La iluminación es la vibración y frecuencia que muchas almas experimentan cuando despiertan al creador.
La iluminación es una encarnación y una experiencia que buscan muchas almas que progresan a lo largo de sus caminos espirituales.
La búsqueda de la iluminación se vuelve tan intensa e importante que olvidan que ya son una encarnación de la iluminación. También se olvidan de darse cuenta de que cada despertar y auto-realización o comprensión del Creador que ocurre en su camino hacia la iluminación es la presencia de la iluminación que reside dentro de ellos.
Es muy raro que la iluminación llegue como un relámpago, en cambio, la iluminación es una compañera revelándose lentamente y con seguridad a cada momento de la vida.
Cuando reconocen a la iluminación como su compañera despertando gradualmente dentro de ustedes, en lugar de ser una experiencia que buscan, la percepción de la iluminación y de las evoluciones espirituales se altera.
Así, la experiencia de la realidad física, crecimiento espiritual y unión con el Creador cambia a un espacio de verdad en lugar de ilusión. A menudo, incluso dentro de la evolución espiritual, la ilusión puede estar presente, esto permite que la mente capte los conceptos que no pueden ser explicados. La mente siempre desea entender y sin embargo este no es siempre el camino de la evolución espiritual.
Conocer, confiar y mantener el enfoque ofrece una unión mucho mayor con el Creador, ya que entenderlo anima a profundizar en la ilusión, tratando de comparar al Creador con la personalidad. Cuanto más reconozcan y encarnen las vibraciones y frecuencias del Creador, más la ilusión podrá desaparecer como una conexión y la unión se habrá hecho, permitiendo que el despertar continúe con menos ilusión.
Muchas almas creen que la iluminación es entender el Universo del Creador. Este no es el caso, la iluminación es conocerse a sí mismo como un alma que existe en una realidad física y como un aspecto del Creador.
Es esta conciencia la que libera el ser, crea realización y felicidad. Sin embargo, la realización y la felicidad ya están dentro del ser y no requieren que la experiencia de la iluminación sea activada o encarnada.
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