Yeshua canalizado por Pamela Kribbe.
Queridos amigos de mentalidad similar:
Os habla Yeshua, vosotros sois mis hermanos y hermanas. Me reúno con vosotros aquí como un igual, no como alguien exaltado por encima de vosotros, sino como un amigo, como un camarada… Sentid la Fuente común a través de la cual estamos conectados… Sentid el flujo vital que hay entre nosotros, la conexión que nos sana y nos libera.
Respetarte significa valorarte al darte cuenta de quien realmente eres y lo que has asumido para hacer este viaje para estar en un cuerpo de carne y hueso, aquí y ahora, en esta Tierra… Fue un salto de fe; profundamente dentro de ti hay una confianza, una fuerza, una profunda consciencia con la cual elegiste estar aquí. Cada uno de vosotros dijo “Sí” a esta encarnación, a su vida actual. Ese momento de decir “Sí” se basó en un conocimiento muy profundo, sin embargo desde entonces han surgido dudas debidas a viejos recuerdos de experiencias de otras vidas en la Tierra; tales dudas han velado el “Sí” obvio y claro; y lo han nublado y oscurecido… En esta aventura terrenal te has sentido perdido, solo y abandonado… Yo conozco este dolor por haberlo experimentado.
Con demasiada frecuencia soy presentado como un santo, como un iluminado que lo sabía todo… Eso no era así, pues conocí dudas y temores profundos. Eso fue parte de mi viaje tal como es parte del vuestro; así que vedme con mi imperfección y mi quebranto. La Tierra me inspiraba una Luz de la cual quise dar testimonio; una Luz que trasciende las palabras, que contiene Amor, maravilla, belleza, humor y sabiduría… Esa Luz no provenía de mí sino que era ofrecida a través de mí, tal como sucede con vosotros… Pero Yo también tuve momentos de profunda desesperación al experimentar la falta de comprensión de quienes me rodeaban, al no sentirme reconocido; tal como os sucede… Por eso Yo podía llegar a personas que se sentían muy solitarias; a personas desesperadas que sentían dolor, tanto físico como emocional; personas que se encontraban en un desierto espiritual. Podía entender a esas personas porque Yo mismo había experimentado las emociones, los estados de ánimo y los pensamientos que experimentaban.
Lo que ahora experimentas en tu vida como oscuro, como sombrío, como obstáculos, todo es parte de tu viaje… No son obstrucciones que debas tratar de evitar, se trata más bien de tu habilidad para aceptar estas cosas y llevarles la Luz de tu corazón, tal como una piedra que se puede iluminar desde dentro y convertirla en una bella gema… Ésta es la tarea a la cual estás destinado: Experimentar la oscuridad, entenderla desde dentro; y luego iluminarla y pasar por toda la gama de las experiencias Humanas; para envolverlas con consciencia y sentirlas completamente… Entonces la Energía Crística despierta en un Ser Humano; y se requiere ser Humano para que esto suceda. En los reinos altamente etéricos que carecen de resistencia y de la profundidad de la experiencia Humana, no puedes desarrollar esa energía, ese poder y esa brillantez únicos y particulares de la Energía Crística… Mira lo que aparentemente te detiene, lo que provoca que te resistas, lo que te desanima o te aburre y lo que puedas aborrecer, míralos precisamente como tu destino, como el propósito para el cual estás aquí.
¡Es una experiencia mágica!… Se cuentan historias sobre mí relacionadas con milagros y con repentinas sanaciones físicas y mentales; pero el poder que Yo tenía no era el de ser un mago, los milagros no sucedían por medio de algún truco misterioso… Gracias a mi profunda comprensión de su Humanidad, pude llegar a personas que estaban listas para eso, que estaban a punto de experimentar un gran avance en su nivel interno; Yo no hice ningún juicio respecto a quienes eran, ni a sus aspectos negativos o positivos; Yo simplemente estuve ahí… Y hubo personas que al tener contacto conmigo experimentaron Amor; y ese Amor las hizo íntegras; fue como si su verdadera naturaleza estuviera llamada a despertar repentinamente; y eso es lo que sucedió en tan mágicos momentos… Realmente no fue algo que Yo hiciera, fue algo que sucedió en la interacción entre nosotros.
