miércoles, 28 de junio de 2017

NO PUEDES ESCONDER TU LUZ

No irrites a las personas sin necesidad; no pretendas ser mejor que ellos, no pretendas ser un santo, no pretendas ser especial. No irrites a la gente. No actúes de esa manera. ¿Por qué? Porque las dificultades van a venir por sí solas; así que por favor, no las incrementes.

Tu mera presencia te creará problemas, así que al menos evita tanto como sea posible el irritar a la gente. Si pretendes ser mejor que los demás, entonces crearás competidores. Si pretendes ser especial, entonces habrá otros que no lo admitan. Surgirán discusiones, innecesarias controversias, enemistades.

La razón especial es que la mera presencia de una persona que tiene alguna cualidad espiritual va a crearle problemas. Porque a la gente ciega no le gustan aquellos que tienen ojos.

A aquellos que han vivido siempre en la oscuridad no les gustan las personas que les traen la luz; las odian. Porque la presencia de un hombre de luz es insultante; les hace sentirse inferiores.

Así que por favor, no hagas nada que pueda intensificarlo. Incluso si lo mantienes todo en secreto, unos pocos llegarán a saberlo. La presencia de laluz es tal, que unos pocos te van a encontrar. Incluso si escapas a algún lugar. Unos pocos te buscarán y te encontrarán, porque son buscadores de la verdad. 

Hay gente que es muy sensible, hay gente que ha estado intentando durante vidas enteras que suceda algo en su vida. Llegarás a ser conocido. No hay necesidad de alardear, no hay necesidad de ser envidioso. Intenta esconderte lo mejor que puedas; aun así llegarás a ser conocido.

No puedes esconder una luz debajo de un arbusto; se dejará ver. No puedes esconder una luz, irradiará. Y cuando lleguen los que buscan y se reúnan a tu alrededor, y vengan discípulos y vengan devotos, la sociedad entera se irritará mucho contigo, la sociedad se enfurecerá contigo. La sociedad intentará destruirte y destruir completamente tu trabajo y tu comuna.


¿Por qué? Porque estás socavando la sociedad, estás cortando las raíces mismas. La sociedad vive de la ambición, y tú estás enseñando cómo vivir una vida sin ambición. La sociedad vive de manera maquiavélica, y tú estás enseñando. La sociedad vive mediante envidia, violencia, posesión; y tú estás enseñando el amor. Estás socavando sus cimientos, estás destruyendo sus raíces. La sociedad no puede perdonarte, se vengará. Así que es mejor ser muy cauto.

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