misión, el universo inmediatamente se acomoda para que este cambio no se dé.

 Nunca se dan las cosas con tu capricho humano o a tu gusto, se dan al mejor interés del crecimiento espiritual, del crecimiento de tu alma.

 Nunca pienses, que es la última vez que ves a alguien o a una persona; eso no sucede, no existe. Desde que tengas pendiente crecimiento espiritual, te reencontraras con esa alma en el mismo cuerpo o en otra vida, en otro cuerpo, en otras circunstancias.

 Lo que está planeado se tiene que dar, lo que ha de ser será! porque hay otras almas que están esperando a que se dé tu plan de vida, para poder que se dé, el plan de vida de ellos.

 Las vidas de los seres humanos están todas entrelazadas, la experiencia de vida humana está perfectamente acoplada, con otros cientos de millones de almas, por eso no hay víctimas es como en términos artísticos, para que cada persona haga su papel en una obra de teatro, el otro tiene que haber cumplido con su rol.

 Todo es tan perfecto, que unos ayudan a otros en sus diferentes roles, pero si no estás dispuesto a intercambiar roles, hay otros planetas donde todo transcurre con más tranquilidad.

 La afirmación de que no existen victimas, es simplemente una aclaración de la perfección y del cero probabilidad de error que existe en el mundo espiritual. Si existieran victimas la vida no sería justa y la vida es perfectamente justa.

Todo es causa y efecto. Todo tiene una razón de ser y una explicación divina, no existen errores ni accidentes, todo el dolor que le das a un hermano se paga. Ojo por ojo, diente por diente.

 No es venganza, ni revancha, es simplemente, la reacción a una acción, hay que tomar responsabilidad por nuestros actos, por el crecimiento de nuestra alma.

 El papel de “victima” y “victimario” son pactos sagrados que hacen las almas para poder crecer. Si yo lastimo a mi hermano y no puedo entender el dolor que le cause, hago una creación de sufrir el mismo dolor en mi propia carne para entender el dolor que cause y así lograr el entendimiento y no volverlo a hacer.

 Como puedo ver la luz, si no conozco la oscuridad? como puedo reconocer que algo es blanco si no he conocido las manchas de lo negro?
 “Todo se debe convertir en luz, todo se debe transformar en amor. Al final, la oscuridad es solo el ayudante de la luz, para que la luz brille mas”. (Luz)

La frase: “no existen victimas”, no debe ser confundida, con una invitación a que empecemos a abusar y a generar más karma para nosotros mismos y para la humanidad.

 Es una invitación a responsabilizarnos por nuestros actos y por la evolución de nuestra alma. Es una invitación, a dejar de culpar a los demás, es una invitación a despertar y a dejar atrás el dulce y pesado sueño en el que vivimos, identificándonos con el concepto de victimas desvalidas, cuando en realidad todo lo hemos escogido, creado y causado nosotros mismos, en algún punto de nuestra existencia.

 Por el contrario, el saber que no existen victimas, nos libera de la necesidad de dañar a otro, ya que este conocimiento nos da la probabilidad de crecer y evolucionar, sin necesidad de crear más dolor.
 El mensaje está muy claro y el asunto es serio:

 Cada pensamiento, palabra, intención, acción, etc. Queda grabado en el record del alma y quedamos endeudados.

 “Todo se paga”. En  palabras muy terrícolas y crudas, todo el que la hace la paga, en esta vida o en otra, al final no hay escape!

NO TIENES QUE DEMOSTRARLE NADA A NADIE.

No tienes que satisfacer las expectativas de nadie. 

No tienes que ser diferente de lo que eres, no tienes que sentirte diferente de como te sientes. 

No tienes que estar en otra posición en la vida más que donde estás. 

No tienes que llegar a ninguna parte, esto no es una carrera. 

No hay nada de malo en ti. 

Tienes el derecho a ser imperfecto, no tienes la culpa de nada. 

No te falta nada, estás completo. 

Todo lo que no te gusta de ti es producto de la falta de amor. La paradoja es que cuanto más te aceptas y amás así como eres, más se van disolviendo tus “imperfecciones”, que son adquiridas, no naturales. 

Naciste siendo pura luz y es lo que eres en realidad.

Puedes relajarte, puedes soltarte. 

Eres absolutamente hermoso y valioso tal y como eres ahora. Puedes dejarte en paz y disfrutar de tu ser en este planeta, en este universo, ¡disfrutar de tu existencia!.

