jueves, 11 de junio de 2015

EL ORGULLO, OTRA CARA DEL EGO

El principal problema del orgulloso es la dificultad en encajar la ingratitud, el egoísmo y la falta de amor de otras personas hacia él, sobre todo si ha establecido vínculos afectivos con ellas.

Aunque el orgulloso es capaz de querer fácilmente a los que lo quieren, todavía demuestra dificultad en querer a los que no lo quieren. Por ello, el orgulloso se resiste a aceptar a las personas queridas conforme son, con sus virtudes, pero sobre todo con sus defectos.

El orgulloso tiene gran dificultad en admitir que puede estar equivocado en sus concepciones. Le cuesta encajar el amor no correspondido, es decir, que haya personas que, por mucho que se las quiera, persistan en sus actitudes egoístas, sobre todo si se da en familiares muy allegados, como los padres, los hermanos, la pareja, los hijos, etc. Espera algún cambio de ellas a raíz de los esfuerzos que él mismo pone para que cambien, y se desespera, se deprime o encoleriza cuándo, a pesar de ello, no lo consigue.

Es capaz de dejarse absorber con tal de que le expresen un pequeño gesto de cariño. Pero cuando descubre que está siendo manipulado por determinadas personas, se encoleriza sobremanera, y se le puede despertar el rencor hacia ellas. Aunque aparentemente no busca recompensa en lo que hace, todavía encaja mal la ingratitud, es decir, cuando pone su mejor voluntad para ayudar a alguien y recibe palos a cambio.

Por ello, las manifestaciones del orgullo se desencadenan cuando el orgulloso sufre algún episodio de ingratitud o desamor. Frente a las contrariedades y las heridas en sus sentimientos reacciona encerrándose en sí mismo, aislándose de las relaciones humanas. Se le despierta entonces la ira, la rabia, la impotencia, la testarudez, el miedo, la culpabilidad.

Tiene tendencia a ocultar sus sentimientos y emociones, miedo a expresar lo que siente por temor a que le hieran en sus sentimientos más profundos.

Por un lado, reprime los sentimientos negativos porque no quiere ser digno de lástima, ni que otra gente lo vea débil y aproveche su debilidad para hacerle daño. Por el otro, reprime los sentimientos positivos porque no quiere que a las personas vanidosas se les despierte la envidia e intenten perjudicarle. La tendencia a reprimir los sentimientos positivos les hace sentirse desgraciados. La tendencia a reprimirse y ocultar estados de ánimo negativos, a sufrir en silencio, puede hacerlo estallar de cólera, rabia e ira en momentos puntuales, de lo cual se siente culpable posteriormente.

Son la desconfianza en los demás y el creerse autosuficiente para tratar cualquier problema, las actitudes que más le aíslan de los demás.

El llegar a creer que uno no es digno de recibir amor, de ser amado auténticamente, y que, por tanto, tampoco merece la pena amar. Esta es la actitud que más le hace aislarse en sí mismo, la que lo puede transformar en alguien reservado, apático, tímido, triste, melancólico, irascible y sin ganas de vivir.

Si  el vanidoso no es capaz de apreciar cuando se le ama, el orgulloso no permite que se le ame. Así que por una razón o por otra el resultado es que por culpa del defecto, la persona, aunque esté siendo amada, no se siente amada.

El vanidoso, porque más que de recibir sentimientos, está pendiente de que satisfagan su egoísmo. El orgulloso, porque al encerrarse en sí mismo para evitar que le hagan daño, se niega a recibir para sí mismo cualquier muestra de afecto. Puede ocurrir que ya desde la niñez haya tenido que hacer de todo para que se le preste un poco de atención y por ello se haya autoconvencido de que no hay nada mejor, de que no puede ser querido por alguien tal y conforme es.

¿Y qué ocurre entonces? Que cuando llega alguien dispuesto a amarlo de esa forma, incondicionalmente, tal y conforme es, y no por lo que hace, se asusta y se esconde en sí mismo. Lo rechaza sencillamente porque no se lo puede creer. “No me puedo creer que alguien me quiera, que no quiera aprovecharse de mí. Seguro que hay alguna trampa. Seguro que si me abro para recibir, me darán la gran puñalada y sufriré todavía más. No merece la pena”. Y entonces, el orgulloso, aunque tiene lo que necesita para comenzar a ser feliz y es capaz de apreciarlo, lo rechaza. Entonces sufre por no querer sufrir, por no querer luchar por los sentimientos.

Para vencer el orgullo:
 El primer paso es tomar conciencia del defecto y el segundo paso es la modificación de la actitud. El mero hecho de adquirir conciencia del defecto y sus manifestaciones no impedirá por sí mismo que se presente. Pero el reconocerlo nos ayudará a evitar actuar conforme él quiere a la hora de tomar decisiones en nuestra vida. Si esas decisiones las tomamos ahora en función de lo que nos dictan los sentimientos, el defecto se irá debilitando paulatinamente hasta que finalmente será vencido.

La toma de conciencia pasa por conocer en profundidad qué es el orgullo, cómo se manifiesta en uno mismo y qué es lo que lo alimenta.

El orgullo se alimenta del miedo, la desconfianza, la autosuficiencia y se manifiesta como aislamiento y represión de la sensibilidad. El orgullo es para la sensibilidad del espíritu como una coraza que la envuelve, una fortaleza inexpugnable que la rodea y que impide la entrada y la salida de los sentimientos. Por lo tanto hay que luchar para echar abajo esa coraza.

El paso inicial que tiene que dar el orgulloso para vencer su orgullo es liberarse de la creencia de que no es digno de ser amado, de que jamás encontrará a alguien que lo ame verdaderamente. El que busca el amor verdadero y correspondido lo encuentra tarde o temprano, porque los espíritus que son afines tienden a buscarse y se reconocen cuando se encuentran. Pero hay que ser paciente y constante, porque el que cierra la puerta a cal y canto para protegerse de lo malo, la cierra también para experimentar lo bueno.

Está bien ser prudente para evitar que nos hagan daño. Pero no podemos renunciar a los sentimientos, ni devolver ingratitud con ingratitud, odio con odio, rencor con rencor, porque lo que nos hace sufrir a nosotros también hace sufrir  a los demás. Y el que es más consciente del sufrimiento por tener más sensibilidad, es más responsable de crearlo que aquel que genera sufrimiento sin ser consciente.

También ha de aprender a encajar mejor la ingratitud de aquellos que le hicieron daño, porque tiene capacidad de comprender a aquellos que no comprenden, y ha de comprender que una vez estuvo él también en la misma situación.

Al mismo tiempo, ha de perder el miedo a ser él mismo. Ha de liberarse de las cadenas tendidas por aquellos que dicen que le quieren, pero que actúan queriéndolo someter. Pero tampoco ha de tomar el camino contrario, es decir, el de aislarse de las relaciones humanas por temor a sufrir. No está mal el desear que a uno lo quieran, pero ha de saber que no todo el mundo tiene la misma capacidad de amar y no debemos exigir a los que son nuestros allegados o simplemente conviven cotidianamente con nosotros que nos quieran o nos respeten con la misma intensidad que nosotros les queremos o respetamos, sólo porque nos gustaría ser correspondidos.

¿quién es más culpable de desamor, aquel que no ama porque no sabe (vanidoso), o aquel que, sabiendo amar, se inhibe de hacerlo por su defecto (orgulloso)?

Es importante también que no se sobreesfuerze en complacer a los demás, si ello significa renunciar al propio libre albedrío, creyendo que de esta manera conseguirá despertar en los demás el sentimiento que todavía no se ha despertado, porque ese sobreesfuerzo sin recompensa le pasará factura más tarde en forma de decepción, tristeza, desengaño amargura, rabia e impotencia.


