Cree en ti mismo, porque si no lo haces, permitirás que otros no te crean. Ellos verán todas tus faltas como tú lo haces y luego las magnificarán en tus ojos. ¿Por qué? La forma en que te ves a ti mismo se proyecta hacia el mundo y volverá a ti, reflejada como en un espejo. Entonces, si te estás juzgando a ti mismo, recibirás el juicio de los demás; si rechazas tu verdadero yo, sentirás ese rechazo por parte de cualquier persona en tu vida.
La falta de amor propio, la aceptación y la creencia son los bloqueos más comunes que sustentan el fracaso de las relaciones de una persona con los demás, porque la persona no ha establecido una relación consigo misma primero. Todas las interacciones que las personas tienen con los demás, entonces, se basan en una cosa: la percepción que la persona tiene sobre su propio valor.
Todos los pensamientos, sentimientos, conversaciones, interacciones y reacciones proyectarán la energía de su creencia o incredulidad en sí mismos a todos con los que interactúan y así crearán la realidad de su mundo.
Esta verdad ha sido discutida antes, pero si la consideras en un contexto global, todos los actos que contravienen los derechos humanos o la ley espiritual son actos que reflejan el ego o los egos de la persona o personas involucradas. Ya sea que estemos hablando de individuos, familias, comunidades o países, la premisa es la misma: la salud del ego humano siempre determinará la forma en que una persona interactúa y reacciona al mundo que la rodea y si se ve a sí misma como igual a los demás, como inferior o superior.
La postura que una persona toma en este sentido creará un mundo que está trabajando a favor o en contra de ellos a cada paso, haciendo que se vean a sí mismos como víctimas, como merecedores de más de lo que tienen o felices con lo que tienen.
Los problemas del mundo se deben a los desequilibrios creados por los egos humanos que se niegan a asumir la responsabilidad de sus acciones o dar crédito a otros por un trabajo bien hecho.
Los egos heridos y la falta de amor propio son las mayores causas del fracaso de las relaciones de las personas con los demás, ya sea con una pareja, en familias, con amigos, en los negocios o políticamente, porque la forma en que uno percibe las palabras y acciones de otra persona siempre estará respaldada por la salud de su ego y la fuerza de su amor propio y aceptación y sus creencias sobre su propio valor.
La única manera de restaurar el equilibrio es que cada individuo tenga una visión realista de sí mismo en relación con los demás, para comenzar a dejar de lado el bagaje emocional del pasado y crear un sistema de creencias más nuevo y saludable sobre sí mismo.
La creencia es la fundadora de mundos, países, gobiernos y negocios. Es lo único que mantendrá a una persona en marcha cuando los tiempos son difíciles, cuando otros se han rendido o cuando todo parece perdido. Si uno cree, en sí mismo, en sus dones, en su negocio o en el otro, entonces hay espacio para construir, resolver problemas y crear oportunidades para el crecimiento futuro. Puede que no siempre sea suficiente, pero sin creencia no hay a dónde ir en absoluto.
Lo que otros creen puede no resonar contigo, pero ese es su propio viaje. La pregunta que debes hacerte es, si otras personas han de creerte y creer en ti, ¿qué debes al principio aceptar y creer sobre ti mismo que generará una energía positiva hacia el mundo para ser reflejada en ti?
YO SOY el Arcángel Miguel.
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