Parábola
Cuando Jesus estaba en la tierra, contó a la gente una historia, la parábola de los ‘Diez Talentos’.
Dijo que un Gran Señor muy rico iba a salir al extranjero durante algún tiempo y dejó a cada uno de sus tres sirvientes una suma de dinero. A uno le dio diez talentos, a otro cinco y al último le dio un talento. Cuando volvió, preguntó a cada sirviente cómo había usado el dinero.
Uno dijo que había doblado la inversión del maestro, el otro dijo que había ganado la mitad y el último hombre dijo que se había sentado encima de ello, por temor a perder lo que se le había dado.
El señor felicitó a los dos primeros sirvientes por su eficacia e ingenuidad pero se enfadó con él que no había intentado hacer algo con el talento que se le había puesto a su cuidado.
Cada uno tiene en el mundo su propio ‘talento’ con el cual trabajar. Si, por tu propia iniciativa, encuentras difícil descubrir la mejor manera de sacar provecho a tu talento y a tus recursos personales, recurre a la Consciencia Divina a través de la meditación, y poco a poco las ideas vendrán con toda seguridad, y éstas serán exactamente adecuadas para tu propia personalidad.
Al mismo tiempo, considera cómo has usado tus talentos a través de tu vida. ¿Has estado absorto enteramente en crear felicidad y placeres para ti mismo, o has dedicado tiempo también a la elevación o mejoría de la vida de los demás?
Es terrible haber recibido talentos por encima de la media y acabar tu vida habiéndolos despilfarrado en modos de vida autoindulgentes. Cualquier lección que no hayas aprendido, cualquier crecimiento que hayas evadido, cualquier desarrollo en lo espiritual que de manera deliberada hayas evitado son montañas que te has creado para escalar en tus próximas vidas. Obstruirán tu camino y habrás de enfrentarte con ellas – espiritualmente – o de nuevo repetirlas en otra vida.
No es necesario abrir un gran camino en el mundo, lograr progresos o riquezas o fama. Puedes usar los talentos como padre, buscando los mejores medios de tener éxito en el trabajo, promoviendo el bienestar de tus hijos. Qué llamada más alta hay que la de ser un buen padre/madre amoroso, más especialmente aún si tomas como modelo la Consciencia Divina Padre – Madre que se dirige plenamente al crecimiento, nutrición y sanación de la mente y el cuerpo, la regeneración de mente y cuerpo, la protección de todas las maneras y la satisfacción de cada necesidad de la mente, las emociones y el cuerpo, dentro de un sistema de Ley y Orden y de Amor Incondicional. Como padre estarás a la altura de la Consciencia de tu Fuente Divina de Ser.
Algunas de las personas que han hecho el mejor uso de sus talentos han sido sirvientes, aquellos que han cuidado de los hijos de otros con dedicación y amor, limpiando la casa con atención concienzuda hasta el detalle, creando un entorno pacífico, tranquilo y cariñoso para el patrón con amor y gentileza. Éstas son las almas grandes, las que se han construido sus propios caminos que los conducen directamente al Reino del Cielo.
Por otra parte, hay personas que han usado sus talentos con el propósito de destruir a los demás para alimentar su vanidad y el frío vacío que está dentro de su propio corazón. A la larga el uso de su propia mente los ha llevado a su propia destrucción. Piensa en aquella gente, a lo largo de la historia y en el tiempo presente, que ha que ha lavado el cerebro a otros para conducirlos a la rebelión. Se han convertido en dictadores. Luego piensa en el posible final de tales dictadores. Tales personas han abusado de los privilegios conferidos por el ‘poder mental’ y al final han pagado el precio, pero no antes de haber arruinado miles de vidas por ninguna buena razón, puesto que nunca podría haber una ‘buena’ razón para convertir países en desiertos desgarrados por la guerra y arruinar una economía próspera. Piensa en las familias donde el abuso mental y emocional prolifera. Esto es un uso aborrecible del ‘poder mental.’ Rebota sobre el abusivo de muchas, muchas maneras – mala salud, enfermedad, adicciones, depresión y pérdida de la auto estima.
Sin embargo, no utilices tu cerebro, intelecto, visión interior, educación, como una plataforma desde la cual criticar, juzgar o condenar a otros que no están a la altura de tus propios niveles de eficacia o bondad en cualquier área de tu vida.
Al mismo tiempo, puesto que criticar, juzgar y condenar es tan natural como respirar para el ego humano, no intentes negar tus percepciones de lo que pueda mejorarse. Hacerlo es negar la realidad del proceso evolutivo. El propósito tras la existencia es el de experimentar y mejorar a partir de tus experiencias. Por lo tanto no juzgues, ni condenes, ni rechaces las deficiencias que observas en los otros, sino que lleva tus percepciones de inmediato a la Consciencia Divina y pide continuamente una Solución Divina del problema. Aférrate a la comprensión de que donde sea y cuando sea que la Consciencia Divina entra en un problema, el resultado final es siempre crecimiento y desarrollo para todas las partes interesadas.
Intenta tener en cuenta siempre, que estás en la tierra para hacer llegar la Consciencia Divina a tu vida diaria, a tus relaciones y circunstancias. Estás aquí para usar tu mente para este propósito específico.
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