La ciencia se aferra como un hecho es, en realidad, simplemente como una creencia creada por llegar a conclusiones
a través del ejercicio de sus cinco sentidos.
Así es con cualquier otra faceta de tu existencia. En tu dimensión terrenal, los hechos suceden segundo
tras segundo, pero en el momento en que han ocurrido se convierten en creencias formadas por
recuerdos, y los recuerdos no son siempre precisos. Cualesquiera sentimientos y pensamientos que
tengas acerca del pasado no son hechos sino puntos de vista, creencias, y no son, por lo tanto, hechos,
ni son la Realidad detrás de ellos.
Esto se aplica en cada faceta de tu existencia. La Verdad es: vives en una dimensión mundana
compuesta enteramente por tus creencias que surgen de tus respuestas a lo que ocurrió hace cien, mil o
diez mil años.
Hace tiempo la gente creía que la tierra era plana. Por tanto, según ellos, vivían en un mundo plano y
tenían miedo de navegar por los mares yendo demasiado lejos en una sola dirección, porque había
peligro de caerse por el borde del mundo. Para la gente, hace solamente 400 años, su mundo era plano.
Hoy, con el conocimiento, tu mundo es accesible en todas las direcciones.
La gente, en el pasado, y también en el tiempo actual, dirigía sus vidas según los cuentos de los
antepasados, el poder de los ancestros y otras leyendas. Creyeron en ellos de manera tan implícita que
las limitaciones impuestas por estas creencias restringieron las acciones y actividades de la gente.
Por ejemplo, el baile se consideraba inmoral y maléfico por ciertas sectas cristianas. Por lo tanto, a
mucha gente que hubiera obtenido mucha alegría y hubiera liberado mucho estrés al bailar, se le negó
este placer equivocadamente.
La religión cae bajo la misma etiqueta. Las creencias son la sustancia misma de la religión. Están
basadas en sucesos antiquísimos que no son más que creencias. Las creencias pueden haber sido
relevantes para la mentalidad generalizada de aquellos tiempos, pero desde hace mucho son
irrelevantes en un mundo de continuos cambios; sin embargo, son estrictamente observadas y se han
convertido en el objeto de culto, festividades, celebraciones, duelo y –más destructivamente– llegan a
ser la razón por la cual los hombres se matan entre sí y causan terribles desgracias a mujeres y niños.
Ciertas religiones afirman que ‘Dios está en todas partes y en todas las cosas’ pero también afirman de
manera dogmática que nadie conoce la ‘mente de Dios’, o las razones por las cuales la gente se mata
entre sí – puede que estén en los planes de Dios, dicen. Con actitudes mentales compuestas de tal
conglomeración de creencias ilógicas, ¿dónde puede la humanidad, en el tiempo actual, encontrar
alguna certeza de belleza, alegría, salud, bienestar, amor?
Las ideas religiosas nos presentan un ‘dios’ cuya ‘voluntad’ puede aportar vida y sanación o muerte y
destrucción.
En tales creencias, no hay certeza de nada, sólo incertidumbre.
Con tal creencia, cualquier enfermedad o anormalidad puede ser justificado por ser ‘la voluntad de
Dios.’ Son tus CREENCIAS las que controlan todas tus expectativas de lo que la vida puede ofrecer en
el futuro.
La gente es como topos que viven en túneles, convencidos de que son capaces de evaluar toda su existencia al usar sus sentidos del oír, oler, su muy limitada visión y el tacto. Así puedes descender en la
escala de las formas de vida y atestiguar que miles de especies viven vidas definidas y limitadas
enteramente por los sentidos. Lo que pueden percibir como ‘real’ constituye su ‘realidad’ personal, su
mundo particular. Cada estrato de la existencia que es experimentado por diversas especies de seres
vivos es distinto de cualquier otro dentro de la dimensión terrenal.
Esto incluye la mente humana que
está literalmente poseída por las doctrinas y dogmas religiosos y aprisionada en teorías científicas y
fórmulas matemáticas. Las doctrinas religiosas han sido concebidas por el razonar humano, en un
esfuerzo de explicar las enseñanzas de los Maestros espirituales cuyas mentes se han movido más allá
de la esfera humana del intelecto, adentrándose en las esferas celestiales de la percepción inspirada en
la ‘Realidad Universal.’
Los conceptos científicos también son el producto de los sentidos humanos racionalizando y dando
nombres al fenómeno examinado por la vista humana durante la experimentación.
Por lo tanto, cuando el intelecto humano es capaz de apartarse de tales creencias limitadas y ascender,
adentrándose y haciendo contacto con la ‘Realidad’ que se halla más allá ‘del más alto razonamiento
humano, de la más alta lógica y de las más altas racionalizaciones’ que se denominan ‘conocimiento’, tal
mente entra en las esferas más altas de la CONSCIENCIA DE LA VIDA.
¡Cuan ciega es la raza humana en general!
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