AGOSTO 23/2020 ARCÁNGEL MIGUEL
Os saludo y me hago presente ante cada uno de vosotros, en la Luz que yo soy y en la Fuente que yo soy.
He estado acompañándolos en todo este instante para vosotros, en lo que vosotros movéis desde vuestra mente, diríase, no vuestra mente sagrada, vuestra mente del raciocinio, vuestra mente de la no creencia en el ser agigantado de donde procedéis.
La fuerza está en cada uno de vosotros; preguntabais como pequeños: ¿Cómo podré defenderme? ¿Qué podré yo hacer ante las eventualidades que se generan en el planeta? ¿Cuál será la resolución que deberé tomar ante los acontecimientos que se generan y se generarán en el planeta?
Se os ha dicho y no una sino muchas veces, tomad fuerza y entereza de quienes realmente sois; solo vuestro corazón sagrado podrá retomar fuerzas de la energía vibrante que sois; es lo único que podrá contra toda entidad en desarmonización, que se decida a atacaros a vosotros o a vuestros congéneres.
Las fuerzas de la Luz siempre están en disponibilidad, ¿Qué tal sería si no fuerais ayudados por vuestros seres Luz? acaso creéis que como hijos de una gran Fuente de Luz estaríais opacados por todo lo que signifique sombra y oscuridad en el planeta y no tendríais con qué retomar vuestras propias almas y armas, vuestra propia arma es la luz que confluye en vosotros como consciencias de Luz, es la fortaleza con la que podréis defenderos.
Si vosotros no sostenéis en sí, la fuerza de quienes sois, no podréis, así vuestra mente racional lo confiere y lo diga. Tenéis que tomar de una vez las fuerzas del corazón sagrado que en vosotros mora, porque sois fuerza de Luz en vosotros, fuerza de Amor concebido por las grandes esferas, y creéis que os enviaríamos a un sitio, a un planeta, donde estaríais completamente desamparados, a merced de las fuerzas oscuras que os rodean, os contaminan y no os permiten vuestro crecimiento, ¿Lo creéis así? ¿Dónde está la fuerza de la Luz que en vosotros mora? ¿Dónde está el ser emanado de la Fuente de creación, de donde partisteis una vez como partículas, para reconstruiros en la Fuente misma que vosotros sois.
Debéis aprender a sustentaros como esas partículas de Luz, de vuestro cuerpo de Luz, porque eso sois, cuerpos de Luz, no os dejéis contaminar de lo contrario. Hay entidades, lo sabemos, que no os quieren dejar crecer, que no quieren vuestra ascensión y vuestra producción espiritual y tratan de contaminaros; en vosotros está, o sois la Luz o sois lo contrario. ¿Qué fuerza sustentáis en vuestro ser y en vuestro corazón sagrado? La fuerza del humano como densidad o la fuerza de lo divino como ser espiritual.
Sabemos que sois un planeta dual, donde tanto la Luz abrillantada, como la luz opacada, tienen fuerza, pero ambas son una; aprended a transformar todo lo que signifique sombras de aparente oscuridad, aprended desde vuestro corazón sagrado, desde vuestra esencia misma, a admitir vuestra Luz y llevad sobre todas esas energías contraproducentes para vuestro crecimiento,
su propio manto de Luz para que sean reencontrados los seres, no estáis indefensos; soy la espada de Miguel con vosotros y mi espada siempre está presente, ¿por qué desconfiáis? ¿Cuándo os he abandonado en algún instante de vuestras vidas y experienciaciones?, replanteaos, ¿sois Luz o no sois Luz? ¿Dónde está vuestra Luz que no permitís que emane con la suficiente claridad y fuerza con que debe brotar hacia el externo? ¿O es que acaso no la habéis encontrado en vosotros?, ¿es que acaso vuestra lámpara, se encuentra en aceite, agotada?
Se os ha dicho muchas veces: encended vuestras lámparas, que no llegue el esposo, la oscuridad y os azote y os encuentre dormidos ¿y qué estáis haciendo? Tenéis aceite, infinita cantidad de aceite para encender vuestras lámparas, sois faros de Luz caminando sobre la Tierra, ¡manifestaos en lo que sois!
¿Vuestras vibraciones donde se encuentran? en la Tierra emanando como consciencias de oscuridad, o sobre la Tierra, sobre el planeta y sobre la forma que vosotros sustentáis como Luz perfecta. Siempre conllevad la espada de Miguel, espada de ataque, no, espada de Luz. El manto de lo sagrado en vuestras manos y en vuestro corazón, para emitir lo que os corresponde como fuerza de luz.