El auténtico amor se da incondicionalmente, sin esperar nada a cambio, y no se puede obligar a nadie a dar algo que no quiere o no puede dar.

miércoles, 10 de junio de 2015

10 PASOS PARA CONTACTARTE CON TU SER SUPERIOR

Cada uno de nosotros está conectado con lo Divino. El Ser Superior que está dentro de nosotros trasciende por mucho la comprensión de nuestras mentes conscientes. Este es el poder al que han accedido todos los grandes genios y maestros. También es el espacio de la magia y los milagros en nuestras vidas. Aquí están los pasos para hacer contacto: 

1. Creencia y Expectación 
¡El primer paso es CREER que tienes un Ser Superior con quién establecer comunicación! Entonces ten la EXPECTATIVA de que esta comunicación mejorará cada día, conforme te enfocas diligentemente en el crecimiento interno. Sin estos dos prerrequisitos esenciales, es difícil lograr cualquier cosa en la vida, incluso en el nivel físico. Estas dos cualidades son esenciales para el crecimiento interno. Así que establece una META para lograr contactar con el Ser Superior, revisa esa meta diariamente y mantén tu propósito con determinación hasta que el éxito sea tuyo. 

2. Transforma Tu Visión del Mundo 
Somos educados con una visión principalmente materialista del mundo, que niega el papel del Espíritu. Para establecer un contacto cercando con los reinos espirituales, necesitamos que todo nuestro ser - consciente y subconsciente - sea congruente con nuestra meta. En cualquier actividad o meta principal, tienes que establecer las reglas del juego y la forma como se juega. Contactar con tu Ser Superior es lo mismo. Por lo tanto, busca escritos o maestros que expandan tu comprensión del universo, fundamentalmente como un reino de Conciencia y Mente. 

3. Soledad 
Busca regularmente tiempo para ti, en el cual puedas estar totalmente solo. Es preferible un lugar tranquilo. Simplemente siéntate en silencio sin expectativas. No hagas NADA. Esto puede parecer muy incómodo y extraño al principio. Persiste. Le estás dando tiempo y espacio a la voz interna para que se haga escuchar. Lo hará ya sea durante ese tiempo tranquilo, o durante los eventos del día. Ocurrirá un evento sincrónico, alguien te dirá exactamente lo que necesitas escuchar, vas a obtener un destello de intuición. Todos los grandes genios de la historia se han dado un tiempo regular de soledad y silencio para sí mismos. Tu también deberías. 

4. Meditación 
En la meditación, trabajas para disciplinar a tu mente y para silenciar la charla interna que siempre la llena. Creas un recipiente puro para que lo llene el Ser Superior. Seguir tu respiración es una disciplina de meditación excelente, como lo es concentrarse en una flama. O visualizar una esfera dorada de luz en tu Plexo Solar que llena todo tu cuerpo con energía y curación. Hay muchas prácticas que puedes estudiar y usar. 

5. Diario 
Registra tus sentimientos, emociones, sueños e intuiciones todos los días en un diario. Esto te ayudará a entrar en un contacto más estrecho con tus profundidades intuitivas. Puedes hacerle preguntas a tu Ser Superior aquí, y después registrar cualquier respuesta o intuición que recibas. Si haces esto regularmente con fe y expectativa, RECIBIRAS las respuestas que necesitas. 

6. Diálogo Interno 
Conduce un diálogo interno regular con tu Ser Superior. Durante los próximos 40 días, decide mantenerte en contacto todo el día. Dile a tu Ser Superior "Yo se que estás allí y quiero conocerte y ponerte atención. Por favor comienza a guiar mi vida" No te preocupes si este diálogo es enteramente en un solo sentido al principio. Recuerda que has estado fuera de contacto durante décadas. ¡Toma tiempo limpiar las telarañas! Persiste con este diálogo interno como si hablaras con un amigo, platicando, haciéndole preguntas, compartiendo tus esperanzas - y comienza a escuchar las respuestas. Llegarán. 

7. Lecciones de la Vida 
Ve la vida como una Escuela de Misterio. Cree que todos los eventos de tu vida, las situaciones y las personas, han sido estructurados PRECISAMENTE con el fin de enseñarte exactamente lo que necesitas saber ahora. ¡Toma la vida como si toda la creación estuviera conspirando para tu beneficio! Cuando algo suceda en tu vida, para bien o para mal, pregúntate cuál es la lección para ti. Incluso situaciones o personas desagradables han sido colocadas deliberadamente allí como un reto que te ayude a crecer. Al comenzar a ver tu vida como una obra en la que tu estás jugando el papel principal, el Ser Superior se volverá mucho más evidente en tu vida. Registra tus descubrimientos en tu diario. 

8. Sueños 
Espera que tu Ser Superior te hable en sueños. Antes de dormir has algunos estiramientos y relaja tu cuerpo completamente. Pregúntale algo a tu Ser Superior y espera la respuesta. Cuando te levantes, recuerda lo que puedas de tus sueños y escríbelos en tu diario. Si no estás acostumbrado a recordar tus sueños, esto te tomará tiempo y persistencia. Sin embargo, con paciencia, comenzarás a recordar tus sueños Y recibirás respuestas de tu Ser Superior. 

9. Conciencia 
Enfócate en vivir más y más en el presente, en el AHORA. Cuando estés comiendo, sé consciente de que estás comiendo. Cuando camines, sabe que estás caminando. El único momento real es el ahora - el pasado se ha ido para siempre y el futuro todavía no ha pasado. Por lo tanto, trabaja en limpiar tu mente de preocupaciones, ilusiones y extrapolaciones. Limpia el desorden de la mente y crea un espacio para que lo llene el Ser Superior. 

10. ¡Paciencia! 

Recuerda, puedes haber pasado toda tu vida sin contactar con la Fuente. Por lo tanto, toma tiempo aprender como reestablecer contacto. Todo lo que vale la pena toma tiempo y práctica. Permanece vigilante y practica estos pasos cada día, y vas a recibir las respuestas que necesitas. Recuerda: El Ser Superior QUIERE estar en contacto. De hecho, el simple hecho de hablar de él como alguien separado de ti es contradictorio. ¡El Ser Superior eres tu! Tu verdadero ser. ¡Así que ponte en contacto CONTIGO! 

lunes, 8 de junio de 2015

EL BIEN Y EL MAL

por Matías De Stefano

El Bien y el Mal


Esta dicotomía de la Humanidad… ¿qué son? ¿por qué existen? O la cuestión tan realizada en estos miles de años: ¿Por qué Dios si es Bueno, permite que exista el Mal?

Esto ha derivado en cuestiones como: ¿Por qué pasan cosas malas? ¿Por qué Dios deja que nos sucedan cosas malas? ¿Por qué existe gente mala? ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena?

Todas estas cuestiones por las cuales el normal de las personas en este mundo han pasado, son uno de los temas fundamentales a los que podemos llegar en la búsqueda de nuestra evolución, de reconocer las verdades y encontrar la luz.

En primer lugar debo decir muy sinceramente que lo que yo pueda explicar sobre el Mal y el Bien, no es más que mi humilde trasmisión de experiencias desde un nivel No Emocional.

En los niveles de Información, la concepción de lo Bueno y lo Malo no existe, sólo existe el movimiento, o el estancamiento. Para los seres y entidades universales, lo peor que puede existir es estancamiento.

El único libro espiritual que pude leer en mi vida de Humano: el “Bhagavad Gita”, habla de la Acción, No Acción e Inacción. La Inacción es la peor de las tres, pues implica el No movimiento, implica estar inerte, estancado. En cambio, la No acción es una elección que tal vez influya en el accionar externo, para traducirlo: “No me meto, no es mi problema”, es una forma sabia de expresar la No Acción. Y la Acción, es lo importante. Nunca se dice si la acción debe ser Buena o Mala, como recuerdo que se decía en 11ª Dimensión: “No importa si es malo o bueno, lo importante es que se haga.”

