Este mensaje es
enviado con gran Amor y ternura para todos aquellos hermanos que se sienten
tristes o impotentes cuando observan “que no están haciendo nada”. Desde
ahora, en vez de preguntarse si están haciendo algo, deberán observarse
internamente y preguntarse “¿estoy siendo?”. Si la respuesta es positiva en
anhelo, en fe y en el intento consciente, entonces el Servicio estará siendo
cumplido útil y correctamente. Puede que éste se realice en otros planos;
puede que se realice a nivel de energías y puede que más adelante tome
acción, pero lo importante es que se estará cumpliendo en cada momento lo que
corresponde.
En estos días de
aceleración en los que la comprensión del Universo y sus procesos está
completamente distorsionada para la mayoría de los seres que habitan la
superficie del planeta, es necesario recordar una vez más en qué consiste el
Servicio y cuáles son sus principales expresiones y manifestaciones.
Cuando a un ser
encarnado se le habla de “Servicio”, inmediatamente lo relaciona con alguna
forma de actuación. Y cuando en nuestros mensajes recibe la instrucción de
ampliar y mejorar el Servicio, automáticamente la personalidad del ser
interviene para planear qué más cosas puede hacer, en qué otros terrenos
puede actuar, etc. El ser, entonces, relaciona inmediatamente, —es decir, su
mente tridimensional— el Servicio con algún tipo de actuación y movimiento
también tridimensional.
Así pues, muchos os
reconoceréis pensando cosas como: “¿qué tengo que hacer? ¿en qué podré ser
útil realmente? ¿dónde debo ir para intensificar el Servicio?”, etc. Estas
dudas se acrecientan cuando, además, escucháis que el Servicio es “ahora”; que
“ahora” es el momento de manifestar e intensificar la tarea.
Muy
pocos se dan cuenta de que el Servicio, para que sea
real, para que sea realmente útil y efectivo, ha de realizarse desde el SER, y
no desde el “HACER”. No se trata, por lo tanto, de HACER más y mejor, sino de
SER más y mejor.
Cuando el Servicio
nace del Ser, está centrado en su correcta vibración, y todo se produce en
armonía con el Plan Universal.
Recordad
que el punto de contacto que tenéis con la Verdad, con lo Inmutable, con el
Padre, es vuestro Ser Interno, que a Él pertenece y en ÉL ES. A vuestro Ser
Interno deberéis pues acudir y sentir por su intermedio la Presencia, el Amor
y la pureza que desde él se irradian. Así, en verdad estaréis en sintonía
con las nuevas energías cósmicas y podréis servir como anclajes para que
éstas se fortalezcan y se desarrollen en el plano físico, donde deberán
manifestarse ahora en toda su plenitud. Así pues, en estos momentos, el mejor Servicio que puede realizar un hermano en la Luz y el Amor
es SER; porque SIENDO, está conectado con las energías sutiles, que son las
que ha de recibir el planeta y sus seres para los cambios que se están
produciendo.
El planeta necesita,
más que nada en estos momentos, de las energías puras cósmicas para poder
alimentar los procesos de transformación, crecimiento y expansión que se
están produciendo en él. La Tierra ha de sutilizarse, y para conseguirlo,
necesita recibir constantemente alimento cósmico. No hay ninguna actuación
material, por elevada o amorosa que sea, que pueda producir un cambio efectivo
en el planeta, si no está conectada con las energías puras cósmicas, que son
las que producen los cambios, las transmutaciones, las sutilizaciones. Esto
vale igual para los seres que lo habitan.
El
planeta está dando ya su paso evolutivo. Necesita pues constantemente, de
energías puras para sustentarlo. Necesita energías venidas desde las esferas
superiores, y necesita energías de “anclaje” de esas energías superiores.
