jueves, 20 de marzo de 2025

EL CAMINO EN LA UNIÓN CON OTRO.


Queridos, Vengo a ti en el aliento sagrado de este momento donde el silencio y el amor se entrelazan. 


El viaje de la unión es uno de los caminos más profundos para ablandarse, aprender a rendirse y comprender la sabiduría más profunda del corazón.


Caminar con otro, ya sea por amor, amistad o con un propósito común, es entrar en un espacio donde el yo ya no es la única voz. Aquí, el ego se resiste, pues desea ser escuchado por encima de todo, mantenerse firme, afirmar su separación. Sin embargo, en presencia del otro, el yo se ve invitado a fundirse, a escuchar, a tejer su esencia en la mayor armonía de dos almas que se mueven como una sola.


El camino de la unión no siempre es suave, pero siempre es sagrado. Refleja las mareas: a veces sin esfuerzo, a veces turbulento, siempre en movimiento. En este movimiento, se te muestra dónde te aferras demasiado, dónde la necesidad de tener la razón eclipsa la necesidad de ser amable, dónde el deseo de control susurra más fuerte que la llamada al amor.


Escuchar al otro es abrir el corazón más allá de los muros de la autoimportancia. Es renunciar a la necesidad de ser comprendido primero y, en cambio, convertirse en un receptáculo de quietud, recibiendo la verdad del otro sin resistencia. Este es el arte de la presencia, la práctica del amor en su forma más pura.


Cuando dos energías se encuentran, hay fricción, hay expansión, hay revelación. Algunas energías fluyen juntas como ríos que se fusionan; otras colisionan como tormentas que se encuentran en el cielo. No es la armonía la que más te enseña, sino la discordia: donde la paciencia se agota, donde surgen los juicios, donde se le pide al ser que deje ir la necesidad de aferrarse.


Estar con otro y permanecer abierto es un acto de devoción. Es un camino de confianza, de aceptación, de presenciar cómo el yo se disuelve en algo más grande. Cuando dejas ir la necesidad de defender, de corregir, de ser escuchado sobre todo, lo que queda es amor. Y el amor, queridos, es la fuerza que une toda separación.

Recorre este camino con dulzura, con valentía y con reverencia. Cada alma que camina a tu lado es un espejo que te muestra dónde eres libre y dónde aún estás atado. No las veas como obstáculos para tu paz, sino como compañeras sagradas que te guían hacia el abrazo del amor.


Que puedas escuchar con ternura, hablar con bondad y amar sin miedo.

Yo estoy contigo siempre,


Quan Yin

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