¿A qué le temes tanto? Porque aquello a lo que más temes y más tiempo ocupa tu mente, es aquello en lo que te conviertes.
Vive el desapego de las emociones pero no desde la indiferencia, no des la espalda a tus emociones ni a las de algún congénere tuyo.
Aquello que sientes, vívelo, mas no para quedarte estancado en ese sentimiento sino para que a partir de la aceptación puedas redimirlo y convertirlo en una experiencia y aprendizaje que sin duda te nutrirá y te hará crecer.
Enfréntate a tus miedos porque sólo de esa forma sabrás que en realidad no existen y que sólo han sido creados por ti para protegerte a ti mismo y para detener tu camino.
Estás en el momento de emprender eso que tú llamas nuevos retos y que son los acuerdos que tu ser impuso para ser vividos. Todo aquello que incluso parece injusto es por tu propia decisión que se ha de vivir.
Si pudieras comprender que todo lo que se vive es por decisión personal y que no existen responsables en el camino mas que uno mismo, en ese momento sentirás la libertad del Ser que por milenios ha actuado bajo su libre albedrío y voluntad.
Asimismo, se decide a quien se quiere cerca y a quien se necesita a la distancia. Nadie se aleja, somos nosotros los que decidimos poner distancia a los hechos, situaciones o personas.
Somos responsables de todo lo bueno y de aquello que se puede considerar doloroso. Y a partir de esta consigna es tu deber y tu derecho buscar el camino que te enaltezca como Ser y como humano, aceptando y creyendo que eres grande y valioso y que el amor comienza en ti mismo y consecuentemente en el resto que te rodea.
No juzgues ni te juzgues y confía en la sabiduría divina que habita en ti y que día a día espera ser escuchada.
Amate y con la misma intensidad ama la vida que tus ojos alcanzan a contemplar y tus sentidos a comprender.
En lo ínfimo, en lo sencillo, en la soledad y en la compañía hay grandes momentos para aprender y para encontrar al Ser que hay en ti.
Avanza aunque el camino sea sinuoso, pues aquello que se muestra oculto a tus ojos, grandes sorpresas puede presentar. Que el miedo no te detenga en el camino ya que hay más sendas de luz que de oscuridad y aún así, la oscuridad anuncia la luz.
Ámate a ti mismo con la misma calidad con que puedes amar a otro ser.
Perdónate a ti mismo y perdona a sabiendas que la equivocación no es exclusiva del otro.
Y que tu amor encuentre el camino de regreso a tu hogar, a donde perteneces, de donde vienes y a donde vas.
Contigo estoy…
Yo Soy Saint-Germain
Vive el desapego de las emociones pero no desde la indiferencia, no des la espalda a tus emociones ni a las de algún congénere tuyo.
Aquello que sientes, vívelo, mas no para quedarte estancado en ese sentimiento sino para que a partir de la aceptación puedas redimirlo y convertirlo en una experiencia y aprendizaje que sin duda te nutrirá y te hará crecer.
Enfréntate a tus miedos porque sólo de esa forma sabrás que en realidad no existen y que sólo han sido creados por ti para protegerte a ti mismo y para detener tu camino.
Estás en el momento de emprender eso que tú llamas nuevos retos y que son los acuerdos que tu ser impuso para ser vividos. Todo aquello que incluso parece injusto es por tu propia decisión que se ha de vivir.
Si pudieras comprender que todo lo que se vive es por decisión personal y que no existen responsables en el camino mas que uno mismo, en ese momento sentirás la libertad del Ser que por milenios ha actuado bajo su libre albedrío y voluntad.
Asimismo, se decide a quien se quiere cerca y a quien se necesita a la distancia. Nadie se aleja, somos nosotros los que decidimos poner distancia a los hechos, situaciones o personas.
Somos responsables de todo lo bueno y de aquello que se puede considerar doloroso. Y a partir de esta consigna es tu deber y tu derecho buscar el camino que te enaltezca como Ser y como humano, aceptando y creyendo que eres grande y valioso y que el amor comienza en ti mismo y consecuentemente en el resto que te rodea.
No juzgues ni te juzgues y confía en la sabiduría divina que habita en ti y que día a día espera ser escuchada.
Amate y con la misma intensidad ama la vida que tus ojos alcanzan a contemplar y tus sentidos a comprender.
En lo ínfimo, en lo sencillo, en la soledad y en la compañía hay grandes momentos para aprender y para encontrar al Ser que hay en ti.
Avanza aunque el camino sea sinuoso, pues aquello que se muestra oculto a tus ojos, grandes sorpresas puede presentar. Que el miedo no te detenga en el camino ya que hay más sendas de luz que de oscuridad y aún así, la oscuridad anuncia la luz.
Ámate a ti mismo con la misma calidad con que puedes amar a otro ser.
Perdónate a ti mismo y perdona a sabiendas que la equivocación no es exclusiva del otro.
Y que tu amor encuentre el camino de regreso a tu hogar, a donde perteneces, de donde vienes y a donde vas.
Contigo estoy…
Yo Soy Saint-Germain
No hay comentarios.:
Publicar un comentario