Amate mucho mucho mucho, dignificate, mirate claramente, siente tu ser. 

Tu valor es inconmensurable, tu presencia hace la diferencla, eres único, estás lleno de luz y bondad.

¡Eres un ser de amor, tienes el poder de amar, eres poderoso!

viernes, 16 de noviembre de 2018

Que pasa si YO soy MUCHOS?

Manifiesta un Ser superior:

Tu civilización no es la primera que ha habitado el planeta Tierra.

Si estuvieras en mi posición y vieras lo que yo veo, percibirías que de hecho, han existido muchas anteriores a la actual. Ustedes conservan mitos de la Atlántida y la Lemuria, sólo dos de una larga secuencia de diversas civilizaciones que han florecido sobre la Tierra en eras pasadas, a lo largo de miles de millones de años.

 Lo que te puede parecer difícil de comprender es que incluso hubo civilizaciones que vivieron en la Tierra mientras ésta estaba en formación; seres de forma muy distinta de la tuya que habitaron ese caluroso proto-planeta. 

Y también podría ser bastante confuso para ti descubrir que las civilizaciones más precoces fueron, en muchos aspectos, las más avanzadas, cada civilización sucesiva ha tenido menos consciencia. Cada una ha estado más lejos de asumir que todo es uno y que todos son creadores de su realidad.

 La consciencia se ha ido reduciendo progresivamente en el planeta Tierra desde su antigua creación, muchos millones de años atrás.

Como bien sabes, toda esta realidad y lo que ella incluye proviene de la unidad. Y esto es así en el sentido más real y práctico. En el tiempo actualmente considerado como el “Big Bang”, todo era unidad. La materia y la consciencia de este universo entero ingresaron a esta realidad desde esa unidad, y a continuación el universo comenzó a expandirse hacia la densidad y separación.

Si ves las cosas desde este ángulo, comprenderás que la caída de la gracia empezó en el Big Bang y ha continuado desde entonces. La vida ha caído más y más profundamente hacia la densidad y separación. El descenso se ha realizado en base a muchísimos pequeños pasos.

 Y esto no fue por error! Fue en respuesta a que el UNO buscaba contestarse la pregunta, ¿Cómo sería si yo no fuera UNO... y si yo fuera MUCHOS?

 La consciencia en este universo comenzó a un nivel elevado, de unidad, de capacidad creadora, y desde ahí fue cayendo cada vez más en picada hacia la total separación y el completo victimismo. Esta caída la ha logrado en pasos secuenciales, siendo éste el paso final: vuestra civilización planetaria ha conseguido la máxima separación y consciencia de victimización. 

El nivel de creencia en la separación entre el Divino Creador y Su creación al que ha llegado la humanidad actual, evidentemente es muy profundo. Ustedes, amados seres humanos del planeta Tierra, han logrado la más imposible y dolorosa de todas las tareas. 

Ustedes son los mayores portadores de la respuesta a la pregunta “¿Qué pasa si yo soy muchos?”

miércoles, 14 de noviembre de 2018

EVOLUCIÓN DE CONCIENCIA


Hilarión ~ Muchos cambios están ocurriendo dentro de la conciencia...

Amados,

¡Vengo en las alas del amor! Muchos cambios están ocurriendo dentro de la conciencia y el despertar de los habitantes de la Tierra y es de primordial importancia en este momento, en cuanto a los eventos cósmicos y de la Tierra, que las personas de la Luz continúen con gran determinación alineándose diariamente con la Luz, verdad, Frecuencia y línea de tiempo más elevadas que les sea posible y puedan encarnar y mantener de forma segura dentro de ellos (NT: Ver nota al final del mensaje). Esto está ayudando a las fuerzas de la Luz a prevalecer y soportar mientras anclan la Luz, para expandirla hasta el núcleo cristalino central del planeta.

Durante estos tiempos, es mucho lo de naturaleza caótica que invade las formas de pensamiento de la conciencia colectiva. Como se ha visto y presenciado en muchas situaciones anteriores, en muchos lugares diferentes de su planeta, los corazones, las mentes y las almas de la gente de la Tierra se unen en amor, compasión y bondad interior en un mudo testimonio de la verdadera capacidad del corazón humano para superar los efectos de estos asaltos al mostrar las cualidades sagradas más elevadas y nobles inherentes en ellos.

