El gran problema del planeta es el desequilibrio, se ve por un lado mucha necesidad, hambre y miseria y por otro lado demasiada exuberancia y despilfarro, lo cual hace pensar, que infinidad de necesidades son vanas y superfluas. Lo ideal sería que los seres humanos tuvieran abundancia, mejor dicho, que todas las necesidades básicas estén cubiertas, así vivirían en equilibrio y si viven con esta cualidad, podemos decir que están conviviendo lado a lado con la energía espiritual.
No se puede tampoco pensar o afirmar que el verdadero equilibrio se basa en que todos los seres humanos tengan sus necesidades básicas cubiertas y que sea para todos igual. El ser humano no puede uniformizarse, no es de su naturaleza, puesto que él es emprendedor, inteligente, capaz y trabajador.
Por estas cualidades el ser humano merece cubrir sus necesidades básicas y si es competente, capacitado y hábil, merece obtener ciertas compensaciones que lo harían vivir confortablemente. El problema no consiste en que el ser humano tenga más o menos que los otros, el verdadero problema es cómo lo obtiene y cómo lo gasta.
Imaginen que todos los seres humanos del planeta tengan sus necesidades básicas cubiertas y que a nadie le falta nada, que todos tengan vivienda, comida, educación, salud, profesión, trabajo etc. A partir de aquí podemos afirmar que estas necesidades fueron legítimamente ganadas por trabajo, esfuerzo, responsabilidad etc.
Ahora si entre estos seres humanos surgen aquellos que con inteligencia, trabajo, dedicación ganan más que los otros, tienen todo el derecho de obtenerlo, puesto que no lo han conquistado y logrado a través del robo, mentiras, engaños, abusando de la buena fe de las personas, con estafas, corrupción, falta de moral, ética y más... lo ganaron por merecimiento.
La mayoría de las ideas cuando nacen son buenas, pero conforme avanzan y se alejan de su centro se van distorsionando, porque las necesidades comienzan a apremiar confundiendo las verdades básicas, que muchas veces se convierten en superfluas e inútiles.
Es aquí que al perder el equilibrio las necesidades anteriores ya no son suficientes, entonces éstas exigen ciertos parámetros esquemáticos que la sociedad reclama, insta y exhorta para que el individuo o su trabajo sea aceptado en el esquema que las leyes sociales demandan.
El verdadero desafío de todos los seres que están despertando, encaminándose hacia la espiritualidad de sus vidas y que quieren ser personas conscientes, responsables, profundas y más, es encontrarse cara a cara, con experiencias y vivencias tan distorsionadas y desequilibradas que terminan confundiéndolos y afectándolos interiormente.
Hoy en día, todos tenemos que vivir dentro de un sistema y de un planeta que no agrada mucho y muchas veces por este motivo, no se sabe cómo confrontarse con él, ya que queremos ser justos con nosotros mismos y con todo lo que los rodea.
La mayoría no vive de acuerdo a lo que piensan o quieren, muchas veces tienen que estar en lugares realizando ciertas labores que no concuerdan con el camino espiritual, pero por necesidad deben aceptarlo. En realidad hay que ser muy objetivos, no poden ser radicales y renunciar a lo que les da el sustento, a no ser que se sientan muy seguros en el cambio y hayan estudiado todas las posibilidades ya no saben en qué puede resultar.
El planeta Tierra innovará sus conceptos básicos, reemplazará lo viejo y obsoleto por modificaciones útiles, sus objetivos serán claros y productivos. Habrán muchos cambios, donde los seres trabajarán en lo que les gusta, estudiarán según sus facultades e inclinaciones, los trabajos se darán por derecho, valía y mérito; pero tenemos que pensar que las transformaciones toman su tiempo y éstas mudanzas se harán poco a poco.
Hoy en día nos tocó vivir en este tiempo y en esta realidad. Cada uno tendrá que discernir, escoger y vivir, de acuerdo a habilidades psíquicas e intuitivas hechas con su propio discernimiento e inteligencia, tomen cuidado con lo que escojan o en qué dirección se encaminan.
Por esta razón llega tanta información, porque ustedes se encuentran en el límite de la razón y será el Libre Albedrío que los ayudará a seleccionar lo correcto o incorrecto de sus vidas. Si deben lidiar con la energía dinero, háganlo lo más justo, razonable, equilibrado, íntegro, honesto, incorruptible y decente que puedan, ésta sería una forma de ir transformando la realidad de fantasía, de su entorno y finalmente del planeta.
Esta será la fuerza espiritual. Porque es el verdadero desafío que hoy les pide el camino del espíritu es saber vencer las vicisitudes de una sociedad corrupta y distorsionada como la actual. El verdadero reto espiritual consiste en que sabiendo donde se encuentran y confrontándose todos los días con experiencias que van muchas veces en contra de sus creencias, de su realidad interior, tengan que vivir con ellas de la mejor manera que puedan, aprendiendo y transmitiendo para adquirir sus propias experiencias de vida y con este trabajo interior, puedan enrumbarse hacia el camino de la elevación.