Aquí es donde entran en Servicio los hermanos encarnados. Cada ser cumple con
su Servicio, actuando como puente entre dos planos: entre el plano superior al
que está y el plano o nivel en el que se encuentra y que está tratando de
superar, o a veces ya ha superado. Por lo tanto, los
seres en Servicio irradian una energía superior al plano en el que habitan, y
esto no requiere de acción externa ninguna.
Así pues, en este
proceso, que es una cadena cósmica de energía casi infinita, podréis
observar en los escalones próximos a vosotros, que los hermanos mayores que
trabajamos sobre todo desde los planos sutiles, servimos de puente entre las
energías cósmicas y vosotros, nuestros hermanos encarnados.
Y vosotros sois el
puente entre las energías de nuestros planos (quinta a séptima dimensión) y
el planeta que habitáis (tercera dimensión). Os transmitimos energías de
alta vibración, y por lo tanto de mucha pureza, y vosotros las recibís para
que queden ancladas y repartidas en el planeta. Vosotros os transformáis
entonces en portadores de energías cósmicas, y las irradiáis allí donde son
necesarias. Esto puede ocurrir sin que la personalidad lo sepa.
Es importante que
los hermanos en Servicio entiendan que están encarnados principalmente para
trabajar y servir en el anclaje e irradiación de las energías sutiles.
Nosotros podemos enviar energías muy puras, pero éstas, para volverse
útiles, necesitan ser:
1. Catalizadas,
transmutadas y adaptadas a la menor frecuencia vibratoria del planeta.
2. Ancladas,
sujetas, protegidas y preservadas para, posteriormente, poder ser irradiadas en
un nivel vibratorio acorde con el planeta y su momento evolutivo.
Así se cumple un
triple propósito:
- Permitir a los seres en el planeta tener la oportunidad de dar el salto evolutivo con él.
- Respetar las Leyes de afinidad vibratoria, y contribuir, cada uno desde su nivel y evolución, al Plan Uno al que todos pertenecemos.
- Porque sólo en casos muy excepcionales se les permite a los Seres Mayores el gran sacrificio, totalmente voluntario, de descender a niveles inferiores o muy inferiores al que les corresponde, para intervenir en los procesos evolutivos de planetas, estrellas o seres. Las vibraciones tienen un espectro y una Jerarquía de pureza vibratoria que no se debe sobrepasar para no quebrantar el orden cósmico y la armonía imperante en el Universo. Cada ser sirve en el espectro vibratorio en el que se encuentra con las energías que le son afines.
Por lo tanto,
necesitamos de vosotros, queridos hermanos, para anclar e irradiar las
energías cósmicas hacia el planeta y hacia vuestros hermanos encarnados,
incluidos los Reinos mineral, vegetal y animal.
Este es el
propósito general para todos los seres encarnados en Servicio.
Nuestro propósito
general es enviar las energías, preservarlas, protegerlas y supervisar el
proceso para que se cumpla como corresponde, interviniendo hasta donde nos es
posible, según el discernimiento consciente.
Así pues, nosotros
somos puentes entre el infinito y vosotros. Y vosotros sois puentes entre
nosotros y el planeta, su etapa y sus seres. Es hermoso, amoroso y perfecto,
¿verdad?. Cada uno cumple su Servicio conforme a su nivel, necesidad evolutiva
y anhelo superior.
Vosotros
podréis decir que sentís que vuestro Servicio consiste en escribir, en
hablar, en curar o en amar; pero esas son las formas,
las manifestaciones, las expresiones del verdadero y único Servicio que es
SER.
Deberéis ser, y
desde el Ser completo, centrado, equilibrado, sentiréis múltiples expresiones
de Servicio y de tarea. Pero es importante tener claro qué es lo importante,
qué es lo esencial y de dónde nace.
El
Servicio nace del Ser. “Siendo”, estáis haciendo mucho
más por el planeta, por sus seres y por vosotros mismos, que “haciendo” miles
de cosas, por muy útiles y buenas que pudieran parecer. Esto es así porque
estos procesos son energéticos. Si “yo soy”, estoy atrayendo hacia mí, por
afinidad, energías cósmicas superiores, que a su vez irradiaré, y que no
sólo me ayudarán a mí, sino al planeta y su proceso. Y eso es justo lo que
necesitamos de vosotros. Hay muchos seres capaces de “hacer”, pero muy pocos
son capaces de “ser”.