A medida que encarnan y se convierten en el cambio que desean ver en su mundo, siguiendo los impulsos internos de sus almas, está surgiendo una nueva forma de responder a los acontecimientos temporales que están ocurriendo en su planeta. De esta manera, están creando la nueva plantilla de la realidad de la Tierra, al elegir emular los ejemplos superiores de aquellas almas que alguna vez encarnaron la forma humana en el planeta y superaron los instintos humanos más bajos de sus tiempos y, por lo tanto, cambiaron su mundo para mejor.

Es de esta manera, al elegir con plena conciencia, que cada alma encarnada en el planeta crea una nueva realidad, una nueva forma de vivir y ser, una nueva Tierra que apoyará a las próximas siete generaciones y todas las almas aún por nacer, que anhelan la experiencia de una edad de oro de una vida iluminada. A medida que la Tierra se restaura en el Jardín del Edén, que es su verdadero plan divino, está destinada a manifestar las estructuras necesarias para la felicidad, la alegría, el bienestar y la expansión del aprendizaje, así como el crecimiento en la comprensión y conciencia de que cada alma en la Tierra contribuye a la Fuente de Todo lo que es para el mayor desarrollo y bienestar de Todos. 

Esto requiere la elección consciente del libre albedrío de cada habitante de vivir y expresar cada día las cualidades sagradas de lo Divino en sus interacciones entre sí. Esto es lo que cada ser humano necesita recordar en este momento del ahora. Es una elección que se realiza internamente y que se puede implementar silenciosamente en todos sus pensamientos, palabras y acciones. No debe ejercerse ninguna acción exterior, solo la determinación interna de SER una versión más refinada, amorosa y compasiva de su experiencia humana actual y un fuerte deseo de crear esto en su vida, así como en la vida de los demás. 


YO SOY HILARION

CUARTA LEY HINDU DE LA ESPIRITUALIDAD.

Cuarta y Última Ley Hindú de la Espiritualidad: Cuando algo termina, termina.

“Dejar ir te libera de cargas, de anclas, y te deja libre para comenzar de nuevo.”
– Eduardo Alighieri

Convivimos constantemente con la frustración de ver suceder aquellos eventos que están fuera de nuestro control. De a poco nos vamos dando cuenta de que nuestra voluntad es contingente, y que no es ella la que determina el curso de las cosas.

El encontrarnos cara a cara con nuestra pequeñez nuncají es un momento fácil, y muchas veces puede llevarnos mucho tiempo el entender cuál es nuestro poder de acción en nuestra vida. Sin embargo, cada ley hindú de la espiritualidad nos enseña lo mismo en distintas situaciones: Acepta. 

Acepta que hay algo más grande que ti, y que nada de lo que hagas puede confrontar esa Voluntad Superior. La vida seguirá su curso incluso si tú estás detenido peleando contra un evento pasado que no puedes aceptar. Así es, y no hay nada que hacer al respecto.

El Buda nos enseña que una de las causas fundamentales del sufrimiento es el apego. Muchas veces sucede que determinados eventos del pasado nos detienen en el tiempo. Quedamos parados en el pasado, luchando para no aceptar algo que sucedió. Y este apego a un evento pasado nos pesa y nos lastima infinitamente impidiéndonos aprender y seguir con nuestra vida.

Esta ley hindú de la espiritualidad nos dice que debemos dejar ir los sucesos del pasado. Que mientas nos aferremos a algo que ya no está, no podremos apreciar lo que sí tenemos. La muerte de un ser querido, la ruptura de una relación o la pérdida de un trabajo son eventos que suceden por naturaleza, con los que tarde o temprano tendremos que convivir. Y si no aceptamos lo que esta ley nos enseña, entonces no podremos seguir adelante.

Cuando algo termina, termina. Y no está abierto a negociaciones. Sin embargo, nuestra postura al respecto si nos habilita a crecer y sacarle partido a este tipo de situaciones también.

Aceptar para sanar.

Esto no significa que no esté bien llorar la pérdida, o que estar triste esté mal. También superar los eventos pasados consta de un ciclo, y la tristeza es parte fundamental del mismo. Debemos aprender de la tristeza también, y aceptarla para conocerla mejor, pues volveremos a sentirla indefectiblemente en el futuro. Es parte de la vida.