Desde luego, nuestra civilización se basa en el Bien y el Mal, pero eso es porque no entendemos la verdadera esencia y origen de ambas:


El BIEN

Éste no es la Luz, el bien es una manera de accionar. Es una forma de tomarse las cosas con sabiduría y armonía.


El MAL

Éste no es la oscuridad, el mal es otra manera de accionar. Una forma de hacer las cosas rápida y aceleradamente, sin importar la armonía, simplemente el movimiento.

Para entender esto de mejor manera, tenemos que recurrir a la base que genera todo esto: el Movimiento.

Este movimiento es el que nosotros humanos llamamos AMOR, el mal, se mueve mucho a través del Amor, por más ilógico que parezca. Nosotros tenemos un mal concepto respecto al Amor, y es que creemos que éste es suave, que nos arropa, nos une, que es familiar, paternal, pero no es así, el Amor es una vibración fuertísima, es como un rayo, que puede dar luz, fuego, o puede provocar la muerte. El Mal utiliza el amor, pero de una manera no equilibrada.

Nosotros somos seres que estamos experimentando, y por lo tanto, somos seres que intentamos estar en Armonía, pues nuestra evolución interna y externa nos llama a buscar la armonía, y es por eso que vemos al Mal, como algo malo, aunque en realidad no lo sea.

Debemos liberarnos de los conceptos viejos católicos o religiosos en general: BIEN y MAL con dos caras de una misma moneda, uno elige cuál usar, pero ambas llevarán al mismo objetivo, sólo debemos tener en cuenta una cosa:

El Bien nos ayuda a la iluminación equilibrada, es un camino más lento, en el que la Paciencia es el arma más preciada, mientras que el Mal, es la manera rápida de hacer las cosas, el camino corto. El problema del camino corto, es que hay millones de distracciones en él. Si uno se distrae con una sola de esas tonterías en el camino, tardará muchísimo tiempo en salir de ese camino.

Ambos caminos son la luz, visto desde la materia, el Mal deteriora el camino de la Luz, del equilibrio, lo tienta, lo confunde, lo perturba, y lo asecha, mientras que desde la visión neutra del universo, el Mal pone a prueba los límites y el equilibrio del Bien, lo fortalece, le da objetivos, y lo ayuda a evolucionar.

En los mundos, no podría existir la evolución sin uno o el otro. Es importante vivir en la dicotomía de incomprensión, es importante no entender por qué pasa esas cosas… no se apresuren a comprender este mecanismo.

Esto que he dicho aquí, no justifica el accionar del Mal, justifica la existencia del mismo. Cada uno en su interior sabe que el Mal es una elección, la diferencia no está en creer que se pueden utilizar los dos en pro de la evolución, la diferencia radica en el hecho de saber cuál es el camino que realmente nos corresponde en este preciso momento.


Recuerden:

“el Equilibrio sólo existe cuando logramos aceptar y balancear dos aspectos de nuestra realidad…

y nuestra realidad está constituida por el Bien y el Mal… negando la importancia del Mal,

o la oscuridad en nuestra evolución, nunca encontraremos el Equilibrio”. 

sábado, 6 de junio de 2015

LA VANIDAD Y EL EGOISMO

¿Qué es la vanidad y cuáles son sus manifestaciones?

La vanidad es la forma más primitiva de egoísmo. Es propia de los espíritus más jóvenes, de los espíritus que a pesar de haber avanzado bastante en inteligencia, todavía son principiantes en el conocimiento de los sentimientos.

La principal característica del vanidoso es que está muy pendiente de sí mismo, sobre todo de satisfacer sus necesidades y deseos más primitivos, y escasa o nulamente preocupado de las necesidades de los demás seres, con lo cual se excede en la práctica de su libre albedrío, sin ser consciente de que en muchas ocasiones invade el libre albedrío de los demás. La persona vanidosa pretende ser el centro, que los demás se fijen en ella. Al conocer escasamente el amor, no distingue bien entre el amor verdadero y la complacencia. Necesita y desea más que ama. Por ello, en sus relaciones, se inclina más a buscar la fama, la admiración, la alabanza, el ser complacida y satisfecha en sus deseos, que a ser querida y querer.

El vanidoso establece comparaciones continuas entre sí mismo y los demás, intentando siempre aparecer por encima de ellos. Frecuentemente se burla y difama a los que cree por debajo de él en aptitudes o en condiciones materiales, y alaba excesivamente a los que cree puede utilizar para obtener algo  para sí mismo. Suele actuar injustamente, siempre favoreciendo sus intereses. Por ello frecuentemente falsea la realidad para disfrazar sus actos egoístas.

A menudo se siente insatisfecho consigo mismo debido al poco sentimiento que desprende, y por ello huye pavorosamente de la soledad. Necesita mucho de otras personas, a las cuales suele intentar manipular y absorber para satisfacer, no sólo sus necesidades, sino sus gustos y sus caprichos, hasta el punto de esclavizar física o psicológicamente a las personas que están a su alrededor.

Pero también se cansa rápidamente de las relaciones si estas no le reportan la satisfacción esperada. Por ello, son personas que absorben y manipulan frecuentemente a los miembros de su familia más indefensos, como la pareja o los hijos, y en las relaciones laborales, a sus subordinados, por considerar que son personas de su propiedad o que no pueden escapar a su influencia. Cuando no reciben la atención que creen merecer, buscan llamar la atención de los demás de cualquier forma y a cualquier precio, utilizando el victimismo, la agresividad, el chantaje, el engaño o cualquier otra forma de manipulación que encuentren.

Debido a la vibración tan negativa y asfixiante que pueden generar cuando su defecto se manifiesta en toda su plenitud, acaban por extenuar a las personas de su entorno, por lo que, si no conocen la vanidad y saben como manejarla, pocas son las personas capaces de aguantarlo durante mucho tiempo. Esta es la razón por la cual tienen muchos conocidos y pocos amigos. Se cansan fácilmente de lo que cuesta esfuerzo y buscan que otras personas asuman sus responsabilidades, a pesar de alardear constantemente de lo mucho que ellos hacen y lo poco que hacen los demás.

Cuando hacen algo por alguien, raramente es de forma desinteresada y discreta, sino que siempre lo hacen con alarde, buscado una compensación a cambio que, generalmente, suele ser mayor que el gesto que ellos han tenido con los demás. Un vanidoso no pretende ser buena persona, sino sólo aparentarlo.

Esperemos que no haya mucha gente así!
 Pues las tres cuartas partes de la humanidad todavía se encuentran en esta fase inicial de evolución y la vanidad es el defecto predominante en la clase política de nuestro mundo.

Aunque seguramente no haya nadie que se identifique con lo que he dicho, porque admitirlo sería ya signo de que la persona se encuentra en una etapa más avanzada. Es por ello que nuestro planeta está como está.

jueves, 4 de junio de 2015

EL SERVICIO DE LOS TRABAJADORES DE LA LUZ: SER

Este mensaje es enviado con gran Amor y ternura para todos aquellos hermanos que se sienten tristes o impotentes cuando observan “que no están haciendo nada”. Desde ahora, en vez de preguntarse si están haciendo algo, deberán observarse internamente y preguntarse “¿estoy siendo?”. Si la respuesta es positiva en anhelo, en fe y en el intento consciente, entonces el Servicio estará siendo cumplido útil y correctamente. Puede que éste se realice en otros planos; puede que se realice a nivel de energías y puede que más adelante tome acción, pero lo importante es que se estará cumpliendo en cada momento lo que corresponde.

En estos días de aceleración en los que la comprensión del Universo y sus procesos está completamente distorsionada para la mayoría de los seres que habitan la superficie del planeta, es necesario recordar una vez más en qué consiste el Servicio y cuáles son sus principales expresiones y manifestaciones.

