Por Jennifer Hoffman
En
mi niñez le oía decir mucho a mi madre “No seas egoísta”. Como la hija mayor en
la familia, siempre tenía que compartirlo todo con hermanos y primos. Y cuando
no quería compartir me llamaban “egoísta”. Así que aprendí que si quería
enfocarme en mí misma estaba siendo egoísta y eso era algo malo. Pero si no
aprendemos a ser ego-istas, lo que significa apropiarnos de nuestro propio
poder y ser/estar en nuestra propia energía, entonces nunca desarrollaremos un
basamento sólido de auto identidad, auto control y auto percepción. Las cosas
han cambiado, es tiempo de ser egoísta y hacernos más egoístas realmente nos
hace más poderosos, plenos y totales. No es interesante que podemos realmente
tomar fotos de nosotros mismos en un tiempo en el cual preocuparnos de nuestras
necesidades y ser egoístas es necesario en esta parte de nuestro viaje de
experiencia.
Hay
una forma de ser egoístas que no es la forma enojosa en la que insistimos en
ser la persona más importante en la habitación, de cierta forma eso excluye las
necesidades y deseos de todos los demás. Nos volvemos egoístas sin serlo a
través de la auto percepción. Cuando somos auto perceptivos sabemos lo que
necesitamos y canalizamos nuestra energía para crear esos resultados para
nosotros mismos. Estamos en un estado de recibir, no de tomar, y estamos
creando conscientemente nuestra realidad paso a paso, resultado a resultado. De
hecho, es cuando no se nos permite ser egoístas, o de atender nuestras propias
necesidades que nos volvemos egoístas, como respuesta a nunca lograr que se
cumplan nuestras necesidades.
Como
nuestras necesidades siempre se cumplen a través de nuestra intención
energética, lo cual también permite que se cumplan de forma creativa y
milagrosa, nos conectamos con los demás en el punto de su cumplimiento y no
desde el punto de nuestra necesidad. Así que siempre somos totales y completos,
lo cual crea sentimientos de confianza y alegría en nosotros y eso se expande a
otras áreas de nuestra vida. Cuidar de nosotros mismos, mantener fuertes
límites energéticos, ser claros respecto a lo que queremos y a lo que en
nuestra realidad, puede ser algo que los demás cataloguen de egoísta pero ser
verdaderamente ego-istas, cuidar de nosotros mismos, es la única manera de
manejar nuestra energía.
Desde
ese punto somos capaces de compartir con los demás fácilmente y con gracia,
porque compartimos desde nuestra totalidad. Podemos fácilmente ser tanto dador
como receptor, dando desde nuestra abundancia en lugar de tratar de
cumplimentar nuestras necesidades de cualquier forma que podamos y recibir sin
esfuerzo porque nuestra intención nos abre a recibir bendiciones, mientras que
el temor nos desconecta. También no nos involucramos en la envidia, los celos
ni albergamos carencias. Lo que hacen los otros se convierte en una opción que
podemos crear para nosotros mismos, si eso estuviese alineado con nuestra
intención y resultados esperados.
Pero ser ego-istas
no quiere decir que lo queramos todo para nosotros sin compartir nunca. De
hecho podemos ser más generosos cuando somos ego-istas porque tenemos más para
dar.
¿Cómo
podemos ser a la vez egoístas y generosos? Como una persona ego-ista, auto
perceptiva, utilizamos nuestra energía para cubrir nuestras necesidades, lo que
no significa que estemos siempre al frente, capturando cosas para que nadie
llegue primero. El ego-ismo nos permite ver el mundo desde un punto de infinita
abundancia y posibilidades y potenciales ilimitados. Lo que es mejor y correcto
para nosotros puede ser nuestro, cuando lo intentamos como nuestro objetivo. De
lo contrario, no nos interesa.
Usamos nuestra
energía para establecer límites fuertes que permitan que todo lo que
necesitamos se conecte con nosotros en formas ponderosas. Y desde este punto de
poder confiado, sabemos que siempre seremos colmados y en la alegría que nos
permitimos tener, nunca nos sentimos aislados, abandonados o desprotegidos
porque al ser ego-istas siempre somos totales y completos, plenos y poseedores
de lo que quiere nuestro corazón.
¿Es tiempo de que
ustedes sean ego-istas. Aquí tienen 5 formas de ser más egoístas en su vida:
1. Sean claros
respecto a lo que es importante para ustedes y lo que quieren. Y pidan
exactamente lo que quieren, no lo que piensan que pueden obtener. No se
preocupen por lo que los demás digan o piensen respecto a ello. Ustedes son
responsables de lo que se manifiesta en su vida.
2.
Sepan que lo que tienen los demás está también disponible para ustedes cuando
ustedes están alineados con ello. Hay suficiente para todos y lo que atrae la
atención de ustedes es una invitación para que enfoquen su intención en ello.
3.
Fijen límites firmes, mi favorito es “todos en mi vida me aman, me respetan y
me honran a mí y todo en mi vida es una fuente de amor, paz y alegría’.
Utilicen esto diariamente, los ayuda a manejar sus límites energéticos y
mantiene fluyendo su energía hacia sus intenciones.
4. Liberen lo que no
les sirve o lo que no los hace felices. Si no es una fuente de alegría entonces
no es algo con lo que ustedes estén alineados. Déjenlo ir para que algo más
ocupe su lugar.
5. Entiendan que
ustedes no lastiman a nadie al ser ego-istas, o al tener en cuenta sus propias
necesidades y cumplirlas. Todos son responsables de su propia alegría y
abundancia y cuando ustedes se ocupan de sí mismos y les muestran a los demás
lo confiados, alegres, felices y en paz que están, se convierten en un ejemplo
que ellos pueden seguir.
Establezcan una
intención de ser ego-istas, de cuidar de sí mismos y establezcan un sendero
energético para lograr que se cubran sus necesidades. Ustedes pueden ser
ego-istas sin ser egoístas y cuando ustedes cubren sus necesidades, se
convierten en fuente de inspiración para los demás.
Por Jennifer Hoffman
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