EL REINO AGHARTHA.

El Reino de Aghartha, según lo describen los miembros del Consejo de la Federación Galáctica de Sirio – 7 de febrero de 2006 [A través de Sheldan Nidle] 

A medida que avanzamos inexorablemente hacia la revelación del "Primer Contacto", queremos centrar brevemente nuestra atención en sus vecinos internos. La Tierra Interna es un concepto que ha inspirado numerosos mitos, leyendas e historias fantásticas. Lo primero que debemos destacar es que ¡la Tierra Interna sí existe! Su ciencia geológica ha afirmado durante mucho tiempo que la Madre Tierra es un esferoide sólido, compuesto únicamente por una densa sección central llamada "manto" y un núcleo central altamente electromagnético. Ustedes viven en la "corteza" exterior de la Tierra que rodea el manto. Hoy venimos a decirles que la configuración de la Madre Tierra es bastante diferente. Como todos los objetos celestes, como planetas o estrellas, la Tierra es hueca. Este hecho es ocultado por quienes los gobiernan en secreto, porque su verdad tiene un efecto dominó que puede perturbar otras percepciones erróneas fundamentales utilizadas para manipularlos. La verdad es un poderoso "ábrete sésamo". Cuando se usa sabiamente, puede revelar vastas nuevas perspectivas de conocimiento y animarte a aplicar tu sabiduría interior a tus circunstancias actuales. 

La Tierra Interna consta de dos características principales: La primera es la corteza interna de la Madre Tierra, que es una continuación de la corteza superficial externa. Las dos Regiones Polares tienen cada una una gran entrada o agujero, algo así como una manzana sin corazón, y la corteza se envuelve hacia abajo y alrededor del manto en el interior hueco. Las cortezas externa e interna tienen una topografía muy similar: Ambas comprenden océanos, continentes, cordilleras, lagos y ríos. Es simplemente que la corteza interna mira hacia el núcleo de la Tierra. Este núcleo brilla y está rodeado por un velo nuboso. La luz emitida es más difusa que la luz del Sol, por lo que la luz del día en la Tierra interna es más suave y apacible que en la superficie externa de la Tierra. La segunda característica principal de la Tierra interna son los llamados mundos cavernosos. Se trata de inmensos huecos dentro del manto, algunos de los cuales son características naturales creadas por la Madre Tierra, mientras que otros se formaron utilizando la tecnología avanzada de la principal sociedad de la Tierra interior, la tierra de Aghartha. Esta tierra es el último remanente vivo de Lemuria, la segunda colonia de la Federación Galáctica de la Tierra.

Lemuria, en su forma original, era una sociedad superficial con un componente subterráneo. Su capital principal estaba situada en la gran isla que se hundió bajo las olas del Pacífico hace unos 25.000 años. Una capital secundaria se encontraba en el interior de la Tierra. Fue a esta ciudad a donde se trasladó el gobierno de Lemuria tras el cataclismo. El nuevo gobernante de la superficie, el Imperio de la Atlántida, ordenó sellar las entradas de los principales túneles. Fue solo durante los últimos días de la Atlántida que los lemurianos rompieron estos sellos, salvando así a muchos habitantes de la superficie de una muerte segura. Estos pueblos formaron una sociedad que posteriormente regresó por un tiempo a la superficie y se convirtió en el Imperio Rama, situado en el sur de Asia. Luego, el Gran Diluvio del 8.000 a. C. puso fin a este intento de salvar a la humanidad de las oscuras costumbres de los Anunnaki. A pesar de este revés, Lemuria persistió en su papel de proteger el mundo de la superficie de estos sinvergüenzas devastadores. Fueron sus emisarios galácticos quienes mantuvieron la membresía de este sistema solar en la Federación Galáctica. 

