jueves, 15 de julio de 2021

NO PUEDEN REGATEAR CON DIOS

YO SOY Jesús, habiendo venido a ustedes otra vez.


Hoy me gustaría tocar un tema que puede ser útil para ustedes, aunque pueden no querer darle la debida importancia debido a que se dejaron llevar por su devoción al mundo de la ilusión. 


Como siempre, su atención sigue a las cosas que los rodean en la ilusión. Es muy difícil para ustedes elevar su conciencia y romper hacia el nivel de percepción de la realidad Divina cuando el mundo entero que los rodea se desvanece y palidece en comparación con la belleza, sentimientos y aspiración que pueden obtener en nuestro mundo.


Sin embargo, su posición en el mundo de la dualidad contribuye excelentemente a su desarrollo y progreso. Hay un punto en su Camino, y después de haber pasado por él ya no serán capaces de encontrar satisfacción en nada de lo que les rodea en el mundo de la ilusión. Y nuestra tarea principal es alcanzar este punto en su Camino. Si comparan esto con la ascensión a un pico, pueden imaginarse a símismos escalando las rocas desnudas, pasando por grietas y de repente llegando al pico de la montaña con una vista fascinante que se abre ante sus ojos. Y les llena los ojos de lágrimas y se dan cuenta de que valió la pena arriesgar su vida y superarse a sí mismos.


Y entienden que el afecto hacia el mundo que acaban de dejar gradualmente se disuelve, y se fusionan con la belleza de este mundo nuevo que les rodea. Y no hay nada que los seduce en el mundo que dejaron para siempre porque a pesar del hecho de que siguen viviendo en el mundo físico, ya no pertenecen más a él. Ya no hay nada en ustedes de este mundo. No hay energía en ustedes que pueda atraerlos de vuelta al mundo de la ilusión.


No obstante, continúan viviendo en su mundo porque están completamente conscientes del hecho de que hay mucha gente que necesita su ayuda y experiencia. Ven las razones por las que la gente sufre, ven porqué sufren y entienden cómo pueden deshacerse de su sufrimiento. Pero a pesar del hecho de que les hablan a estas personas con un lenguaje muy simple y les dicen cosas muy simples, sólo unos pocos de ellos son capaces de entenderlos.


Yo estuve en la Tierra, le hablé a la gente. Pasé miles de horas comunicándome con las personas. Traté de convencerlos de las cosas que lograba entender después de haber querido renunciar a la parte irreal de mí mismo y habiéndola desechado. Pero no importa qué tan simplemente trataba de hablarle a lagente, sólo parecieron existir doce discípulos capaces de desarrollar un entendimiento parcial de la Verdad que yo di.


En estos días lo mismo está ocurriendo. No importa qué tan buena y comprensible sea la manera de dar el conocimiento a través de este u otro mensajero, hay muy poca gente que es capaz de absorber con su corazón la esencia de la Enseñanza dada y aún hay menos que desean seguir este Camino.


Impartimos la Verdad abiertamente. Vengan a nuestra mesa. Pueden tomar todo lo que su corazón desee.


Y el único pago que necesitan hacer inevitablemente es su parte irreal, que deben sacrificar libremente en el altar del servicio a Dios, a la Vida, a la Jerarquía de las Fuerzas de la Luz.


Puedo ver cómo los corazones de las personas que leen estos dictados se entusiasman por ellos. Veo la llama de su aspiración avivarse. Pero es muy triste a veces ver a una persona devolverse al camino anterior que es seguro pero no lleva a ningún lado, excepto a la muerte.


Ustedes son espíritus inmortales. Es triste ver que se rodean con cosas innecesarias y tratan de jugar a servir en lugar de servir sinceramente. ¿Cómo pueden combinar las palabras agradables acerca de Dios y el Servicio con su vida llena de aspiraciones mercantiles hacia una carrera, prosperidad y la ociosidad?


No les será permitido combinar esas cosas opuestas indefinidamente. Tarde o temprano vendrá el momento en el que serán obligados a decidir a quién servir. ¿Seguirán adorando al borrego de oro de su mundo o escogerán el servicio sincero a Dios y la Vida?


