sábado, 21 de mayo de 2016

DESPERTAR A LA REALIDAD ES DOLOROSO.

Generalmente cuando ustedes Despiertan comienzan a percibir un mundo que nunca hubieran querido ver. Es una realidad gris, sin colores, oscura y desagradable. Abren los ojos, una y otra vez, miran a su alrededor, observan escuchan, ven, piensan – No me gusta - se dan media vuelta y se vuelven a dormir...


El proceso y desarrollo en la evolución y elevación de la humanidad, consiste en pasar etapas de vida, las cuales tienen un propósito de especie: Ayudarlos a crecer y madurar. Generalmente estos períodos se presentan en la vida, a través de: Sufrimiento, problemas, falta de recursos, separaciones dolorosas etc.

¿Por qué afloran en el alma de esta forma?  Porque el alma necesita Despertar a una realidad de vida más profunda, precisa analizar y reflexionar, sobre la existencia de su vida. Entonces los presiona a despertar, para que comiencen a preguntarse - ¿Por qué existimos? ¿Por qué nos ocurre tal y cual cosa? ¿Quién soy yo? ¿Cuál es mi misión es la vida? Y tantas preguntas que nacen del alma...

Cuando empiezan a cuestionarse con este tipo de preguntas, por lo general los seres humanos reaccionan, en una forma parecida, se retraen y se alejan por un tiempo de la materialidad; sienten la necesidad interna de estar consigo mismos y con sus pensamientos. La meditación los ayuda y la reflexión los despierta.

Sus pensamientos giran y giran, hasta poder entenderlos y así los seres se retiran a su interior por un buen tiempo. Hasta que obligadamente salen de sus madrigueras y del estado en que se encuentra, porque tienen que continuar viviendo, trabajando, ganando el sustento, existen responsabilidades, deberes y compromisos que los impulsan a enfrentar la vida. Así pues con mucho esfuerzo regresan y continúan sus vidas.

Cada vez que este proceso de vida se presenta, ustedes dan un paso adelante...CRECEN y cuando lo hacen, se sienten diferentes, son otras personas, más maduras, estables, humanas, comprensivas. Perciben en el interior del alma, una necesidad muy fuerte, que les reclama por respuestas más concretas, más profundas, es una necesidad primordial, porque dependiendo de esas respuestas internas, ustedes podrán continuar en la vida en forma estable y concreta. En esta búsqueda de respuestas, comienzan a encontrarse frente a frente con la realidad aplastante y cruda de lo que es verdaderamente el planeta Tierra.

Son verdades crudas, fuertes, intensas, crueles, tristes y terriblemente ciertas, y esta confrontación real, muchos de ustedes lo asimilan con madures y otros lo rehúyen, construyendo y escondiéndose atrás del espíritu, creyendo que él es un refugio de vida perfecta, donde lo único que existe es: La luz dorada de la elevación, armonía, paz, cánticos gregorianos, iluminación cósmica, canalizaciones con las altas esferas de la jerarquía, maestros iluminados, guías, amor y sobre todo, sin ningún problema para no ver la triste realidad de sí mismo, de su entorno y del planeta.
Son verdades que el alma no quiere ver, aceptar, sentir o percibir, porque se encuentra fragilizada, debilitada y sensibilizada por experiencias y vivencias profundas y reales.

Estas sensaciones adversas ustedes las apartan y evitan, todo sufrimiento que les causa pesar, desánimo y tristeza las esconden, no quieren que sean parte del despertar, entonces se vuelcan a la Espiritualidad, creyendo que en ese camino, el espíritu les va a minimizar todo mal, sufrimiento, enfermedad o sensaciones desagradables.

Ustedes quieren vivir en el cielo, creado en la fantasía de los deseos emocionales del Ego. Así pues al entrar en el sendero de la espiritualidad, se abocan a las sensaciones del gusto y placer, que engañosamente ustedes creen que el Espíritu les está proporcionando.

Creen con seguridad y certeza que el Espíritu les evitará de ver o sentir verdades dolorosas y creen firmemente, que el Espíritu los proveerá de sensaciones maravillosas, sobre todo, que les proporcionará el regalo que ustedes merecen por ser personas Buenas y dedicadas, este regalo es: Tener una vida protegida, feliz, leve, fácil sin enfermedades, con dinero, buen trabajo, un matrimonio maravilloso, sin dolor, suspendida en la gracia celestial y claro sin ninguna contrariedad que pueda romper la comunicación con la Bóveda Celeste.