Cuando a un ser encarnado se le habla de “Servicio”, inmediatamente lo relaciona con alguna forma de actuación. Y cuando en nuestros mensajes recibe la instrucción de ampliar y mejorar el Servicio, automáticamente la personalidad del ser interviene para planear qué más cosas puede hacer, en qué otros terrenos puede actuar, etc. El ser, entonces, relaciona inmediatamente, —es decir, su mente tridimensional— el Servicio con algún tipo de actuación y movimiento también tridimensional.

Así pues, muchos os reconoceréis pensando cosas como: “¿qué tengo que hacer? ¿en qué podré ser útil realmente? ¿dónde debo ir para intensificar el Servicio?”, etc. Estas dudas se acrecientan cuando, además, escucháis que el Servicio es “ahora”; que “ahora” es el momento de manifestar e intensificar la tarea.

Muy pocos se dan cuenta de que el Servicio, para que sea real, para que sea realmente útil y efectivo, ha de realizarse desde el SER, y no desde el “HACER”. No se trata, por lo tanto, de HACER más y mejor, sino de SER más y mejor.

Cuando el Servicio nace del Ser, está centrado en su correcta vibración, y todo se produce en armonía con el Plan Universal.

Recordad que el punto de contacto que tenéis con la Verdad, con lo Inmutable, con el Padre, es vuestro Ser Interno, que a Él pertenece y en ÉL ES. A vuestro Ser Interno deberéis pues acudir y sentir por su intermedio la Presencia, el Amor y la pureza que desde él se irradian. Así, en verdad estaréis en sintonía con las nuevas energías cósmicas y podréis servir como anclajes para que éstas se fortalezcan y se desarrollen en el plano físico, donde deberán manifestarse ahora en toda su plenitud. Así pues, en estos momentos, el mejor Servicio que puede realizar un hermano en la Luz y el Amor es SER; porque SIENDO, está conectado con las energías sutiles, que son las que ha de recibir el planeta y sus seres para los cambios que se están produciendo.

El planeta necesita, más que nada en estos momentos, de las energías puras cósmicas para poder alimentar los procesos de transformación, crecimiento y expansión que se están produciendo en él. La Tierra ha de sutilizarse, y para conseguirlo, necesita recibir constantemente alimento cósmico. No hay ninguna actuación material, por elevada o amorosa que sea, que pueda producir un cambio efectivo en el planeta, si no está conectada con las energías puras cósmicas, que son las que producen los cambios, las transmutaciones, las sutilizaciones. Esto vale igual para los seres que lo habitan.

El planeta está dando ya su paso evolutivo. Necesita pues constantemente, de energías puras para sustentarlo. Necesita energías venidas desde las esferas superiores, y necesita energías de “anclaje” de esas energías superiores. Aquí es donde entran en Servicio los hermanos encarnados. Cada ser cumple con su Servicio, actuando como puente entre dos planos: entre el plano superior al que está y el plano o nivel en el que se encuentra y que está tratando de superar, o a veces ya ha superado. Por lo tanto, los seres en Servicio irradian una energía superior al plano en el que habitan, y esto no requiere de acción externa ninguna.

Así pues, en este proceso, que es una cadena cósmica de energía casi infinita, podréis observar en los escalones próximos a vosotros, que los hermanos mayores que trabajamos sobre todo desde los planos sutiles, servimos de puente entre las energías cósmicas y vosotros, nuestros hermanos encarnados.

Y vosotros sois el puente entre las energías de nuestros planos (quinta a séptima dimensión) y el planeta que habitáis (tercera dimensión). Os transmitimos energías de alta vibración, y por lo tanto de mucha pureza, y vosotros las recibís para que queden ancladas y repartidas en el planeta. Vosotros os transformáis entonces en portadores de energías cósmicas, y las irradiáis allí donde son necesarias. Esto puede ocurrir sin que la personalidad lo sepa.

Es importante que los hermanos en Servicio entiendan que están encarnados principalmente para trabajar y servir en el anclaje e irradiación de las energías sutiles. Nosotros podemos enviar energías muy puras, pero éstas, para volverse útiles, necesitan ser:

1. Catalizadas, transmutadas y adaptadas a la menor frecuencia vibratoria del planeta.

2. Ancladas, sujetas, protegidas y preservadas para, posteriormente, poder ser irradiadas en un nivel vibratorio acorde con el planeta y su momento evolutivo.
Así se cumple un triple propósito:

  • Permitir a los seres en el planeta tener la oportunidad de dar el salto evolutivo con él.
  • Respetar las Leyes de afinidad vibratoria, y contribuir, cada uno desde su nivel y evolución, al Plan Uno al que todos pertenecemos.
  • Porque sólo en casos muy excepcionales se les permite a los Seres Mayores el gran sacrificio, totalmente voluntario, de descender a niveles inferiores o muy inferiores al que les corresponde, para intervenir en los procesos evolutivos de planetas, estrellas o seres. Las vibraciones tienen un espectro y una Jerarquía de pureza vibratoria que no se debe sobrepasar para no quebrantar el orden cósmico y la armonía imperante en el Universo. Cada ser sirve en el espectro vibratorio en el que se encuentra con las energías que le son afines.

Por lo tanto, necesitamos de vosotros, queridos hermanos, para anclar e irradiar las energías cósmicas hacia el planeta y hacia vuestros hermanos encarnados, incluidos los Reinos mineral, vegetal y animal.

Este es el propósito general para todos los seres encarnados en Servicio.

Nuestro propósito general es enviar las energías, preservarlas, protegerlas y supervisar el proceso para que se cumpla como corresponde, interviniendo hasta donde nos es posible, según el discernimiento consciente.

Así pues, nosotros somos puentes entre el infinito y vosotros. Y vosotros sois puentes entre nosotros y el planeta, su etapa y sus seres. Es hermoso, amoroso y perfecto, ¿verdad?. Cada uno cumple su Servicio conforme a su nivel, necesidad evolutiva y anhelo superior.

Vosotros podréis decir que sentís que vuestro Servicio consiste en escribir, en hablar, en curar o en amar; pero esas son las formas, las manifestaciones, las expresiones del verdadero y único Servicio que es SER.

Deberéis ser, y desde el Ser completo, centrado, equilibrado, sentiréis múltiples expresiones de Servicio y de tarea. Pero es importante tener claro qué es lo importante, qué es lo esencial y de dónde nace.

El Servicio nace del Ser. “Siendo”, estáis haciendo mucho más por el planeta, por sus seres y por vosotros mismos, que “haciendo” miles de cosas, por muy útiles y buenas que pudieran parecer. Esto es así porque estos procesos son energéticos. Si “yo soy”, estoy atrayendo hacia mí, por afinidad, energías cósmicas superiores, que a su vez irradiaré, y que no sólo me ayudarán a mí, sino al planeta y su proceso. Y eso es justo lo que necesitamos de vosotros. Hay muchos seres capaces de “hacer”, pero muy pocos son capaces de “ser”.

Sabemos que desde el intelecto, esto es imposible de entender. Acudid pues a vuestro interior, y desde allí intuiréis, sentiréis que todo esto es cierto. Recordaréis que así es y debe ser el proceso: lo más interno posible.

Todo esto por supuesto, no va en detrimento de poder realizar Servicios en la tercera dimensión, donde también son muy útiles y necesarios, siempre que nazcan desde el Ser. Porque si nacen desde el intelecto, nunca podréis estar seguros de que no sean una trampa de la personalidad.

En este mundo en el que vivís, en el que todo se basa en lo externo y en la acción, se ha olvidado la importancia del Ser y sólo se “hace”. Se actúa y se actúa sin tregua, sin rumbo y sin propósito verdadero.
Esto es huir sin motivo de lo que realmente habría que buscar, conocer y entender: el Ser verdadero, el Ser cósmico que somos y que todos debemos reconocer, recordar, revelar y asumir.
Sólo desde esta perspectiva, los diferentes Rayos comienzan a actuar con sus energías y las acciones toman un valor real. Sólo desde el Ser. La personalidad no tiene nada que decir en el Servicio, porque no lo entiende, porque necesita hacer y hacer para alimentar la soberbia, el orgullo, la vanidad, el egoísmo etc.

