Silencia esas voces internas que te hablan de separación, de guerras y de luchas en las que es necesaria la violencia de cualquier tipo. Violencia física, verbal, sicológica o violencia de pensamientos.
Reconoced vuestros temores, porque ellos son el origen de vuestras batallas. No hay nada que temer. La liberación está próxima.
El mundo, por fin, comienza a vivir en armonía. Los efectos son todavía tan pequeños que apenas puedes percibirlos. Sin embargo, el cambio está surgiendo por doquier. Las semillas de la Nueva Tierra ya han germinado.
Conserva la esperanza. No te desalientes. Lo estás logrando. Los tiempos difíciles llegan a su fin. Sólo debes controlar tus temores para apoyar el cambio.
Cada contribución personal, por pequeña que sea, es muy importante. Los pensamientos de temor y separación son el dióxido de carbono que contamina la energía de la Tierra. Sustitúyelos por pensamientos de amor y confianza y estarás favoreciendo el cambio: la Nueva Era Dorada que, poco a poco, ya está manifestándose en la Tierra.
Siéntanse dichosos, porque es una realidad. No hagas caso de las dudas que pretendan confundiros. Es normal que dudes. Eres humano y estás acostumbrado al sufrimiento y tu mente se resiste a creer que todo ha terminado y que ahora vendrá la Dicha.
Sean benevolentes con ustedes mismos.
Permitan el paso de la duda, pero no permitas que se quede estancada en tu interior. No le des más importancia de la que realmente tiene, ya que se trata de un residuo de la antigua energía que todavía os acompaña, pero que ya se marcha. Dile adiós.
Permitid el cambio. Foméntalo con tu intención. Recuerda que eres poderoso.
Todos pueden atraer, pueden crear, pueden vibrar en frecuencias mucho más elevadas.
Vibra en el Amor.
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