El hecho de que Yo estaba abierto es lo que hizo posible para mi recibir la Luz Crística y poder pasarla a otros… Y esta apertura de la que estoy hablando frecuentemente es obtenida por el Ser Humano en una experiencia de crisis. Antes de que estéis realmente abiertos a la Luz Crística, usualmente estáis atrapados en todas clases de creencias sobre lo que debería suceder y lo que no, o sobre lo que debería ser y lo que no. Estáis llenos de ideas y de patrones de pensamiento que crean una multitud de emociones y estados de ánimo. A partir de tales ideas y patrones de pensamiento tratas de conformar tu Mundo; hasta que te encuentras con algo tan enorme que no puedes encontrar una manera ordenada de evitarlo; y entonces todas tus certezas, creencias y patrones de pensamiento son eliminados… Caes en un profundo hueco; y esto puede producir una abrumadora cantidad de temor.
Al mismo tiempo existe la posibilidad de que tú puedas abrirte y darte cuenta de que ya no conoces la manera “correcta”; y entonces una parte de ti se rinde, mientras que otra parte se abre; la parte que se rinde es la defensiva, la parte que se resiste, la que siempre piensa que sabe más, la impaciente, la que requiere y exige de la vida todas clases de cosas… Frecuentemente en una crisis esa parte muere; y si te atreves a dejarla morir, la Luz puede comenzar a brillar en tu interior… Puedes ver que una experiencia de crisis, algo que parece ser demasiado para ser digerido, también tiene el potencial de una apertura a la Luz; pero es una experiencia muy intensa porque la parte que muere no quiere morir, quiere aferrarse, se resiste a morir.
Yo te pido que traigas a tu mente la parte de ti que se opone a tu Luz y que está en contra de la Luz en general: La Luz del Cosmos que quiere fluír a través de ti. En ti hay algo que quiere protegerse de esa posibilidad; así que si puedes, siente la vacilación cuando te pido que imagines que la Luz fluye muy fácil y libremente a través de ti, a través de todas las partes de tu cuerpo y hacia el Mundo… ¿Qué suscita esa imagen en ti?… ¿Puedes admitir esa posibilidad?… ¿Siquiera sientes que eso es posible?… O… ¿En ti hay algo que quiere protegerse, enconcharse?… Y observa ante ti esa parte que te protege como un defensor; y pregúntate: “¿Por qué necesito esta protección?”… Toma en serio esta actitud defensiva, porque en ti hay algo que siente la necesidad de tener esta protección… Respeta esa parte tuya porque la protección siempre tiene un propósito; esta allí para proteger una parte tuya muy vulnerable.
¿Qué parte de ti la experimenta como una petición excesiva, o como una amenaza, o incluso como un peligro?… Acércate con suavidad a esa parte, como lo harías con un niño; mírala como a un niño descorazonado, un niño que ha dirigido su energía vital hacia su interior … Acércate a él muy gentilmente y observa cuán bello es; inclusive con tan extrema vulnerabilidad y defensa, irradia belleza… Arrodíllate ante él y envuélvelo con tu generosidad y tu amabilidad… Arrodíllate con gentil aceptación, sin querer que el niño cambie, ni querer imponerle nada… Siéntate con él tranquilamente, relajadamente; y siente que tú puedes tomar el lugar de esa protección… Hasta ahora el niño se ha sentido protegido por esta barrera defensiva ante el Mundo exterior, pero esta defensa también es una barrera entre tú y tus sentimientos más profundos.