Por lo tanto, no es importante si el Ser hace tridimensionalmente algo, ya que el mayor y más elevado Servicio consiste en ser portador de las energías puras cósmicas. Estas energías sólo se pueden irradiar a través del Ser, y nunca desde la personalidad.

Hay Servicios en los Rayos que se expresan en la tercera dimensión, como la escritura, la expresión oral, las artes, la curación, la ayuda amorosa, la compasión y la ternura en tantos ámbitos. Pero es necesario tomar conciencia que éstas son expresiones del verdadero Servicio, no son el Servicio en sí, que es Ser.

Esto servirá para consolar y aclarar a tantos y tantos hermanos que quisieran hacer algo “tangible”, o hacer más en su Servicio y no pueden por falta de tiempo, de recursos, de oportunidad, etc. Que no se sientan en menos, porque el Servicio de Ser se realiza en todo momento, no importa dónde está el cuerpo físico y lo que esté haciendo; el Ser interno puede estar en paz y armonía transmutando energías, irradiando y ayudando grandemente al entorno. Todas las pequeñas cosas, las cosas diarias, los detalles cotidianos, las situaciones y seres habituales en vuestro entorno son siempre los ideales para que expreséis vuestro Servicio. A veces la personalidad busca grandes eventos, pero el ser interno sabe que las pequeñas cosas son las verdaderamente importantes. Si cada uno hiciera de su entorno la expresión de su ser interno, el planeta sería totalmente diferente.

Tampoco hay que olvidar que el ser interno realiza Servicios en todos los planos a los que tiene acceso. Así pues, se están realizando también importantes trabajos en los planos etéricos, mental y astral superior que se producen durante el sueño o sin que la personalidad los recuerde.

Cuando desaparece la obsesión por “hacer”, el Ser se manifiesta y el Servicio se cumple. El ser irradia las energías que recibe y de esta manera instala la Nueva Tierra, afirmando la nueva vibración que prepara el cambio de ciclo que estáis viviendo.


No hay Servicio mayor o mejor que otro. Todo Servicio es igualmente útil, si se realiza desde la verdadera esencia. Si se expresa en acción material o no, es secundario. Su importancia emana siempre de la Fuente, y al tomar contacto con la materia, a veces toma formas y otras veces no es necesario.

martes, 2 de junio de 2015

LA ESPIRITUALIDAD

La espiritualidad es una forma de Vivir, de Ser y de Existir.

La espiritualidad no necesita de cánticos, meditaciones, oraciones y todo lo que piensan que es el camino espiritual. La espiritualidad ES no necesita más, o la tienen dentro de ustedes en la esencia y la hacen parte del día a día, o no la tienen porque no saben lo que significa, porque nunca les explicaron lo que realmente es ser espiritual.

Creen, porque así les enseñaron en 2000 años, que al hacer meditaciones, pertenecer a un grupo que habla de temas espirituales, el ir a misa todos los domingos, porque leen temas elevados, hacen yoga y rezan todos los días...ya están salvados y garantizados porque poseen un pedazo de cielo.

Esta forma de vivir no pertenece a la espiritualidad del SER. Esta forma de expresión se debe a costumbres muy arraigadas, son preceptos transmitidos y enseñados de generación en generación. Les dijeron que para ser espirituales tenían que cumplir ciertas normas pertenecientes a una institución religiosa; a algún grupo religioso, esotérico o metafísico; a alguna enseñanza recibida por algún ser iluminado.

Esta forma de vivir es simplemente que están adquiriendo cultura esotérica, porque está de moda o por el gusto personal que tienen porque los hace sentir bien y sobre todo proyectar a los demás, la apariencia de ser buenas personas‖. Vivir y existir con espíritu se debe convertir en parte de ustedes, esto es lo que se conoce como el... Yo Soy, significa que sin pensarlo, Son...

La espiritualidad es la esencia de lo correcto, moral, ético, valores, principios, acciones, obras, pensamientos positivos, virtudes, méritos y cualidades que deben funcionar en la vida en automático, de esta manera todos ustedes serán personas de bien, porque llevarán en la esencia la energía positiva correctamente grabada y ésta la legarán en las próximas generaciones, así formarán un mundo que todos ustedes sueñan para nuestros hijos, los hijos de ellos y de toda la descendencia, que al final...

SERÁN USTEDES MISMOS...SOMOS TODOS, SOMOS UNO.


domingo, 31 de mayo de 2015

SALTO EVOLUTIVO DE LA TIERRA

Nuestro planeta se aproxima a la posibilidad de un cambio de nivel. Puede dejar de ser un planeta de tercer nivel y pasar a ser uno de cuarto. Y esto puede ocurrir si un número suficiente de espíritus consigue tomar conciencia del destino del espíritu, de su inmortalidad, de que todos los seres somos hermanos y encarnamos para evolucionar espiritualmente, para aprender a amar y para deshacernos de nuestro egoísmo, que es el causante de todos lo males del planeta.

Estos espíritus trabajarán para que se establezca en la Tierra una nueva forma de hacer las cosas, basada en el amor y esto transformará el mundo a todos los niveles: a nivel social, económico, político... Pero ocurre que al mismo tiempo existen multitud de espíritus que no quieren renunciar a su egoísmo, como los poderosos que manejan el mundo, que no quieren que nada cambie porque no quieren renunciar a su poder y a su riqueza material, basada en la opresión de sus hermanos, y que se opondrán con todas sus fuerzas a los intentos reformadores del primer grupo.

Cada espíritu deberá tomar una decisión, o luchar por el amor o luchar por el egoísmo, y trabajar activamente por la elección que haya tomado. Y esta es la circunstancia excepcional, la oportunidad extraordinaria de progreso para el espíritu que opte por el bando del amor, porque deberá enfrentarse a multitud de obstáculos: la incomprensión, la calumnia y la violencia de aquellos espíritus que todavía se aferran al egoísmo, que intentarán que renuncie por todos los medios a su objetivo. Y si, a pesar de todos los ataques, humillaciones y agresiones de todo tipo, consigue seguir creyendo en el amor, estará un paso más cerca del gran objetivo del espíritu, el llegar a amar incondicionalmente.

Ciertamente que la prolongación indefinida de esta lucha produciría un estancamiento espiritual y un sufrimiento inmerecido y estéril del grupo de amorosos, debido a que el grupo egoísta podría boicotear indefinidamente todos sus intentos de transformación. Pero esta lucha tan intensa no se prolongará indefinidamente. Será necesario que haya finalmente una separación de los dos grupos. La separación implica que uno de los grupos ha de abandonar el planeta para pasar a encarnar en otro u otros planetas en los que se encuentren las condiciones adecuadas a su nivel evolutivo. Vuestra humanidad está viviendo un proceso de este estilo al final del cual se producirá una selección espiritual como la descrita.

Existen dos opciones. Si el número de espíritus que han conseguido evolucionar no es suficiente para conseguir encaminar el planeta hacia el amor, entonces el planeta en su conjunto no dará el salto evolutivo. Mantendrá su nivel vibratorio actual, albergando a los espíritus que no dieron el salto evolutivo.
Serán los que dieron el salto los que sean transferidos a planetas de mayor nivel evolutivo para encarnar allí. Seguirá siendo entonces la Tierra un planeta de tercer nivel que quedará para seguir siendo habitado por los espíritus que no quisieron desprenderse del egoísmo, y volverán a enfrentarse durante unos cuantos milenios al mismo tipo de pruebas que no superaron.

Mientras, los espíritus amorosos, que sí quisieron renunciar al egoísmo, encarnarán en planetas de un nivel superior, acorde con el nivel evolutivo que ellos han conseguido para sí mismos, donde encontrarán a otros espíritus que armonizan con su propio interior, y donde podrán ser felices, al no encontrar oposición para la manifestación de su amor, y donde enfrentarán retos más avanzados.

