sábado, 27 de octubre de 2018

HISTORIA DE LOS SERES DE LAS TIERRAS OSCURAS. Parte 3.

Continuación..

Lo que hay que entender sobre el tercer grupo, los Unificadores, es que ellos no se encasillan a sí mismos en función de a quién sirven. No necesariamente se sirven a sí mismos o a los “otros”. Saben que el “otro” y “ellos mismos” son en última instancia, el mismo ser. Saben que lo que tú le haces al “otro”, inevitable y directamente se lo haces al Ser. 

Así que si bien, como norma son buenos, amorosos y amables (porque eso es lo que quieren que les hagan a ellos), tales seres no oscilan automáticamente entre las modalidades de servirse a sí mismos o servir a otros. La noción de “servicio” no es de importancia para ellos en absoluto. 

Lo que los motiva, en cambio, es la expresión pura del Ser. Lo que un Unificador comprende es que cada partícula de la unidad es absoluta y totalmente única. Y si cada uno encontrara aquello que es su mayor dicha o éxtasis y simplemente expresara eso, todo estaría bien. Porque verás, no hay en ninguna parte dos seres absolutamente iguales. Por tanto, tampoco hay dos dichas máximas que sean exactamente la misma cosa. Cada uno podría ser amado y apreciado por esa cosa única que tiene para ofrecer. Y lo que tiene para ofrecer sería exactamente lo que se necesita en alguna parte.

Para los Unificadores no hay escasez ni competencia. Hay equilibrio y perfección. En vez de abocarse a la acción, estos seres elegirían simplemente ser. Explorar y ver. Viajar hacia el corazón de Dios y hallar aquello que los llama a dar su máximo y exclusivo regalo. Y así, ellos se expresarían en puro amor y gozo.

Estábamos diciendo que existían estos Unificadores, quienes creían que todo era UNO. Y por eso, no se abalanzaban a ir en servicio de alguien en particular. Sólo observaban las cosas dando vueltas por ahí. Ellos estaban ocupados en ser y en observar lo que es. 

Y no tenían que hacer nada porque  mientras menos hagas y más simplemente seas, más cerca estás de Dios. Lo que quiero decir con eso es que la experiencia que tienes de ti se eleva y eres capaz de ser una versión cada vez mejor de ti mismo. Eres capaz de expandir tu consciencia. Las experiencias más magnificentes, trascendentes y gozosas que se hayan podido lograr en meditación profunda provienen de estar en real quietud. De no tener ningún pensamiento. De sólo ser.

Sus experiencias dependían de lo que ellos estaban creando. Pero hagámoslo un poquito más fácil. Tomemos a uno de ellos y veamos qué experimentaba, ¿de acuerdo?
 Llamémosle... Feliz.

Es una parábola. Una historia que ilustra algo sobre la vida. Es sobre todos nosotros. 

Bueno, verás. Feliz era un ser que amaba la vida. Amaba las experiencias, amaba ver y saber sobre las cosas. Él gozaba todas estas experiencias. Por eso lo llamamos “Feliz”. Esto era lo que él era y la felicidad era lo que buscaba. 

Así es que primero, cuando él ascendió por el andamio y llegó a las Tierras Iluminadas, miró a su alrededor y quedó maravillado con la belleza que veía. Él se quedó muy, muy quieto y con gran reverencia en su corazón, para apreciar profundamente lo extraordinario de todo eso. Después de un tiempo, se dio cuenta de que hacer esto le permitía volverse aún más brillante. Empezó a ver más, y el mundo le mostró aún más magnificencia y esplendor. Tomó consciencia de que cerrando sus ojos, liberando su intención y simplemente experimentando reverente y gozosamente todo lo que se le brindaba, podía tener unos viajes extraordinarios dentro de su propia consciencia. Y entonces, un día tuvo un avance decisivo. Descubrió un nuevo nivel de existencia.

 Se dio cuenta de que las Tierras Iluminadas eran brillantes no a causa del lugar sino porque sus habitantes tenían un cierto nivel de consciencia. Y esto significaba que obviamente, no era que las Tierras Oscuras fueran oscuras o las Tierras Iluminadas fueran iluminadas. La diferencia estaba dada por cómo los seres elegían experimentarlas; sus niveles de consciencia y las verdades que habían asumido respecto a sí mismos. 

