domingo, 19 de agosto de 2018

HIJOS DE LA CARNE O DEL ESPÍRITU.

‘Lo que nace de la carne es carne,  y lo que nace del espíritu es espíritu’.

 Se quiso decir que algunas personas tienen una habilidad espiritual natural para volver a la frecuencia original de la consciencia espiritual/emocional en la cual fueron concebidos y años más tarde pueden renacer y tomar una consciencia mental espiritual en la misma frecuencia vibratoria espiritual de la concepción, y después vivir y evolucionar y trabajar a partir de ella.

 La frecuencia original de la consciencia emocional/espiritual de la concepción, se convertirá en la base del camino espiritual del niño.

 Aquellos concebidos únicamente de los ‘deseos lujuriosos de la carne’ encuentran difícil percibir cualquier ‘verdad’ más allá de la evidencia de sus oídos, ojos, tacto y olfato.

 Si dudas de lo anterior, para y reflexiona sobre el inalterable principio de la existencia: TODA CREACIÓN es CONSCIENCIA hecha visible.

 Cada cosa viva únicamente piensa y actúa en el nivel de consciencia egocéntrica o espiritual en el cual reside.

 Antes de que suceda la concepción, el esperma es imbuido con la consciencia total del varón, el futuro padre, y el óvulo es imbuido con la consciencia total de la mujer, la futura madre.

 Durante el coito, se producen cambios en la consciencia mental/emocional del hombre y de la mujer. 

Puede que sientan que se acentúa el amor, el afecto, y se esfuercen en expresar su anhelo de mayor cercanía y armonía de espíritu. Esta es una verdadera unión espiritual/física. Por lo contrario, a medida que su deseo de unión se convierta en un deseo cada vez más fuerte de autosatisfacción, esto se convierte en una actividad egocéntrica, cosechando únicamente reacciones egocéntricas. 

Sin embargo, sea cual sea la condición de la consciencia de los dos participantes en el acto de unión, su consciencia del deseo de lograr el máximo clímax, se esfuerza y conduce a los órganos físicos a moverse en un ritmo que produce energía psíquico /física que sube gradualmente hasta el cerebro, creando un impulso más y más elevado de energía vibratoria, hasta alcanzar una cúspide de casi delirio y placer, que estalla en una explosión de éxtasis momentáneo y de gloriosa satisfacción y luego sigue una liberación y un gradual descenso hasta la consciencia humana de nuevo.

 En el mismo momento del delirio/placer, la consciencia humana sube para tocar la Fuerza Vital Divina, que enciende el esperma en el varón y el óvulo en la mujer. Puede que no haya concepción y ambos, esperma y óvulo, vuelven a la consciencia física normal.

 Cuando ocurre la concepción, el esperma penetra el óvulo y se unen en las más altas vibraciones de Vida Divina, en una fusión física y espiritual. En esa consciencia unida, también ascienden en su propio momento de equilibrio y alegría para convertirse en uno, tanto dentro de la Vida Divina Misma como en la consciencia humana padre/madre.

 Este momento de ‘unión de consciencia’ toma lugar dentro de la más alta dimensión de la Consciencia de Vida Divina y es un momento de regocijo y alegría inimaginable, pues los dos elementos de varón y hembra están de nuevo unidos, juntos y fusionados en equilibrio, haciéndose uno, para producir un niño. Este momento de unión, es una reconstrucción del regreso de una persona al éxtasis glorioso inefable en la Consciencia Divina del Equilibrio Universal.

 Cuando el coito es movido por el amor puro de corazón entre el hombre y la mujer, la consciencia humana unida asciende durante el coito a niveles cada vez más elevados de ‘frecuencias vibratorias de consciencia’, hasta participar en las frecuencias vibratorias de la Inteligencia Divina, Consciencia Amorosa. Tal niño, concebido en tales circunstancias, es nacido de espíritu. Los amantes saben cuando verdaderamente se aman y vienen el uno al otro con ternura y amor puro, porque tal coito es un momento de unión de mente, emociones y cuerpo, y persiste en su consciencia después, haciendo difícil separarse el uno del otro. Son conscientes de la belleza trascendente, una renovación del amor emocional, en lugar de la saciedad, y de una armonía todo abarcante. Estos hombres y mujeres son unidos por la Consciencia Divina.