Por el contrario, si el número de espíritus que han conseguido evolucionar es suficiente para conseguir que la humanidad se encamine y rija según las leyes espirituales, el planeta en su conjunto dará el salto evolutivo.
¡Los espíritus que sí han conseguido dar ese salto evolutivo serán los que se queden en el planeta, mientras que los que no lo den serán transferidos a planetas de su mismo nivel evolutivo para encarnar allí. Esto es lo que significa la frase que Jesús dijo en el sermón de la montaña: “Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la Tierra.” Esta frase no puede ser entendida sin el conocimiento de la reencarnación, de la ley de la evolución y de la justicia espiritual. Pues ¿cómo van a poseer la Tierra los mansos, si estamos cansados de ver que son los opresores, los poderosos, los violentos, los que acaban ostentando el poder y el dominio sobre la Tierra, mientras que “los mansos”, los pacíficos, siempre son los que tienen que huir de los conflictos, si no quieren acabar siendo masacrados? Y es que Jesús está hablando precisamente de ese proceso de selección en función del nivel evolutivo, que llevará a encarnar en el futuro en la Tierra a aquellos espíritus que hayan avanzado en el amor y la paz (“los mansos”), mientras que aquellos que no cumplan la ley del amor serán transferidos o “desterrados” para que encarnen en un planeta más acorde con su nivel evolutivo.

Será un proceso gradual. Los espíritus que no armonicen con el nivel vibratorio del planeta, una vez hayan fallecido, dejarán de encarnar en la Tierra, y pasarán a encarnar en otros planetas con su mismo nivel evolutivo. En el caso de que el planeta ascienda de nivel, la subida en el nivel vibratorio imposibilitará a los espíritus que no hayan alcanzado dicho nivel nacer en este mundo, así que habrán de encarnar en mundos que se correspondan con su nivel vibratorio. A partir de cierto momento sólo nacerán niños con un patrón vibratorio mínimo.

Normalmente habrá que esperar a morir para poder pasar a otro planeta, pero no siempre. En caso de catástrofes planetarias también se permiten las transferencias de espíritus físicamente encarnados a través de la actuación de civilizaciones extraterrestres con la tecnología suficiente para transportar a miles de personas de un planeta a otro, de forma semejante a cuando se producen catástrofes naturales en ciertas regiones de vuestro planeta, que se ponen en marcha misiones de ayuda humanitaria con el objetivo de atender y evacuar a los supervivientes de las zonas afectadas.

En el caso de que no se dé el salto evolutivo no se condena  al planeta al estancamiento espiritual, de ningún modo. Dentro de unos miles de años se presentaría otra oportunidad semejante de dar el salto evolutivo. Entonces buena parte de los ahora espíritus egoístas habrán vivido suficientes experiencias como para haber despertado para el amor, pudiendo dar así el salto evolutivo que no quisieron dar en la anterior oportunidad. Estas oportunidades de avance colectivo se han dado ya en la Tierra en el pasado. La última vez (hundimiento de la Atlántida) los seres que habían conseguido evolucionar lo suficiente, al ser una minoría en vuestro planeta, fueron los que tuvieron que ser transferidos a otro planeta más avanzado, y la Tierra quedó como hogar de los espíritus que no lo habían conseguido. Se aprovechó aquel momento de cambios geológicos para realizar algunas migraciones planetarias masivas entre planetas que estaban pasando por las mismas circunstancias. El planeta Tierra quedó como refugio de los contingentes de humanos que no habían conseguido dar el salto evolutivo en sus respectivos planetas de origen.


Con esto se quiere decir que muchas de las razas de la Tierra no son originarias de nuestro planeta, sino que vienen de otros mundos. Y así es. También es una forma de que entendáis que todos sois hermanos, ya que en muchos lugares del Universo la vida se desarrolla con patrones muy semejantes a los de la Tierra, y razas que proceden de diversos planetas pueden mezclarse y coexistir como hermanas porque las diferencias entre ellas son mínimas

sábado, 30 de mayo de 2015

COMO EL EGO LLAMA LA ATENCION

A continuación  algunas de las formas como las personas tratan 
de enfatizar su identidad con la forma, aunque inconscientemente. 

Si nos mantenemos en estado de alerta, podremos detectar algunos de esos patrones inconscientes en nosotros mismos:

- Exigir reconocimiento por algo que hicimos 
y molestarnos o enojarnos al no recibirlo.

- Tratar de llamar la atención hablando de nuestros problemas 
o de nuestra enfermedad.

- Haciendo una escena.

- Dar una opinión cuando nadie la ha pedido 
y no contribuye en lo absoluto a la situación.

- Preocuparnos más por la opinión que el otro tenga de nosotros, 
que por la otra persona, es decir, utilizar a los demás 
para reflejar nuestro ego o fortalecerlo.

- Tratar de impresionar a los demás con nuestras posesiones, conocimiento, 
aspecto físico, posición social, fortaleza física, etcétera.

- Reforzar momentáneamente al ego a través de una reacción airada
 contra algo o alguien.

- Tomarnos las cosas a pecho, sentirnos ofendidos. 

- Reafirmar que tenemos la razón y que los otros están equivocados
 a través de quejas mentales o verbales inútiles. 

- Mostrarnos importantes o aparentar que lo somos.

Una vez detectado ese patrón interior, conviene hacer un experimento. 
Averigüe cómo se siente y qué sucede cuando renuncie a ese patrón. 
Sencillamente abandónelo y vea qué sucede.

Cada vez que renunciamos a uno de esos patrones, restamos peso a lo que somos en el nivel de la forma y nuestro verdadero ser se manifiesta más plenamente. 
Nos empequeñecemos para engrandecernos.

 Otra manera de generar conciencia es restarle peso a lo que somos en el nivel de la forma. 

Descubra el poder enorme que fluye desde su interior para proyectarse sobre el mundo una vez que logre restarle peso a su identidad con la forma.

Cuando estamos quedos, somos lo que somos más allá de nuestra existencia temporal:   conciencia informe, eterna.


Eckhart Tolle.

jueves, 28 de mayo de 2015

LEY DE JUSTICIA ESPIRITUAL

Existe una ley universal, la cual podríamos llamar Ley de la Justicia Espiritual, Ley de Causa-Efecto, o Ley de Acción y Reacción Espiritual que dice, más o menos, que el espíritu recibe exactamente lo mismo que da.

En realidad equivale a decir que lo que hacemos a los demás nos lo hacemos en realidad a nosotros mismos. La consecuencia de ello es que cada espíritu ha de hacer frente a las circunstancias que él mismo ha creado, de manera que muchas de las circunstancias adversas a las que se enfrenta el espíritu en una vida son consecuencia o efecto de una causa que él mismo creó en una encarnación anterior.

El espíritu no puede ser feliz ni puede avanzar en su evolución espiritual sin haberse enfrentado y haber resuelto aquellas circunstancias, aquellos actos que realizó contra las leyes universales y contra los demás seres de la creación.

Dicho de otro modo: “La siembra es libre, la cosecha es obligatoria”. Es decir, si algo nos pareció correcto como emisores, también nos deberá parecer justo como receptores y viceversa, y si no nos gusta recibir lo mismo que hicimos es que había algo en lo que hicimos que no era demasiado bueno, porque lo que no es bueno para nosotros, tampoco es bueno para los demás.

Habéis oído que muchos grandes profetas, incluido el propio Jesús, dijeron: “No hagas a los demás lo que no quisieras que hiciesen contigo” y “haz a los demás lo que quisieras que hiciesen contigo.” Conociendo la ley de acción y reacción habría que añadir a estas máximas una coletilla: “No hagas a los demás lo que no quisieras que hiciesen contigo, porque al final te lo haces a ti mismo” y “haz a los demás lo que quisieras que hiciesen contigo, porque en realidad te lo haces a ti mismo”. En esta máxima, “lo que haces a los demás también te lo haces a ti mismo” se encierra el principio de justicia espiritual.

