¡La
última profecía de Peter Deunov sobre la Edad de oro está en concordancia con
todos los mensajes actuales que vienen del Cosmos! Algunos días antes de su
salida en el otro mundo, y cuando estaba en estado de trance profundo médium,
hizo una profecía extraordinaria a propósito de la época enturbiada que
atravesamos hoy, del “tiempo del fin”, y del advenimiento de la nueva Edad de
oro de la humanidad.
He aquí
este testamento conmovedor. Es de una actualidad tan vibrante que llegamos a
dudar que estas palabras hayan podido ser pronunciadas hace más de 70 años.
“En el
curso de los tiempos, la conciencia del hombre atravesó un muy largo período de
oscuridad. Esta fase, que los Indios llaman “Kali Yuga”, está a punto de
acabarse. Nos encontramos hoy en la frontera entre dos épocas: la de Kali Yuga
y el de la Nueva Era en la cual entramos. Un mejoramiento gradual ya se produce
en los pensamientos, los sentimientos y los actos de los humanos, pero todos
pronto estarán sometidos al Fuego divino, que los purificará y los preparará en
vista de la Nueva Época.
Así, el
hombre se elevará a un grado superior de conciencia, indispensable a su entrada
en la Nueva Vida. Es esto que se entiende por “la Ascensión”. Unas décadas
pasarán antes de que este Fuego venga, que transformará el mundo aportando a
una nueva moral.
Esta
inmensa ola llega del espacio cósmico e inundará toda la Tierra. Todos aquellos
que intentarán oponerse a eso serán llevados y trasladados en otra parte.
Aunque los habitantes de este planeta no se encuentren al mismo nivel de
evolución, la nueva ola será sentida por cada uno. Y esta transformación
alcanzará no sólo la Tierra, pero también el conjunto del Cosmos.
La única
y mejor cosa que el hombre ahora pueda hacer, es de volverse hacia el Creador
y, mejorándose conscientemente, de elevar su nivel vibratorio, a fin de
encontrarse en armonía con esta ola poderosa que pronto le sumergirá.
El Fuego
del que hablo, el que acompaña las nuevas condiciones ofrecidas a nuestro
planeta, renovará, purificará, reconstruirá todo: la materia será afinada,
vuestros corazones serán liberados de la angustia, de las confusiones, de la
incertidumbre, y se harán luminosos; todo será mejorado, elevado; los
pensamientos, los sentimientos y actos negativos serán consumidos y
destruidos.
Vuestra
vida actual es una esclavitud, una prisión pesada. ¡Comprendan vuestra
situación y libérense! Se lo digo: ¡salgan de vuestra prisión!
Es
realmente desconsolador de ver tantos extravíos, tanto sufrimiento, tanta
incapacidad a comprender donde se encuentra vuestra verdadera felicidad. Todo
lo que esta a vuestro alrededor va pronto derrumbarse y a desaparecer.
No
quedará nada más ni de esta civilización ni de su perversidad; toda la Tierra
será sacudida y ningún rastro subsistirá de esta engañadora cultura que
mantiene a los hombres bajo el yugo de la ignorancia.
Los
terremotos no son solamente unos fenómenos mecánicos, tienen como objetivo
también de despertar el intelecto y el corazón de los humanos, a fin de que se
liberen de sus errores y de sus locuras y de que comprendan que no están solos
en el universo.
Nuestro
sistema solar ahora atraviesa una zona del Cosmos donde fue destruida en otro
tiempo una constelación que dejó allí su huella, su polvo.
Esta
travesía de un espacio contaminado es una fuente de envenenamiento, no sólo
para los habitantes de la Tierra, pero para todos los habitantes de los demás
planetas de nuestra galaxia.
Sólo los soles no están afectados por la influencia de este entorno
hostil.
Esta
región se llama “la decimotercera zona”; la llamamos también “la zona de las
contradicciones”.
Nuestro
planeta quedó encerrado durante miles de años, pero nos acercamos finalmente a
la salida de este espacio de tinieblas, y estamos a punto de alcanzar una
región más espiritual, donde viven seres más evolucionados. La Tierra ahora
sigue un movimiento ascendente y cada uno deberá esforzarse para armonizar-se
con las corrientes de la Ascensión.
