Todos
ustedes han venido a la Tierra a traer Luz dentro de esta realidad, comenzando
desde una historia pasada que es totalmente complicada. También hubo
involucrado un tipo de karma personal cuando ustedes decidieron comenzar su
ciclo de vidas en la Tierra.
Ha
habido épocas en la cuales ustedes mismos estuvieron inmersos en la oscuridad,
viviendo para ganar poder y control sobre, entre otros, las almas terrestres.
Su misión en la Tierra fue compensar por estas vidas anteriores, devolver amor
y justicia a la humanidad.
Mientras
esta inspiración, esta antorcha de Luz, estuvo ardiendo intensamente en sus
corazones, al mismo tiempo hubo una falta de comprensión en la parte del niño
interior de ustedes mismos. Y por lo tanto, surgió esta cuestión de la ira
espiritual.
La
parte del niño interior dentro de ustedes no tuvo entendimiento de su propia
contribución kármica a la oscuridad, y proyectó la maldad fuera de sí mismo. La
parte del niño interior dentro de ustedes quiso luchar por el bien y la
justicia desde impulsos emocionales. La parte del niño dentro de ustedes no
comprendió la resistencia y la lentitud de la realidad terrestre, y fue
impaciente. Partiendo de esta parte de niño, nació la ira espiritual.
La ira
espiritual significa que ustedes pueden ser inmensamente afectados por la
maldad del mundo, por el sufrimiento de gente inocente, por la destrucción de
la tierra, por los destrozos de las plantas, de los árboles y del mundo animal.
Todas estas cosas… inequidad política y social, la aparentemente innecesaria
muerte de diez mil niños, las guerras, la violencia… Estos son asuntos que los
afectan a ustedes profundamente y los cuales pueden fomentar ira dentro de
ustedes, como resultado de lo cual ustedes se sienten impotentes.
Es una
característica de los Trabajadores de la Luz el dejarse llevar por esta ira e
ir más allá de sus límites en esto. Ellos se pierden a ellos mismos en su deseo
de cambiar y mejorar el mundo. Esto puede ser pasión por cambiar las cosas en
un nivel político o social, o puede emerger como un deseo de ayudar a la gente
en un nivel personal, como una profesión o en su vida privada.
El
deseo de ayudar y cambiar las cosas a menudo contiene una forma de ira
espiritual, aunque esto puede no ser perceptible. Después de todo, ustedes
parecen simplemente ‘querer lo mejor’ para alguien más o para la sociedad. Pero
seguramente, hay cólera dentro de ustedes cuando se sienten inclinados a forzar
a alguien – no importa cuán sutil – a cambiar su comportamiento o sus
emociones. Con frecuencia, ustedes no notan que el tiempo aún no está maduro
para eso.
Cada
vez que ustedes sienten una intensa indignación o una enorme pasión por cambiar
las cosas, o cuando tienen sentimientos de impotencia y enfado hacia las cosas
como son, están en la trampa de la ira espiritual. Ustedes quieren mucho al
mismo tiempo. Ustedes no están viendo la realidad como es, porque están
capturados por una emoción, la emoción de la ira. Sean conscientes de esto y que lo suelten,
porque esta clase de inspiración que en realidad está cargada con ira los saca
de su centro. No les va a brindar la verdadera inspiración, la paz y la quietud
en su cuerpo emocional, que los ayuda a encarnar su Luz en la Tierra.
Ustedes
logran encarnar verdaderamente su Luz en la Tierra estando enteramente
centrados en su propio ser, en un estado de la mente puro y calmo. En este
estado ustedes pueden sentir que están en el mundo pero no son de él.
Ser del
mundo significa que ustedes atribuyen valores a todo lo que observan con sus
sentidos: violencia, guerra, enfermedad, destrucción. Si ustedes consideran
esto solamente con sus sentidos físicos, fácilmente pueden obtener ira.
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