sábado, 24 de marzo de 2018

SENTIR EMOCIONES Y SABER MANEJARLAS.


El ser humano pasa a lo largo de su vida por una serie de circunstancias dolorosas y poco a poco las va superando, pero cuando algo es muy doloroso como por ejemplo la muerte de un hijo, quedarte sin casa, arruinarte, o cosas por el estilo, te marcan y te dejan huella. Es difícil superarlas y es más fácil echarles la culpa a los demás, a Dios, al médico o al que te lo hace. 

No recordamos que antes de nacer hicimos un pacto con ese ser para que él actuara de la forma que lo hizo. Sé que esto es difícil de entender y os preguntareis, ¿cómo yo voy a ser tan tonta que le voy a decir a alguien antes de nacer que me haga daño? Pero aunque no lo creáis así es. Nosotros damos nuestra aprobación cuando nos presentamos delante de los Ancianos del Karma. Con la ayuda de Ellos elegimos lo que tenemos que aprender en la vida siguiente y con quien. Generalmente nos juntamos con las mismas personas. Unas veces hacen el papel de hijos, otras amantes, de padres o amigos pero siempre nos reencarnamos con el mismo grupo. 

Esa elección es lo que se llama libre albedrío. Este libre albedrío se da antes de nacer y no cuando estamos ya en la tierra. Por supuesto que una vez hemos nacido se nos borra la Memoria Cósmica. No nos acordamos porque si nos acordáramos no podríamos seguir viviendo tranquilos sabiendo lo que nos va a pasar o lo que hemos vivido en las anteriores. Si supiéramos quién nos va a hacer daño saldríamos corriendo nada más verlo, así que la memoria de antes de nacer se nos borra para poder hacer nuestras misiones.

Algunas personas que somos muy sensibles, cuando nos reencontramos con alguien con el que hemos hecho un pacto, nada más verlo nos ponemos nerviosos y sentimos ganas de salir corriendo. Esto me ha pasado a mí en varias ocasiones y aunque intento razonarlo con la mente lógica al final siempre esas personas me han hecho pasar por circunstancias dolorosas. Por eso estas y otras experiencias me han enseñado a dejarme llevar por mis instintos o mi sensibilidad. Es lo que mucha gente llama, “tuve una corazonada”. Tendríamos que estar atentos a ellas, porque son como fisuras de la memoria de antes de nacer y a veces son ayudas preciosas para avisarnos de lo que puede pasar y sufrir lo menos posible. Si hemos hecho un pacto para que pasen una serie de circunstancias, no lo vamos a poder evitar, pero si seguimos nuestro instinto seguramente el proceso será menos doloroso.

En ocasiones he encontrado a gente que se dice espiritual y cuando las veo a otros niveles me doy cuenta que están llenas de rabia. He visto a gente estupenda con buenas intenciones, con muchos deseos de crecer y ser auténticos seres de luz pero la falta de superación de sus problemas, de la rabia contenida y del rencor que tienen guardado en el fondo de su corazón, los alejan de los auténticos trabajadores de la luz. Por eso es importante sacar esas emociones ocultas aunque las hayas disfrazado.

Este es un planeta de emociones por lo tanto si estamos aquí es para vivir y sentir esas emociones no para evitarlas u ocultarlas. Todos en un momento de nuestra vida hemos podido sentir envidia, celos, rencor y otras emociones destructivas. Lo malo no es sentirlas lo malo es quedarse enganchados en ellas. Si las sentimos y posteriormente las trabajamos sin enmascararlas con otra emoción y las trasmutamos son perfectas porque eso forma parte de nuestra misión, Sentir emociones y saber manejarlas.

Tienes que entender que el guardar rabia y rencor en tu corazón hace que se contamine tu vehículo de luz y eso te aleja de Dios. Por eso es tan importante que perdones, pero cuidado que aquí hay un engaño. La gente dice que perdona pero no olvida. Si perdonas tienes que olvidar, ese es otro de los errores que comete el ser humano. Es peor el daño que te haces con tanta desarmonía que el que te pueda hacer otra persona porque el que te pueden hacer es durante un tiempo limitado, pero la rabia y rencor que sientes, puede estar dentro de ti a lo largo de toda la vida. Una vida de dolor y rabia donde seguramente pasarás el tiempo echándole la culpa de tus males a los demás, sin darte cuenta que eres el único culpable de sentirte un desgraciado. Cuando esto dura mucho tiempo se va convirtiendo en desarmonía para posteriormente dar cabida a una enfermedad.

Cáncer es una enfermedad de la mente, el cuerpo y el espíritu. Una más activa y positiva actitud ayudara a combatir al enfermo de cáncer a convertirse en un sobreviviente. La rabia, la incomprensión y el no perdonar pone al cuerpo en una situación de estrés y en un medio ambiente acido, esto predispone a que los radicales libres estén a sus anchas y si esto ocurre las células se oxidan y mueren. Aprender a tener un espíritu amable y amoroso con una actitud positiva es muy beneficioso para la salud. Hay que aprender a relajarse y disfrutar de la vida.

El cuerpo humano posee una capacidad natural para mantener una condición interna estable y equilibrada dentro de ciertos límites o parámetros. Es la mente humana la que hace que enferme una maquina tan perfecta. Los médicos no naturistas tienen que aprender a ver al ser humano como un todo (parte física, magnética, eléctrica, mental y espiritual) y no solo como una materia física porque en general, si no se tiene en cuenta el todo y se quiere curar dando medicinas exclusivamente, solo conseguiremos poner parches a la enfermedad pero no van a la raíz del problema. Cuando un paciente viene a una consulta médica solo te indica donde le duele pero tenemos que saber que si hay una enfermedad es porque hay algo en la vida del paciente que está en desarmonía. Sanando esa parte emocional enferma se sanará el cuerpo físico. 

También tenemos que tener en cuenta el karma personal de la persona. Hay persona,s que nunca han fumado, son naturistas y sin embargo enferman de cáncer de bronquios. Las personas que tienen a su alrededor se preguntan, ¿cómo es posible un hombre que ha llevado una vida tan saludable enferme de cáncer? Seguramente su karma era que tuviera esa enfermedad. Tal vez en otra vida ha debido maltratar su cuerpo y ahora en la presente está pagando las consecuencias, o también puede ser que tenía que pasar por esa experiencia. A veces no es como castigo sino que simplemente llegó su tiempo y eligió esta enfermedad para que los que están en su entorno aprendan una o varias lecciones.
 

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