Lo que esta ley hindú de la espiritualidad nos enseña es que no debemos permitir quedarnos para siempre en esa parte del ciclo. La tristeza va y viene, al igual que todo en la vida. Debemos dejarla fluir y seguir adelante. Entiende que cuando algo se acaba realmente, por más importante que sea en tu vida, no retrocederá, pues ese es el sentido opuesto de la Voluntad Superior. Por más que sea tu voluntad.

Acéptalo, y sigue adelante. La vida te trae cosas nuevas a cada momento, y debes aprender a observar el sentido en que fluyen las cosas. Deja que este sentido te atraviese, y aprende a fluir con él. No tienes opción.

Cada ciclo que se cierra da paso a un nuevo ciclo que comienza. La vida misma es un ciclo, y tú también. Deja entonces que los eventos se desenvuelvan como la Voluntad Superior lo determina. Asume tu lugar en el mundo, y acepta humildemente los eventos que te son dados para aprender.
Las leyes hindúes de la espiritualidad se resumen en esto: Acepta. Acéptalo todo. Crece, aprende y evoluciona desde ahí.

Nada fuera de ti puede ser controlado por tu propia voluntad. Así que apunta tu voluntad hacia ti mismo, y deja que lo externo te muestre el camino.

lunes, 12 de noviembre de 2018

TERCERA LEY HINDU DE LA ESPIRITUALIDAD.

Tercer Ley Hindú de la Espiritualidad: Cualquiera sea el momento en que algo comienza, es el momento indicado.

 “Los dos guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo.”     León Tolstoi

A medida que crecemos, nos damos cuenta que la vida es mucho más compleja de lo que creíamos en un principio. Ya no somos unos niños, debemos asumir la consecuencia de nuestros actos y lidiar con las de los actos ajenos. Además, nos encontramos con la frustración de descubrir que la mayoría de los eventos que se desenvuelven en nuestra vida están totalmente fuera de nuestro control.

Si bien el panorama pareciera ser totalmente desalentador, en realidad no lo es. Nos hemos criado creyendo que podemos decidir el curso de nuestras vidas, con la creencia de que tenemos el poder para determinar qué sucede y qué no. Esto no es más que un error de enfoque.

Si bien tenemos la capacidad de decidir sobre nuestra vida, la acción que nos corresponde se da en nuestro interior. No sobre los eventos en sí, sino en cómo traducimos e interpretamos esos eventos en nuestra vida.

Alguna vez has deseado un cambio importante en tu vida pero las cosas no parecieran darse? Este es el caso de la acción de esta tercer ley hindú de la espiritualidad. Cuando buscas trabajo, o esperas esa gran oportunidad y los tiempos de tus planes no se ajustan al tiempo de la vida, recuerda esta ley.

No podemos determinar los tiempos que la vida tiene para nosotros. Es la Voluntad Superior la que rige todo lo que sucede, y nuestro deber es aceptarlo. Recuerda que todo sucede cuando debe suceder, ni antes ni después, sino cuando realmente estás preparado. Debemos aprender a tener paciencia, a cumplir con aquella misión que nos es encomendada.

Actualmente, se vive en un estado constante de urgencia, como si nos apuraran todo el tiempo para conseguir resultados a corto plazo. Sin embargo, las cosas realmente importantes de nuestra vida no se consiguen de manera inmediata. Cosas como el amor, o el sentimiento de plenitud, son resultado del esfuerzo y el trabajo duro. No puedes apresurar esas cosas.

De la misma manera, hay otra perspectiva de esta ley hindú de la espiritualidad a tener en cuenta.
¿Cuántas veces has intentado forjar un nuevo hábito y recaes en tus viejos comportamientos? Cosas como dejar de fumar, ser más organizado o comenzar la dieta son ejemplos de las pequeñas frustraciones que van destruyendo nuestra confianzapoco a poco a lo largo de nuestra vida.

No es que debas dejar de intentarlo hasta que sea el momento indicado, pero también es necesario que aprendas a tenerte paciencia a ti mismo. Los hábitos también se forjan mediante la constancia, la disciplina y el esfuerzo. Sigue intentándolo, perdónate si fracasas e intenta de nuevo. Conoce dónde es que se te hace más difícil y prepara un plan para la superar esa instancia la próxima vez. Mantente apegado a tu plan en los momentos más duros de ese proceso. Recuerda por qué decidiste atravesar este camino.