“¿Me permitirás cuidarte, eso te parece bien?”… Pregúntale abierta y honestamente: “¿La protección que te doy es suficiente?”… Y luego permítele hablar libremente. Quizá diga: “No, no me siento suficientemente seguro, tengo miedo”… Pregúntale qué necesita o qué puedes hacer para que se sienta seguro. Cuando lo hagas dedícale tiempo, porque tú puedes tener una y otra vez esta conversación con tu Niño Interior; él es un Ser vivo, una parte de ti que tiene una cantidad de Amor; una cantidad de Amor para dar… Pero debe sentirse seguro en la Tierra; y por eso son necesarias tu gentileza y tu confianza.
Cuando has construído una barrera defensiva, una concha para proteger y ocultar tu Niño Interior, ya no estás conectado conscientemente con él, se vuelve oculto para ti: Por ejemplo, en ciertos momentos de tu vida te pones a la defensiva o te cierras; y no sabes por qué. Te puedes poner furioso, o decepcionado, o desanimado; y cuando sucede esto es porque hay patrones reactivos automáticos que funcionan y están entre tú y tu Niño Interior… Renovando la conexión con este niño vulnerable que hay en tu interior; y volviendo a comenzar la conversación una y otra vez, gradualmente puedes encontrar una manera de resolver estos patrones reactivos automáticos, la barrera defensiva; pero eso te exige paciencia y gentileza. Y te pide que entiendas muy profundamente que esta parte vulnerable de ti no es un obstáculo que deba ser evitado o superado; y que no debe ser eliminada.
Y entonces despierta en ti la Luz Crística… Se acabaron las ideas fijas, los juicios y las creencias; y el esfuerzo y la lucha permanentes en pos de algo que piensas que necesitas… En lugar de ello, ahora hay en ti una disposición y una apertura para encontrarte una y otra vez contigo mismo por medio de la atención y el asombro, sin pensar que ya sabes lo que necesitas y lo que es bueno para ti; así te permites ser sorprendido por las respuestas de tu Niño Interior.
Tu camino es éste porque el Alma tiene algo qué aprender de la experiencia Humana… Algunas veces consideras que el Cielo, el Mundo al cual pertenece el Alma, es un Mundo perfecto; y también que es un lugar del cual fuiste expulsado, forzándote a sobrevivir en un Mundo imperfecto y a menudo extraño, la Tierra, donde te agobian muchísimas emociones; y sientes esto como un castigo… Pero el reino de donde vienes, el Mundo del Alma, tampoco es perfecto… Carece de algo esencial; y por eso siempre has dado el salto de fe hacia la encarnación… Es la vida misma, esta búsqueda a ciegas, esta manera intensa y profunda de experimentar, que es posible especialmente en la Tierra, en la cual se vuelven profundas y sustanciales tu comprensión, tu paciencia, tu discernimiento y tu Compasión… Éste es el significado espiritual de la vida en la Tierra… Los vislumbres de perfección que puedes experimentar aquí, frecuentemente en momentos de simplicidad, por medio del discernimiento, con una experiencia de alegría y belleza puras… Tales vislumbres tienen más importancia que simplemente tener durante años un estado eufórico en los Reinos Celestiales.
Ciertamente es maravilloso estar en una atmósfera de armonía, con menos resistencia y menos altibajos; y tú añoras eso… Pero no niegues la belleza y el profundo valor espiritual de la vida en la Tierra por la cual estás pasando… Lleva a los Reinos de Luz la experiencia, la sabiduría y los avances que experimentes aquí; y por causa de ello esos reinos ganarán más sustancia y más vida… Hay una interacción constante entre el Reino de la Tierra y los reinos “del otro lado”… Valora tu vida como un tesoro…
Yo disfruto cuando estamos juntos aquí; cuando estoy aquí, aunque no esté en un cuerpo, me vuelvo un poquito Humano de alguna manera; y vuelvo a recordar cómo es ser Humano: Las cargas, sí, pero también los momentos de ligereza, amistad y solidaridad que tocan profundamente al Alma… Los vínculos de amistad construídos en la Tierra perduran en el Alma y continúan haciendo su trabajo por siempre… ¡Así de preciosa es la vida en la Tierra!
Os agradezco a todos por habernos reunido; y desde mi corazón felicito a cada uno de vosotros.
