Autor Maiana Lena -
mayana.lena@gmail.com
El
proceso evolutivo de toda alma en expansión pasa por diversas fases de
perfeccionamiento espiritual. Sólo después de haber vivido varias etapas dentro
de los patrones de la dualidad, estarán listas para auxiliar en el proceso
evolutivo de otras almas. A cada iniciación alcanzada se hace necesario que el
trabajador de la luz pase por el proceso de reencarnación a niveles en que él
ya no se encuentra, y que lo colocan en gran desafío espiritual.
La
elección de un trabajador de la luz, para nacer en una familia donde se estén
viviendo patrones de energía extremadamente karmática puede herirlo
profundamente, teniendo en vista que su patrón energético puede colidir con la
familia terrena. La misión de esta alma crística en la familia es hacer que la
energía estancada, allí presente, pueda fluir de nuevo aun en medio de los
traumas que podrán tener lugar en la adaptación a ese medio inhóspito.
Por
tanto, hay cierto riesgo implícito en la jornada de un espíritu de luz en esos
lugares de oscuridad e ilusión. Es una misión peligrosa y ocasión para mucho
valor y determinación. El desafío es ser todo lo que él puede ser en un medio
ambiente que no es el suyo.
Las
más de las veces el espíritu al nacer recibe una parte del karma que pertenece
a la familia. Esto ocurre en particular a un alma que ha alcanzado cierto grado
evolutivo cuando viene para ayudar a desbloquear patrones kármicos repetitivos
en la familia en cuestión, a fin de que ésta pueda dar continuidad a su
despertar espiritual.
Esta
misión no responsabiliza al trabajador de la luz de liberar el karma familiar.
El propósito de este espíritu se refiere a su propia conciencia. Es una misión
de coraje porque en este objetivo él estará solo, totalmente desconectado de su
familia de origen. Y a este objetivo reencarnatorio para este espíritu de luz,
también se agregan personas a quienes él va a reencontrar a lo largo del
camino, amigos, parejas de relación, hijos, etc.
Toda
alma que alcanza cierto grado de evolución espiritual necesita hacer este
camino de auxilio y también de perfeccionamiento espiritual. Y cuanto más
progresa, más profundas serán sus experiencias. Cuando llegue al nivel de
co-crear, auxiliará entonces a un planeta entero, comprometiéndose en el
proceso evolutivo de una determinada raza donde gran parte de los reencarnados
son parte de sus co-creaciones estando éstas directamente implicadas en la
misión espiritual del co-creador. Así es la misión del amado maestro Jesús con
relación al planeta Tierra.
Toda
consciencia de un alma crística, o sea, de un trabajador de la luz, está
inserida en la esencia divina. El gran objetivo y el desafío de la
reencarnación de un trabajador de la luz son auxiliar a aquellos que se han
perdido en el camino, funcionando como extensión directa de guías amparadores y
de su esencia monádica.
¡Que la paz del Gran
Espíritu haga morada en nosotros!
Maiana Lena
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