No es así...

Al esconder, camuflar y evitar esas verdades dolorosas que no quieren afrontar, es porque ustedes quieren continuar viviendo en el ensueño de un mundo creado he inventado por las Emociones del Ego, que les hace ver y creer, en un mundo ideal, maravilloso, lleno de paz y armonía que no existe, porque el mundo real no es así. Existe la miseria, el desamor, las injusticias, el dominio, la manipulación, el dolor, las enfermedades, las pérdidas, los problemas económicos y todo lo que el planeta Tierra representa.
Para escapar de ese mundo cruel, deshumano y violento, las Emociones del Ego construye en la fantasía de la mente, un mundo sin peligro, sin problemas, de color rosa, donde los mantiene Protegidos en el capullo del egoísmo e indiferencia.

Las emociones del Ego no les permite confrontar y resolver, solo les hace sentir lo: agradable, seductor, atrayente, simpático, gracioso, hechicero, fascinante y fácil. Estas sensaciones-emocionales les hace creer que ustedes son especiales y por serlo, han sido elegidos y favorecidos por el Espíritu, para que nunca les suceda nada y para que siempre se encuentren libres de todo mal.

Es una trampa, un engaño, una visión irreal de las Emociones del Ego, que no les permite independizarse de él, los mantiene atrapados en el sentir del placer, encanto y fantasía. Deben aprender urgentemente, diferenciar las sensaciones y el sentir de las Emociones, con los sentimientos del Espíritu.

El Espíritu es todo lo contrario: El va a descubrir que las Hadas, Gomos, duendes y Papa-Noel no existen y cuando lo haga no se sentirá triste ni desanimado, porque él confrontará la verdad por más cruda que sea. El
Espíritu es valiente, decidido, tenaz, mira de frente, indaga, cuestiona, quiere entender, desglosa, analiza, percibe, nunca se esconde detrás de las ilusiones que la vida le presenta, es directo, objetivo, subjetivo, claro, justo e imparcial.

Él quiere resolver, descubrir y confrontar las verdades reales de ustedes, del entorno y del planeta. El trabajo del Espíritu es: Colocar orden, equilibrio, armonía, paz y amor, solo así sentirá que su camino está correcto. El trabajo del Espíritu no es sentir los placeres de la vida, su trabajo es hacer de la vida, un gozo eterno de existencia. El Espíritu nunca verá la realidad de la vida como un PROBLEMA, él siempre lo afrontará como un DESAFÍO, para continuar fortaleciéndose y ser un verdadero: GUERRERO DE LA LUZ.

Esta forma de ser del Espíritu es la manera, cómo ustedes se pueden mantener Despiertos en un mundo de fantasía e irrealidad y al estar atentos, agudos, perspicaces, sagaces, afinados y unidos al espíritu, no solo sentirán las emociones del caso, entendiéndolas perfectamente, si no que trabajarán para corregir, solucionar y transmutar lo irreal por lo real.

En pocas palabras: Se transformarán así mismos, al entorno y al planeta. Todo lo demás, todo lo que los conduce a través de las Emociones del Ego y de creencias fantasiosas... son sueños, teoría, irrealidad y fantasía.

Es aquí, en este despertar, que ustedes descubren que las hadas y Papa-Noel no existen, ni nunca existieron. ¿Pena, tristeza, dolor, angustia? Estas emociones la pueden sentir sus niños, pero no ustedes que son adultos. Cuando se despierta y se crece en la vida, los cuentos, fábulas, mitos, leyendas, fantasía y más, ya no pueden ser parte de sus vidas.

El despertar es doloroso, no lo vamos a negar, porque siempre está unido a la VERDAD. Despierten y miren de frente, no importa si lo que ven, oyen, perciben o confrontan es agradable o desagradable, no le tengan miedo ni temor, porque estas emociones conforme ustedes las entiendan y trabajen, se transformarán en experiencias y vivencias y a través de ellas, ustedes formaran su única Verdad Eterna que es: EL ESPÍRITU.

Digan NO a las Emociones del Ego y dejen entrar... La VERDAD DEL ESPÍRITU en sus corazones.


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