Esta es la base de la justicia espiritual, ya que a cada uno se le enfrenta con sus propias acciones, y queda en uno la decisión de modificar su conducta o no tras experimentar las consecuencias de sus actos.

El peso de estas acciones, si están en contra de la ley del amor, es como un lastre que impide al espíritu elevarse hacia cotas más altas de evolución. De igual modo, las acciones a favor de la ley del amor aumentan la vibración del espíritu, y le permiten así ascender hacia regiones del mundo astral de mayor vibración, es decir, de mayor nivel espiritual.

Tened por seguro que aquellas cuentas que no saldó en una vida quedan pendientes para las próximas, y el verdugo de antaño puede ser la víctima aparentemente inocente del mañana. Esto es lo que significa la frase “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” porque lo que la justicia terrena deja sin resolver no tengáis duda que la justicia espiritual lo resolverá. Aún así, sabed que la intención de este sistema no es castigar sino enseñar. En cualquier caso, todo espíritu que hizo daño queda en deuda consigo mismo y, para poder avanzar, es necesario primero que se dé cuenta del daño que hizo y segundo, que lo repare.

La reacción se activa en el momento en que se realiza la acción, aunque no se haga efectiva inmediatamente. Si la acción está a favor de las leyes espirituales, recibiremos una “bonificación espiritual”, mientras que si está en contra diremos que se ha contraído una “deuda espiritual”.
Cuando se trata de un acto a favor de las leyes espirituales, en algún momento recibiremos del mundo espiritual la compensación pertinente, aunque no será inmediata, sino que, como en un trabajo por encargo, se recibe la recompensa una vez se concluye el trabajo, y no mientras se está realizando. Esta “recompensa espiritual” se traducirá finalmente en un ascenso del espíritu hacia esferas de mayor evolución, donde habitan espíritus más amorosos, una vez concluida la encarnación.
En el caso de una deuda espiritual, la reparación se demorará hasta que el espíritu decida por propia voluntad subsanar voluntariamente el daño que hizo, lo cual implica necesariamente que el espíritu haya tomado conciencia de su propia actuación.

Por la ley del libre albedrío no se le puede obligar a hacerlo. Será el espíritu el que decidirá cuándo llega el momento de enfrentarse a esas circunstancias. Pero si quiere avanzar espiritualmente, ineludiblemente, tarde o temprano, deberá enfrentarse a ellas y reparar el daño que hizo. Mientras esto no ocurra no se enfrentará a ciertas pruebas, pero el peso de los actos realizados contra la ley del amor, una vez concluida la encarnación, le retendrá en los niveles inferiores del mundo astral, en los que habitan los espíritus de semejante condición a la suya, y que debido a su falta de armonía con las leyes del amor, se dedican a hacerse daño los unos a los otros, de lo que resulta que la vida en esos niveles es bastante desgraciada y llena de sufrimientos para sus habitantes.

En algún momento después de la desencarnación, el espíritu se enfrenta al repaso exhaustivo de los acontecimientos moralmente más relevantes de la última vida. Durante ese repaso de la vida, para cada situación vivida, el espíritu no percibe ya sólo lo que él sintió en ese momento, sino que también simultáneamente percibe los sentimientos  y las emociones de los otros seres que recibieron las consecuencias de sus actos, percibiendo el bienestar o malestar de estos como si fuera propio.

El objetivo de este repaso es que el espíritu tome conciencia de la relevancia de las decisiones que tomó en vida respecto a las leyes espirituales y respecto a las consecuencias de sus actos en los demás, de si actuó con amor o si actuó por egoísmo, con el objetivo de que le sirva para evolucionar. Y para que conozca cuáles son las asignaturas que afrontaba en esa encarnación que ha superado y las que todavía le quedan por superar, ya que las pruebas de las próximas encarnaciones dependen en gran medida de la actuación que se haya tenido en las encarnaciones anteriores.

Pero sin ninguna intención de humillar o castigar al espíritu, sino que se efectúa para que tome conciencia de sus actos respecto a las leyes espirituales y respecto a los demás seres de la creación.

Después el espíritu se prepara para corregir y superar aquellas actitudes negativas en las próximas encarnaciones y elige según su capacidad aquellas pruebas que le pueden servir para corregirlas.
Dependerá del camino que el espíritu quiera elegir. Por un lado está la reparación lenta pero más extensa en el tiempo. Por otro lado existen pruebas más fuertes pero que sirven para avanzar más rápidamente.

El espíritu tiene la opción de vivir encarnaciones de transición en las que no se enfrentará a la reparación de su deuda, sino que le sirven de preparación, para fortalecer su voluntad de reforma y su perseverancia. Las encarnaciones de expiación propiamente dichas, en las que el espíritu se enfrentará a las pruebas más fuertes, vendrán cuando esté bastante preparado y con una voluntad de mejora más firme.


Son pruebas para sufrir en carne propia circunstancias semejantes a las que uno generó en otra vida, para tomar conciencia de lo que está y no está en armonía con las leyes espirituales, y trabajar para reparar el daño que hizo.

miércoles, 27 de mayo de 2015

LOS SECRETOS FAMILIARES, EL PODER DE LO NO EXPRESADO

Todas las familias tienen secretos guardados, hasta las más normales, porque todos los seres humanos hacen cosas de las que luego se arrepienten. Las silencian. Cuando alguien dice que en su familia no hay ningún secreto, lo que en realidad sucede es que todavía no lo ha descubierto.

El secreto es como un animalillo inmortal que se pretende ocultar en una generación, pero que en las siguientes reaparecerá ingeniosamente disfrazado.

Por vergüenza, por protección a los hijos o por diferentes miedos, hay hechos y circunstancias que las familias pretenden que no salgan a la luz. Estos secretos forman una estructura que se deslizará de diferentes maneras sobre las generaciones siguientes.

Los más comunes se refieren a enfermedades mentales, asesinatos, suicidios, violaciones, homosexualidad, incesto, prostitución, exilios, cárcel… Frecuentemente se manifiestan en los descendientes por medio de accidentes, fobias, repeticiones, psicosis, autismo, enfermedades congénitas que afectan a los órganos de los sentidos, quistes… Por ejemplo, una niña pierde la virginidad por accidente (una escopeta de juguete se le clava en el himen) en la misma fecha que su bisabuela fue violada, hecho que se mantuvo en secreto generación tras generación.

 ¿Qué es la familia?

La familia es lo permanente, estaba antes de que llegáramos, le pertenecemos mientras vivamos y seguirá existiendo después de nosotros. Es una generación de vivos, que caminan como mínimo con dos generaciones de muertos a la espalda hasta la línea de meta, donde le toca subirse a la espalda de la siguiente generación de vivos.

¿Yo soy mi familia?

Recordemos que desde la perspectiva del a Transgeneracional  cada uno de nosotros está habitado por las tres generaciones que lo preceden, lo que hace un mínimo de catorce personas. Desde esta perspectiva, consideramos que los secretos guardados en una generación son un manantial insano de traumas y conflictos para los que lleguen detrás.

¿Hay alguna relación entre la enfermedad y los secretos familiares?

La relación entre enfermedad y secretos familiares se hace bastante evidente en el estudio de los árboles genealógicos. La familia es como una olla psicológica llena de secretos, tabúes, silencios, vergüenzas.Hay asesinatos, locura, robos, infidelidades, cárcel, incesto, abusos… Así, la enfermedad no es la solución del problema, sino una invitación a enfrentar un conflicto familiar que se ha mantenido secreto.

Como escribió Françoise Dolto:

“Lo que es callado en la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo.”


¿Qué cosas, a nivel psicogenealógico, vamos cargando en el cuerpo?