Yeshua.
Queridos amigos de mentalidad similar:
Os habla Yeshua, vosotros sois mis hermanos y hermanas. Me reúno con vosotros aquí como un igual, no como alguien exaltado por encima de vosotros, sino como un amigo, como un camarada… Sentid la Fuente común a través de la cual estamos conectados… Sentid el flujo vital que hay entre nosotros, la conexión que nos sana y nos libera.
Respetarte significa valorarte al darte cuenta de quien realmente eres y lo que has asumido para hacer este viaje para estar en un cuerpo de carne y hueso, aquí y ahora, en esta Tierra… Fue un salto de fe; profundamente dentro de ti hay una confianza, una fuerza, una profunda consciencia con la cual elegiste estar aquí. Cada uno de vosotros dijo “Sí” a esta encarnación, a su vida actual. Ese momento de decir “Sí” se basó en un conocimiento muy profundo, sin embargo desde entonces han surgido dudas debidas a viejos recuerdos de experiencias de otras vidas en la Tierra; tales dudas han velado el “Sí” obvio y claro; y lo han nublado y oscurecido… En esta aventura terrenal te has sentido perdido, solo y abandonado… Yo conozco este dolor por haberlo experimentado.
Con demasiada frecuencia soy presentado como un santo, como un iluminado que lo sabía todo… Eso no era así, pues conocí dudas y temores profundos. Eso fue parte de mi viaje tal como es parte del vuestro; así que vedme con mi imperfección y mi quebranto. La Tierra me inspiraba una Luz de la cual quise dar testimonio; una Luz que trasciende las palabras, que contiene Amor, maravilla, belleza, humor y sabiduría… Esa Luz no provenía de mí sino que era ofrecida a través de mí, tal como sucede con vosotros… Pero Yo también tuve momentos de profunda desesperación al experimentar la falta de comprensión de quienes me rodeaban, al no sentirme reconocido; tal como os sucede… Por eso Yo podía llegar a personas que se sentían muy solitarias; a personas desesperadas que sentían dolor, tanto físico como emocional; personas que se encontraban en un desierto espiritual. Podía entender a esas personas porque Yo mismo había experimentado las emociones, los estados de ánimo y los pensamientos que experimentaban.
Lo que ahora experimentas en tu vida como oscuro, como sombrío, como obstáculos, todo es parte de tu viaje… No son obstrucciones que debas tratar de evitar, se trata más bien de tu habilidad para aceptar estas cosas y llevarles la Luz de tu corazón, tal como una piedra que se puede iluminar desde dentro y convertirla en una bella gema… Ésta es la tarea a la cual estás destinado: Experimentar la oscuridad, entenderla desde dentro; y luego iluminarla y pasar por toda la gama de las experiencias Humanas; para envolverlas con consciencia y sentirlas completamente… Entonces la Energía Crística despierta en un Ser Humano; y se requiere ser Humano para que esto suceda. En los reinos altamente etéricos que carecen de resistencia y de la profundidad de la experiencia Humana, no puedes desarrollar esa energía, ese poder y esa brillantez únicos y particulares de la Energía Crística… Mira lo que aparentemente te detiene, lo que provoca que te resistas, lo que te desanima o te aburre y lo que puedas aborrecer, míralos precisamente como tu destino, como el propósito para el cual estás aquí.
¡Es una experiencia mágica!… Se cuentan historias sobre mí relacionadas con milagros y con repentinas sanaciones físicas y mentales; pero el poder que Yo tenía no era el de ser un mago, los milagros no sucedían por medio de algún truco misterioso… Gracias a mi profunda comprensión de su Humanidad, pude llegar a personas que estaban listas para eso, que estaban a punto de experimentar un gran avance en su nivel interno; Yo no hice ningún juicio respecto a quienes eran, ni a sus aspectos negativos o positivos; Yo simplemente estuve ahí… Y hubo personas que al tener contacto conmigo experimentaron Amor; y ese Amor las hizo íntegras; fue como si su verdadera naturaleza estuviera llamada a despertar repentinamente; y eso es lo que sucedió en tan mágicos momentos… Realmente no fue algo que Yo hiciera, fue algo que sucedió en la interacción entre nosotros.
