“El caballero de la armadura
oxidada” de Robert Fisher
El
“Caballero de la Armadura Oxidada” es un libro mágico, maravilloso; una
historia llena de simbolismos que te transporta a otro mundo donde el autor nos
incita a la búsqueda y conocimiento de nosotros mismos, para de ese modo
rescatar nuestro yo verdadero de la oscuridad donde lo tenemos sumergido; es
una lectura amena y sencilla con una enseñanza profunda.
Desgraciadamente
vivimos en una sociedad donde la apariencia resulta lo más importante, donde
nos dedicamos a formar una imagen falsa (armadura) de nosotros mismos que sea
agradable a los demás, que permita que todos nos acepten y nos vean como algo
grande, como buenos, generosos y amorosos; levantamos a nuestro alrededor una
barrera que nos lleva a no ser auténticos, a desconocernos por completo y que
hace que aún nosotros creamos en la imagen que presentamos a los demás, lo que
nos impide conocernos realmente y valorarnos tal cual somos, personas únicas y
extraordinarias, como lo dice el libro, personas hermosas, inocentes y
perfectas, ese es nuestro potencial.
Debemos
de tomar la decisión de quitarnos la armadura como lo hizo el Caballero,
deshacernos de nuestros propios frenos, de nuestros miedos a enfrentarnos a la
realidad; caminar por el sendero de la verdad para lograr encontrarnos a
nosotros mismos, conocernos, amarnos y de ese modo poder amar a los demás, pues
aunque muchas veces nos neguemos a aceptarlo, todos necesitamos de otros para
crecer como personas y salir de la oscuridad en la que vivimos, debemos
permitir que nos ayuden y ayudar nosotros. Al traer puesta la armadura nos
olvidamos de ello, nos volvemos totalmente insensibles a lo que sucede a
nuestro alrededor, al grado tal que ya ni siquiera recordamos cómo se sienten
las cosas y no diferenciamos el bien del mal.
El
quitarse la armadura le corresponde a cada uno, no es un trabajo fácil,
requiere mucha fuerza de voluntad y un trabajo interno constante para lograr
ser auténticos, para enfrentar y vencer por fin a nuestro dragón con osadía,
voluntad y conocimiento.
Una
parte del libro que me llamó mucho la atención y es cuando el Caballero
encuentra a Merlín y éste le dice que ha estado perdido toda su vida y el
Caballero se enoja y con gusto se iría, pero es tal su debilidad que le es
imposible y Merlín sabiamente le dice que una persona no puede correr y
aprender al mismo tiempo; esta parte me hace recapacitar en el hecho de que
vivimos aceleradamente y no nos damos tiempo de parar a reflexionar, a
conocernos, nos olvidamos de cuidarnos, de darnos tiempo a nosotros mismos.
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