martes, 25 de agosto de 2015

YA ESTAS DESPIERTO. Y AHORA QUE?

Despertar es abrir la puerta de un nivel de consciencia más amplio en el ser humano. Es un salto de FE que te conecta y habla de lo que verdaderamente significa ser un SER HUMANO en toda la extensión del concepto y el potencial no explorado de esta raza del multiverso.

Podemos confundir y distorsionar la idea de lo que significa estar despierto, según nuestras expectativas, temores y dudas. Desde mi punto de vista se ha limitado el ‘despertar de la consciencia’ a una serie de frases lindas, positivas y ‘profundas’. Quizá como pantalla o ideal inicial suene muy bien y se vea bonito ante mi propio ego y aquello que quiero proyectar a los demás, pero en mi experiencia he observado que este despertar puede ser una buena sacudida, un gran cuestionamiento y una poderosa confrontación interna.

Despertar no es la meta, es el inicio. Es el salto al vacío (al todo, a la consciencia), al UNO mismo, donde no reinan las fórmulas ni los convencionalismos, donde te tienes que observar desnudo y vulnerable, fuera de todo prejuicio o pre-concepción de la vida a seguir que el ego se ha tardado en construir.

Si tocamos el vacío, nos convertimos en él. Es decir, nos vaciamos. Vaciarse significa desordenarse, reorganizarse y reinventarse. Toda nuestra fuerza creativa se convierte en nuestra gran prueba y nuestro gran mentor. Y aquí es cuando realmente conocemos y vemos a Dios. Nuestro encuentro ocurre en medio del caos, justo cuando más oscuro está. En este vacío creativo entendemos la esencia divina del creativo creador-Dios, y es cuando nos damos cuenta de que nosotros somos dios. Somos dioses creativos y creadores, co-creadores mejor dicho pues nuestra participación es multiversal. Somos piezas, somos genios. Somos parte, somos TODO.

En la vida cotidiana, tocar el vacío se experimenta como el caos, la aparente destrucción y la gran sacudida del ‘sin sentido’ a nuestro alrededor. Las emociones colapsan, se exaltan, se desbordan. Las relaciones que considerábamos ‘intocables’ o perfectas, se desvanecen y muchas veces no sabemos el por qué. La incertidumbre por poco nos enloquece, parece una sombra que todo lo cubre. Quizá perdemos el trabajo u obtenemos una promoción, pero en nuestro interior eso no importa, pues hay un vacío y nada tiene sentido. Puede ser que perdamos la ‘identidad’ y no sepamos quienes somos en verdad, pues los roles que tan bien habíamos adoptado, ahora se van cayendo como máscaras sostenidas por mentiras que no reflejaban ni un poco de nuestra verdadera esencia. Y la lista sigue y sigue… ¿Despertar es muy lindo no?.

Pero en este mundo nada es eterno, ni la oscuridad ni la luz. Así que calma. Porque los problemas más fuertes suceden cuando intentamos frenar todo este caos, cuando nos aferramos a las viejas estructuras de las construcciones de nuestro pasado y no nos damos el permiso de avanzar y evolucionar. Hay que entregarse a esta danza, saber caer, desempolvarse y levantarse. Soltar, fluir y permitir que nuestra nueva consciencia comience a construir.

El paso es gradual y depende del ritmo de cada cual. Repito, no hay recetas ni juicios para calificar si lo que hacemos está ‘bien o mal’. En medio del caos tocamos el silencio y si sabemos escuchar (nos), obtendremos claridad del siguiente paso a dar. Este es un punto delicado pues cuanto más difícil se pone una situación, solemos luego correr por ayuda y consejo en el exterior. No me mal interpreten, pedir ayuda está bien, es necesario y es hermoso abrirnos a recibirla, el punto es que nos demos la oportunidad de explorar en nuestro interior, que nos tomemos un café con nuestro Yo Superior y le preguntemos, que lo entrevistemos. Siempre será la guía más confiable a la que podemos acudir.

Ya estás despierto ¿y ahora qué? Puedes quedarte hipnotizado con un mundo ideal durante un tiempo, jugar a ser espiritual con un ego disfrazado de actitudes, palabras, reglas, tradiciones y rituales, pero tarde o temprano tendrás que ‘tirar’ todo eso, (pues llega un momento en que pesa demasiado) saltar al vacío y atreverte a re-diseñar tu mundo, re-conectarte, a observarte tal cual, desde la esencia y la honestidad para conectar con la gran verdad del SER y jugar creativamente en la co-creación. Esto requiere AMOR, PAZciencia, FE, VOLUNTAD, SABIDURÍA, HUMOR y ESPERANZA.

La buena noticia es que todo esto ya está contigo, sólo hay que activarlo conscientemente en ese momento de ‘vacío’, pues estos serán los fundamentos de la creación de tu destino. No te rindas, sigue.


Por Rafael Martínez

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