martes, 24 de septiembre de 2019

SENTIRSE VÍCTIMA.

Saludos mi querido, te habla Uriel.

Hoy acudo con mi grupo energético de apoyo para crear un espacio seguro, cálido y acogedor para ti. Sabemos que el ser humano es duro consigo mismo y también con los nuevos aprendizajes. Y es por eso que nosotros estamos creando un campo de energía cuántica a tu alrededor, que te facilite la integración de este mensaje.

No importa cuándo lo leas o dónde te encuentres. En el instante en que el ser humano pose su atención en estas palabras, entrará en ese espacio cuántico de conexión.

El ser humano es sorprendente y aún como tú, mi querido amigo, no es consciente de su gran poder e influencia. Hasta hace tan sólo unos pocos años, no más de 100, el reino animal estaba libre de muchas de las emociones que ahora siente. En muy poco tiempo el ser humano ha modificado el sentir de aquellos animales que comparten su vida con ellos.

Nunca antes un animal había sentido ser víctima de la vida, de su dueño, o de sí mismo. Y sin embargo hoy día mascotas y dueños vibran en su misma sintonía. ¿No te hace reflexionar querido ser humano?

Es un gran don poder influenciar a los demás, incluido el reino animal, con tus actitudes y pensamientos. ¿Pero qué es exactamente sentirse víctima? ¿y por qué hay un sentimiento general y masivo en la raza humana en estos tiempos?

 Mi querido amigo, todas las emociones y sentimientos tienen una misión dentro del desarrollo del ser humano.

Cuando te sientes una víctima lo primero que ocurre es que destierras por completo tu poder de elección, pues piensas que no puedes cambiar esa situación. Que estás allí sin poder hacer nada, experimentando un dolor.

Lo segundo que ocurre es que disminuyes tu capacidad de sanarte a ti mismo. Pues en tu interior comienza a crecer un sentimiento de no-merecimiento. Que se irá arraigando más profundo cuanto más tiempo te mantengas en esa situación.

Lo siguiente que ocurre es que comienzas a dudar de ti mismo y la confusión ocupa un mayor espacio en tu vida. Y donde antes sabías decidir, ahora te sientes perdido y sin fuerzas para elegir una opción. La duda y la confusión arrasarán sin piedad todos los cimientos de tu ser interior.

Pero entonces Uriel ¿qué propósito puede tener esa emoción? Mi querido ser humano todos los grandes regalos están ocultos en la evolución espiritual.  ¿Qué valor tendría una enseñanza que fuera dada tan sólo a través de las palabras? Sin duda el Espíritu tiene otros modos más profundos de ayudarte a integran tu evolución.

Cuando sientes que has perdido el poder, que antes no te sentías igual, que ha ocurrido un cambio en tu interior, comienzas a darte cuenta de que lo valioso que era tu estado anterior. Es en ese momento cuando reflexionas y recuerdas cuándo comenzó todo, en qué momento de tu vida decidiste que no valías la pena.

En ese instante en el que conectas con esa reflexión se abren dos caminos delante de ti.  En uno de ellos te das cuenta de que nadie puede hacerte nada que tú de un modo u otro no permitas, permitiste o permitirás.  Retomas tu poder y buscas soluciones para enmendar esa situación donde sientes que perdiste el control. Te perdonas por haberte mantenido tanto tiempo allí, porque estás orientado a mejorar tu vida y das gracias por haberte dado cuenta, y sacar desde ese momento una versión mejorada de ti mismo.

 Ya no volverás a sentirte víctima de una situación, de una persona o de ti mismo.
Dejarás de buscar culpables fuera y el sufrimiento se reducirá a momentos en los que te paras para retomar fuerzas.

También existe el otro camino, en el que no dejas de sentirte víctima, sino que aún crece más y más en ti. Entonces el rencor y  el sufrimiento tomarán el mando de tus pensamientos habituales. Y nosotros en esos momentos redoblaremos nuestros esfuerzos para recordarte, mientras nos suplicas que solucionemos esa situación, que eres capaz de hacerlo, que está en tu camino conseguirlo y que te amamos profundamente.

La razón de existir esa actitud en el ser humano no es más que la de recordarlo con fuerza que tan sólo él es capaz de sentirse feliz y en paz.

Que las circunstancias son experiencias y oportunidades para evolucionar, y que no hay nada estable ni permanente. Y por supuesto y esta es la lección más importante, que tienes el poder y la capacidad de cambiar tu vida influenciando a tu entorno con tus emociones y tus pensamientos.

Eres poderoso mi querido ser humano, y llegará el día en que lo verás, y entonces ayudarás a otros a que recuerden como tú también lo hiciste, su capacidad.

Te amamos y bendecimos con amor y respeto todas tus experiencias y todas tus emociones. Y mientras tú transites por esta vida, siempre te acompañaremos.

Con cariño y devoción se despide tu amigo Uriel.

Canalizado por Cristina Acebrón Guirau

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