Cada ley hindú de la espiritualidad nos guía en distintas situaciones de nuestra vida, pero en el mismo sentido. Lo que somos es el resultado de lo que hacemos para cumplir con nuestros objetivos, sumado a lo que aprendemos de aquellas cosas que no podemos controlar. El tiempo es una de esas cosas. Deja que las cosas fluyan y déjate fluir con ellas. Mientras tanto, observa la dirección en que trabaja la Voluntad Superior y aprende a moverte en la misma dirección.

Acepta que las cosas sucederán únicamente cuando tengan que suceder.

Aprende a ser paciente.

domingo, 11 de noviembre de 2018

SEGUNDA LEY HINDU DE LA ESPIRITUALIDAD.

Segunda ley hindú de la espiritualidad: Lo que sucede es lo único que podría haber sucedido.

 “Nada sucede por casualidad. En el fondo las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos.” – Carlos Ruiz Zafón

Nuestra vida no es un cuento de hadas. Los acontecimientos se dan uno atrás del otro sin nuestro control. Nadie se para a preguntarnos si queremos que suceda lo que está por suceder.

No podemos guiar nuestra vida solamente hacia los eventos que deseamos que sucedan, y no podemos evitar que lo que sucede nos afecte de una u otra manera. Sin embargo, soñamos con una realidad utópica donde todo se va dando de acuerdo a nuestras expectativas. Y esto queda en evidencia cuando dado determinado evento, nos encontramos a nosotros mismos repitiendo la frase ‘si hubiera’.

‘Si hubiera llegado dos minutos antes, esto no habría pasado’, ‘si no hubiera tenido miedo, todo habría sido diferente’, etcétera.

La segunda ley hindú de la espiritualidad es determinante en este sentido. Nos enseña que aquello que sucede es lo único que puede suceder. No hay alternativas, no existe otro escenario donde las cosas se dan de manera diferente.

El ‘si hubiera’ es una creación de nuestra mente dual, gracias a la cual comparamos nuestra realidad en la que los distintos eventos se dan de forma caótica con una vida utópica en la que todo se va sucediendo de acuerdo a nuestros intereses.

En esta comparación nunca podremos ganar.

Esta comparación quita valor a nuestra vida. La hace menos perfecta, como si existiera una vida correcta y otra que no lo es, y a nosotros no hubiera tocado en suerte la equivocada.

La alternativa de la que hablas no existe, nunca sucedió.

Esta ley hindú de la espiritualidad nos dice que las condiciones para que ese ‘si hubiera’ suceda no son reales. Quítate eso de la cabeza.

Y entiende que tu poder no está en decidir qué sucede y qué no. No es responsabilidad tuya. Tu poder reside en entender que todo lo que sucede te forja y te enseña. La responsabilidad que tenemos para con la vida es la de aceptar el mensaje que está inscrito en cada evento. Desde el más pequeño hasta el más inmenso de los sucesos está cargado de significado, y lleva impreso la maravilla inconmensurable de la vida.

La dualidad de nuestro pensamiento está arraigada a nosotros desde siempre. Y limitará la manera en que nuestro mundo está estructurado si no ejercitamos el tener una perspectiva más integradora de la realidad. Cada ley hindú de la espiritualidadnos enseña que nada pasa por azar, todo es consecuencia exacta de un encadenamiento de situaciones específicas.

Tú eres quién eres, tu vida ES la vida.

En el momento en que comienzas a observar tu vida con ojos de una persona abierta, las cosas comienzan a tener mayor sentido. Nada sucede porque sí, absolutamente todo tiene un por qué si nos preocupamos por buscarlo. No te quedes con lo superficial de cada evento, ve más allá. Es más fácil (aunque claramente no más conveniente) quedarnos en lo que vemos en la superficie, en la manera en que cada situación afecta directamente en nuestra vida particular. Y también nos imposibilita abrirnos a lo que sigue después.

La segunda ley hindú de la espiritualidad debe ser la respuesta a todos nuestros conflictos con los eventos que se suceden.

Somos los eternos aprendices de la realidad.

Busca, pregunta y trabaja incansablemente por descifrar el llamado que la vida te hace.

Ábrete a la posibilidad de la contingencia. Las cosas seguirán su curso más allá de nosotros, cuando nos hayamos ido, cuando ya no podamos seguir renegando de nuestra realidad. Entiende que no somos necesarios, pero somos testigos.

La vida te llama. Deja que te enseñe su mensaje.

Sólo entonces podrás conocer la verdad detrás de cada suceso.