Ahora hablabais; pues os digo y así es, hay un gran ejército de Luz sobre la Tierra tomando fuerza. Unificaos con ese gran ejército, porque sois uno y yo estoy presente en ese gran ejército de la Luz; no entréis en desamparo, en discordia, en desatención, en desamor, en vuestra parte de oscuridad; os conmino (exhorto) a reencontrar vuestra Luz, vuestra fortaleza, vuestra esencia, vuestro poder, todo eso que sois, porque si emanasteis como partículas de una gran Fuente de Luz, potencial de creador y estáis en el planeta Tierra, es porque sois fortalecidos, porque sois consciencias de luz agigantadas, engrandecidas, grandes semillas estelares que venís a hacer un cambio, mostrad el cambio, fortaleced el cambio, uníos a todos esos seres que están llegando, que vienen a haceros coro, a trabajar con vosotros y por vosotros, porque si no os fortificáis en quienes sois, ¿Qué será de aquellas semillas que llegan a ayudaros y a hacer relevo para vosotros?
Se necesita la fortaleza humana, se os ha advertido mucho de la gran tecnología, se os ha advertido mucho de lo que vosotros llamáis oscuridad, emanando por los cuatros costados del planeta; son grandes redes que os están llevando al desaliento y a la oscuridad, a ser lo que no sois.
Grandes bandas de seres energéticos en oscuridad os ponen un antifaz en vuestros ojos, y no solo de la forma, sino de vuestro corazón de la forma, para que no os asintáis como quienes sois.
No debéis temer, os lo digo y así es; soy el jefe de los ejércitos de la Luz, y siempre, siempre, estoy y estaré con vosotros, si así lo decidís, desde vuestro libre albedrío. Desde vuestro libre albedrío, debéis decidir, porque lado os vais a ir.
Cuando decís no quiero ser parte de... estáis incluyendo, quiero ser parte de… o solamente en detrimento, necesitáis las dos fuerzas, en un planeta dual se necesitan las dos fuerzas, si se dice “no” para algo, debe haber siempre un “sí” para otro, porque si no, estaréis descompensados.
Solo desde vuestra dualidad encontrareis la firmeza para caminar, sois seres de Luz y estáis en el mundo, más no sois del mundo. Vinisteis a realizar una experiencia ¿fácil? no, pero vosotros mismos os escogisteis para estar aquí en esta época, en estos momentos planetarios y ¿dónde está la fuerza, dónde está la luz con la que vinisteis y con tanto agrado y con tanto afán dijisteis, yo quiero ser partícipe? el momento es, de aquel plan que realizasteis, ponedlo a trabajar, para vosotros primero y para el planeta.
Os entrego mi fuerza de Luz, tomad mi espada, está para cada uno de vosotros, y os reconvengo, no es para luchar, es para amar, es para equiparar fuerzas, vuestra espada de Luz es vuestro manto de Luz y ¿quién contra mí, si lo porto?
Por vuestro cuerpo no corre sangre, corre ADN de Luz, si así lo queréis, o si por el contrario está corriendo por vuestras venas el adenocromo, el alimento de los falsos dioses, escoged qué es lo que circula por vosotros; material de alimento para unos seres, o alimento vida y bebida de Luz para quienes sois, para quienes portáis en vuestro interior; tomad fuerza en vosotros, pero fuerza de Luz, no cedáis ante todas las noticias que se os entregan, ante toda la falsa información que se mueve en los medios.
Caminad hacia vuestro adentro, vuestro adentro espera por vosotros y ¿Dónde mejor, como decís, puedo estar protegido y escondido? ¿Cuál es el lugar donde no seré visto?, no es en las selvas, como decíais, es dentro de vosotros, es el único lugar donde no podéis ser encontrados, donde tenéis la fuerza y las llaves del reino, para mover esas llaves tonales con que abriréis puertas de resolución para vosotros.
Se os invita a entrar en vuestro interno, donde siempre seréis bien recibidos y así como decís vosotros, donde encontrareis vuestra paz interna y refugio. En vuestro interno mora la frecuencia, la vibración, la inteligencia de la Fuente, la vibración del espíritu cósmico, está en vosotros, abajad vuestros egos y penetrad en vosotros para que así podáis hacer resoluciones desde quienes sois y portáis.
Mi corazón con cada uno de vosotros, en este vuestro día, en este vuestro encuentro; no hay casualidades, todas son causalidades, recordadlo siempre, la Luz no se esconde, la Luz se habita a sí misma, la Luz es la lámpara, el faro que ilumina, no es la oscuridad que camina, asechándoos, dañándoos y en mortalidad.
Entended de una vez, que sí tenéis ejércitos de salvación con vosotros, ejércitos de fuerza, que no estáis desamparados, y somos muchos los seres que estamos con vosotros, si así lo queréis; fortaleceos en vosotros mismos, estaremos con vosotros ayudándoos.
La paz sea hoy con vosotros, con todos vuestros congéneres, en amor y en luz.
He estado con vosotros,
Miguel Arcángel.
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