No se puede tampoco pensar o afirmar que el verdadero equilibrio se basa en que todos los seres humanos tengan sus necesidades básicas cubiertas y que sea para todos igual. El ser humano no puede uniformizarse, no es de su naturaleza, puesto que él es emprendedor, inteligente, capaz y trabajador.
Por estas cualidades el ser humano merece cubrir sus necesidades básicas y si es competente, capacitado y hábil, merece obtener ciertas compensaciones que lo harían vivir confortablemente. El problema no consiste en que el ser humano tenga más o menos que los otros, el verdadero problema es cómo lo obtiene y cómo lo gasta.
Imaginen que todos los seres humanos del planeta tengan sus necesidades básicas cubiertas y que a nadie le falta nada, que todos tengan vivienda, comida, educación, salud, profesión, trabajo etc. A partir de aquí podemos afirmar que estas necesidades fueron legítimamente ganadas por trabajo, esfuerzo, responsabilidad etc.
Ahora si entre estos seres humanos surgen aquellos que con inteligencia, trabajo, dedicación ganan más que los otros, tienen todo el derecho de obtenerlo, puesto que no lo han conquistado y logrado a través del robo, mentiras, engaños, abusando de la buena fe de las personas, con estafas, corrupción, falta de moral, ética y más... lo ganaron por merecimiento.
La mayoría de las ideas cuando nacen son buenas, pero conforme avanzan y se alejan de su centro se van distorsionando, porque las necesidades comienzan a apremiar confundiendo las verdades básicas, que muchas veces se convierten en superfluas e inútiles.
Es aquí que al perder el equilibrio las necesidades anteriores ya no son suficientes, entonces éstas exigen ciertos parámetros esquemáticos que la sociedad reclama, insta y exhorta para que el individuo o su trabajo sea aceptado en el esquema que las leyes sociales demandan.
El verdadero desafío de todos los seres que están despertando, encaminándose hacia la espiritualidad de sus vidas y que quieren ser personas conscientes, responsables, profundas y más, es encontrarse cara a cara, con experiencias y vivencias tan distorsionadas y desequilibradas que terminan confundiéndolos y afectándolos interiormente.
Hoy en día, todos tenemos que vivir dentro de un sistema y de un planeta que no agrada mucho y muchas veces por este motivo, no se sabe cómo confrontarse con él, ya que queremos ser justos con nosotros mismos y con todo lo que los rodea.
La mayoría no vive de acuerdo a lo que piensan o quieren, muchas veces tienen que estar en lugares realizando ciertas labores que no concuerdan con el camino espiritual, pero por necesidad deben aceptarlo. En realidad hay que ser muy objetivos, no poden ser radicales y renunciar a lo que les da el sustento, a no ser que se sientan muy seguros en el cambio y hayan estudiado todas las posibilidades ya no saben en qué puede resultar.
El planeta Tierra innovará sus conceptos básicos, reemplazará lo viejo y obsoleto por modificaciones útiles, sus objetivos serán claros y productivos. Habrán muchos cambios, donde los seres trabajarán en lo que les gusta, estudiarán según sus facultades e inclinaciones, los trabajos se darán por derecho, valía y mérito; pero tenemos que pensar que las transformaciones toman su tiempo y éstas mudanzas se harán poco a poco.
Hoy en día nos tocó vivir en este tiempo y en esta realidad. Cada uno tendrá que discernir, escoger y vivir, de acuerdo a habilidades psíquicas e intuitivas hechas con su propio discernimiento e inteligencia, tomen cuidado con lo que escojan o en qué dirección se encaminan.
Por esta razón llega tanta información, porque ustedes se encuentran en el límite de la razón y será el Libre Albedrío que los ayudará a seleccionar lo correcto o incorrecto de sus vidas. Si deben lidiar con la energía dinero, háganlo lo más justo, razonable, equilibrado, íntegro, honesto, incorruptible y decente que puedan, ésta sería una forma de ir transformando la realidad de fantasía, de su entorno y finalmente del planeta.
Esta será la fuerza espiritual. Porque es el verdadero desafío que hoy les pide el camino del espíritu es saber vencer las vicisitudes de una sociedad corrupta y distorsionada como la actual. El verdadero reto espiritual consiste en que sabiendo donde se encuentran y confrontándose todos los días con experiencias que van muchas veces en contra de sus creencias, de su realidad interior, tengan que vivir con ellas de la mejor manera que puedan, aprendiendo y transmitiendo para adquirir sus propias experiencias de vida y con este trabajo interior, puedan enrumbarse hacia el camino de la elevación.
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