En el lado derecho… está la herencia paterna
Lado izquierdo….       herencia materna
El vientre….                 la madre
Problemas de espalda….                 cargas a los padres
Padres divorciados, o separados…puntas de los pies se separan
Miedo a la sexualidad….                 pelvis movida hacia atrás
No te han amado….                        pecho endurecido e insensible

¿Si no uso palabras para expresar mi dolor, lo expresaré con mi cuerpo?

Anne Ancelin Schützenberger lo ha estudiado a fondo:

“Los duelos no hechos, las lágrimas no derramadas, los secretos de familia, las identificaciones inconscientes y lealtades familiares invisibles” pasean sobre los hijos y los descendientes. “Lo que no se expresa con palabras se expresa con dolores”. 

O por accidentes, como el caso de una biznieta que pierde su virginidad por accidente a los siete años (jugando al salto de pértiga) y estudiando su árbol, descubre que su bisabuela fue fruto de una violación, concebida en la misma fecha que ocurrió el episodio.

 ¿Cómo se pueden observar los secretos en el árbol genealógico?

Cuando el árbol quiere desvelarte un secreto, crea una estructura, algo que se repite, con eso pretende llamar tu atención. Por ejemplo una fecha que se repite, un estilo de elección de la pareja, unos accidentes con ingredientes similares. Estos secretos se guardan por vergüenza, por pudor, por proteger a los niños o autoprotegerse ante la sociedad.

¿Dónde se sitúan esos secretos?

Cada secreto que tenemos está en el estrato que le corresponde (los cuatro egos):

-Mis ideas locas secretas, podemos identificarlas en el nivel de mis bisabuelos
-Mis emociones secretas, están en mis abuelos
-Mis secretos sexuales-creativos, están en mis padres
-Mis secretos materiales, de territorio, están en mis hermanos

Cuando el secreto lo porta un miembro de la familia, éste lo vive como un cuerpo extraño y molesto, su cuerpo lo vive como un tumor o un bolo alimenticio que tiene que salir a fuera.

Nunca debemos contar secretos a los niños, es un Abuso con mayúsculas.

Sabemos además el poder de la comunicación no verbal, si alguien delante de ti se calla una información importante, se delatará tarde o temprano con algún gesto inconsciente.

Freud decía que “Aquel cuyos labios callan, conversa con la punta de los dedos. Se traiciona por todos los poros”.

Claudine Vegh decía: “Vale más saber una verdad, aún cuando sea difícil, vergonzosa o trágica, que ocultarla, porque aquello que se calla, es subordinado o adivinado por los otros y ese secreto, se convierte en un traumatismo más grave a largo plazo”.

Los secretos hay que airearlos si son del presente, de la manera más adecuada y en el momento más propicio, o sanarlos con la psicomagia si son del pasado.
Una herramienta útil es dibujar el árbol sanado: se trata de hacer una obra en la que representemos a todos los miembros, con dibujos o fotografías pegadas a modo de collage.

A cada uno le pondremos su finalidad cumplida, todo aquello que les damos nos lo damos a nosotros mismos, y ahí aparecerán todos los secretos convertidos en bendiciones.

El árbol guarda secretos, al tiempo que puede intentar desvelarlos.
En todo árbol aparece en un momento determinado un héroe, el que lo sana y se sana, aquel que se atreve a construir el árbol genealógico.

No existen los árboles sanos porque vivimos en una sociedad enferma.
“La sanación del árbol consiste en quitar la repetición, comprenderla, o repetirla en una forma positiva”


martes, 26 de mayo de 2015

ACABEN CON EL SUFRIMIENTO, CAMBIEN EL MUNDO

Está en la naturaleza de los humanos sufrir y ustedes han sufrido durante eones, a través de la guerra, el odio, las enfermedades y muchas atrocidades que se cometen sobre la base del género, la cultura, la edad o la raza.

Hay muchos ejemplos de sufrimiento en la Tierra hoy, desde países destruidos por la guerra hasta hambre y abuso en sus propias comunidades. El sufrimiento se puede experimentar globalmente e individualmente.

Cada persona que permite que el sufrimiento entre en su vida es responsable tanto de su presencia como de su resolución. Aquellos cuyas naciones están en guerra han entregado su poder a otros y han elegido vivir sus vidas en un estado de impotencia. El sufrimiento como cualquier aspecto de la vida, es una elección, cuya presencia en su vida es determinada por su libre albedrío ustedes elijen sufrir, al igual que elijen eliminar el sufrimiento de su realidad. 

Pueden pensar en el sufrimiento como dolor y eso es algo que viene con este; pero la verdadera naturaleza del sufrimiento involucra lo que ustedes experimentan o atraviesan, soportan o pasan. El sufrimiento realmente tiene más que ver con aquello con lo que ustedes admiten en su realidad que con las cosas terribles que otros les provocan. Lo que ustedes permiten que ocurra les trae lo que ustedes sufrirán y eso se aplica a ustedes individualmente, al planeta y a toda la humanidad.  

Para terminar con el sufrimiento ustedes deben examinar aquello que están permitiendo o aceptando y comenzar a hacer otras elecciones. Si temen elegir con su corazón debido a posibles repercusiones, entonces han elegido permitir el sufrimiento.

 Así que el sufrimiento no tiene que involucrar algo tan drástico como la guerra. Puede ser tan simple como permitirse ser maltratado por los demás o mantenerse callados respecto a sus deseos cuando quisiesen hablar, o hasta acordar algo cuando quisiesen hacer lo contrario. Esto es entregar su poder y cuando hacen eso, sufren.  

El sufrimiento que existe en el mundo de hoy ha sido causado por el acuerdo de millones de personas en sufrir, en aceptar y en resistir cualquier cosa que se coloque en su camino.

No se necesitan los esfuerzos de toda la humanidad para terminar con el sufrimiento pero conllevará un intenso enfoque y determinación de muchos trabajadores de la luz, que ahora se han convertido en faros de luz para comenzar los cambios necesarios para arrojar luz sobre la oscuridad y para enseñar a los demás cómo detener el sufrimiento y comenzar a vivir.

Ellos pueden comenzar siguiendo una regla muy simple en la vida amarse los unos a los otros. Eso no significa amor romántico, sino la energía de amor, a la que llaman amor incondicional que implica aceptación, no juicio y desapego. Significa entender que todos somos uno, todos conectados a la misma Fuente y todos viviendo dentro de la Perfección Divina en cada aspecto de su ser. Significa reconocer en cada uno la expresión de perfección del Creador.  

Ahora más que antes, es posible que toda la humanidad viva en paz y armonía, porque tienen una elección para terminar el sufrimiento en sus vidas, individual y globalmente.

Pueden hacer esa elección al sanar y liberar sus ataduras kármicas a todos los niveles, individualmente, en su comunidad, ciudad y nación y al dar amor incondicional a todos los que conocen y hasta a los que no conocen. Es justo tan destructivo el odiar a una nación y a su gente o cultura, raza o género como es odiar un individuo.

El karma existe en todos esos niveles y cuando la gente de una nación acuerde liberarlo, el sufrimiento cesará. Y no implica el acuerdo de toda una nación; es suficiente que un pequeño porcentaje de personas comiencen a trabajar moviendo la energía. Esto crea una poderosa ola de luz que superará cualquier temor y ayudará a los demás a comenzar a detener el sufrimiento y a comenzar a vivir dentro de una realidad basada en el amor, la fe, la confianza y la aceptación.

Esto no es imposible; de hecho ya está comenzando y ustedes han hecho su trabajo bien. Pero deben continuar porque comienza con cada uno de ustedes. Ustedes tienen el poder de cambiar el mundo porque el mundo es un reflejo de cada uno de ustedes.

Cuando ustedes elijen terminar el sufrimiento y vivir en alegría, esa elección se convierte en una opción para todos y la posibilidad del milagro de la paz entonces se convierte en una opción para que el mundo la elija, en lugar del sufrimiento.


Este es un mensaje canalizado por el Arcángel Uriel