Los que
se niegan a someterse a esta orientación perderán la ventaja de las buenas
condiciones que les son ofrecidas en lo sucesivo para elevarse.
Ellos se
quedarán atrás de la evolución y deberán esperar decenas de millones de años la
llegada de una nueva ola ascendente.
La
Tierra, el sistema solar, el Universo, todo se mueve en una nueva dirección
bajo el impulso del Amor.
¡La
mayoría de ustedes todavía consideran el Amor como una fuerza irrisoria, pero
en realidad, es la más grande de todas las fuerzas!
El dinero
y el poder continúan siendo venerados como si el curso de vuestra vida
dependiera de ello.
De ahora
en adelante, todo será subordinado al Amor y todo lo servirá.
Pero es a
través de los sufrimientos y las dificultades que la conciencia del hombre
deberá despertarse.
Las
terribles predicciones del profeta Daniel escritas en la Biblia se remiten a la
época que se abre. Se producirán inundaciones, huracanes, incendios gigantescos
y terremotos que barrerán todo. La sangre fluirá en abundancia. Habrá
revoluciones; terribles explosiones resonarán en numerosas regiones de la
Tierra.
Allí
donde está la tierra vendrá el agua, y allí donde está el agua vendrá la
tierra…
Dios es
Amor; y sin embargo se trata de un castigo, de una respuesta de la Naturaleza
contra los crímenes perpetrados por el hombre desde la noche de los tiempos
contra su Madre, la Tierra. Guarden pues vuestra paz y vuestra fe cuando vendrá
el tiempo del sufrimiento y del terror, porque esta escrito que ni un cabello
caerá de la cabeza del justo.
No se
desanimen; sigan simplemente vuestro trabajo de perfeccionamiento personal. No
tenéis ninguna idea del futuro grandioso que os espera.
Una Nueva
Tierra pronto saldrá a la luz.
En unas
décadas, el trabajo será mucho menos esclavizante, y cada uno tendrá tiempo a
consagrar a actividades espirituales, intelectuales y artísticas. Las
cuestiones de las relaciones entre el hombre y la mujer será resuelta
finalmente en la armonía: el uno como el otro tendrán la posibilidad de seguir
sus aspiraciones. Las relaciones de parejas serán fundadas sobre la estima y el
respeto recíprocos.
Los
humanos viajarán a través de los diferentes planos y salvarán los espacios
intergalácticos. Ellos estudiarán su funcionamiento y serán rápidamente capaces
de conocer el Mundo Divino, de fusionar con la Cabeza del Universo. La Nueva
Era es la de la sexta raza.
Vuestra
predestinación es de prepararos a acogerla, a vivirla. La sexta raza se
edificará alrededor de la idea de Fraternidad. No habrá más conflictos de
intereses personales; la única aspiración de cada uno será conformarse a la Ley
del Amor. La sexta raza será la del Amor.
Un nuevo
continente será formado para ella. Él brotará del Pacífico, para que el Muy
Alto pueda establecer finalmente Su morada sobre este planeta.
Los
fundadores de esta nueva civilización, yo les llamo “hermanos de la Humanidad”
o también “Hijos del Amor”. Ellos serán inquebrantables en el bien y
representarán un nuevo tipo de hombres.
Los
hombres formarán una familia, como un gran cuerpo, y cada pueblo representará
un órgano de este cuerpo. En la nueva raza, el Amor será manifestado de manera
tan perfecta, que el hombre actual todavía sólo puede tener una idea muy vaga.
La Tierra
queda un terreno propicio a las luchas, pero las fuerzas tenebrosas van a
retroceder y será liberada de ellas.
Los
humanos, viendo que no queda más otro camino, emprenderán en el de la Nueva
Vida, el de la salvación.
En su
orgullo insensato, algunos continuarán hasta el final a esperar continuar
llevando sobre la Tierra una vida que la Orden Divina rechaza, pero cada uno
acabará por comprender que la dirección del mundo no le pertenece. Una nueva
cultura saldrá a la luz, que descansará en tres principios directivos: la
elevación de la mujer, la elevación de las humildes, débiles, y la protección
de los derechos humanos.