El hecho de que Yo estaba abierto es lo que hizo posible para mi recibir la Luz Crística y poder pasarla a otros… Y esta apertura de la que estoy hablando frecuentemente es obtenida por el Ser Humano en una experiencia de crisis. Antes de que estéis realmente abiertos a la Luz Crística, usualmente estáis atrapados en todas clases de creencias sobre lo que debería suceder y lo que no, o sobre lo que debería ser y lo que no. Estáis llenos de ideas y de patrones de pensamiento que crean una multitud de emociones y estados de ánimo. A partir de tales ideas y patrones de pensamiento tratas de conformar tu Mundo; hasta que te encuentras con algo tan enorme que no puedes encontrar una manera ordenada de evitarlo; y entonces todas tus certezas, creencias y patrones de pensamiento son eliminados… Caes en un profundo hueco; y esto puede producir una abrumadora cantidad de temor.
Al mismo tiempo existe la posibilidad de que tú puedas abrirte y darte cuenta de que ya no conoces la manera “correcta”; y entonces una parte de ti se rinde, mientras que otra parte se abre; la parte que se rinde es la defensiva, la parte que se resiste, la que siempre piensa que sabe más, la impaciente, la que requiere y exige de la vida todas clases de cosas… Frecuentemente en una crisis esa parte muere; y si te atreves a dejarla morir, la Luz puede comenzar a brillar en tu interior… Puedes ver que una experiencia de crisis, algo que parece ser demasiado para ser digerido, también tiene el potencial de una apertura a la Luz; pero es una experiencia muy intensa porque la parte que muere no quiere morir, quiere aferrarse, se resiste a morir.
Yo te pido que traigas a tu mente la parte de ti que se opone a tu Luz y que está en contra de la Luz en general: La Luz del Cosmos que quiere fluír a través de ti. En ti hay algo que quiere protegerse de esa posibilidad; así que si puedes, siente la vacilación cuando te pido que imagines que la Luz fluye muy fácil y libremente a través de ti, a través de todas las partes de tu cuerpo y hacia el Mundo… ¿Qué suscita esa imagen en ti?… ¿Puedes admitir esa posibilidad?… ¿Siquiera sientes que eso es posible?… O… ¿En ti hay algo que quiere protegerse, enconcharse?… Y observa ante ti esa parte que te protege como un defensor; y pregúntate: “¿Por qué necesito esta protección?”… Toma en serio esta actitud defensiva, porque en ti hay algo que siente la necesidad de tener esta protección… Respeta esa parte tuya porque la protección siempre tiene un propósito; esta allí para proteger una parte tuya muy vulnerable.
¿Qué parte de ti la experimenta como una petición excesiva, o como una amenaza, o incluso como un peligro?… Acércate con suavidad a esa parte, como lo harías con un niño; mírala como a un niño descorazonado, un niño que ha dirigido su energía vital hacia su interior … Acércate a él muy gentilmente y observa cuán bello es; inclusive con tan extrema vulnerabilidad y defensa, irradia belleza… Arrodíllate ante él y envuélvelo con tu generosidad y tu amabilidad… Arrodíllate con gentil aceptación, sin querer que el niño cambie, ni querer imponerle nada… Siéntate con él tranquilamente, relajadamente; y siente que tú puedes tomar el lugar de esa protección… Hasta ahora el niño se ha sentido protegido por esta barrera defensiva ante el Mundo exterior, pero esta defensa también es una barrera entre tú y tus sentimientos más profundos.
