LA TIERRA
YA VIBRA EN LA QUINTA DIMENSIÓN.
ARCANGEL
MIKAEL.
La
Tierra ya vibra en 5ª Dimensión
Es un
gran honor pronunciar estas palabras para todos vosotros:
¡Nuestro
nuevo bebé Gaia, nació hace unas pocas horas!
Por
primera vez en la historia moderna, la frecuencia de la Tierra y del Cosmos, ha
alcanzado los 21 hertz (es la frecuencia de la 5ª Dimensión).
Lo
repito, la Resonancia Schuman ha alcanzado los 21 hertz, que es la misma
vibración que la de 5ª Dimensión de este Universo!
Esa
información me fue transmitida ahora mismo, por St Germain y los sabios.
¡Lo
hicimos, familia Estelar!
¡Lo
logramos!
¿Qué
significa esto?
Entonces,
escuchen atentamente mis palabras;
La entrada de la ola de onda gamma va a alcanzar
al 1/3 de los seres, que resuenan cerca de la frecuencia de 16-17 hertz de
vibración, en su interior, en tri-Unidad, el
28-09-2015.
¡Y esta
primera ola de Seres ascendidos, será capaz de percibir la nueva Tierra de la
5ª Dimensión, por vez primera!
El nuevo
bebé Gaia, acaba de nacer y tiene a su papá, me gustaría ser Yo!
El gran
momento de la Humanidad ha llegado!
Esperen
hasta que todas las cosas se cumplan!
Soy el
Arcángel Mikaël, que habla la Verdad en este cuerpo!
Soy el
Primer Arcángel que tiene el honor de abrir el último pergamino!
Soy el
que trae el mas grande mensaje que jamas fue anunciado:
"He
aquí, que vi un nuevo Cielo y una Nueva Tierra."
Dios -
hasta pronto grandes seres
ONDAS
SHUMANN.
En la década de los 50, el Profesor Dr. W.O. Schumann de la Universidad Tecnológica de
Munich, Alemania, descubrió el efecto de resonancia del
sistema tierra-aire-ionosfera, llamado hoy generalmente ONDAS SCHUMANN o
RESONANCIA SCHUMMAN, en honor a su descubridor.
En Física se les denomina "Ondas transversal-magnéticas".
Estas ondas Schumann vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres
humanos y de todos los mamíferos en general, es decir, 7.8 Hertz (ciclos por segundo).
El Profesor Schumann trabajaba, en ese entonces, con sus estudiantes
universitarios, en cálculos de potenciales en sistemas esfero-simétricos. Un
día, les planteó el deber de calcular el potencial de dos cáscaras
semiesféricas que tienen una determinada distancia entre si y que son ambas
eléctricamente conductoras.
Entonces, como si fuera una ocurrencia del momento, dijo:
"Tenemos también la tierra y la ionosfera. Tomen como ejemplo
el diámetro de la tierra y el diámetro de la capa inferior de la ionosfera, la
capa Heaviside y calculen que frecuencia
propia resulta ahí".
Él, naturalmente, tenia que calcularlo también, para ver si lo que
sacaban los estudiantes era correcto y entonces obtuvo como resultado
aproximadamente 10 ciclos por segundo.
Publicó este resultado en una revista de Física Técnica y
casualmente un medico que se interesaba por la Física y era suscriptor de la
revista, el Dr. Ankermuller lo leyó y le llamó poderosamente la atención este
resultado, ya que 10 Hertz es el ritmo Alfa del cerebro humano, es decir una
frecuencia muy característica.
Se puso enseguida en comunicación telefónica con el Dr. Schumann y
le dijo:
"Es interesantísimo lo que Ud. midió, de que la tierra tiene la
misma resonancia propia como el cerebro humano. Habría que controlar si esto es
realmente así".
"Bueno, le contestó el Dr. Schumann, si esto es interesante
para la medicina, voy a poner a un estudiante que justamente tiene que hacer su
tesis de doctorado, para que lo verifique con mayor precisión, pues los 10
Hertz calculados eran un valor muy aproximado".
El doctorando se llamaba Herbert König,
quien fuera mas tarde yerno del celebre Dr. Ernesto Hartmann y posteriormente fue sucesor del Profesor Schumann en la Universidad
de Munich.
El Dr. König, a través de muchas mediciones, pudo determinar luego
que el valor exacto no era 10, sino 7.8 Hertz y esto hizo que el asunto sea todavía mas interesante, pues 7.8
Hertz es la frecuencia del hipotálamo y es la única frecuencia que en todos los
mamíferos, incluyendo el hombre, es tan exactamente común.
Mientras
el ritmo Alfa varia de una persona a otra y el mismo es de aproximadamente 9,
10, 11 Hertz, la frecuencia de 7.8 Hertz es como ya se dijo arriba, exactamente
común a todos, es una constante normal biológica, que funciona como un
marcapaso para nuestro organismo y sin esa frecuencia, la vida humana no es
posible.
Esto se comprobó mas dramáticamente con los primeros astronautas,
tanto los rusos como los americanos, pues estos volvían de su misión espacial
con muy serios problemas de salud. Al estar volando fuera de la ionosfera les
faltaba la pulsación de esa frecuencia vital de 7.8 Hertz. Mas tarde, este
problema fue subsanado por generadores de ondas Schumann artificiales.
Los científicos de la NASA hicieron en ese tiempo muchos estudios interesantes al respecto. Uno
de ellos, el Profesor Wever hizo construir un bunker subterráneo totalmente
aislado magnéticamente. Durante varias semanas hizo experimentos con
estudiantes voluntarios que quedaban encerrados allí.
A los pocos días se producían en los mismos serios problemas de
salud:
- dolor de cabeza,
- migrañas,
- desvaríos, etc.
Y sobre todo los ritmos cardiacos se
desarticulaban totalmente.
Pero si
luego se hacían ingresar a ese bunker pulsaciones de 7,8 Hertz, por un breve
tiempo, entonces las condiciones de salud de los voluntarios se volvía a
estabilizar nuevamente durante varios días.
Hay muchas personas que sufren gravemente las consecuencias, cuando
por causas meteorológicas, especialmente por las tormentas electromagnéticas,
esas frecuencias de ondas Schumann se ven interferidas. Muchos problemas cardiacos son debidos a este
hecho.
Las modernas terapias biomagneticas, con ayuda de aparatos
generadores de ondas Schumann y de ondas geomagnéticas aportan hoy en día una valiosa ayuda para
superar estos problemas.
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