Aunque tu cerebro
fue diseñado para recibir cada frecuencia de pensamiento de la mente de Dios,
de la totalidad del conocimiento, se activará para recibir sólo aquellas
frecuencias que tú le permitas recibir.
Y de todos los
pensamientos maravillosos que bombardean al Dios que te mantiene unido, el
único conocimiento que la mayoría permite recibir son los pensamientos de
baja frecuencia de la conciencia social, los cuales son muy limitados y
enclaustrados, como tú has podido experimentar bien. Y cuando vives de acuerdo
con la conciencia social, y razonas sólo con las frecuencias que dominan en su
pensamiento limitado, las únicas partes de tu cerebro que se activan son los
niveles superiores izquierdo y derecho del cerebro, y algunas porciones del
cerebelo inferior, que está situado sobre la columna vertebral.
La mayor parte de tu
cerebro permanece dormida; no hace nada. Esto es debido a que rehúsas admitir
cualquier pensamiento que no concuerde con el pensamiento limitado de tu
familia, tus amigos, la sociedad o el dogma. No lo dejas entrar. O sea: sólo
te permites contemplar y razonar aquellos pensamientos que serán aceptados por
los demás.
Ustedes tienen un
término llamado «mente cerrada». Bueno, esa es la descripción exacta. Cuando
rehúsas aventurarte en pensamientos que sobrepasen las fronteras de la
conciencia social, hay porciones de tu cerebro que quedan literalmente cerradas
a las frecuencias de pensamiento más altas. Esto se debe a que tu glándula
pituitaria ha sido activada para abrir su boca sólo un poquito, y por lo
tanto, ha puesto en uso sólo aquellas partes de tu cerebro que reciben las
frecuencias bajas de la conciencia social.
La única razón por
la que alguien es un genio y sabe cosas que tú no sabes, es porque él ha
abierto su mente para contemplar las posibilidades, los pensamientos
extraordinarios y brillantes que van más allá del pensamiento limitado del
hombre. Él se ha permitido considerar y razonar estos pensamientos mientras
que tú los has rechazado. Tú eres incapaz de recibirlos porque aún tienes
que activar aquellas secciones de tu cerebro que te capacitan para razonarlos.
Entonces, ¿qué
ocurre con los maravillosos pensamientos de entendimiento ilimitado que
continuamente bombardean tu estructura luminosa? Rebotan en tu unidad receptora
y son enviados a través del espíritu de tu ser de vuelta al río de
pensamiento.
Tener la mente
cerrada es estar cerrado a la posibilidad de cualquier cosa que exista fuera de
los valores que pueden ser experimentados por los sentidos de tu cuerpo. Sin
embargo, en el reino llamado Dios, nada es imposible. Si algo se puede concebir
o reflexionar, existe; pues cualquier cosa soñada o imaginada ya es parte del
reino de la existencia. Así es como la totalidad de la creación llegó a
existir. Cada vez que le digas a alguien «es sólo tu imaginación», lo estás
programando para la estupidez y la creatividad limitada. Y eso es, de hecho, lo
que les ocurre a los niños de este plano. A todos ustedes.
Yo te digo:
cualquier cosa a la cual se le permita ser pensada, existe, y todo aquello que
te permitas pensar lo experimentarás, ya que tu campo electromagnético lo
atraerá hasta ti.
¿Sabes? La atrocidad
de poseer una mente cerrada es que ello te impide conocer la alegría. Te
mantiene esclavizado a las ilusiones del hombre. Te impide conocer tu gloria y
la de Dios.
Mientras tengas una
mente enclaustrada, y vivas y pienses de acuerdo con la conciencia social,
nunca te aventurarás hacia lo desconocido, ni contemplarás la posibilidad de
realidades más grandiosas por miedo a que ellas signifiquen cambio. Y
ciertamente lo hacen, porque habrá mucho más que ver, que entender y de lo
cual formar parte que lo que había anteriormente en un mundo ordenado, que
vive y muere. Mientras aceptes sólo los pensamientos limitados que se te han
inculcado, nunca activarás mayores porciones de tu cerebro para recibir y
experimentar otros pensamientos distintos de aquellos con los que te encuentras
cara a cara cada día de tu existencia.
Cada vez que aceptas
un pensamiento superior a los que has aceptado como patrón, ese pensamiento
activa otra parte más de tu cerebro para darle un uso significativo. Cada vez
que hagas esto, el pensamiento superior se ofrecerá como «portador» para extender
tu razonamiento a partir de este punto. Esto activará otras porciones de tu
cerebro para más pensamiento, más recibimiento y más conocimiento. Cuando
deseas experimentar la súper conciencia, el pensamiento ilimitado, tu
pituitaria empieza a abrirse y florece como una magnífica flor. Cuanto más se
abre, mayor es el flujo de hormonas, y más se activan las partes latentes de
tu cerebro para recibir las frecuencias más altas de pensamiento.
¿Sabes? Ser un genio
es muy simple. Todo lo que tienes que hacer es pensar por ti mismo.
RAMTHA.
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