Mensaje Canalizado por los Maestros de Luz.
El espíritu que reside en cada uno –la esencia divina– contiene en sí mismo todos los atributos cósmicos de la Divina Fuerza Creadora Inteligente que los hombres de hoy llaman Dios o Dios Padre Creador.
A lo largo de miles de existencias con las más variadas formas, vuestra esencia divina ya peregrinó por los universos de manifestación del Divino Ser Creador. Pero los residuos energéticos de vibraciones más densas se fueron almacenando a lo largo del hilo de la vida, aquel que une el espíritu a la materia, bloqueando el paso de las energías superiores venidas del espíritu y del alma.
Este hilo de la vida es, en el fondo, vuestro camino interior, pero el foco de vuestra atención, de vuestra voluntad, de vuestra determinación, de vuestro creer, de vuestra conciencia, mente y sentimientos han sido educados para que los mundos de las formas (según la ciencia esotérica, los mundos de las formas son tres: forma física, forma astral y forma mental (concreto o inferior) asumieran exageradamente el papel fundamental de la vida y de la evolución.
Las religiones, sectas, creencias, filosofías y las instituciones místico-espiritualistas han ampliado esta atención de la humanidad hacia las cosas transitorias de los mundos de las formas para que la verdad nunca tuviera el poder real de liberar, salvar e iluminar espiritualmente, para que su juego de máscaras de salvación continuara colocándolas en la cima del poder temporal de su mundo físico.
Todos tienen la esencia divina dentro de sí mismos.
Por eso en espíritu sois perfectos, como es vuestro Padre Creador.
Así, el espíritu “fue hecho a su imagen y semejanza”.
Vuestras almas son casi perfectas y vuestras personalidades son muy imperfectas, como lo sabéis muy bien.
– ¿Quién, en fin, comanda vuestras vidas?
– Precisamente vuestra parte más imperfecta, con menos capacidad. Vuestra parte más perfecta, con mayor capacidad, no puede controlar ni dirigir la personalidad, ni el almia lo logra, lo que nos muestra una inversión completa de la verdad, por eso de la vida. Lo que los hombres llaman la verdad, en la gran mayoría no pasa de sombras de ella.
Vosotros estáis rodeados de sombras y de tinieblas, la mayoría de la humanidad llama a la sombra de verdad y a las tinieblas de Luz.
El verdadero Dios para nuestro sistema solar está bien delante de todos y nadie lo ve, o mejor, nadie lo reconoce como el Dios de la Vida. Pero buscáis al Dios imaginado por el poder de las sombras, por que así no sabrán la verdad y ella no os liberará.Seréis siempre esclavos de las sombras.
– ¿Pero qué Dios es ese, tan real?
– Simplemente nuestra estrella máxima que llamamos el sol!
Si el Sol resolviera apagar su Luz durante tres minutos, toda la vida en la Tierra desaparecería.
Debéis buscar la esencia de la Luz para apartar vuestras sombras y así liberaros del “poder de las tinieblas”.
– ¿Pero dónde está esa esencia luminosa?
– ¿No sabéis?
– Es vuestro espíritu, que tiene como cuerpo de su manifestación el alma. Entonces, buscad la orientación consciente de vuestra alma que “todo lo demás os será dado por añadidura”.
El verdadero Reino de Dios siempre ha sido invisible a los ojos humanos.
Estos están ciegos por el “poder de las tinieblas” que, envolviendo y penetrando a las personalidades por los deseos y pasiones, rencores, odios, ganancias, ambiciones e injusticias, han llevado a esta humanidad hacia el borde del abismo donde actualmente se encuentra.
Sólo el poder de la Luz en vuestros espíritus y almas puede hacer la gran inversión, o mejor, la gran transformación en vuestras esencias interiores.
Sólo aquellos que buscan con sinceridad y honestidad el poder de la Luz Mayorcon el único objetivo de sobre todo servir, y no como muchos hacen – servirse de ella -, es que llegarán a la unidad en la Luz Mayor.
– ¡Todo está en vosotros!
– El verdadero Reino de Dios está dentro de vosotros. Buscad sin desfallecer, sin parar, porque éste es el único Camino que tenéis, si realmente queréis alcanzar la Luz para que también seáis la Luz.
Con todo mi cariño y amor, vuestro amigo,
Canal Espiritual: Enrique Rosa
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