Les dije que era imposible servir a dos amos. No pueden servir a Dios y al diablo.


Les dije estas palabras hace dos mil años. Pero estos días cada uno encuentra la misma decisión en sus vidas. Dios demanda que siempre se dediquen a Él. No pueden regatear con Dios. No pueden decir: “Mira Dios, estoy haciendo esto para ti, y ahora Señor, es tu turno de hacer lo que te pido”. ¡Qué gran arrogancia debe uno de tener para permitir ese regateo con Dios! Vienen al templo de Dios cuando se enfrentan a golpes y desgracias, enfermedades y tristezas. Y para todo lo que vienen al templo es para hacer un negocio con Dios, prender una vela y pedir una solución exitosa a sus problemas.


¿Realmente esperan que Dios conteste su pedido? ¿Están realmente seguros de que pueden comprar la misericordia Divina por sus sacrificios? Dios no necesita de sus sacrificios, ni borregos, ni dinero. Dios quiere que renuncien sólo a una cosa: la parte irreal de sí mismos, lo que no es de Dios en ustedes.


Y esto es tan simple. Pero no lo pueden entender por alguna razón. Todo profeta o Maestro ha venido al mundo sólo para enseñar esta Gran Verdad. Y ahora están recibiendo esta misma Verdad que prediqué hace 2000 años. Crean máquinas para volar perfectas, realizan vuelos espaciales, se hunden a lo más profundo del océano y crean computadoras y sistemas de comunicación sofisticados. Se han propuesto perfeccionar la ilusión. ¿Por qué no pueden entender esta simple Verdad Divina a pesar de la desarrollada mente que tienen? Es porque su mente es una mente carnal, una mente que pertenece a su mundo y que sirve a su mundo.


Y su principal tarea es renunciar a su mente carnal, renunciar a todo lo que los ata al mundo de la ilusión.


Esto no significa que deban dejar sus hogares y mendigar. Aún así, hasta eso puede ser benéfico para algunas personas. Deben retirar de sus conciencias todos los apegos a su mundo. Pueden seguir viviendo en su mundo, pero sólo para demostrar a otros el Camino por el que ustedes han atravesado.


Cada uno va por su propio Camino. Pero fundamentalmente, sólo un Camino puede ser considerado verdadero: el Camino de la completa renuncia a su ego y de cualquier apego a su mundo. Y el pecado más grande es tratar de hacer que Dios les sirva.


Este es el punto en el que muchas almas pierden el piso. Usan la energía Divina para auto gratificar a su ego, en lugar de doblar la rodilla hacia Dios y pedirle con humildad: “Señor, aquí estoy. Tómame, úsame.


Yo soy tu esclavo. No soy nada, Señor, Tú eres todo.


”Piensen en lo que les he dicho hoy. Estas palabras les pueden parecer severas o pueden pensar que estas palabras no tienen relación con ustedes. Sin embargo, no lleguen demasiado rápido a una conclusión. Analicen sus acciones, porque estas palabras son relevantes para el 99.99% de la gente encarnada ahora.


Tuve que darles esta instrucción estricta porque demasiados de ustedes necesitan exactamente palabras estrictas que pueden quitarle el valor a su mundo de ilusión y remover las vendas de sus ojos. Sólo después de eso serán finalmente capaces de ver la Verdad Divina y esforzarse hacia ella con todo su ser y con todo su corazón.


Sé que cada uno de ustedes ganará la Victoria y cada uno de ustedes soportará y ganará la batalla contra la ilusión que ha durado millones de años ya y que está llegando a su fin. Porque el mundo de la ilusión, al contrario del Mundo Divino, tiene su comienzo y su fin. Apúrense en su Camino hacia el mundo real. No esperen a que las puertas de la oportunidad se cierren en su cara.


YO SOY Jesús.



Amado Jesús, 28 de junio del 2005

La mensajera es Tatyana Mickushina

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