Todas las familias tienen secretos guardados, hasta las
más normales, porque todos los seres humanos hacen cosas de las que luego
se arrepienten. Las silencian. Cuando alguien dice que en su familia no
hay ningún secreto, lo que en realidad sucede es que todavía no lo ha descubierto.
El secreto es como un animalillo inmortal
que se pretende ocultar en una generación, pero que en las siguientes reaparecerá ingeniosamente disfrazado.
Por vergüenza, por protección a los hijos o por
diferentes miedos, hay hechos y circunstancias que las familias pretenden
que no salgan a la luz. Estos secretos forman una estructura que se deslizará
de diferentes maneras sobre las generaciones siguientes.
Los más comunes se refieren a enfermedades mentales, asesinatos,
suicidios, violaciones, homosexualidad, incesto, prostitución, exilios,
cárcel… Frecuentemente se
manifiestan en los descendientes por medio
de accidentes, fobias, repeticiones, psicosis, autismo, enfermedades
congénitas que afectan a los órganos de los sentidos, quistes… Por ejemplo, una
niña pierde la virginidad por accidente (una escopeta de juguete se le clava en
el himen) en la misma fecha que su bisabuela fue violada, hecho que se mantuvo
en secreto generación tras generación.
¿Qué es la familia?
La
familia es lo permanente, estaba antes de que llegáramos, le pertenecemos
mientras vivamos y seguirá existiendo después de nosotros. Es una generación de
vivos, que caminan como mínimo con dos generaciones de muertos a la espalda
hasta la línea de meta, donde le toca subirse a la espalda de la siguiente
generación de vivos.
¿Yo soy mi familia?
Recordemos
que desde la perspectiva del a Transgeneracional cada uno de nosotros
está habitado por las tres generaciones que lo preceden, lo que hace un mínimo
de catorce personas. Desde esta perspectiva, consideramos que los secretos
guardados en una generación son un manantial insano de traumas y conflictos
para los que lleguen detrás.
¿Hay alguna relación entre la enfermedad y los
secretos familiares?
La relación entre enfermedad y secretos familiares se hace bastante
evidente en el estudio de los árboles genealógicos. La familia es como una olla
psicológica llena de secretos, tabúes, silencios, vergüenzas.Hay asesinatos, locura, robos, infidelidades, cárcel, incesto, abusos…
Así, la enfermedad no es la solución del problema, sino una invitación a
enfrentar un conflicto familiar que se ha mantenido secreto.
Como escribió Françoise Dolto:
“Lo que es callado en la primera generación, la
segunda lo lleva en el cuerpo.”
¿Qué cosas, a nivel psicogenealógico, vamos cargando
en el cuerpo?
En el
lado derecho… está la herencia paterna
Lado
izquierdo…. herencia materna
El
vientre…. la madre
Problemas
de espalda…. cargas a los
padres
Padres
divorciados, o separados…puntas de los pies se separan
Miedo
a la sexualidad…. pelvis
movida hacia atrás
No te
han amado…. pecho
endurecido e insensible
¿Si no uso palabras para expresar mi dolor, lo
expresaré con mi cuerpo?
Anne
Ancelin Schützenberger lo ha estudiado a fondo:
“Los duelos no hechos, las lágrimas no derramadas,
los secretos de familia, las identificaciones inconscientes y lealtades
familiares invisibles” pasean sobre los hijos y los descendientes. “Lo que no
se expresa con palabras se expresa con dolores”.
O por
accidentes, como el caso de una biznieta que pierde su virginidad por accidente
a los siete años (jugando al salto de pértiga) y estudiando su árbol, descubre
que su bisabuela fue fruto de una violación, concebida en la misma fecha que
ocurrió el episodio.
¿Cómo se pueden observar los secretos en el
árbol genealógico?
Cuando
el árbol quiere desvelarte un secreto, crea una estructura, algo que se repite,
con eso pretende llamar tu atención. Por ejemplo una fecha que se repite, un
estilo de elección de la pareja, unos accidentes con ingredientes similares.
Estos secretos se guardan por vergüenza, por pudor, por proteger a los niños o
autoprotegerse ante la sociedad.
¿Dónde se sitúan esos secretos?
Cada secreto que tenemos está en el estrato que le
corresponde (los cuatro egos):
-Mis
ideas locas secretas, podemos identificarlas en el nivel de mis bisabuelos
-Mis
emociones secretas, están en mis abuelos
-Mis
secretos sexuales-creativos, están en mis padres
-Mis
secretos materiales, de territorio, están en mis hermanos
Cuando
el secreto lo porta un miembro de la familia, éste lo vive como un cuerpo
extraño y molesto, su cuerpo lo vive como un tumor o un bolo alimenticio que
tiene que salir a fuera.
Nunca debemos contar secretos a los niños, es un
Abuso con mayúsculas.
Sabemos
además el poder de la comunicación no verbal, si alguien delante de ti se calla
una información importante, se delatará tarde o temprano con algún gesto
inconsciente.
Freud decía que “Aquel cuyos labios callan, conversa
con la punta de los dedos. Se traiciona por todos los poros”.
Claudine Vegh decía: “Vale más saber una verdad, aún
cuando sea difícil, vergonzosa o trágica, que ocultarla, porque aquello que se
calla, es subordinado o adivinado por los otros y ese secreto, se convierte en
un traumatismo más grave a largo plazo”.
Los
secretos hay que airearlos si son del presente, de la manera más adecuada y en
el momento más propicio, o sanarlos con la psicomagia si son del pasado.
Una
herramienta útil es dibujar el árbol sanado: se trata de hacer una obra en la
que representemos a todos los miembros, con dibujos o fotografías pegadas a
modo de collage.
A cada
uno le pondremos su finalidad cumplida, todo aquello que les damos nos lo damos
a nosotros mismos, y ahí aparecerán todos los secretos convertidos en
bendiciones.
El
árbol guarda secretos, al tiempo que puede intentar desvelarlos.
En
todo árbol aparece en un momento determinado un héroe, el que lo sana y se
sana, aquel que se atreve a construir el árbol genealógico.
No
existen los árboles sanos porque vivimos en una sociedad enferma.
“La sanación del árbol consiste en quitar la
repetición, comprenderla, o repetirla en una forma positiva”
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