“¿Me permitirás cuidarte, eso te parece bien?”… Pregúntale abierta y honestamente: “¿La protección que te doy es suficiente?”… Y luego permítele hablar libremente. Quizá diga: “No, no me siento suficientemente seguro, tengo miedo”… Pregúntale qué necesita o qué puedes hacer para que se sienta seguro. Cuando lo hagas dedícale tiempo, porque tú puedes tener una y otra vez esta conversación con tu Niño Interior; él es un Ser vivo, una parte de ti que tiene una cantidad de Amor; una cantidad de Amor para dar… Pero debe sentirse seguro en la Tierra; y por eso son necesarias tu gentileza y tu confianza.
Cuando has construído una barrera defensiva, una concha para proteger y ocultar tu Niño Interior, ya no estás conectado conscientemente con él, se vuelve oculto para ti: Por ejemplo, en ciertos momentos de tu vida te pones a la defensiva o te cierras; y no sabes por qué. Te puedes poner furioso, o decepcionado, o desanimado; y cuando sucede esto es porque hay patrones reactivos automáticos que funcionan y están entre tú y tu Niño Interior… Renovando la conexión con este niño vulnerable que hay en tu interior; y volviendo a comenzar la conversación una y otra vez, gradualmente puedes encontrar una manera de resolver estos patrones reactivos automáticos, la barrera defensiva; pero eso te exige paciencia y gentileza. Y te pide que entiendas muy profundamente que esta parte vulnerable de ti no es un obstáculo que deba ser evitado o superado; y que no debe ser eliminada.
Y entonces despierta en ti la Luz Crística… Se acabaron las ideas fijas, los juicios y las creencias; y el esfuerzo y la lucha permanentes en pos de algo que piensas que necesitas… En lugar de ello, ahora hay en ti una disposición y una apertura para encontrarte una y otra vez contigo mismo por medio de la atención y el asombro, sin pensar que ya sabes lo que necesitas y lo que es bueno para ti; así te permites ser sorprendido por las respuestas de tu Niño Interior.
Tu camino es éste porque el Alma tiene algo qué aprender de la experiencia Humana… Algunas veces consideras que el Cielo, el Mundo al cual pertenece el Alma, es un Mundo perfecto; y también que es un lugar del cual fuiste expulsado, forzándote a sobrevivir en un Mundo imperfecto y a menudo extraño, la Tierra, donde te agobian muchísimas emociones; y sientes esto como un castigo… Pero el reino de donde vienes, el Mundo del Alma, tampoco es perfecto… Carece de algo esencial; y por eso siempre has dado el salto de fe hacia la encarnación… Es la vida misma, esta búsqueda a ciegas, esta manera intensa y profunda de experimentar, que es posible especialmente en la Tierra, en la cual se vuelven profundas y sustanciales tu comprensión, tu paciencia, tu discernimiento y tu Compasión… Éste es el significado espiritual de la vida en la Tierra… Los vislumbres de perfección que puedes experimentar aquí, frecuentemente en momentos de simplicidad, por medio del discernimiento, con una experiencia de alegría y belleza puras… Tales vislumbres tienen más importancia que simplemente tener durante años un estado eufórico en los Reinos Celestiales.
Ciertamente es maravilloso estar en una atmósfera de armonía, con menos resistencia y menos altibajos; y tú añoras eso… Pero no niegues la belleza y el profundo valor espiritual de la vida en la Tierra por la cual estás pasando… Lleva a los Reinos de Luz la experiencia, la sabiduría y los avances que experimentes aquí; y por causa de ello esos reinos ganarán más sustancia y más vida… Hay una interacción constante entre el Reino de la Tierra y los reinos “del otro lado”… Valora tu vida como un tesoro…
Yo disfruto cuando estamos juntos aquí; cuando estoy aquí, aunque no esté en un cuerpo, me vuelvo un poquito Humano de alguna manera; y vuelvo a recordar cómo es ser Humano: Las cargas, sí, pero también los momentos de ligereza, amistad y solidaridad que tocan profundamente al Alma… Los vínculos de amistad construídos en la Tierra perduran en el Alma y continúan haciendo su trabajo por siempre… ¡Así de preciosa es la vida en la Tierra!
Os agradezco a todos por habernos reunido; y desde mi corazón felicito a cada uno de vosotros.
Yeshua.
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