KRYON.
La última vez que estuvimos juntos, en otro lugar, dimos un
mensaje sobre las suposiciones; la metáfora era así: Un hombre sin vista se
encuentra viviendo cómodamente en un hogar, vive allí durante años y descubre a
su alrededor todas las cosas con que está cómodo, tiene todo identificado y
puede trabajar con ello aun cuando no tiene vista. Sobrevive fácilmente,
¡y se siente amado! Sabe dónde está el alimento y todas las cosas que
necesita para sobrevivir en un entorno social, lo comprende y vive una vida
larga. Y en todo ese tiempo, nunca descubre el ascensor.
El ascensor es una metáfora de que él vivía en un
edificio de 80 pisos; él había supuesto que solo había un piso. La razón
por la que nunca encontró el ascensor es que supuso que estaba buscando otras
cosas. El ascensor estuvo allí todo el tiempo, ¡oh, él lo sintió!
Tal vez lo haya visto mentalmente, pero para él fue simplemente una desviación
en la pared. No era invisible en absoluto, solo que él asumió que era una
cosa, pero era otra.
¿Qué hubiera pasado si hubiera encontrado el
ascensor? ¿Qué significa eso? Lo explicamos ahora, como explicamos
un poco anteriormente. El ascensor es una metáfora de poder moverse a un
lugar más elevado de consciencia, espiritualidad, entendimiento,
conocimiento. Todo el tiempo la suposición era que él ya tenía
suficiente, que no había nada más. Él pensaba que si había algo, lo
hubiera sentido; pero nunca encontró el ascensor.
¿Qué creen ustedes que hubiera sucedido si no
hubiera hecho suposiciones, y se hubiera mudado a ese cuarto y mirado todo lo
que estaba allí sin hacer suposiciones? Hubiera encontrado el ascensor.
Hubiera podido subir en él.
Ahora bien: aquí está la metáfora del ascensor.
Queridos, escuchen con cuidado. El hombre sube al ascensor y este lo lleva al
piso siguiente. Sale del ascensor en el segundo o tercer piso y descubre cosas
que exceden su imaginación y que mejoran mucho su vida. La metáfora
es que el ascensor lo llevó automáticamente al piso superior porque él lo
descubrió. ¿Se dieron cuenta de que nunca dije que él no encontró el hueco de
las escaleras, verdad? Verán: no lo había. Porque la escalera es
algo que ustedes tienen que trepar; les requiere levantar, paso a paso, el peso
de su cuerpo a un lugar del que no tienen idea de adónde van. Escalón por
escalón, con esfuerzo, resoplando, todo lo que ustedes ya saben queridos, esa
es la metáfora. Ahora presten atención. Al Espíritu no le interesa
hacerlos trabajar para subir al piso siguiente. ¿Están oyéndome? Serán
elevados hacia allí porque lo merecen, porque es hora, porque es su linaje el
que corresponde a los pisos de arriba de donde están. Es su linaje, ¡y
los que le dicen que Dios los hará trabajar para ello no saben nada sobre
Dios! Saben sobre los hombres. Saben sobre los supuestos que dicen
que hay que trabajar duro para llegar al segundo piso.
Déjame decirte algo, alma antigua: Ya has trabajado duro. Si
descubres el ascensor, ¡te elevaremos allá! Te subiremos muy suavemente en las
manos de Dios al próximo nivel, porque lo mereces. Gran parte de la humanidad
cree que hay que complacer a Dios de alguna manera, que hay que trepar esas
escaleras y lastimarse, solo para llegar a ese lugar, tal vez algunos no lo
logren, y así siguen y siguen. Y no es así. ¡No es así!
Entonces asumes que claramente debes trabajar para eso. Y no
es así. Porque ya lo hiciste. De modo que eliminemos ese supuesto: Sube al
ascensor, entiende que eres elevado al piso superior. Ahora bien, aquí hay una
pregunta que pueden hacer algunos, tengan en claro esta pregunta: ¿El ascensor
siempre estuvo allí? Sí. ¿El ascensor estaba allí antes de llegar a
ese cuarto? Sí. ¿Hay algo más que puedes haberte perdido, como pasó
con el ascensor? ¡Sí!
Ahora les daré una premisa que ya hemos mencionado antes, aunque
en forma breve y pasajera, y es la cosa más hermosa que pueda decir jamás a los
seres humanos: mientras caminan por este planeta: En ustedes está todo lo que
necesitarán durante miles de años de evolución. No es que va a aparecer
allí mágicamente; el ascensor siempre estuvo allí, y lo mismo pasa con todo lo
demás que puedan imaginar. Lo tienen incorporado, nacen con ello, es
innato. El linaje de su ADN está completo con ello, la fuerza espiritual
que ustedes son, lo garantiza. Todo lo que tienen que hacer es
descubrirlo.
Esto quiere decir que todo lo que les han
enseñado sobre lo que pueden hacer en cualquier departamento de la
espiritualidad, o de la salud, de la consciencia o la creencia, ya está
allí. Tienen esta suposición de que deben ir a
descubrirlo, aprenderlo, aplicarlo a ustedes mismos, activarlo, recogerlo,
trabajar con ello. ¡Ya está allí! ¡Solo nómbralo!
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