- Estamos en medio de una transformación acelerada de la forma en que vemos nuestro mundo.
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Vemos que el propósito de nuestra vida es el crecimiento espiritual a través
de la acción afectuosa y no sólo la supervivencia en un mundo materialista.
Sólo podemos avanzar verdaderamente en forma individual y colectiva si nos
abrimos a la dimensión total de quiénes somos, si seguimos las indicaciones
de la intuición y si ayudamos a los demás en vez de trabajar pura favorecer
nuestros propios intereses.
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Entendemos que somos un ser divino, temporariamente en un cuerpo físico.
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Estamos en comunicación con la dimensión espiritual mediante el conocimiento
intuitivo, las sincronicidades y los hechos metanormales y los milagros de
sanación.
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La mayoría hemos elegido estar aquí, y elegimos las circunstancias que
fortalecerían el carácter de nuestra alma y contribuirían a sostener la
Visión Global.
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Podemos aprender a mantenernos energizados en vez de mezclarnos en luchas de
poder estériles.
Existen
niveles de conciencia más allá de nuestra dimensión espiritual.
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Al nacer, tuvimos una Visión del nacimiento.
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Estamos despertando colectivamente a la Visión Global mantenida por nuestros
grupos de almas.
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Estamos dándonos cuenta de que recibimos una guía del ámbito espiritual y
angelical.
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Estamos profundamente conectados con las personas a las que nos hallamos
vinculados y con algunas de las personas a las que conocemos en momentos
cruciales de nuestra vida.
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Estamos trabajando para que el medio físico sea más espiritual.
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juntos, estamos recordando que la visión del mundo se basa en los elementos
esenciales de la sabiduría inmemorial.
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Estamos aprendiendo a sostener una intuición y a tener fe en que nos conduce
al siguiente punto de nuestro camino.
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Lo que queremos existe primero en nuestras mentes y nuestros corazones y se
vuelve realidad sosteniendo la intención.
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Después de abandonar el cuerpo al morir, revisaremos cada episodio de nuestras
vidas. Podremos ver (y sentir) con claridad todo el amor que fuimos capaces de
dar a los demás en cada encuentro.
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El objetivo último para la humanidad es fusionar las dimensiones material y
espiritual.
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