La Luz,
el bien y la justicia triunfarán; es sólo una cuestión de tiempo. Las
religiones deben ser purificadas. Cada una cierra una partícula de la Enseñanza
de los Maestros de la Luz, pero oscurecida por la aportación incesante de las
desviaciones humanas.
Todos los
creyentes tendrán que unirse y ponerse de acuerdo sobre un principio, el de
situar el Amor como base de toda creencia, cualquiera que ella sea.
¡Amor y
Fraternidad, es esta la base común!
La Tierra
pronto será barrida por las ondas extraordinariamente rápidas de la
Electricidad Cósmica. De aquí a unas décadas, los seres malos y extraviados no
podrán sostener su intensidad. Entonces serán absorbidos por el Fuego Cósmico
que consumirá el mal que los posee.
Luego
ellos se arrepentirán, porque es escrito que “cada carne glorificará su
Creador”. Nuestra madre, la Tierra, se desembarazará de los hombres que no
aceptarán la Nueva Vida. Ella los rechazará como frutos averiados.
Ellos no
podrán pronto más reencarnarse sobre este planeta; los espíritus criminales
tampoco.
Sólo
quedarán los que poseerán el Amor en ellos. No hay más lugar sobre la Tierra
que no sea manchado de sangre humana o animal; hace falta pues que ella sufra
una purificación. Y es por eso que ciertos continentes actuales serán
sumergidos, mientras que otros surgirán.
Los
hombres no sospechan de qué peligros son amenazados. Ellos continúan
persiguiendo objetivos fútiles y buscando el placer. Los de la sexta raza serán
al contrario conscientes de la dignidad de su papel y respetuoso de la libertad
de cada uno. Ellos se alimentarán exclusivamente de los productos del mundo
vegetal. Sus ideas tendrán el poder de circular tan libremente como el aire y
la luz de nuestros días.
Las
palabras “Si no nacéis de nuevo...” se aplican a venida de la sexta raza. Lean
el capítulo 60 de Issais. Él se remite a la llegada de la sexta raza, la Raza
del Amor. Después de las Tribulaciones, los hombres dejarán de pecar y
reencontrarán el camino de la virtud. El clima de nuestro planeta será moderado
por todas partes y las variaciones brutales no existirán más. El aire volverá a
ser puro, lo mismo que las aguas. Los parásitos desaparecerán.
Los
hombres se acordarán de sus encarnaciones pasadas y sentirán el placer de
comprobar que son liberados finalmente de su antigua condición. Lo mismo que
quitamos la vid de sus parásitos y sus hojas secas, así actúan los Seres
evolucionados para preparar a los hombres a servir el Dios del Amor.
Ellos les
dan buenas condiciones para crecer y desarrollarse y, a los que quieren
escucharlos, ellos dicen: ' ¡No temáis nada! Todavía un poco de tiempo y todo
va a arreglarse; estáis sobre el buen camino.
Que el
que quiere entrar en la Nueva Cultura estudie, trabaje conscientemente y se
prepare. “Gracias a la idea de Fraternidad, la Tierra se hará un lugar bendito,
y esto no tardará. Pero antes, grandes sufrimientos serán enviados para
despertar las conciencias.
Los
pecados acumulados durante millares de años deberán ser rescatados. La ola
ardiente que emanará de Arriba contribuirá a liquidar el karma de los pueblos.
La
liberación no puede ser más restablecida. La humanidad debe prepararse para las
grandes pruebas ineluctables que vienen y que aportarán el fin del egoísmo.
Bajo la Tierra, algo extraordinario se prepara. Una revolución grandiosa y
absolutamente inconcebible se manifestará pronto en la naturaleza.
¡El
Creador decidió enderezar el mundo, y Él va a hacerlo! Es el fin de una época;
un nuevo orden va a reemplazar al antiguo, un orden en el cual reinará el Amor
sobre la Tierra.
Peter
Deunov - Propos sur l’Avenir - 1944
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