Los parásitos espirituales o larvas astrales son entes de baja vibración, que pertenecen al plano etéreo y buscan incrustarse en el aura de las personas. También pueden ejercer su influencia sobre animales, plantas e incluso objetos, atraídos por su campo energético.
La incidencia de estas entidades, deteriora la mente y la voluntad de los afectados, además del ambiente que los rodea, generando impacto en los niveles físico, mental, emocional y espiritual.
Que atrae los parásitos espirituales a nuestra vida?
Las larvas astrales funcionan como una especie de vampiros, que se ciñen a nuestro campo energético y trabajan para perpetuar las causas que les permitieron fijarse en ese lugar.
Tener pensamientos nocivos o imprudentes y permanecer en estados emocionales negativos por largo tiempo, como aquellos generados por pérdidas o secuelas de enfermedades, son algunas de las situaciones que abren la puerta a estos parásitos.
De igual forma, la descarga energética asociada a un trabajo espiritual intenso (tarot, limpiezas energéticas), tocar objetos cargados con intencionalidad por otros (amuletos), o la envidia recurrente de personas en el entorno, nos hace susceptibles a sus ataques.
Reconociendo los síntomas de los parásitos espirituales.
Dependiendo del grado de daño en nuestra aura, podemos detectar los efectos de los parásitos espirituales en ella, en menor o mayor grado. Entre los síntomas más conocidos figuran:
- dolores de cabeza,
- opresión,
- ataques de pánico,
- depresión,
- antojos desmedidos por aquello que puede atentar contra nuestra salud (alcohol, tabaco, dulces, etc.),
- y sensación de peso en el pecho.
Estos signos son fácilmente confundidos con otros, asociados a distintas patologías, como el estrés, por ello podemos aplicar un sencillo ritual para determinar si las larvas espirituales están rondándonos.
Por BLANCHE.
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