Yo soy Madre Fátima, los saludo y mi corazón se regocija de tenerlos cerca siempre. Son situaciones bastante comprometedoras las que está pasando Madre Tierra, Madre Gaia.
Son transmutaciones muy intensas, muy fuertes. Los tiempos apremian, la energía se intensifica, son tiempos de las profecías, son tiempos de cumplimento de todos los mensajes proféticos anteriores que hemos traído.
El que quiera oír que oiga, el que quiera prepararse, que se prepare, porque no hay vuelta atrás. Todas estas transmutaciones que vive el planeta y que cada vez se harán más extensas, son situaciones que ya se preveían. En todos los libros está profetizado estos tiempos. Que nadie diga que no sabía, que nunca ha leído, porque fuere cual fuere su inclinación religiosa, siempre se hablaba de estos finales de los tiempos.
Y aquí estamos viviendo, toda esta hecatombe a nivel mundial. Es tiempo de fortalecer los corazones. Es tiempo de abrirse al espíritu, al mundo espiritual. Es tiempo de reivindicarse, reivindicarse en su naturaleza. Porque realmente hijos amados, ustedes son unos maravillosos seres de luz aquí en servicio.
Nadie está aquí encarnado, ningún ser de luz está aquí encarnado por turismo, o por evolución. Están encarnados hijos míos, porque vienen a asistir al planeta y a este proceso de ascensión, en este crítico momento planetario. Verán cómo acontecerán muchos sucesos. Verán cómo sucederán muchos acontecimientos.
Porque ya ha comenzado el principio del fin y cada día verán como cada pieza, cada estructura, cada sistema se va derrumbando, pero para dar paso a unos nuevos sistemas, a una nueva vida, a una nueva realidad. Pero hay que pasar por estos momentos y yo a los hijos de Padre Madre Adonai, los llamó a su corazón, para que intensifiquen su misión, su suceso.
Es necesario tener conexión energética. Sean pilares de luz, eleven su frecuencia, eleven su energía, conéctense, mantengan su conexión interna. No son tiempos de lujuria, no son tiempos del materialismo económico, no son tiempos de vanaglorias, de egos alterados. Es tiempo de reflexión, introspección y sanación.
Hijos míos, prepárense, prepárense internamente desde un corazón limpio, de unos cuerpos sanados. Todos sus cuerpos requieren sanación. Mantengan su conexión a su Yo Soy. Conecten con la Jerarquía Espiritual, con sus Mentores. No tengan miedo, no se dejen influenciar por medios de comunicación a órdenes de las élites controladoras.
Conecten en su corazón, ahí está todo. Conecten en el amor, en la luz, en la paz, en la armonía. Yo me despido amados míos. A todos los hijos de Padre Madre les envío mi bendición y mi gran amor.
Soy Fátima.
Emanuel y Pastora –
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