miércoles, 25 de abril de 2018

PORQUE ENFERMAMOS?

 El cuerpo es una extensión de nuestra aura… es la parte material del inmenso mundo de las energías que somos y en la cual vivimos…

Cuando la energía se debilita, genera cambios vibracionales que actúan directamente en el plano material. Cuando ocurre ese “desentono” el cuerpo emite una señal dando un pequeño grito.

Si lo fuera a traducir les diría por ejemplo, que la rodilla que duele, las piernas que se cansan, el cuello y los hombros que se contracturan están diciendo algo así como  ESTAS SOPORTANDO MUCHO PESO, ESTAS HACIENDOTE RESPONSABLE DE COSAS QUE NO TE CORRESPONDEN O DE PESOS QUE NO SON TUYOS, Y COSAS POR EL ESTILO.

La vida empieza hablándonos de forma cariñosa, en voz baja través de estas pequeñas molestias físicas, accidentes y situaciones que desde lo físico, intenta comunicarnos cosas.  A veces hay dificultad para comprender esos mensajes.

Por algún motivo no lo entendemos, no queremos o no sabemos escuchar, y entonces la vida nos habla un poco más alto… nos manda una infección, la columna acusa dolor.

El hígado se inflama, el colon se irrita, la garganta cierra, el estomago que se retuerce y la alergia que comienza a ocupar partes del cuerpo, son también señales… señales físicas que están respondiendo a una situación emocional… señales que nos están diciendo que algo no esta bien y que deberíamos revisar… revisar que: la dieta, el estilo de vida, el tiempo dedicado al descanso, la necesidad de tener mas tiempo para uno.

Si seguimos sin enterarnos, la vida nos sigue hablando más alto hasta que nos da un grito y esa experiencia del grito, que provocamos al no ser receptivos en el momento en que debíamos haberlo sido, es lo que llamamos enfermedad o accidente. 

Cuando una persona se enferma siempre piensa que eso ocurre causado por un problema físico, pero la mayoría de las veces no es así… todo comienza debido a un desbalance en nuestras energías, nuestro cuerpo astral y en nuestro cuerpo aurico

La mayoría de las causas que generan estos desequilibrios orgánicos… se relacionan con las emociones negativas que tenemos a diario – rabia, miedo, enojo, rencor, depresión, tristeza, angustia, baja autoestima- … incluso  los celos y la envidia.

Cuando en la mente dominan estados de felicidad, sabiduría, paz, confianza así como todo estado de ánimo positivo… la energía que producimos nos van a ayudar a rechazar lo que podamos desarrollar como negativo en nuestro cuerpo, es decir, una enfermedad. 

Además una disposición positiva frente a la vida y estos sentimientos que genera, fortalecen nuestra energía, lo que a su vez nos ayudará a bloquear la energía toxica que pueda estará a nuestro alrededor.

Así que… si tenemos un desequilibrio en nuestro cuerpo aurico, el sistema emocional se debilita y la energía vital,  (la que se relaciona directamente con nuestro organismo) comienza a perder fuerza, lo cual provoca que se rompan o bloqueen ciertos canales, que se generen fugas energéticas, grietas o cortes en el aura y si eso ocurre, se esta mucho mas vulnerable para atraer todo tipo de energía, entre ellas algunas de frecuencia baja, como por ejemplo los virus y las bacterias, que cruzan a través del campo energético hasta llegar a depositarse en nuestro cuerpo físico. 

Si nuestra parte positiva se debilita, entonces se activa la negativa que así comenzará a tomar más fuerza.

Nosotros tenemos en nuestros cuerpos muchos canales que no están activos, bloqueos potenciales, infecciones dormidas y células cancerigenas que pueden originar enfermedades y que, depende el tipo de energía y de vida emocional que tenemos, pueden desaparecer por completo o activarse de un momento a otro. 

La activación tiene que ver con el estilo de vida, con lo que estamos haciendo energéticamente, con el cuidado en la alimentación, con la armonía en las emociones, con las actividades físicas que cada uno lleve o sea… hay muchas maneras de cuidar, atender, sanar y proteger nuestro organismo… embase único y sin repuesto que contiene nuestra alma… esa partícula de Dios aquí en la tierra.

Pero además de responsabilizarnos por nosotros mismos, vivimos en un entorno, rodeado de energías y de ambientes que pueden también provocar enfermedades.

Por ejemplo una exposición a una radiación, manejar vehículos descuidadamente poniendo en riesgo nuestra vida y la de los demás, exponerse al sol del verano en horas desaconsejadas y sin ninguna protección… todas situaciones que pueden llegar a causar accidentes o enfermedades graves. 

¿porque enfermamos?  La razón especial es que cuando nuestra alma viene a la vida, trae pautas de las experiencias que debe tener, porque recuerden,  el alma viene a APRENDER y las enfermedades hacen  parte de esos aprendizajes. 

Otra de las razones es la necesidad que tiene el organismo de emitir señales de que algo estamos haciendo mal. 

y la tercera gran razón es porque no nos cuidamos lo suficiente. 

¿Porqué enfermamos?
Porque confundimos comodidad con calidad de vida.
Confundimos comer con alimentarnos. Sobrevivir con vivir.
Porque contaminamos el mismo aire que respiramos y de la misma forma contaminamos el agua que tomamos.
Porque vivimos siendo conscientes de lo que nos hace mal y lo seguimos haciendo.
Porque preferimos vivir en ciudades porque tenemos todo lo que creemos que necesitamos al   alcance de la mano y nos alejamos de la naturaleza que nos provee todo lo que nos alcanza para vivir.
Porque nos es más fácil perder dos horas frente al televisor que ganar media hora meditando.
Porque es más fácil complicarnos con los problemas, que ocuparnos en soluciones.
Porque nos cuesta menos pelear y enjuiciar, que amigarnos y pedir perdón.
Porque nos cuesta menos odiar que amar.
Porque CRITICAMOS mucho mas de lo que amamos y destruimos más de lo que creamos.

Ese desequilibrio de la sanacion a la enfermedad se da:
Porque trabajamos para vivir y no trabajamos para la vida.
Porque consumimos remedios químicos para curarnos y no consumimos nutrientes naturales para estar sanos.
Porque vivimos derrochando nuestra propia esencia que es la energía en cosas inútiles
Porque creemos que el juicio final es ALGO DIVINO y no nos damos cuenta que estamos   siendo juzgados por la naturaleza.
Porque los virus nos hacen a nosotros, lo que nosotros le hacemos a la Tierra.
Porque nos olvidamos para que estamos aquí.

Y finalmente, enfermamos porque no sabemos  vivir.




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