domingo, 2 de octubre de 2016

DESCONEXIÓN DE LA FUENTE

A medida que la humanidad se desconectó de la Fuente, el poder fue su medio de supervivencia energética y por ello, se utilizó la fuerza de la verdad como medio de manipulación. Lo que está ocurriendo en este tiempo es que la Luz está colocando las energías en el lugar que les corresponde. La Luz está creando el Orden y con ello, la humanidad está recuperando su poder. Un poder que no viene de afuera, que no viene de la distorsión, sino que surge de adentro a través del conocimiento de sí mismo.

Se vive un momento crucial aquí y ahora, puesto que, una vez que la Luz comenzó a traer la fuerza de la verdad de vuelta, las máscaras y los telones de distorsión comenzaron a caer suavemente. Esta es la fase de la transformación en la cual la energía de la frecuencia índigo, impulsada por el Rayo Azul Violeta de transformación y Fe, inspira a la humanidad a poner orden en casa.

Sin embargo, esa energía índigo si no es recibida y asimilada en el corazón, puede llegar a producir un sentimiento profundo de rebeldía y enojo. Pues al ser interpretada y recibida desde el ego, se recibe en dualidad. Este es el momento que vive como colectivo la humanidad, se podría decir que se encuentran en tránsito, como en la adolescencia. Retomando su poder pero haciéndolo de manera ofuscada y con poca Paz. Pues el Rayo Azul Violeta o Índigo se encuentra vibrando fuertemente a nivel colectivo. No obstante, al recibirlo desde la mente y el ego, este produce una sacudida interior muy fuerte, que conduce hacia un hambre de corregir las cosas desde el enojo y la destrucción.

 De nuevo es necesario recordar que el Amor es el camino de la redención y que el interpretar la realidad, procurando hacerlo siempre desde esa perspectiva amorosa de no juicio, permite asimilar y trascender rápidamente los aprendizajes. El ego tiende a cerrar el corazón y crear duras corazas de juicio e indignación. Sin embargo eso no conduce más que al dolor. No produce liberación, no abre la Puerta hacia la re-conexión con la Fuente. Solo el Amor brinda la posibilidad de observar todas las gamas de color y no solamente el blanco y negro, como el ego tiende a observar.

El Maestro Jesús en su momento dijo “Yo soy la Verdad, el camino, y la Vida” y no se refería a sí mismo como individuo, sino al acto mismo del reconocimiento del Ser Divino Interior, el YO SOY. Que es tu auténtica identidad galáctica y espiritual. Aquel aspecto que habita en el entendimiento constante y en el amor compasivo. El desafío más grande que tiene la humanidad por delante es justamente ese, reconocer la Divinidad que habita en cada ser y recordar que ojo por ojo y diente por diente, jamás crearan la Paz.

Si, puede resultar complicado amar a quienes “mienten” o causan dolor. Pero es ahí donde reside la Puerta oculta de la tercera dimensión, la puerta de la liberación y la integración. Es cuando puedes mirar a quienes te han lastimado con ojos compasivos, sin necesidad alguna de producir venganza, es que todo se eleva hacia la Luz. Ahí es donde termina el llamado karma. Que no es otra cosa, más que la oportunidad que vida tras vida las almas se han dado, para abrir esa puerta de integración. Aquello que no pudiste elevar hacia el amor compasivo, mlo envías hacia otra vida, hacia otra línea de tiempo, para brindarte la oportunidad de intentarlo de nuevo. Si lo miras de esa manera, el Karma es realmente una expresión muy grande de amor.

 La humanidad sigue creyendo en el castigo. Más este es una ilusión. Es una verdad distorsionada que en su momento crearon para obtener poder. ¿que acaso no se dan cuenta? Los seres humanos han distorsionado todas las enseñanzas espirituales, con el propósito de dominarse los unos a los otros. El pecado, el dolor, la visión de que el karma equivale a castigo y sufrimiento, es la interpretación que le han dado a las experiencias de la vida. Perdónate a ti mismo y eso te permitirá mirar con ojos compasivos a los demás.

Como bien saben, la humanidad está transitando por un momento importante. En algunos lugares del planeta la energía de la guerra y el conflicto ideológico se apodera de sus habitantes. Es una historia que se ha repetido una y otra vez para la humanidad. Todos juegan un rol importante y para ustedes que no se encuentran viviendo esas historias de primera mano, hay solamente algo que pueden hacer: no juzgar.

Absténgase en medida de lo posible de emitir opiniones negativas en relación a lo que está ocurriendo. Invoquen la energía del Orden, pidiendo que se manifieste el Orden Divino.

Comprendan que cada vez que juzgan y emiten palabras de enojo e indignación, alimentan esa misma energía a nivel planetario. ¿Quieres amor? ¿Quieres paz? SE ese Amor y esa Paz.

No quieras crear Paz haciendo la guerra. No quieras crear justicia destruyendo con tus palabras las ideologías de aquellos que no te agradan. Y si bien no blandean espadas ni disparan armas, las palabras que emiten son vibraciones que se acumulan en el consciente colectivo. Cada vez que juzgas alimentas el juicio colectivo. Cada vez que odias alimentas el odio colectivo. Por ello, lo mejor que pueden hacer, si no se sienten capaces de irradiarle Amor a aquellos que causan daño, pidan que se manifieste el Orden Divino. Es esa una forma neutra de colaborar con la creación de La Paz. A veces el silencio es el mejor aporte que le puedes dar a la creación.


Cada uno ocupa un lugar majestuoso y necesario dentro del Plan Divino. Es momento de tomar ese lugar y hacer uso amoroso de él.

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