Amadas y amados:
En verdad les digo que son muy afortunados al estar, en este momento, aquí y ahora, en la Tierra.
Tendría que ser un motivo de orgullo y felicidad indescriptible para toda la humanidad el hecho de estar vivos durante este gran momento universal, y por eso, justamente, deberían despertar y colaborar en la Ascensión junto a nuestra amada madre tierra Gaia.
Ahora vamos a centrarnos sobre lo que está pasando en el planeta en este cruce de líneas de espacio tiempo.
Verán, llevamos muchos milenios dentro de un bucle interminable por el control mental implantado por las fuerzas oscuras arcónticas provenientes del lado oscuro de la constelación de Orión. En ese escenario tridimensional y desde hace mucho tiempo, se han instalado seres no benevolentes provenientes de otros reinos y dimensiones. Por dimensiones, me refiero a la cuarta dimensión inferior porque, obviamente, a partir de la quinta y hasta la séptima existe materia, aunque en esas dimensiones solamente está compuesta de Luz. En realidad, la Luz es todo lo que existe. Lo que llamamos oscuridad es ausencia de Luz, pero la existencia es solamente Luz.
La Tierra fue creada como un gran paraíso hasta que llegaron los extraterrestres oscuros a esta galaxia y al planeta Tierra hace miles y miles de años, en los tiempos finales de Lemuria y Atlántida. Desde aquel momento, los humanos fueron contaminados con la codicia, la avaricia y las ansias de poder. La humanidad fue arrastrada poco a poco hasta que se produjo la caída de la Gracia Divina.
Aquellos seres oscuros han mantenido a sus elegidos aquí, entre los humanos que han estado intentado dominar el planeta durante tantísimo tiempo, pero ahora ya se les ha acabado el tiempo. En este proceso de distorsión, los seres oscuros han ocultado la única verdad que existe: que ustedes, los humanos, son dioses y diosas en este planeta paraíso.
Ellos ocuparon el lugar que les correspondía a ustedes fingiendo ser superiores e instaurando una serie de instituciones y rituales falsos para crear castas jerárquicas y dominar en nombre de sus mentiras, obteniendo el control del mundo, jugando a ser dioses sin el poder del Amor.
Así pues, la Tierra ha estado habitada durante mucho tiempo por fuerzas oscuras ilusorias, por el estado profundo de la oscuridad de las dimensiones más densas y de los submundos del universo. En este ahora, sin embargo, casi todos esos componentes negativos han decidido purificarse y volver a la Luz, acabando con esa confusión malévola. De hecho, todos los días, hay noticias sobre la gran cantidad de poder que pierden en favor del empoderamiento que conquista al colectivo gracias al nuevo conocimiento que emerge.
Todos ustedes son seres de Luz imbuidos en este juego egoíco de separación, volviendo a la Fuente, al Padre, a la Madre, a Dios. Ahí en la Tierra, son ellos, los oscuros, los que están en crisis, y no la humanidad, como todos creen. Por eso, como componentes de la Luz, deberían aprovechar estos momentos de pausa para profundizar en su interior y activar la conciencia, buscando el Bien más elevado para todos.
Lo que viene, es el anuncio y la divulgación galáctica, la matrix debe ser aquietada, todos los seres tienen que permanecer en la gran quietud y silencio para que se lleve a cabo el plan del Amor y la Luz a fin de que se manifieste un Nuevo Mundo Arcoíris de Paz y Amor. Pero para que se produzca este proceso, es fundamental completar la transición, que será bastante incómoda para algunos, aunque tremendamente interesante para otros. Todo dependerá del recorrido que hayan realizado en su conciencia y cuál es el estado vibratorio individual de cada uno.
Toda reforma implica desapegarse de la zona de confort, liberarse de lo viejo, cambiar, justamente, las viejas formas de pensar que les han llevado a donde están ahora. Requiere revelación y revolución conscientes, renegar de las mentiras y de todo lo relacionado con la antigua línea de espacio tiempo de la matrix, y eso incomoda enormemente al ego.
Hay que darle espacio a la Justicia Divina, dar paso a un Nuevo Mundo Divino. Se necesita calma, paciencia, pero, sobre todo, mucha FE en este proceso y sus benéficas consecuencias.
Se está separando el trigo de la cizaña, cada uno experimenta su choque personal y, a nivel global, las consecuencias son todavía más espectaculares.
Todos han sido informados durante mucho tiempo sobre estos tiempos finales. Y por eso, cada uno de ustedes tiene que vivir de forma personal e individual su proceso de Ascensión; su propio apocalipsis interno antes del nuevo amanecer.
Ustedes, las Semillas Estelares que nos leen y escuchan, son realmente los héroes de esta historia; gracias a sus labores físicas y asistidos por sus guías y hermanos estelares desde sus respectivas naves, son Unidad y Verdad desde un lugar incógnito y, en silencio, están logrando que se cumpla el Plan Divino, hermanando a la Confederación Galáctica con la Alianza de la Tierra.
¡Se los ama infinitamente!
Yo Soy Chamuel
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