lunes, 17 de septiembre de 2018

EL JUEGO DE LA VIDA.

ZINGDAD.
 Voy a iniciar mi historia refiriéndome a una reunión realizada por los Seres de Luz que crearon esta realidad. Discutían sobre cómo poner puunto final a la realidad en la que vivimos y dar lugar a una nueva. Algo así como un juego que termina para poder jugar otro diferente. 

La forma de realizar este tipo de juegos consiste en que cada Ser de Luz es responsable de representar un rol particular en cada juego. El juego actual en cuestión, toda nuestra realidad, es bastante interesante. Para tal objetivo, algunos de estos Seres Brillantes crearon muchas manifestaciones (también llamadas encarnaciones), que iban a experimentar la “individualidad”. 

Con el propósito de hacer que el juego funcionara, se debía lograr algo bastante radical. Los aspectos de los Seres Brillantes que iban a participar debían ignorar genuinamente que todos ellos eran UNO; necesitaban olvidar su propia naturaleza eterna e inmortal. En ningún área de Todo Lo Que Es se había hecho algo así previamente.

A fin de darle una dirección al juego se instauró el concepto de “polaridad”. Debido al desconocimiento de su propio propósito divino, los jugadores necesitaban algo más que los estimulara a crecer y progresar.  Juegos anteriores no habían tenidos buenos resultados por un insuficiente ímpetu. Por lo cual se decidió que existirían dos “bandos” principales que producirían como resultado rivalidad, competencia y conflicto. En un lado estarían quienes se sirven a sí mismos y en el otro aquellos que sirven a otros. Los participantes son fragmentos de los Seres Brillantes que encarnan dentro del sistema, experimentando así los éxtasis y miserias de la vida en este lugar. Con ello, han ido descubriendo quienes son realmente a partir de una posición de total olvido. Es un maravilloso, increíble y enorme experimento de consciencia y las recompensas son verdaderamente fenomenales. 

Pero ahora, al irse aproximando el momento de terminar el juego, el Consejo se reunió para ver qué era lo que había que hacer. Y la conclusión fue que sería considerablemente difícil finalizarlo con éxito, sin causar daño y trauma a los jugadores; aquellos aspectos de los Seres Brillantes que están profundamente involucrados en dicho juego como almas encarnadas.

 ¿Te das cuenta del problema?

 Para que el juego pudiera realizarse, todos los jugadores tenían que olvidar que eran simples jugadores, e involucrarse muy intensamente en el juego, como si fuera algo completamente real y verdadero. En este juego de separación, llegaron a sentir poderosas emociones como odio y rabia hacia algunos, y bondad y necesidad hacia otros, lo cual los condujo a sumergirse más profundamente aún en dicho juego. De ese modo, se volvieron incapaces de empezar a imaginar siquiera que el juego no era totalmente real y en serio. Y eso estuvo bien mientras el juego continuaba, el problema se suscitó cuando los Seres Brillantes quisieron concluirlo. Esos aspectos suyos al estar tan inmersos en el juego, no iban a dejar simplemente de jugar, y sin más, ¡lo iban a recordar todo al momento del cierre! Además, su libre albedrío no se podía transgredir terminando el juego a la fuerza, porque esto les causaría un profundo trauma y les enseñaría que ellos no son los creadores de su propia realidad; lo cual anularía el propósito del juego, que era crecer y aprender, y en especial, que aprendieran sobre cómo crear.

 Entonces, terminar el juego tendría que hacerse con cuidado y cierta delicadeza. El único modo sería llevarlo hacia un punto crucial de gran transformación, en el que cada manifestación pudiera empezar a despertar al hecho de ser un ser inmortal de luz, que simplemente estaba experimentando una realidad transitoria e ilusoria. Sólo ahí, ellos podrían acceder a la sabiduría y el poder necesarios como para elegir abandonar el juego voluntariamente. Así fue como se acordó que cada jugador despertaría en un tiempo previsto. Cada uno de los Seres de Luz llevaría a la práctica sus planes para finalizar el juego exitosamente.

 Desconozco qué decidió cada uno de los Seres de Luz. Sólo sé un algo de lo que uno de Ellos hizo. Y ahora, quiero llevar tu atención hacia este Ser de Luz en particular. Aunque los nombres no son de utilidad para dichos Seres, sí lo son en cierta forma para nosotros, por lo cual llamaremos a este ser Gozo Divino, o GD para abreviar.   GD fue invitado a participar en el juego, específicamente para asistir en la gran transformación que eventualmente posibilitaría la terminación del mismo. A fin de realizar esta tarea, GD se percató que lo necesario para reordenar el jugo sólo un poco, era hacer participar su propia energía en el sistema. Para estos seres el tiempo no existe. Por tanto, no había problema en rehacer el juego desde su inicio y que así concluyera de modo diferente. Y es posible seguirlo rehaciendo una y otra vez hasta lograr el resultado deseado, y entonces, esa versión de acontecimientos es la que se considera “más válida”.

 Así que GD se asignó uno de los roles en el juego. Pero GD no creó la interminable y repetitiva auto-fragmentación del ser, que muchos otros de los Seres Brillantes habían hecho. Este no era originalmente su juego y no buscaba poblarlo con miles de millones de aspectos de sí mismo, como los Otros. Pero lo que sí buscaba era entender el juego en gran profundidad. 

Y es cierto que la comprensión más profunda o hermenéutica de una cosa, sólo puede provenir de experimentar aquello uno mismo.  GD sabía que necesitaba este tipo de entendimiento para poder ofrecer la asistencia que se le había solicitado. Por tanto, decidió introducir una manifestación del Ser en el juego. Del interior de sí creó un nuevo ser al que podríamos llamar “Regocijo”, el cual llevaría la luz de Gozo Divino a las más densas profundidades del juego. Regocijo sería de hecho, la porción encarnada de Gozo Divino...

 Y ese, es mi propio Ser Superior.

Extractado del “ESCRITOS  DE LA ASCENSION”.
POR ZINGDAD

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