Sabemos que desde el
intelecto, esto es imposible de entender. Acudid pues a vuestro interior, y
desde allí intuiréis, sentiréis que todo esto es cierto. Recordaréis que
así es y debe ser el proceso: lo más interno posible.
Todo esto por
supuesto, no va en detrimento de poder realizar Servicios en la tercera
dimensión, donde también son muy útiles y necesarios, siempre que nazcan
desde el Ser. Porque si nacen desde el intelecto, nunca podréis estar seguros
de que no sean una trampa de la personalidad.
En este mundo en el
que vivís, en el que todo se basa en lo externo y en la acción, se ha
olvidado la importancia del Ser y sólo se “hace”. Se actúa y se actúa sin
tregua, sin rumbo y sin propósito verdadero.
Esto es huir sin
motivo de lo que realmente habría que buscar, conocer y entender: el Ser
verdadero, el Ser cósmico que somos y que todos debemos reconocer, recordar,
revelar y asumir.
Sólo
desde esta perspectiva, los diferentes Rayos comienzan a actuar con sus
energías y las acciones toman un valor real. Sólo
desde el Ser. La personalidad no tiene nada que decir en el Servicio, porque no
lo entiende, porque necesita hacer y hacer para alimentar la soberbia, el
orgullo, la vanidad, el egoísmo etc.
Por lo tanto, no es
importante si el Ser hace tridimensionalmente algo, ya que el mayor y más
elevado Servicio consiste en ser portador de las energías puras cósmicas.
Estas energías sólo se pueden irradiar a través del Ser, y nunca desde la
personalidad.
Hay
Servicios en los Rayos que se expresan en la tercera dimensión, como la
escritura, la expresión oral, las artes, la curación, la ayuda amorosa, la
compasión y la ternura en tantos ámbitos. Pero es necesario tomar conciencia
que éstas son expresiones del verdadero Servicio, no
son el Servicio en sí, que es Ser.
Esto servirá para
consolar y aclarar a tantos y tantos hermanos que quisieran hacer algo
“tangible”, o hacer más en su Servicio y no pueden por falta de tiempo, de
recursos, de oportunidad, etc. Que no se sientan en menos, porque el Servicio
de Ser se realiza en todo momento, no importa dónde está el cuerpo físico y
lo que esté haciendo; el Ser interno puede estar en paz y armonía
transmutando energías, irradiando y ayudando grandemente al entorno. Todas las
pequeñas cosas, las cosas diarias, los detalles cotidianos, las situaciones y
seres habituales en vuestro entorno son siempre los ideales para que expreséis
vuestro Servicio. A veces la personalidad busca grandes eventos, pero el ser
interno sabe que las pequeñas cosas son las verdaderamente importantes. Si
cada uno hiciera de su entorno la expresión de su ser interno, el planeta
sería totalmente diferente.
Tampoco hay que
olvidar que el ser interno realiza Servicios en todos los planos a los que
tiene acceso. Así pues, se están realizando también importantes trabajos en
los planos etéricos, mental y astral superior que se producen durante el
sueño o sin que la personalidad los recuerde.
Cuando desaparece la
obsesión por “hacer”, el Ser se manifiesta y el Servicio se cumple. El ser
irradia las energías que recibe y de esta manera instala la Nueva Tierra,
afirmando la nueva vibración que prepara el cambio de ciclo que estáis
viviendo.
No
hay Servicio mayor o mejor que otro. Todo Servicio es igualmente útil, si se
realiza desde la verdadera esencia. Si se expresa en
acción material o no, es secundario. Su importancia emana siempre de la
Fuente, y al tomar contacto con la materia, a veces toma formas y otras veces
no es necesario.
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