Tras el Gran Diluvio y la desaparición del Imperio Rama, los lemurianos se reagruparon y llamaron a su nueva sociedad fusionada Aghartha. La capital, Shamballah, se trasladó a una caverna situada muy por debajo de la ciudad de Lhasa, en el actual Tíbet. Numerosos túneles conectan Shamballah con la superficie del Himalaya. Estos fueron utilizados por hombres santos que vinieron a difundir su gran energía y sabiduría divina al mundo exterior. En esta zona, se reservaba un lugar extraordinario para ocasiones especiales, donde los hombres santos y sus discípulos elegidos se reunían para mantener las redes de energía sagrada de la Madre Tierra. Esta labor, junto con los numerosos rituales que se realizan a diario en el interior de la Tierra, es en gran medida responsable de mantener viva la energía divina, principal legado de Lemuria a los pueblos de la superficie de la Madre Tierra. Lemuria, y posteriormente Aghartha, han mantenido continuamente la Luz para su transformación de regreso a Seres de Luz plenamente conscientes. 

Aghartha es un mundo muy parecido al suyo. La Tierra Interna contiene un ecosistema próspero donde se pueden encontrar criaturas que ya no existen en la superficie. Esta exótica colección de animales está cuidadosamente supervisada. Cerca de las diversas ciudades de la Tierra Interna se encuentran áreas especiales donde los aghartianos cuidan y, cuando es necesario, curan a las numerosas criaturas de esta variada ecología. Los aghartianos residen en una red de ciudades de cristal repartidas por toda la Tierra Interna. Su tamaño varía desde aproximadamente 10 000 hasta 1 000 000 de habitantes, aunque la mayoría ronda entre los 100 000 y los 200 000 habitantes. Estas ciudades se asemejan más a pequeños asentamientos que, en conjunto, conforman la sociedad completa. La unidad subyacente es el «podlet». Los podlets, que comparten un propósito vital similar, se agrupan para formar «clanes». Los clanes son los pilares fundamentales de la sociedad galáctica.

Con el tiempo, los humanos plenamente conscientes desarrollaron un formato de vida armoniosa llamado sociedad galáctica, de la cual Aghartha es un excelente ejemplo. En su caso, un sistema de 12 clanes constituye el núcleo de las operaciones de esta sociedad, y estos se organizan según tareas, por ejemplo, administración, ingeniería, ciencias de la salud, etc. Cada clan se divide en podlets que contienen un máximo de 64 individuos. Es común que los podlets de un clan se asocien libremente con los de los otros 11 clanes. Estas agrupaciones más grandes forman minicomunidades, cada una con los recursos para resolver creativamente cualquier problema que surja. Estas minicomunidades, a su vez, se fusionan para formar los barrios de una ciudad. Así, cada ciudad es un hervidero de individuos que se unen para compartir y contribuir a su barrio, su ciudad y su mundo. 

El consejo gobernante de Aghartha está compuesto por los 12 jefes de clan elegidos para este puesto por su pasado meritorio servicio al clan y a la sociedad. De este consejo se elige a un individuo considerado el más sabio y merecedor del honor de Rey o Reina de Aghartha. Esta persona está a cargo del vasto ejército de emisarios y enlaces enviados a la superficie y a los consejos correspondientes de la Federación Galáctica. Su responsabilidad es asegurar que su transformación de regreso a Ángeles físicos se realice según el plan divino. Su trabajo en su nombre nos ayudó a reorientar esta misión de primer contacto e indirectamente resultó en "Decra Zau", u Operación Espíritu. Además, el Rey y su consejo han establecido la agenda para el asombroso período que seguirá a los desembarcos masivos en su mundo. 

La tecnología avanzada, que permite a cada persona crear su propia comida y ropa, hace que cada ciudad de cristal sea autosuficiente. Las industrias agrícolas, de construcción y manufactureras del mundo de la superficie quedan obsoletas gracias a esta tecnología de la Luz. Por ejemplo, cada individuo puede cambiar la apariencia y el diseño interior de su residencia a su antojo. Esta tecnología también transporta a una persona de un punto a otro casi instantáneamente. Esto significa que el mundo se convierte en una comunidad tan accesible para ti como tu vecindario inmediato. 

Así, el pensamiento de los aghartianos no se ve limitado por las condiciones restrictivas en las que viven sus vecinos de la superficie. La libertad que confiere esta tecnología de la Luz ha liberado talentos maravillosamente creativos que su sociedad aprovecha al máximo. Afortunadamente, los aghartianos ahora están utilizando estas habilidades para reunir a Aghartha con sus hermanos de la superficie.