 Tristemente su CONSCIENCIA EGOCÉNTRICA personal puede eventualmente mancillar el amor que sentían el uno por el otro y gradualmente reemplazarlo en gran medida, dejándolos separados y solos, tristes y emocional y físicamente debilitados, preguntándose por qué tal estado de amor hermoso y exaltado pudo disminuir y morir.

  La unión física llevada a cabo con cualquier otra emoción, se dirige hacia una condición de ‘carne entrando en carne’ y no es más que recibir y dar frecuencias vibratorias terrenales,  frecuentemente negativas, produciendo una progenie semejante de tal unión. Aunque no se conciba un hijo, tal coito es perjudicial para ambos, puesto que hay un intercambio y absorción de la energía de consciencia de cada uno en el cuerpo del otro, la cual, si es negativa, hostil, o crítica puede ser dañina para uno y otro. 

 El intercambio de energía entre las parejas es de la misma energía de la cual se forman los campos emocional/magnéticos y mental/eléctricos del cuerpo. Todo es consciencia. Por lo tanto, cuando se intercambian y absorben las energías de consciencia dentro de los fluidos del cuerpo, de las actitudes mentales/emocionales y de los pensamientos, cada uno afecta la condición física/emocional/mental del compañero.

 El coito, para ser saludable y portador de vida, debe llevarse a cabo únicamente con verdadero amor sentido, donde el bien del amado es más importante que el bien del amante. Nunca debe usarse para curar rupturas y heridas.

 El coito puede ser un acto gozoso realizado después de una diferencia de opinión o enojo, cuando ha habido un sincero perdón mutuo y una plena restauración de amor renovado del uno por el otro, pero nunca para ocultar las heridas y para efectuar un falso sentido de receptividad emocional en el otro compañero. 

Sin duda tal coito les dará una sensación temporal de bienestar y de buena voluntad transitoria puesto que sus energías de consciencia se habrán elevado a frecuencias vibratorias más altas. Pero esto es ÚNICAMENTE un ALIVIO TEMPORAL de SUS CONSCIENCIAS PERSONALES. 

Cuando las parejas se unen guardando todavía rencor o pensamientos denigrantes de crítica acerca del otro, esas formas de consciencia negativa se transmiten en los campos electro-magnéticos del otro y crean una sensación de malestar interior de la que el compañero no es del todo consciente. No obstante, la relación está siendo gradualmente mermada, sin que ninguno de los dos compañeros sea plenamente consciente de lo que está ocurriendo. Esta es la razón por la cual la atracción física entre una pareja disminuye y muere. Los sentimientos y pensamientos críticos y negativos ocultos la destruyen poco a poco, afectando profundamente a ambos, en cada nivel de su ser. Mientras se caen las frecuencias vibratorias, se verán absorbidos por los sentimientos y pensamientos que antes les llevaban a las discusiones con otros y por consiguiente, los problemas se irán repitiendo día tras día. 

Cuando las personas utilizan el sexo como una panacea, esto se convierte en motivo de frustración y la desilusión se establece en su vida, conduciéndoles a una falta de respeto y amor entre sí.
 Por lo tanto es esencial que las personas se den cuenta de que las peleas y disputas surgen de sus propios impulsos ocultos de consciencia egocéntrica que toman control de sus sentimientos amorosos,  y que los impulsos egocéntricos deben ser sanados previamente para que las parejas lleguen a lograr un nuevo nivel de mutua comprensión, consideración y amor consecuente entre sí.
 Lo que es más, la condición de la consciencia de cada compañero afecta al final a su entorno, a sus condiciones de vida y al éxito o la falta de ello en sus vidas diarias. También afecta a los niños, pudiendo crear una familia de mutua cooperación y sanos patrones mentales/emocionales,  o una familia disfuncional donde ningún miembro está en verdadera simpatía o aceptación del otro.