Y así, él deseó una verdad aún más trascendente. Comprendió que esto no se encontraba por encima, más allá o fuera de sí. Se dio cuenta de que el cambio se daba desde el interior, tal como había sido cuando él y los otros habían ascendido a las Tierras Iluminadas. Entonces se sentó quieto y miró hacia su interior. Serenó su mente y esperó la luz. Le tomó un tiempo adquirir la correcta disciplina, pero finalmente accedió a un nuevo nivel de consciencia. Dentro de sí halló realidades totalmente nuevas. Descubrió un nuevo nivel de ser. Encontró un lugar donde no era tanto un ser con algo de luz interna, sino un ser realmente hecho de pura luz! Y ahí, dentro de él, podía interactuar con otros seres de luz. Él y el resto jugaban, amaban y creaban juntos. Ellos eran UNO y a la vez seguían siendo individuales.

 Al final, en este nivel, él en realidad se experimentaba a sí mismo como un color del arcoíris que era uno con todos los otros colores... y aun así consciente del Ser. 

Bueno, ahora podríamos decir que “Él vivió feliz para siempre” y sería cierto. También podríamos decir que “Él obtuvo exactamente lo que él creó”, porque eso es siempre así. Pero entonces, la historia quedaría un poco sin finalizar. 


Verás, a este nivel de realidad que él había conseguido, a este nivel de cuerpo de luz, él también era consciente de muchas otras realidades. Él y los otros seres de luz creaban un infinito número de estas realidades y jugaban en estas creaciones. Además había otro tipo de realidades que él no había participado en crear, pero sí podía explorar y ver lo que el resto había creado. Y entonces, fue consciente de sí mismo como un ser que vivía en múltiples realidades. Incontables realidades lo albergaban de una forma u otra. Y todo eso para él era en el ahora.

 ¿tú sabes de eso que llaman “recordar”? Para él no era un intento de traer algo a la mente. No. En el momento en que deseaba recordar, para él era ir ahí. Como si quisieras rememorar tu niñez, y de repente estuvieras ahí. Súbitamente, eres un niño de tres años jugando en el balancín que había en el jardín de tu casa. Así era para él. Excepto, por supuesto, que él literalmente, tenía acceso a un infinito número de “vidas” en un infinito número de realidades.

 Digo “vidas” entre comillas, porque la mayoría eran experiencias totalmente diferentes de lo que tú entiendes como una vida. En otras realidades.

Esto es difícil de explicar, muy difícil. Lo importante aquí es que Feliz era capaz de cambiar por decisión propia de un estado de ser, en el que él estaba asentado en su propio gozo interno, a cualquier otro de un infinito número de estados de hacer y experimentar a voluntad. Y esto hacía. Era maravilloso, hermoso. Y evidentemente él se hizo consciente de sí como algo mucho más grande que eso también. 

Volviendo a esta historia, simplemente diría esto: Feliz mantenía en su consciencia un recuerdo. Él evocaba las Tierras Oscuras. Al hacerlo, se halló en presencia de otros seres de luz que también se acordaban de lo mismo. Ellos tenían en su memoria el dolor implícito en el grito de socorro. Recordaron, y juntos estuvieron allá. En sus más puros cuerpos de luz, estuvieron allá.

 Ellos se amaron a sí mismos. Fueron a estar ahí con el recuerdo del Ser, y esta vez vieron que no sólo había unas pocas líneas de tiempo y ciertas partes de esta historia. Esta vez fueron capaces de ver con suficiente claridad que había un infinito número de versiones de esta historia, cada una con un infinito número de líneas de tiempo. Y vieron que en una de esas versiones, todos los seres, –los seres de las Tierras Oscuras, los seres SAO, los seres SAUM, los Unificadores– todos hallaron una forma de retornar a la unidad. Cada uno lo hizo a su propio modo. En una versión de la historia u otra, todos ellos encontraron cómo volver a casa. Y aun así... siempre hay también suficiente confluencia de historias, en las que bastantes de ellos no encuentran la unidad, de manera que la historia todavía puede continuar.

Tú estás dentro del tiempo y por tanto, estás restringido a pensar en términos de tiempo lineal. Pero déjame explicarte. Fuera del tiempo, un ser puede estar en tanto lugares como le plazca. Puede estar en la realidad de las Tierras Oscuras y también en casa con la unidad. Entonces, ese ser puede jugar muchos roles. Puede ser un Realista duro de corazón y al mismo tiempo un romántico Soñador y al mismo tiempo un ser de las Tierras Iluminadas y al mismo tiempo un Ser de Luz. Y muchas, muchas otras cosas además. Y si esto es así, entonces no hay contradicción. Es sólo cosa de perspectiva. Y así es para ti también. 