 Puedes pensar que las condiciones familiares exitosas o disfuncionales surgen únicamente de sus personalidades innatas y de la manera en que desarrollan sus roles a diario. Es verdad que la vida familiar es producto de la personalidad y de la actuación de cada uno, pero considera la familia disfuncional que se rompe, donde la convivencia y la cohabitación sexual llega a su fin, en la que los padres se separan y comienzan vidas totalmente nuevas porque han logrado desenredarse de la consciencia crítica e insalubre que absorbían durante el acto sexual. Si son bastante fuertes para hacer eso, cada uno descubre un ‘nuevo ser’, construye un nuevo entorno y emprende el camino hacia un nuevo éxito.

 Sin embargo, aquellas parejas que realmente se aman, que consideran las necesidades del otro juntos, dando y recibiendo de manera equilibrada, ofreciendo apoyo emocional cuando se necesita, u orientación (no advertencia) cuando se le pide, verán que la familia está unida por la absorción de las energías de la consciencia dinámica de cada uno.

 A la luz de los párrafos anteriores, ya puede entenderse que antes del coito nunca debería haber motivo de queja, hostilidad oculta, desprecio o denigración. Tales sentimientos deben estar plenamente solucionados antes de realizar el sexo.

 Más aún, en una relación donde el coloquio y la libertad de expresión se aceptan como norma, cada uno debe resistirse al acto del amor sexual hasta que se haya construido una entre-fuerza de amor sensible, y que la consciencia de ambos esté en su estado de puro equilibrio.

 En lo que se refiere a la violación, éste es el acto más nefasto contra otro, y atraerá hacia si mismo su propia y justa consecuencia, en algún momento futuro. Procede de una egoconsciencia especialmente pervertida y distorsionada. Las frecuencias vibratorias de consciencia de tales personas son tan bajas y pesadas como para ser personalmente destructivas.

 En tiempos pasados se enseñaba y sermoneaba a la sociedad continuamente. En los países de occidente, con razón, fueron presentados los Diez Mandamientos como los verdaderos cimientos de una cultura humanizada y civilizada enseñando el autocontrol, lo cual fue fácilmente aceptable en todas las religiones del mundo.

 Hoy día, al fortalecerse la egoconsciencia, debido a la influencia de la industria del espectáculo y los medios, la codicia egocéntrica es la que controla.

 También debes entender,  y aceptar, que las energías de consciencia son energías tan reales y activas como lo son las energías de calor y sonido. Igual que las ondas sonoras penetran ciertas sustancias, también las energías de consciencia de una persona infectan como un virus las energías de consciencia de otra mente con sus propias tendencias brutales. 

Estas energías pueden no expresarse exactamente como las del violador, pero ten la seguridad de que las energías de consciencia transmitidas sí implantan una nueva idea o sentimiento en una persona inocente. Aunque la actividad de una consciencia torpe puede estar tan orientada hacia sí misma que no puede reconocer que nuevos impulsos se hayan originado en la mente de otro.

 Solo falta poner sobre aviso a aquellos que tienen altos puestos en la iglesia, en la ley y en el gobierno que no cumplen con sus responsabilidades hacia la gente en estos tiempos críticos. Al final percibirán la enormidad de su falta de cumplimiento ético, mientras asumen sus deberes terrenales. Sentirán rebotar sobre sus propias vidas las huellas de las vidas de aquellos que hayan sido dañados y destruidos, debido a su negligencia moral. CADA acción tiene sus repercusiones semejantes.

 Quizás ahora te darás cuenta por qué la actual tendencia sexual en el mundo está causando las más deplorables condiciones por todo el mundo.

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