Ahora tú tienes una perspectiva más bien interesante, la de ser sólo un ser humano en el planeta Tierra. Pero tú también eres muchas otras cosas, que incluyen  ser tu YO superior.  Y a algún nivel, cada persona en la Tierra es también un ser de luz que conoce la unidad del todo. Y a algún nivel cada persona en la Tierra realmente es Dios.

 Hay muchos niveles de existencia en esta realidad que habitas. 


Está el nivel más profundo, en el que vives actualmente, donde puedes olvidar absolutamente que eres UNO. Hay uno o dos niveles por encima de éste, en donde aún es posible que sigas ocultándote el hecho de la unidad del todo, si eso es lo que tú eliges. Pero uno no puede continuar yendo hacia su interior sin que se vea forzado a confrontar y reconocer el hecho de que... todo es real y verdaderamente UNO. Si rechazas contemplarlo y convertirlo en tu verdad, puedes continuar por el tiempo que quieras en un estado de separación y dualidad. 

Hay muchas cosas fantásticas que puedes hacer y muchas experiencias maravillosas que puedes tener, pero inevitablemente nunca te vas a graduar más allá de cierto punto. Por el contrario, cuando aceptas la unidad como un hecho fundamental de tu ser, no sólo vas más allá de ese nivel sino que te abres paso hacia infinitos reinos que lo trascienden.

 Los seres que no creen en la unidad del todo obtienen lo que ellos creen. Obtienen separación. Y esto los limita.

Ser uno con Dios obviamente te hace infinitamente más poderoso que estar separado. Irónicamente, cuando eres uno con Dios, aquellos que creen que no son uno con Dios, también son uno contigo.

Difícil de entender, lo sé. Pero permíteme tomarte como ejemplo. Tú estás dentro de mí. Todas tus experiencias también son mías. Tú puedes creer que estás separado de mí si quieres, pero yo sé que no es así. Yo sé que eres un aspecto de mí que está cumpliendo perfectamente su rol en traerme las experiencias que deseo. Tú no puedes más que servir a mis propósitos. Si no quieres reconocer ese hecho, entonces puedes ser útil a mis planes mientras eliges la separación y el dolor de estar solo. O puedes reconocer la verdad de la unidad y armonizarte conmigo y darte cuenta de que yo también estoy sirviendo a tus propósitos, y que por tanto, tú puedes viajar conmigo en amorosa unidad y gozo. Entonces es una toma de consciencia importante. 

Todo es uno con Dios y en el interior de Dios. Incluso aquellos que no están en condiciones de ver esto por sí mismos. Y los que no lo pueden ver carecen de armonía y sienten que están empeñados en una batalla cuesta arriba para lograr lo que emprenden. Aquellos que sí eligen ver esto, súbitamente despiertan a una realidad infinita, inacabable, llena de seres deseosos de trabajar y co-crear con ellos. Despiertan al verdadero poder y a sus dones, y se encuentran rodeados por otros cuyo verdadero poder y sus dones se complementan perfectamente con los suyos.

 Lo que quiero que entiendas es que existe un nivel de consciencia en el cual todos los seres conocen su unidad esencial. En ese nivel se hallan los Seres Internos de todos los que están encarnados contigo en el planeta Tierra, que no están conscientes de su unidad. Y mientras sea así para estos Seres Externos que viven en separación y pueden decidir herirse e incluso matarse unos a otros, los Seres Internos que conocen su unidad, saben que ésta es una experiencia sólo temporal y muy ilusoria. Tienen claro que los combatientes son en realidad como actores que pretenden matarse entre ellos, pero lo cierto es que de verdad todos se aman entre sí. Para los Seres Internos esto es así. Ellos se aman porque son UNO. En este nivel de realidad ellos saben que es totalmente imposible incluso desear herir a otro. Porque están conscientes de que herir a otro es herir al Ser. Verdaderamente. Para ellos no hay diferencia. Lo que sea que uno de estos seres le haga al otro, se lo hace instantáneamente a sí mismo.

  Sí. Exactamente. UNO que también es muchos. Muchos que en realidad son UNO.

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